miércoles, 28 de septiembre de 2022
martes, 27 de septiembre de 2022
27 de septiembre de 2022. Martes.
UNA CIERTA TRISTEZA
UNA CIERTA TRISTEZA
-En la madrugada del domingo al lunes, llovió intensamente en Murcia. Hacía
meses que la lluvia huía de nosotros, como la paloma huye del halcón. Los
campos estaban agrietados, sedientos, como desiertos. Un trueno desgarrado en la noche y la
lluvia se desató, gruesa, poderosa. Daba en los cristales de la ventana, como
si quisiera entrar y meterse en mi sueño. Una pesadilla. «Por fin llueve», me
dije, y me dormí. A la mañana siguiente, leo la prensa y me entero del drama de
las inundaciones, de las catástrofes humanas que ocasionó. Quedaban nubarrones
en el cielo, pero nada de lluvia. Investigo y descubro lo ocurrido en Javalí
Viejo, donde vive mi familia más cercana, y donde les asistí como párroco durante quince años.
Por eso, acontecimientos como este me duelen más. Se llamaba Antonio y dormía
en el salón de su casa. La lluvia reventando muros, entró en sala donde
descansaba y lo arrastró. Hubo personas que lo vieron pedir auxilio cuando lo
arrastraba el agua, sin poder hacer nada. Un amigo de Javalí lloraba al
recordarlo, desesperado. Aquí cabrían los versos de Cesare Pavese: «Descenderemos
al silencioso remolino. Bajaremos al abismo.» La naturaleza, a veces, es cruel,
terriblemente hermosa y cruel. La naturaleza crea cascadas, bosques, desiertos,
y alguna vez tragedias; pero la naturaleza, casi siempre avisa. La estamos
degradando y ella nos advierte, nos dice que no sigamos por el
derrotero de su destrucción, que, si ella muere, también nosotros.
Lloro la desgracia de Javalí Viejo, la muerte de Antonio, el dolor de tantos,
todos amigos; lloro y rezo, y pido, Diario, que, si es posible, no vuelva a
ocurrir. Solo me quedan el silencio y «una cierta tristeza», con lágrimas (12:59:03).
lunes, 26 de septiembre de 2022
26 de septiembre de 2022. Lunes.
DIOS HABITA EN MI BOCA
DIOS HABITA EN MI BOCA
-Si digo pobre, meditándolo, en una reflexión sincera, notaré que Dios habita en mi boca, como si lo masticara, como si lo comiera eucaristía. Como he dicho en otras ocasiones, Dios ama al pobre, no a la pobreza. Dios no solo amó al pobre, sino que vivió pobre: «El Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza», confesó; si acaso, en una roca en el olivar de Getsemaní o en alguna pequeña duna junto al mar de Genesaret. En la noche, la luna era su compañía, y el clamor de las olas, el lenguaje de su soledad. «Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: “Consumado es”, y habiendo recostado la cabeza, entregó el espíritu». Inclinó la cabeza donde se unían los dos maderos de la cruz, extendidos los abrazos para abrazar y los pies sin tocar el suelo, sosteniendo, sin embargo, todo el amor de su sufrimiento. Jesús había encontrado el sitio apto para reclinar la cabeza, la cruz; y en ella, se durmió: entregó su espíritu. Yo diría: «Entregó su amor», al Padre y a la humanidad. Él que venía del Padre, se daba a él en la plegaria de sus palabras, y a la humanidad, en el caudal de su sangre. Palabra y sangre: eucaristía, amor sacrificado, pan roto para darse en comunión. En la actualidad, Diario, la cruz de Cristo es la pobreza, donde descansan su cabeza y sus sentimientos más íntimos. Como dice San Juan de la cruz: «Cristo acepta la pobreza de mi condición humana, para que yo pueda conseguir las riquezas de su divinidad» (8:20:03).
sábado, 24 de septiembre de 2022
24 de septiembre de 2022. Sábado.
