domingo, 24 de junio de 2018

24 de junio de 2018. Domingo.
LA JAULA

Entre rejas, en las Salinas. San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Nada más despertar, pienso: «En realidad, ¿soy libre?». Vengo de un sueño sombrío: toda la noche he estado luchando por salir de una jaula de recios barrotes. Al intentarlo, me enredaba en ella como en una malla de acero, entonces se volvía flexible, amenazante. Al poco, cuando los barrotes me habían vencido, volvían a ser de acero duro e intransigente, y yo, un tigre sometido, enjaulado. Quizá fuera porque acababa de leer el poema de Borges El oro de los tigres. Que dice: «Hasta la hora del ocaso amarillo / cuántas veces habré mirado / al poderoso tigre de Bengala / ir y venir por el predestinado camino / detrás de los barrotes de hierro / sin sospechar que eran su cárcel». El amarillo era el color que Borges, en casi su total ceguera -otro modo de esclavitud-, aún distinguía, podía ver. En esta velada siniestra, pues, parece que me he metido en la piel amarilla del tigre y me he visto encerrado dramáticamente en una jaula. La jaula de la sociedad en la que me ha tocado vivir. Una sociedad llena de barrotes, de cosas superfluas, que me cercan: el qué dirán, las infinitas clases de miedos, desde la vejez al de tener que vestir de esta u otra manera, el no poder gritar de placer ante algo bello, la televisión, el no tener valor para decir no me gusta esta novela o aquel poemario, porque la mayoría, aunque mientan, comentan que les gusta, como decir que -a mis años- sigo leyendo Rayuela, de Cortázar, todavía, o el Ulises de Joyce, todavía, sin haberlos podido terminar aún, la celda muchas veces infecta de internet, tantas cosas, Diario… ¿Soy libre, pues? Espero que esta noche no me siga cercando la pesadilla, que no me persiga la jaula, que respete mi sueño, añoso, pero reparador (18:41:48).

viernes, 22 de junio de 2018

22 de junio de 2018. Viernes.
POEMA MINERAL

Se hace camino al andar, en Las Salinas. San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-No hay día en el que no encuentre una razón para seguir viviendo: el deseo de vivir. Aunque no me aferro a la idea, pues sé que el tiempo, constreñido dentro del espacio donde estamos, me va destruyendo. Al contrario que el agua, que, gota a gota, destello a destello, va componiendo, como un poema mineral, una estalactita, el tiempo, instante a instante, latido a latido, va arruinando la belleza de la vida, hasta sepultarla en lo negro, hasta destruirla. El tiempo, ante la vida que acaba de cada uno, suele decir aquello de «borrón y cuenta nueva». Ayer, iba paseando y el cansancio me sentó en un banco, y contemplé un bello ejemplo de superación y de avidez por seguir viviendo: una entusiasta hormiga llevaba en las pinzas de su boca una esquirla de hoja, tres o cuatro veces mayor que ella. Una hormiga obrera que por lo común vive no más de dos años, apenas descansa, y siempre se la ve trabajando para la comunidad. Así vive la pequeña hormiga: ilusionada,  laboriosa, siempre bregando para dar vida a su grupo, y durmiendo poco, solo unas cabezaditas durante el día, porque la vida es corta, hermosa, alucinante, y merece la pena vivirse. O el deseo, Diario, de vivir  (18:19:12).

miércoles, 20 de junio de 2018

20 de junio de 2018. Miércoles.
AQUARIUS

Solidaridad, en la maleza. Salinas de San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Abro los ojos y, tras bostezar, me digo: caminaré con el calor al hombro, como un peregrino del cansancio y del sudar la gota gorda. Y tras contemplar, con toda la parafernalia mediática y jaranera, el abrirse del Aquarius a esa hospitalidad generosa y festiva, multitudinaria, quizá verdadera de Valencia, leo en uno de los evangelios: «Cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres, porque ya han recibido su paga». El mismo día, en otras playas del sur, arribaban cientos de personas, desnutridas, asustadas, con la visión de la muerte en sus ojos, y no hubo música ni fotógrafos para ellas, solo las manos cariñosas y casi maternales que las recogieron y las cubrieron de amabilidad, de cercanía, tapándoles así las heridas y las soledades del mar, y el hambre de cariño. Por cierto, Diario: una de las madres del Aquarius dio a luz en la larga travesía, y le puso por nombre Cristo a su bebé (18:04:13).

