domingo, 15 de agosto de 2021

 15 de agosto de 2021. Domingo.
LLEVADA AL CIELO

Asunción, en Molina de Segura. F: FotVi

-Asunción de María; o llevada al cielo, ascendida, aspirada por Dios. Jesús ascendió; María, como dice el himno de Laudes, es trasplantada. «Amor, con divino modo, / os trasplanta, bella flor, / y, porque prendáis mejor, / os llevan con tierra y todo». Cristo sube en ascensión plena, sin nada que le ayude, a impulsos de su divinidad. María emigra de este mundo para ir hacia Dios y necesita de la fuerza de su Hijo para llegar donde él está. Jesús, dice el papa Pío XII, «la elevó hacia sí mismo», atrayéndola con la fuerza de su deidad. Eleva a la «bella flor», a María, casa de Dios, la llena de gracia, y la eleva con la tierra –con el cuerpo–, para que «prenda mejor» allá donde habita Dios. En cuerpo y alma, pues, es asunta María para que no se marchitara la flor. El poeta Gerardo Diego escribió: «Esta vez como aquella, aunque distinto; el Hijo ascendió al Padre en pura flecha. / Hoy va la madre al Hijo, va derecha / al Uno y Trino, al trono en su recinto». Y los recuerdos. En Molina de Segura, como monaguillo y seminarista, con sueños limpios y la blancura de inocencia aún en los ojos; ojos que miraban todo asombrados y festivos, musicales; y en Los Alcázares, párroco ya, diciendo palabras hermosas a la Virgen, y paseando luego su imagen por el mar, donde también es llamada estrella y jardín –Carmen–, como un desahogo poético y confiado del pueblo creyente. Hoy, Diario, celebro a María asunta a los cielos, donde espero encontrarme con ella, allí donde vive, revestida de misericordia, la Trascendencia, el Amor (13:00:12).

No hay comentarios:

Publicar un comentario