VENÍA DEL PECADO
VENÍA DEL PECADO
Un rayo de luz, de esperanza, desde el cielo. Casa Sacerdotal. Murcia. |
-San Agustín, en sus palabras, se hace inmenso, como un luminoso y deslumbrante amanecer. San Agustín, que venía del pecado, con la gracia de Dios y unas lágrimas se hace claridad en el mundo. Dios se aparece en su boca. Dice: «Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas, ayudándote para que puedas». De salida no te tortura con que hagas cosas imposibles, más allá de tus fuerzas: te pide hacer –si quieres– cosas sencillas, como olvidar la ira y dejar, por ejempló, que una abeja que liba néctar te enternezca el corazón; y si miras el mundo y ves las guerras y las injusticias que lo asolan, y te sientes impotente ante tanta desolación, pide a Dios ver la otra cara del mismo, donde se dan la mano la paz y la solidaridad, la fe y el amor, y si no puedes, sigue pidiendo, como el ciego del evangelio: «¡Poder ver, Señor!»; Dios siempre ayuda. Dice Soren Kierkegaard, el filósofo danés: «Dios crea de la nada. Maravilloso dices. Y así es, sin duda, pero él hace lo que es todavía más maravilloso: él, de los pecadores, hace santos.» San Agustín es el feliz resultado de la lucha entre el mal y la gracia: las lágrimas de una madre y la gracia de Dios vencieron al mal; una bella melodía surgió de ese caos de notas sueltas que era Agustín; Dios y unas lágrimas, Diario, consiguieron el perfecto acorde, el de la santidad (12:18:53).
viernes, 23 de septiembre de 2022
23 de septiembre de 2022. Viernes.
HABLAR AL
SILENCIO
-Me despierto,
toso, siento un poco de fresco, cojo el embazo de la sábana y me la subo hasta
el cuello. «Ha llegado el otoño», me digo, aliviado. Y, cambiándome de lado en
la cama, me duermo con la placidez y sosiego de la hoja que cae del árbol. Desligada
del árbol, la hoja se posa en tierra sin ruido y sin aspavientos, en silencio. La
primavera y el otoño son las estaciones de los colores. Dijo Albert Camus: «El
otoño es una segunda primavera, en el que cada hoja es una flor». En primavera
se oye más el alboroto del cantar de los pájaros; en el otoño, los silencios de
las cosas. Le preguntaron a un ermitaño con fama de sabio: «Estando en soledad,
y en esta desolación, ¿a qué o a quién habla?» Y contestó: «Al Silencio; le
hablo, y él me contesta. El Silencio nunca defrauda: oye, escucha, y responde».
Aquel ermitaño tenía fama de sabio, y lo era: hablar al Silencio (con
mayúscula), para que, al hablarle diera una respuesta, y así forzarlo a romper
sus inquietantes y hermosos mutismos. San Juan de la Cruz escribió: «Una
palabra habló el Padre, que fue su Hijo, y esta habla siempre en eterno
silencio, y en silencio ha de ser oída del alma». El espíritu, en nosotros, es
silencio y nos habla: nos señala el camino a seguir. Orar en silencio, Diario,
es entrar en el silencio de Dios e intentar escucharlo, conscientes de que responde (17:58:56).
jueves, 22 de septiembre de 2022
22 de septiembre de 2022. Jueves.
GRITO O SUSURRO
-Con el otoño ahí, a la esquina del calendario (23 de septiembre, a las
03 horas 04 minutos). En otoño cantan menos los pájaros. Yo diría (si no fuera
una irreverencia) que el pájaro, en sus silencios, es un símbolo del Dios
silencioso, que aun constipado y sin voz, suele hacer silencios musicales y
atractivos, y ensordecedores a veces. Y es que, en el pájaro, todo canta,
hasta sus silencios. Dios, el silencioso, hablaba en los profetas. Los profetas
fustigaban y daban consuelo, según los tiempos y las conductas de los
poderosos. En ellos, Dios se hacía grito o susurro. El profeta en
el nombre del Señor decía cosas que le ardían en el pecho y le volaban en la
boca, palabras siempre de esperanza y cielos nuevos. El profeta Ezequiel les
decía a los poderosos de Israel: «¡Ay de los pastores de Israel que se
apacientan a sí mismos! ¿No son las ovejas a las que tienen que apacentar los
pastores?... No fortalecéis a las débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis
a las heridas. Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro».