martes, 19 de junio de 2018

19 de junio de 2018. Martes.
REVERDECIDO

Inventando vuelos, en el jardín. F: FotVi

-Me levanto, me santiguo y visito a la enfermera. Cada cierto tiempo he de ir a que me midan la tensión, el azúcar, el peso. El resultado es favorable: y me siento reverdecido. O sea, que «al olmo viejo, hendido por el rayo / y en su mitad podrido, / con las lluvias de abril y el sol de mayo, / algunas hojas verdes le han salido». Hojas verdes, Diario, que siento en los pies, en las manos, en los ojos, en el corazón, y en el soñar con alas, que inventan vuelos (19:55:42).

lunes, 18 de junio de 2018

18 de junio de 2018. Lunes.
PIEDRA EN EL ZAPATO

Toda la rosa, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Me alegro que la magia y la humildad venzan al talonario. Me alegro que unas pocas luces hagan un incendio y que las grandes hogueras queden en apenas un ascua de carbón encendido entre cenizas. Me alegro que el pavo real sea humillado por un gallo de corral, que, sin protección mediática ni monetaria, ha picado en la cola redundante del ave real. Y así: Argentina 1 - 1 Islandia; Alemania 0 - 1 México; y suma y sigue. Es la rebelión de las masas contra el fútbol del cheque y el niño bonito, de la millonada y el tufo, de la jactancia y la locura. Bienvenida sea, Diario, la piedra en el zapato de los grandes; bienvenido, el pequeño liliputiense que ata y humilla al gigante Gulliver, hasta que este cae en la cuenta que tan importante es el pétalo como toda la rosa, momento en el que es liberado y festejado, y así puede contarlo (19:05:50).

domingo, 17 de junio de 2018

17 de junio de 2018. Domingo.
UN , SEMBRADO

Campos sembrados, en Capadocia. Turquía. F: FotVi

-Despierto, y contemplo un día luminoso, con luz de ámbar, como una página fatigada del verano. Una página que se escribe cuando todavía no ha llegado su tiempo, y que nos avisa de lo que nos espera. Ya le estoy tocando las barbas al estío y concluyo que no soy muy optimista. El calor me agobia y me hace sentir más vulnerable, más frágil. Luego, paso a mis lecturas y, a través de Rafael Narbona, me entero de que Antonio Machado en su Juan de Mairena, dice «simpatizar con la figura de Cristo, pero no como rey, sino como hombre que ha expiado en la cruz los pecados del viejo Dios mosaico». ¿Del viejo Dios mosaico? Mas bien querrá decir de los pecados que se han cometido en el nombre del Dios de Moisés. Y añade: «El Dios omnisciente y todo poderoso es una fantasía terrorífica». «¡Que Dios nos libre de él!», señala, con una cierta sorna, Machado. Dios, viene a decir, es más sencillo, más familiar, más de andar por casa, más humanizado. O sea, el Dios de Jesús, el que cura a ciegos, el que toca los andrajos de un leproso, el que se sienta a la mesa con publicanos, el que fustiga a los fariseos y echa del templo a los comerciantes, que han convertido el templo en «una cueva de ladrones». Es decir, echa del templo al capitalismo salvaje, despótico, avariento, y llena el lugar con los pobres que este capitalismo ha creado. Luego, Juan de Mairena aconseja buscar al Dios que se revela «como un de todos, objeto de la comunión amorosa, que de ningún modo puede ser un alter ego […], sino un tú que es Él». Un sembrado en Dios, Diario, que como la simiente echada en tierra, y mientras el agricultor duerme despreocupado, crece tallo, luego espiga, después grano, hasta hacerse gavilla, hasta hacerse pan horneado, y bocado (17:41:40).

