10 de septiembre de 2022. Sábado.
CONTANDO COSAS
CONTANDO COSAS
-Cada día, intento contar cosas, que es un modo de hacer historia;
historia literaria y de la otra: la de cada día que luce el sol; el sol que
luce para todos, como la luciérnaga en la noche que la cerca. Sin acepciones,
sin distingos. Iluminan. Que luzca el sol, ya es una historia. Como que la
polilla acuda a la llamada de la llama. O que al conejo se le rebelen los
incisivos y cobren protagonismo entre los dientes. Al roedor le delatan los
incisivos, como a ciertos políticos el disfraz del incumplimiento de lo que
prometen. Sin ese disfraz, el político nunca sería cosa irreal, se haría un ser
humano. La realidad de determinados políticos es la fantasmagoría; pero con
sentido de ocultismo. Como les sucede a algunos togados, y a
aquellos que manejan y pervierten las finanzas del mundo. Cualquier disfraz es
un robo a la verdad de lo real. Se distorsiona la mentira, para hacerla parecer
verdad. La idea de la mentira se esconde tras el disfraz para que aparezca como
verdad. Es un modo de idealismo subjetivo, que rechazaría Platón. La verdad es
una idea real, independientemente de quien la maneje y el modo como lo haga. Es
verdad lo honesto, lo que se hace de buena fe, lo sincero. Y más si la
honestidad y la buena fe y la sinceridad conducen al amor. Donde hay amor, no
puede haber mentira. Y, si el amor se hace ofrenda para salvar aquello que se
ama, todavía con más razón. La verdad está en aquel que percibe que el tú es más importante que el yo –su yo– y embellece así el tú,
aun a costa de su yo. Hace del tú realidad salvada, y del yo –si llega la ocasión–, verdad
entregada; o, si se quiere, crucificada. Cruz y amor son una magnífica coincidencia
verdadera. Por lo que, si me pongo a pensar: la verdad, si amas, eres tú mismo.
La verdad, para Dante, Diario, son Virgilio y Beatriz: el uno, la razón y el
saber humano y la otra, la fe y la sabiduría divinas, magnífico binomio (18:28:57).
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