Como si fuera en este momento: así hablaba Ezequiel a los deportados de
Babilonia; deportados por culpa de sus pastores. Cambio «pastores» por
«políticos» y todo se vuelve actual, como el caluroso otoño que hemos empezado a vivir, o a sobrevivir, el 23 de este mes, exactamente a las 03 horas y 04
minutos, y la paranoia de Putin amenazando a la humanidad. Se trata, Diario, de políticos que se apacientan a sí mismos y no a las ovejas de su rebaño, mezquinos (12:35:02).
miércoles, 21 de septiembre de 2022
21 de septiembre de 2022. Miércoles.
MARAVILLADO DIOS
MARAVILLADO DIOS
-Fue Dios y se puso a contemplar su Universo, su Big Bang colosal, su
«¡Hágase la luz!» enloquecedor. Miró y vio galaxias y universos, cuásares y
púlsares, agujeros negros y materia interestelar; vio luz y radiación, y
materia oscura, y espacio y tiempo, y el vacío. Si cabe maravillarse a Dios, se
maravilló de todo el sinfín o profusión que había producido su Palabra. Dios se
gozaba en su creación. «¿Y las galaxias? ¡Qué miríada de mundos cumpliendo las
leyes de la física o leyes que a mí se me ocurrió darles, para que fueran
galaxias y no montones de escombros celestes!» Eso decía. Y de pronto: «¿Y
aquella otra galaxia?», se preguntó. Y vio un universo que le pareció haber
sido hecho de leche, de tan blanco y reluciente. Y de entre todas las estrellas
que lo componían –200.000 mil millones, ahí es nada–, se fijó en una, no muy
grande, de la que recordaba saber el nombre. «¡Sol!», dijo. Recordando
también entonces que, de entre todos sus planetas (8 en total: a uno –Plutón–
lo suspendieron como tal por no dar la talla), había uno llamado tierra. La
tierra, donde el amor de Dios se hizo cruz, y, en el que Jesús Dios reveló su rostro,
su modo de reír y llorar, su mano tocando heridas, y cómo quedarse eucaristía
para siempre en un trozo de pan y un sorbo de vino. Como vecino humilde de los
pueblos. Es decir, Dios, muriendo, destruyó la muerte, reinventando la vida,
inmortal, infinita. Hecho todo esto, Diario, Dios volvió a la contemplación de
su Universo, en el que aquel primer «¡Hágase la luz!» sigue extendiéndose,
incontenible, jadeante, como el oleaje de un tsunami en un océano infinito. Y
ahí sigue, mirando y maravillándose, recreándolo todo sin cesar, y redimiéndolo
(12:33:17).
martes, 20 de septiembre de 2022
20 de septiembre de 2022. Martes.
LA OTRA MEJILLA
LA OTRA MEJILLA
-Yo siempre necesito misericordia. En todo caso, pedir misericordia es
el corolario o secuela del reconocimiento de una equivocación, de un error.
Perdón, decimos, cuando rozamos con nuestro brazo el brazo del que se cruza con
nosotros en la calle. Perdón, una mirada de disculpa y seguimos nuestro camino,
perdonados, se supone, y reconfortados. El hecho de ser misericordioso consiste
en poder serlo; no todo el mundo puede ejercer la misericordia. Dios es
misericordia porque puede serlo: es un Dios
amor, y con el poder infinito de Dios, y, si alguien intenta torcerle el
brazo, herirlo, se le nota que es Dios en su clemencia y en su facilidad para
abrazar y poner la otra mejilla. Cada vez
que perdona, Dios pone la otra mejilla. O pone la Cruz, que es el gran antídoto
frente al odio. Ejemplo: El hijo pródigo, vuelto a casa, recibe el abrazo
del padre, y, con el abrazo, la fiesta. Aunque el abrazo del padre ya es una
fiesta, con mesa y manteles nuevos, y el beso de la paz. Sublime: Dios, cuando
da su misericordia, en vez de pedir que se le agradezca el don, agradece que lo
aceptes. Es la urbanidad de Dios. En la misericordia, se entrelazan el amor, la
fiesta y la donación. Y esto, Diario, solo lo puede hacer aquel que puede:
Dios, y con él, aquellos, que cercanos a él, reciben su influjo; es decir, los que reciben
la gracia de poder hacerlo (17:50:22).
lunes, 19 de septiembre de 2022
19
de septiembre de 2022. Lunes.