viernes, 15 de junio de 2018

15 de junio de 2018. Viernes.
LA JAURÍA

La paz de la cruz, en Bucarest. Rumanía. F: FotVi

-Al despertar, me santiguo con diecinueve grados y, según las predicciones, llegaremos a los treinta y dos. Es decir, a un paso del verano. Más adelante llegaremos a los treinta y tres, y a los treinta y cinco, y, en algún punto de Andalucía, a los cuarenta, y, entonces, se verán derretirse los pensamientos. ¿Qué sostienes en las manos? Un poco de pensamiento licuado; o un poco de agua de pensamiento, que aún vibra y habla, y siente; pero en las manos, por el calor. Y, en estos días de subida del termómetro y del afer mediático, se habla de jauría. Jauría, o la saña hecha persecución, acoso, mordisco, fauces humeantes y ensangrentadas, derribo. Imagínense un grupo de perros atacando a un niño indefenso. Terrible. Pues es lo que está pasando en nuestra sociedad, desnutrida intelectualmente, y echada a los perros de la manipulación y de los medios, al nuevo pan y circo sin conciencia, la última diversión social e insaciable. Jauría que, como se ha podido ver, muerde incluso al amigo del dueño de los perros, y lo echa de ministro de la cosa -de cultura-, llenándolo de desechos y dudas malignas, de quejas, de ambiciones frustradas. Y es que el que a jauría mata a jauría muere. El dueño de los perros no los alimenta lo suficiente o los ha olvidado tras usarlos, y ahora muerden donde pueden, con colmillos de rabia y ruido de sables, con perversidad, acostumbrados como están a perseguir y morder con saña, a hincar el diente allí donde se sacian. Me asusta, Diario, tanta jauría suelta en la plaza pública y sin medios eficaces para contenerla; cualquier día me puedo ver (o te puedes ver) mordido por esa jauría insaciable y tan agresiva, hecha solo de colmillos y sin corazón, con hambre de todo, de poder, de dinero, de fama, y dispuesta a morir matando, sin escrúpulos, con dentelladas mortales (11:40:45).

miércoles, 13 de junio de 2018

13 de junio de 2018. Miércoles.
UN NIÑO EN LOS BRAZOS

Niñez perdida, en el jardín. Murcia. F: FotVi

-Hoy, festividad de san Antonio: el que mira con bondad y que, en la imaginería popular, sostiene a un niño en los brazos, que es como si sostuviera el Evangelio. Fue un franciscano que predicaba, y, en su palabra, alimentaba y sostenía la fe de los que le escuchaban. Que eran, según un autor anónimo, los desavenidos, los violentos, los usureros, las prostitutas, los ladrones, y aun los mismos sacerdotes. El papa Gregorio IX lo llamó «el Arca del Testamento», por su conocimiento de las Escrituras. Cuando no encontraba oyentes -cuentan las crónicas-, les hablaba a los peces, y estos, con sus ojos grandes, abiertos como lunas, le escuchaban con respeto. Y me pregunto, si, al escucharlo, dejaría el pez grande de comerse al chico, que es cosa que no suelen hacer los humanos, y si el chico, reconocido, le daría las gracias al apóstol de la palabra, su salvador. Quizá, sí; o quizá, no. O solo, quizá. Y como suele ocurrir, ayer fue el día mundial contra el trabajo infantil. Todos los días elegimos un tema para darnos golpes de pecho por esto o por lo otro. Un día, pues, para recordar, pero no siempre para hacer. Según UNICEF, 150 millones de niños son víctimas del trabajo infantil. Embarrados, soportando cargas superiores a su propio peso, tristes, hundidos, sin una caricia de sus padres, aterrorizados, cada día deambulan por África, América, Asia, niños que lloran y sufren en silencio, sin una mano o un beso amigos que les salve, que les saque de su infierno, sin escuela, sin cultura, sin mañana. En el siglo XXI, ochenta y ocho millones de niños y sesenta y cuatro millones de niñas, con su trabajo, alumbrando fortunas oscuras, inmorales, obscenas. El siglo XXI, el del progreso, el de la técnica, el de la ciencia, el de la ciudad alegre y confiada; también es, Diario, el siglo del despilfarro y la avaricia, y del que, ante temas como este, vuelve la vista y mira para otro lado, cínica, despreocupada, cobardemente (18:38:33).

