19 de noviembre de
2023. Domingo.
TENGO SED DE ETERNIDAD
TENGO SED DE ETERNIDAD
-En pleno otoño sin otoño –más
bien sea un otoño con los faldones de la levita o el frac del verano– nos
encontramos pensando en todo menos en lo trascendente, lo que va más allá de
notros mismos. Se silabean con fruición –televisión, radio, tertulias– cosas
insustanciales, algunas vomitivas, y se olvida que tenemos un final que será el
principio de algo luminoso y espléndido. El ser humano, nacido inteligencia,
sentidos, juicio, será una existencia frustrada si no pudiera saciar su sed de eternidad.
Eternidad donde no habrá huríes, pero sí el amor inabarcable de Dios. Decía D.
Miguel de Unamuno que no sabía si merecíamos un más allá ni que la lógica nos
lo muestre; pero «lo necesito, merézcalo o no, y nada más». «Tengo sed de
eternidad», clamaba. Porque sin ella, decía, «no habría alegría de vivir, y sin
alegría de vivir, no hay nada». Y gritaba: «¡Yo necesito que haya una
eternidad!» Lo exigía, como el que se ahoga e inspira aire desesperadamente. La
necesitaba y lo necesito yo para respirar, soñar, volar libremente, y poder escribir:
«¡Amo, amo, y espero que me amen, con un amor infinito!» Necesito, Diario, ser
yo mismo en la eternidad, con Alguien que me Ame, y me permita amarle.