ESCALOFRÍOS
ESCALOFRÍOS
-Si alguien (Dios
por ejemplo) me preguntara qué desearía ser de mayor, le contestaría que
persona; o sea, un ser libre, con la dignidad precisa para serlo. Cuanta más
dignidad atesore, más libre seré, y más persona (o menos máscara, significado
de persona). ¡Ah! Y una terrible noticia; estoy que no vivo: la tierra, esta en que
vivimos y somos y existimos; esta tierra del melocotón con hueso y del pez con escamas,
de plata, y del pájaro con corcheas en el pico y del leopardo jaspeado; esta
del mar y las colinas, y la gran comedia humana, etc.; esta, leo, dejará de ser
habitable dentro de 1.750 millones de años; ni uno más ni uno menos. Lo han
afirmado (y con gesto grave y circunspecto, y sin que les haya dado la risa) un
grupo de astro-biólogos de la Universidad británica de Anglia del Este. Sin
embargo, no es para asustarse: los últimos supervivientes serán los microbios;
aunque con el tiempo, también los digerirá la nada. Escalofríos siento, Diario: dentro de 1.750 millones de años, la nada (18:11:06).
domingo, 18 de septiembre de 2022
18 de septiembre de 2022. Domingo.
AMAR
AMAR
-Nunca he creído ni creeré en
una ley tiránica; algo, y, alguna vez quizá, en una ley democrática; y siempre,
en la ley de Dios. Nunca creeré en una ley tiránica, por despótica e injusta;
sólo alguna vez, en una ley democrática, si no es voluble y confusa;
y siempre en la ley de Dios, por eterna e inmutable. Y es que el Amor, en el
que se hace esquema y vida toda la ley de Dios, no pasa nunca. Por algo a la
ley de Dios se la llama la Ley del Amor. Tal, que alguien como San Agustín de
Hipona pudo decir: «Ama y haz lo que quieras». Amar es tomar un
poco de la esencia de Dios y hacerlo vida tuya. Si amas en verdad y
justicia, puedes hacer lo que quieras, porque nunca herirás al prójimo, siempre
lo tratarás desde le perspectiva de Dios. Y Dios, en su amor, es donación
incesante, hasta la enorme ofrenda de la cruz. La cruz jamás dañará a nadie, ni
material ni espiritualmente, siempre será vuelo y liberación. El amor de Dios
no se cierra, siempre está abierto a darse sin límites, como el pan de una
eucaristía constante, que se celebra para alimentar al que tiene hambre o sed.
El amor de Dios viste al desnudo y da posada al peregrino, y, como dice Isaías,
todo lo da gratis. Ama así, diría San Agustín, y haz lo que quieras. Creo,
Diario, en la ley del amor, y no en la ley del mercado y la tiranía; creo en la ley que me hace libre y me llena de esperanza, y abre mi horizonte a la
misericordia (12:27:12).
sábado, 17 de septiembre de 2022
17 de septiembre de 2022. Sábado.
HABILIDADES
HABILIDADES
-La habilidad es cualidad que le va a las manos: las del alfarero, las
del maestro cantero, las del cirujano; a la mente, sin embargo, le va la
inspiración. ¡O la idea y la luz! Los hay hábiles que realizan lo imaginado o
soñado por los inspirados; y los hay que sueñan lo que hacen. Está el árbol y
la luz, que lo hace verse árbol. Dios, con habilidad y del barro, formó al ser
humano; pero, antes, lo había concebido como idea en su mente. Miró hacia
dentro de sí y dijo: «Hagamos al ser humano como semejanza nuestra». Y se gozó
en su idea. Y, valiéndose del barro, hizo al ser humano –macho y hembra– soplo suyo: su aliento con vida propia.