lunes, 11 de junio de 2018

11 de junio de 2018. Lunes.
FAMILIA DE TRES

La llave del misterio, en Vilna. Lituania. F: FotVi

-Viajo a Torre de la Horadada, sin éxito. No soluciono nada por lo que he ido. Ni veo al coadjutor de San Pedro, ni sé si ha recibido alguna carta mía. Las cartas suelen ser o de Hacienda o el aviso de una multa por correr más de lo debido donde la velocidad está limitada a cuarenta. Yo que siempre voy según lo que dicen los indicadores de carretera. En casa, toco la dejadez; la casa huele a cerrada, y las plantas campan a sus anchas. Parece como si unas quisieran tocar a las otras alargando sus ramas como dedos, palpando. El silencio de lo humano engrandece el canto de los pájaros, que trinan. Yo lo llamo -silencio, parece una blasfemia- el trino de la Trinidad. Y es que, ahora en primavera, es el amor lo que los mueve. Y la Trinidad de Dios se sustenta en el Amor. Dios es una familia amorosa, pues como dice San Juan de la Cruz: «Como amado en el amante, / uno en otro residía. / Tres personas y un amado / entre todas tres había (…)». Una familia de tres en un solo amor. En el canto de los pájaros, pues, y en el sacramental de la soledad, Diario, se oye el misterio de Dios, como una llamada a la reflexión, o a la visión, quizá  (19:44:08).

domingo, 10 de junio de 2018

9 de junio de 2018. Sábado.
GATO POR LIEBRE

Conversando, en su lenguaje de flor. Torre de la Horadada. F: FotVi

-He hecho la promesa de no seguir leyendo nada que contenga una palabra inglesa en la línea de flotación de un texto en español. Los hay que emplean todas las sabidurías habidas y por haber (y artilugios) para llamar la atención y abrirse paso en la redacción de un periódico o en el cruel mundillo de la literatura. Ejemplo: escribir soon en vez de «pronto», o meeting en vez de «reunión», o hollow por «hueco», o twice-loser por «doble perdedor». Si yo dijera: «I write an article», en vez de «escribo un artículo», podríais pensar o que sé mucho inglés o que soy un pedante, un fatuo. Quedaos con lo segundo, porque la verdad es que apenas sé unas pocas palabras que, entre juegos y risas, me ha enseñado Candela, como un ejercicio festivo, como un pasatiempo eficaz. «Vicente, «amarillo» se dice yellow», y pone boca de hablar inglés, es decir, confusa y enrevesada, como de masticar almendras. Me irrita que empleen palabras inglesas en un texto en español, porque hace compleja su lectura y además distrae del argumento que desarrolla, es algo así como meter piedrecitas en un zapato y hacerte andar como si fueras tropezando, o cayéndote. ¿Qué pretenden los que actúan así: los que meten morcillas de inglés en textos en español? ¿Aclarar, precisar, definir con más claridad lo que sería borroso, o velado, dicho en español? ¿O solo es un pequeño y tornadizo momento de gloria del asno que hizo que sonara la flauta por casualidad? En tiempos de la verdad líquida, de la verdad tan frágil como las alas de una mariposa, se cuentan mentiras que parecen verdad y se adornan con ribetes intelectuales, rellenando los textos de palabras en inglés, que dicen tanto como las españolas, pero visten más. Es decir: o todo el mundo sabe inglés, Diario, o, sin ningún pudor ni respeto, y con total impunidad, nos están dando gato por liebre, el timo de la estampita (12:22:14).

viernes, 8 de junio de 2018

8 de junio de 2018. Viernes.
BOSQUE ÍNTIMO

El sol, una burbuja de luz, en Torre de la Horadada. F: FotVi

-Ante tanto revuelo político y gubernamental, un revuelo por cierto de fontana de Trevi, de relumbrón de luna llena, yo, recojo mis utensilios y me recluyo en mi bosque íntimo, donde reclino la cabeza, y pienso. Ya se dijo: «Pienso, luego existo»; pero, si pienso, digo yo, quizá pudiera pensar que no existo, o que existo en otra dimensión, o que existo dentro de la pompa de jabón del cuento de Chejov. Sería hermoso existir dentro de una pompa de jabón, y, desde allí, contemplar el mundo sin ira y a través de transparencias, como un mundo soñado, idílico, deleitoso, pacífico. Y sabiendo que, si no te gusta, en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, puedes dejar que la burbuja dé contra el techo de la habitación, que haga «¡plop!», como en el cuento de Chejov, y se rompa. Que se agriete como un ¡oh! astillado, hecho mil pedazos; o como un aliento, que, nada más ser expelido por la boca, Diario, quedara desparramado, suspendido en el aire, en un goce infinito, sin fin, celeste; es decir, multiplicado (19:07:27).

