10 de abril de 2022. Domingo.
LOS RAMOS DEL DOMINGO
LOS RAMOS DEL DOMINGO
-Hoy, domingo de Ramos, hay niebla, bruma en el
cielo. Sin embargo, las ciudades de España, tras dos años de silencio, salen a
la calle a decir «¡Hosanna!» Siempre con niños y en borriquillo: o el Platero
evangélico del domingo de Ramos. Es un día de metales oscuros en el cielo y de esperanzas
blancas en el alma. Parece que en la alegría de los niños cantaran las
palmeras, recogiéndose en oración. Jesús triunfa en Jerusalén, antes de morir
fuera de sus murallas. El Misterio Pascual es eso: vida o triunfo, y muerte o
fracaso. Razón por la que este domingo es llamado a un tiempo de Ramos y de
Pasión, como la cara y el reverso de una moneda. La moneda de la gracia de Dios:
cruz, muerte, resurrección. Esta semana, en la liturgia, se darán tres gritos del
pueblo, que son el resumen del final glorioso en la tierra de la vida de Jesús.
«¡Hosanna!», grito que anuncia la llegada del Mesías. «¡Crucifícale!», que
proclama la entrega de Jesús a la muerte por los pecados de la humanidad. Ambos
gritos son redentores, salvíficos, aunque el pueblo que los grita no lo sepa. Al
decir «hosanna», expresan que están avisados de la llegada del Mesías, y que éste
vive ya en las aulas de la Historia; con el «crucifícale», activan su muerte, por
la que serán salvados. Y todo dará comienzo de nuevo con el tercer grito: «¡Aleluya!»,
celebrando, con asombro, que Jesús ha resucitado. Dios y el pueblo, para que
sea posible la redención, se dan la mano. Estas tres palabras lo testifican: «¡Hosanna!», «¡Crucifícale!», «¡Aleluya!»: o Eucaristía:
el sacramento de nuestra Fe. En él Cristo, hecho memorial –recuerdo vivo–, se
nos da bocado y bebida que sustentan y redimen, y alegran el corazón (12:44:57).