Sopló al barro y lo echó a andar; entonces el barro pensó y las manos,
valiéndose de esa luz que es el pensamiento, la luz de la razón, se pusieron a
hacer cosas. Dios había dicho al barro por él alentado: «Sed fecundos y multiplicaos,
y henchid la tierra». O sea: embarazad la tierra y recrearla. Sólo que unos la
recrean y otros la destruyen; pero ahí está el ser humano, barro con aliento de
Dios; o barro viviendo de Dios. El aliento de Dios se descubre en sus grandes
ideas; el barro, sin embargo, en sus errores. Ejemplo: Leonardo da Vinci y
Hitler. Los dos hábiles: el uno en crear la Mona Lisa; el otro, en refinar el
sufrimiento. La habilidad es un adorno de la persona que le permite realizar
algo con gracia y destreza, dice el diccionario. Pero también puede ser una
máscara de la maldad. O un truco de prestidigitador. La habilidad, a veces, Diario,
engaña: haciendo ver blanco lo que es negro, rojo lo incoloro, o que salga una
paloma de un sombrero vacío. Dios, el barro y el soplo, y la idea: o la
creatividad inspirada, el ser humano (11:42:17).
viernes, 16 de septiembre de 2022
16 de
septiembre de 2022. Viernes.
IMBÉCIL
IMBÉCIL
-De pronto, leyendo a Ortega, la palabra imbécil me ha dado con su grafía en los ojos para que así parpadee
y vuelva sobre lo leído. ¡Imbécil! Si un filósofo usa la palabra imbécil –me digo–, es que se trata de
una palabra filosófica y por tanto invita al asombro y a prestarle una especial
atención. Aunque no según la preceptiva literaria, imbécil rima con alelado o escaso de razón y aún con flaco y débil,
según el Diccionario. Hablaba Ortega de política y de políticos, y de
individualismo y colectivismo. (Defendía, por supuesto, el individualismo
frente al colectivismo). Y lo leído fue escrito en 1937, como portada o prólogo
(para franceses) a su libro La rebelión
de las masas. Lo publicó en Holanda, pues aquí nuestros padres andaban
descerrajándose tiros, por lo mismo, por la política, o a causa de la gran
imbecilidad. Entre lo grande, existen dos magnitudes: la gran muralla China y
la gran imbecilidad de ir a la guerra por asuntos políticos. No hay idea ni
ideal –aunque se trate de una utopía– que merezca una guerra, y menos si es
civil, pues entonces se convierte en más incivilizada.
En todo caso, uno puede morir por una idea, y más si es utópica; pero nunca ir
a una guerra, que implica a otros, por esta misma idea. «Yo voy a la cruz –dijo
un utópico: Jesús de Nazaret– pero sin arrastrar a otros». Y, extendiendo los
brazos en la cruz, dio la vida por la idea o ideal –la utopía, en la que aún
estamos– de establecer un reino distinto, para una tierra distinta y nueva, y
un cielo, con las mismas luminarias, estrellas, pero también novedoso, con otra
luz y otra lírica, la del amor. «Ser de la izquierda es, como ser de la
derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil. Ambas, en efecto, son formas de
la hemiplejía moral». Así escribía Ortega. Y no se le cayó ningún anillo de
intelectual íntegro, amante del progreso y no del progresismo burdo y regresivo.
Ortega, Diario, andaba por el mundo preguntado y buscando la verdad: filosofaba
(12:31:41).
jueves, 15 de septiembre de 2022
15 de septiembre de 2022. Jueves.