jueves, 7 de junio de 2018

7 de junio de 2018. Jueves.
HERMOSOS SUELTOS

Vigilando a la flor del cactus, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Ayer llovió y esta mañana el sol se ha abierto pleno, como un girasol, en el cielo; pleno pero fresquito; como si un helado se derritiera en las manos de un niño goloso. He salido y he visto al sol enternecido, como si no quisiera calentar, sino solo estar. Efectivamente: el sol estaba, pero no se le notaba; hoy, siete de junio, era una ausencia presente. O una presencia ausente. Por algo suele decirse -he recordado a mi madre-: «Hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo». Luego el sol se ha entonado, y ha cantado un tanto la traviata, amagando con un calor pegajoso y tibio, resbaladizo. Y ya tenemos gobierno, que, como todo gobierno, nos vigilará, se meterá en nuestra hacienda -esperemos que no en nuestra intimidad-, nos saeteará con impuestos, velará por nuestra seguridad en la carretera, se afanará por protegernos de nuestros enemigos, y se embolsará hermosos sueltos, que por algo trabajan tanto, cobijándonos, como la gallina a sus polluelos. Yo les deseo lo mejor; y, aunque ellos retiren crucifijos y biblias, y se apresten a pecho descubierto a defender la constitución, yo rezaré por ellos, porque ellos, no, pero yo sí creo, y es -como creyente- parte de lo que -con mi peculio- me toca dar al César; es decir, arbitrios y cruz, o política, Diario, y un poco de Dios, que «a Dios lo que es de Dios, y …» (19:40:29).

miércoles, 6 de junio de 2018

6 de junio de 2018. Miércoles.
SUPERVIVENCIA

Un punto de luz, desde el cielo del jardín. Torre de la Horadada. F; FotVi

-Ayer, día mundial del medio ambiente. Un día para alegrarse por el desierto y la selva, por el mar y el acantilado, por el dinosaurio, la hormiga y el águila real, por la recelosa y saltarina ardilla, y por el silencio que se oye, en la soledad, al caer la tarde, cuando el gajo de la luna preside el cielo. «Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, / la cual nos sostiene y gobierna / y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas». Francisco de Asís. Y también por el hombre; celebrar un día por el hombre, que, menos por su propia defunción, oficia y exalta días por todo; defunción que llegará si persiste en llenar de dióxido de carbono, de plásticos e insecticidas, de bosques que se talan y aldeas despobladas, de glaciares que se desploman y un etcétera fatal e infelizmente catastrófico, la hermosa madre tierra, a la que ha perdido el respeto, sumiéndola en una pesadilla de terror y muerte, de caída y cólera. El hombre, el animal -dicen- más inteligente, lúcido, pero el más despótico donde los haya, más arbitrario y absurdo, menos agradecido, más despilfarrador, menos consecuente con el credo de su supervivencia, contra la que atenta a cada momento de un modo cruel, excesivo, y quizá, quién sabe, hasta infantil. No se da cuenta (¿o, sí, Diario?) de lo que hace; tal vez piense que quien venga detrás todavía pueda arreglar, recomponer, ataviar, lo que él, desde el hombre de Neandertal hasta hoy, ha venido mancillando, ofendiendo sin pudor, en un despilfarro inmoral e injusto, de bacanal y disparate, pavoroso (19:01:42)

lunes, 4 de junio de 2018

4 de junio de 2018. Lunes.
SOLEDAD

Dándose compañía, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-En mi calendario, en la página donde se abre junio, hay una inscripción que dice: «Instrumento de tu paz». Y una foto, en la que se ve a una monjita anciana acariciar a otra anciana, quizá necesitada de cariño, quizá sola de solemnidad. La monja sonríe y la anciana parece no darse cuenta, aunque irradie en su rostro un halo de paz que la ennoblece. Y luego, más abajo, otro texto que dice: «Donde haya desesperación, ponga yo esperanza». O lo que es lo mismo: donde haya abismo pon tú peldaños para posibilitar la salida, la luz, la liberación. Lo que más me conmueve son la naturalidad de la sonrisa de la religiosa, como si fuera un brote de Dios allí nacido, y su mano, que sostiene sin fuerza, como en un vuelo, la barbilla de la otra anciana. Una ancianidad, Diario, presta su apoyo a otra ancianidad, como instrumento de esperanza, como salvación de una vejez, quizá, desesperada (18:41:16).

domingo, 3 de junio de 2018

3 de junio de 2018. Domingo.
BOCADO Y TRAGO

Sobre la mesa, el pan y el vino. San Blas. Santiago de la Ribera. F: FotVi

-Día del Cuerpo de Cristo, o día en el que Cristo se acerca a nuestra mesa, la de la familia, la de después del trabajo, la de las miradas cómplices, la sencilla, la más humana, y se acerca pan y vino, para que lo disfrutemos como bocado y como trago, bocado que alimenta y trago que invita a la alegría. Lo que más me impresiona en la mesa familiar son las miradas de los comensales. Las miradas hablan, y, si hablan, comunican, y si comunican, fortalecen. Fortalecer -sin ataduras- los lazos del amor. Enlazarse en el amor, tornarse amor, liados, enredados por correas de amor. No el amor de la conveniencia, el del contento por el contento, sino el amor que rescata y ennoblece, que ata y libera, que acerca, por todos los caminos, a la Trascendencia. Hubo un poeta que dijo: «Amo todo por ver si me sale un verso»; todo, desde la luz a la tiniebla, desde el grano de arena a la estrella más lejana, desde Dios al «pobre pobre». (Pablo Neruda). Día del Corpus, o el día del pan que se hace carne y el vino, sangre, para que coman y beban todos, gratis. «Todos los sedientos, venid a las aguas. Venid, comprad y comed; venid, comprad vino y leche sin dinero y sin precio», decía festivamente Isaías, previendo, en la distancia, el tiempo de la eucaristía, el tiempo en el que Dios pondría la mesa, para todo el que «se fuera muriendo de no tener vida»: para el pobre de cualquier tierra o lugar, el descartado, el alcanzado por la desgracia de verse sin nada entre las manos, o solo, Diario, con la soledad como almohada y porvenir (18:43:50).

viernes, 1 de junio de 2018

1 de junio de 2018. Viernes.
BLA BLA BLA

El dios Eolo, soplando a la luna. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Ayer, mientras contemplaba el circo caótico montado en el Congreso por sus señorías, me decía: «¿Y quién paga todo esto?» Me brotó una lágrima amarga, que me tragué. Me vapulea el susto, la incertidumbre, la amargura. España cuelga de una soga de frustración, de oportunismo, de palabras falsas. Se palpa el fracaso, y, sin embargo, seguimos sin perder la esperanza. Pero me sigo preguntando: «¿Quién paga todo esto?» Y, concluyo: «Los que perdemos». Porque no pierde Rajoy ni gana Sánchez. Ellos ganan siempre; ambos ganan, son los protagonistas del bla bla bla de las palabras sesgadas, torcidas, engañosas. Es lo que nos dan -palabras- a cambio de nuestro voto «libre y democrático», dicen. Tan libre y democrático, que, cuando les conviene o les place, se ciscan en él. Leo en un periódico: «Los cientos de sillas y sueldos que cambian de manos». Es el cambalache, el trueque, la mordida. Yo no entiendo de política, pero sí algo de números. Y sé que veinte vale más que quince, pero menos que treinta. Igual que en el mercado. ¿Y la conciencia, la lealtad, la honradez, la dignidad, el patriotismo, qué precio tienen? Pónganle una etiqueta con un precio a estas cosas, aunque sea ficticio, y sáquenlas a vender. Quizá para bastantes personas carezcan de valor. ¿Quién las cambiaría por una silla o un sueldo? ¿Tú, yo, aquél? Nadie es imprescindible; y menos en política. Pero la conciencia, Diario, para algunos, aún sigue pesando en la balanza de la dignidad y la excelencia (18:57:24).