APOTEOSIS DE LA CRUZ
APOTEOSIS DE LA CRUZ
-Ayer celebró la iglesia la Exaltación de la Cruz de Cristo. Exaltar la
cruz a la que San Pablo llamaba, sin embargo, «escándalo para los judíos,
necedad para los griegos». ¿Entonces por qué la exaltación, el apoteosis de la
cruz en la iglesia? Porque para los creyentes es «fuerza y sabiduría de Dios»,
continúa San Pablo. En la cruz muere Jesús, el Hijo de Dios, por lo que en la
cruz está el impulso y la tracción en la que brilla la maestría y el acierto de
Dios. Dios, inspiración de todo, es también la musa que insinúa
y da forma a la cruz, convirtiéndola en signo de salvación. La cruz es el
arroyo que en el camino de la vida, y cuando nos acucia la sed de nuestra
propia cruz, ahí está para, inclinados y con la humildad del necesitado, beber
de sus aguas, levantar la cabeza, y seguir caminando. Porque con tu cruz a
cuestas, miras la cruz de Cristo –el manantial que corre– y te anima a llevarla
y, aunque duela, a contentarte en ella. Dice Alejandro Pronzato: «Si una cruz
se te presenta como antipática, desagradable, excesiva, demasiado ruda, insoportable,
no dudes en cargar con ella. Te pertenece». Y con el tiempo, por el roce y el
trato, y por la fe, se establecerá una familiaridad, sufrida, pero fecunda, entre la cruz y tú. «Porque
lo que cuenta no es que la cruz esté hecha a tu medida. Lo esencial –sigue
Pronzato– es que tú estés hecho a la medida de Cristo». Primero apareces tú,
luego la cruz, nunca atractiva, y por fin Cristo al que mirar, como el pueblo
de Israel a la serpiente de bronce en el desierto; las miradas, si son
amorosas, Diario, siempre salvan (12:44:36).
miércoles, 14 de septiembre de 2022
14 de septiembre de 2022. Miércoles.
EL JAZMÍN AZUL
EL JAZMÍN AZUL
-Hoy no sé qué decir, sino que la vida me deje seguir viviendo, que no
me quite la libertad de escribir libertad
y de poder darla cuando doy mi mano en un saludo; que me deje oír al pájaro que
oigo ahora, su arpa de diez cuerdas sonando en el día que empieza; que, en la noche,
pueda decir a la luciérnaga: «No me encandiles, no me encandiles con tu luz,
luciérnaga, bicho hermoso, que no puedo leer la noche, su cielo estrellado»; la
noche con su ruidos de astros y murciélagos, y sus enigmas que cesan con la luz
del día; los enigmas de la noche, que son la oscuridad sin sombra y el ir y
venir del miedo, doblándose en las esquinas, y asustando a las lechuzas que
beben el aceite de la lámpara del Santísimo y se emborrachan de luz sagrada en
los templos; y el enigma de la luna, que se baña en el mar y no se moja,
haciendo surf sobre las olas. Hoy, Diario, no sé qué decir; pero en todo caso,
diré «amén» porque existo, y «gracias» por ser un don, y «Dios», para seguir
amando; y hacer como el jazmín azul, que celebra siempre,
agradecido, ser azul, y nunca se cansa de parecerse al cielo y al mar, aunque
sepa que él es un jazmín azul (12:32:39).
martes, 13 de septiembre de 2022
13 de septiembre de 2022. Martes.
VESTIRSE DE LLUVIA
VESTIRSE DE LLUVIA
-Septiembre ya empieza a parecerse, por fin, a septiembre; es decir, se despoja de sol para vestirse de lluvia. En algún momento, sin embargo, aún soltará al sol para que arda, pero ya será sólo el ladrido de un perro faldero, meloso, casi tierno, sin mordisco. Emociona notar que, cuando el cielo llora –llovizna– la tierra inaugura un nuevo aroma: huele más a ella misma –a tierra– que a sol; y, sin desdeñar al sol, el olor a tierra es más penetrante y afanoso, y alegre, que el del sol. Y es que, aunque el sol caliente y vigorice, la tierra acoge y amamanta, es más maternal; tal que, concediéndole al sol ser el que despierta y mete en sueños, es la tierra, no obstante, la que canta laudes al alba y nanas al anochecer. La tierra es la melodía de una gran sinfonía: la vida. ¡Olor a tierra mojada! Olor a armonía y a vida, y a temblor de hoja y a gorjeo de paloma, y en todo caso, Diario, olor a don de Dios (12:51:57).
lunes, 12 de septiembre de 2022
12 de septiembre de 2022. Lunes.