jueves, 31 de mayo de 2018

31 de mayo de 2018. Jueves.
LÉGAMO Y SOPLO

Instante de vida, en el jardín. Murcia. F: FotVi

-Por no morir de inanición, escribo y leo todos los días. La inanición lleva a la debilidad, y esta, al desfallecimiento corporal y espiritual. Pero de ambos, el que más me preocupa es el espiritual, pues es como privar de aliento al barro que me viste, a la arcilla que me cubre. Yo sé que soy légamo y soplo, tierra de arqueología y espiración, pudrición y libertad nacida de ella. ¿Cómo librarme de su atadura? Con un verso o una palabra, o con ese momento de luz que te hace escribir en la hoja de papel o en el blanco pavoroso de la pantalla, aquello que te redime, que te salva. Escribir todos los días, para, durante unos momentos, dejar de ser barro y convertirte en una pequeña llama del espíritu, que te alumbre y te libere del martilleo diario de la vulgaridad, de la pesadez de la ciénaga en que te mueves; rescatarme, pues, Diario, de la pequeña muerte del espíritu que me acecha como un puma en cada instante de la vida (19:12:55).

miércoles, 30 de mayo de 2018

30 de mayo de 2018. Miércoles.
¡CRAK!

Hecho añicos, el sol. Desde el tren. F: FotVi

-Pienso, me pongo a escribir, y caigo en que no he pensado nada. O he pensado tanto que la mente me ha hecho ¡crak!, y se ha roto. Es fantástico coger entre las manos una mente hecha añicos, como pedacitos de luna en un estanque, como cristales de un vaso roto que hablaran y soñaran fuera de ti. Yo mismo -imagino- pensando miles de cosas, como un espejo roto que multiplicara las imágenes e hiciera hablar a cada pedacito de una cosa distinta: del amor, por un lado, del bien y del mal, por el otro, de la risa y el llanto, de lo bello y lo inocuo, del temblor de una lágrima, de Dios como amigo que habla, y calla. ¡Diario, de todo! (19:15:00).

martes, 29 de mayo de 2018

29 de mayo de 2018. Martes.
CULTURA, CON MAYÚSCULA

Todo cabe en un pórtico gótico, en Santa María de Palacio. Logroño. F: FotVi

-Ayer asistí a un pleno del Ayuntamiento en Molina de Segura. Un acto abigarrado, barroco, y largo sin medida. Es decir, un acto confuso y excesivo en palabras y largo en gestos y enmiendas, y en complacencias, hasta aburrir al fotógrafo que lo gravaba. Y he de decir que, después de oír y apenas escuchar, y, en algún momento, de irritarme, salí, del salón de plenos, fría la cabeza y echando chispas, como un relámpago encendido. A mí, Paco -y perdona-, no me gusta lo que ocurre en Molina con la cultura, con minúscula. Porque la Cultura, con Mayúscula, es otra cosa. Es creatividad y humildad, es pasión y discernimiento, es generosidad y deseo de tocar la utopía con los dedos, aunque no se pueda, utopía que siempre estará un poco más allá de donde se haya soñado, al otro lado del horizonte, de las cosas, de las ideas, en aquel silencio que se dice o en aquella palabra que se calla, o en el drama o la gloria de la vida misma. Pero nunca en la pelea y el conflicto, en el dudoso enfrentamiento entre dos castas, dos modos de pensar, dos anhelos, ambos válidos, ambos hermosos si se encuentran, si se dan la mano, y pelillos a la mar. Que el sol, en Molina, salga para todos. Que como dijo el poeta: «las más claras distancias / sueñan los verdadero». (Jorge Guillén). Pues eso: mirarnos en las claras distancias de la poesía, de la narrativa, del ensayo, de la música, ya que es ahí donde se sueña y alcanza lo verdadero, lo que perdura, lo inefable. Ah, y salta, Diario, la triste noticia: Maria Dolores Pradera ha muerto; descanse en paz la señora de la canción y la serenidad, de la elegancia en el decir, la que susurraba (suspiraba) bellas letras, en bellas melodías (18:54:11).