DESPOJARSE
-Luego de verse
abandonado incluso por su última compañía, su soledad, dijo un sabio: «Voy a
dejar de salir contigo, amistad». Su soledad, su última y única compañía,
parecía hacerlo feliz. La soledad acompaña, tanto como la fe o el silencio, o
el lenguaje de un libro que se deja leer. La fe de un monje y el silencio de un
claustro, y un libro entre las manos; o la soledad acompañada, que a su vez
acompaña al solitario. Aquel sabio, glosando a Ortega, podría haber dicho: «Yo
y mi soledad». La soledad de un autor es causa de libros, y de sueños
imposibles, que a la larga, como las utopías, pueden hacerse posibles. (Las utopías
también son sueños, que quitan a veces el sueño hasta hacerse realidad). Aquel
sabio buscaba la total liberación interior, la total pureza, y dejó toda
amistad, también la amistad de sí mismo. Es decir, se despojó de todo egoísmo,
o de todo amor a sí. «Voy a dejar de salir contigo, amistad», dijo, y dejó de
salir consigo, con su vanidad, con su yo, con su apego más próximo, amistad
esta que le había absorbido desde siempre, esclavizándolo. Yo, Diario, como
aquel sabio, voy a ver si logro dejar de salir con mi amistad. O sea:
despojarme de mí mismo y llegar a ser de este modo totalmente libre, con solo
Dios como guía y luz, para no tropezar, y así poder volar, sin fin (12:57:33).
domingo, 11 de septiembre de 2022
11 de septiembre de 2022. Domingo.
MARÍA, HERMOSO POEMA
MARÍA, HERMOSO POEMA
-Para describir qué es un poema, hay que usar palabras poéticas. María, la Virgen, es toda ella un poema escrito por la sabiduría y la pluma de Dios. Hoy, Murcia, se viste de fiesta, celebra a la Virgen de la Fuensanta, su patrona, su señora, su libro de poemas. María es un hermoso poema nacido del amor de Dios. Dios Padre la crea, Dios Hijo la redime, y Dios Espíritu Santo la desposa. Por eso puede decirle con el Cantar de los Cantares: «Eres toda hermosa, amada mía, y no hay en ti defecto». Dios la ha hecho Joya única, sin mota ni borrón, toda luz, fuente que mana aguas puras de la que se puede beber, al tiempo que mirarse en ellas. Es fuente que alegra, que salpica, que riega el jardín de Dios. «Me has enamorado con una sola de tus miradas, con una vuelta de tu collar», sigue el Cantar. Mirar es hablar silencios, que, a veces, dicen más que las palabras. Una mirada puede trasmitir latidos, emociones, sentimientos, vuelos. El aleteo del amor vuela en una mirada. Mirar es encontrarse, y, en ocasiones, darse. El amor hace brotar «jardines de granados, con frutos exquisitos». Tanto que en el «jardín cerrado» que es María, el Espíritu Santo creó su alhaja maestra: Jesús. Jesús, que según el Cantar de los Cantares, es, en ese huerto cerrado de María, «nardo y enebro y azafrán, canela y cinamomo, árboles de incienso, mirra y áloe, con los mejores bálsamos y aromas». En el entorno de María, Diario, todo es poesía, belleza, palabras exquisitas; Dios se recrea en la descripción de la Mujer que amó, hasta llamarla «Esposa mía, amada mía», en ti descanso (12:17:08).
sábado, 10 de septiembre de 2022
10 de septiembre de 2022. Sábado.
CONTANDO COSAS
CONTANDO COSAS
-Cada día, intento contar cosas, que es un modo de hacer historia;
historia literaria y de la otra: la de cada día que luce el sol; el sol que
luce para todos, como la luciérnaga en la noche que la cerca. Sin acepciones,
sin distingos. Iluminan. Que luzca el sol, ya es una historia. Como que la
polilla acuda a la llamada de la llama. O que al conejo se le rebelen los
incisivos y cobren protagonismo entre los dientes. Al roedor le delatan los
incisivos, como a ciertos políticos el disfraz del incumplimiento de lo que
prometen. Sin ese disfraz, el político nunca sería cosa irreal, se haría un ser
humano. La realidad de determinados políticos es la fantasmagoría; pero con
sentido de ocultismo. Como les sucede a algunos togados, y a
aquellos que manejan y pervierten las finanzas del mundo. Cualquier disfraz es
un robo a la verdad de lo real. Se distorsiona la mentira, para hacerla parecer
verdad. La idea de la mentira se esconde tras el disfraz para que aparezca como
verdad. Es un modo de idealismo subjetivo, que rechazaría Platón. La verdad es
una idea real, independientemente de quien la maneje y el modo como lo haga. Es
verdad lo honesto, lo que se hace de buena fe, lo sincero. Y más si la
honestidad y la buena fe y la sinceridad conducen al amor. Donde hay amor, no
puede haber mentira. Y, si el amor se hace ofrenda para salvar aquello que se
ama, todavía con más razón. La verdad está en aquel que percibe que el tú es más importante que el yo –su yo– y embellece así el tú,
aun a costa de su yo. Hace del tú realidad salvada, y del yo –si llega la ocasión–, verdad
entregada; o, si se quiere, crucificada. Cruz y amor son una magnífica coincidencia
verdadera. Por lo que, si me pongo a pensar: la verdad, si amas, eres tú mismo.
La verdad, para Dante, Diario, son Virgilio y Beatriz: el uno, la razón y el
saber humano y la otra, la fe y la sabiduría divinas, magnífico binomio (18:28:57).
viernes, 9 de septiembre de 2022
9 de
septiembre de 2022. Viernes.
UN SOL SIN SOMBRAS
UN SOL SIN SOMBRAS
-Ayer la iglesia cantaba con
Lope de Vega: «Hoy nace una clara estrella, / tan divina y celestial, / que,
con ser estrella, es tal, / que el mismo Sol nace de ella». O una historia de
luz y bellos reflejos, donde no hay sombras, donde todo irradia. Era la fiesta
del Nacimiento de María. De la que nacería el Sol de justicia. Dice San Agustín
que, antes de haberlo concebido en el vientre, María ya lo había concebido en
el corazón. Desde siempre, Dios había pensado en María para que fuera la puerta, el oriente, el este prodigioso, por donde
entrara en el mundo el Sol que iluminaría todas las cosas. Llenar de Luz las
cosas, ¡qué gran milagro! Un Sol sin sombras, donde todo es claridad, gracia, delicadeza
de la Luz. Y de esta Luz fue colmada María, llamada por el ángel la «llena de
gracia», gracia de la que se nutre Jesús en su vientre. En Dios está el origen
de la gracia, y María es el canal por el que se trasmite a la humanidad. Decía
Francis Bacon: «La primera criatura de Dios fue la luz», y no la gracia, porque
la gracia no es criatura, la gracia es Dios, su vida. Y María fue el habitáculo
de esa gracia, a la que cobijó durante nueves meses en la tienda sagrada de su vientre,
hasta que la dio a luz en la noche de Belén, con ángeles de testigos, que
cantaron a los cielos (17:57:29).
jueves, 8 de septiembre de 2022
8 de septiembre de 2022. Jueves.
POR LA PAZ
POR LA PAZ
-Todos los días me uno, con la Iglesia, a la oración del Papa por la paz. El primer don de la resurrección fue la paz; luego, se nos dio al Espíritu Santo y la misión de predicar por el mundo el evangelio. Jesús, mostrando las llagas en manos, pies y costado, y perforando la materia con su cuerpo glorioso («entró estando los discípulos con las puertas cerradas»), les dijo: «Paz a vosotros», y lo repitió dos veces. Dos veces la paz, y una el Espíritu; sin duda porque la paz es el camino del Espíritu; pero un camino de ida y otro de vuelta. El Espíritu trae la paz y vuelve llevándose nuestra paz a su lugar trinitario. No es verdad que para que haya paz sea preciso prepararse para la guerra. Esa es una frase felona, infame, de mercaderes sin escrúpulos. En Occidente ya no hay otro espíritu que el del mercader o materialista. En la guerra (en general), no se mira la paz, sino el negocio. Se negocian vidas por dólares, euros o libras; es decir, con la nueva moneda con la que Judas vende actualmente al Cristo huido y sin patria, humillado. Ucrania llora y los señores de la guerra ríen, sus cuentas corrientes engordan. No a la guerra, Diario, y sí a la paz, la que libera al hombre de su animalidad, y lo hace conciencia, razón, sabiduría (18:04:14).
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