lunes, 28 de mayo de 2018

28 de mayo de 2018. Lunes.
ORAR, HABLAR

Enclaustrada orando, en el jardín. Murcia. F: FotVi

-Como cada día tiene su aquél, ayer fue el día Pro orantibus: el día para rezar por los que rezan. Un intercambio de aleteos, de bisbiseos celestes, que, como su raíz, nacen de la tierra y van más allá del espacio y el tiempo. Se incrustan en las estrellas. En la intimidad de un claustro, o de una celda, o en el quehacer de cada día, todavía hay quien ora por el mundo y sus cosas, por sus gozos y desventuras, por sus hallazgos y frustraciones. Orar es hablar, alabar, suplicar, o simplemente saborear en las palabras aquello que se implora o que se da. Es la sublimación de la palabra, la que se dice y recrea, la que vuela y queda en el arte y en los libros, la que, en un momento dado, Diario, se hace humildad y, de rodillas, pide y ensalza a Dios, que, para un creyente, es la otra Palabra que oye, y que, aunque sea con silencios, responde (11:55:11).

sábado, 26 de mayo de 2018

26 de mayo de 2018. Sábado.
UN ¡OH!, ASTILLADO

Huyendo, en la estación. Balsicas. Murcia. F: FotVi

-Me despierto esta mañana y, ante las noticias que oigo, se me queda una boca de ¡oh!; un oh «astillado y abierto», que diría el poeta, y que aún no me lo he podido tragar. Ahí está el ¡oh!: «el oh puro, / cerrado de la desesperación». Desesperado, porque la democracia ande tan sucia y en harapos, tan desnuda de virtudes, que más que horror, inspira lástima. Lástima por su impudor. Se amontonan, como brasas de un gran incendio, los temas de corrupción: en el PP, el PSOE, Convergencia, todos -salvo los partidos que aún no han tocado poder- metiendo la mano en la caja del dinero, que, según una ministra, no es de nadie, sino de ellos, que, por lo visto, son los únicos que saben administrarlo en su interés. Un poco para pagar el aceite de la lámpara -hay que conservar encendida la llama-, y el resto para mí –dicen algunos políticos-, que son quienes más entienden de  luces y sombras, de cuentas corrientes y seguras en algún paraíso fiscal, o el «chupa tú un poco, que yo me quedo con el pirulí». Qué susto, Diario; esta mañana, al despertar, me creí un pájaro encerrado en una jaula al que habían dejado sin alpiste, y me he dicho: «¡oh!», pero un ¡oh! triste y desesperado, famélico, de pájaro sin alas y engañado, con solo la papeleta del voto en la mano y sin saber qué hacer con ella, ¿la echo a volar? (18:49:10).

jueves, 24 de mayo de 2018

24 de mayo de 2018. Jueves.
INSÓLITO CASO

Una luz, en Tallín. Estonia. F: J. Giner

-Abro los ojos, veo la luz, me asombro, rezo, leo la prensa. Y me abate la vulgaridad, la monotonía convulsiva de lo que veo y leo. La prensa es un bostezo que, a veces, se repite, un eructo, pero que hay que leer, aunque, en ocasiones, haya que hacerlo tapándose las narices. Entre los plumillas anda lo de Cataluña, con Torra tocando el violín de la xenofobia y dándole con el violoncelo al Gobierno: qué vocación musical la suya. Con solo las suyas, toca el piano a cuatro manos: es un virtuoso. Y lo de Zaplana, con más arrugas en el rostro -más viejo- y sin presunción de inocencia que lo proteja. Ya está condenado por el telediario y la cohorte de periodistas que alimenta día a día las necesidades de noticias, con morbo, del personal de a pie. Es como decir: «Zaplana, ha llegado tu hora», y ahí está: sin juicio aún, pero colgado de la soga de la jacobina y celebrada escabechina popular. Y el insólito caso del ciudadano -Santiago- que denuncia -señala con el dedo de la acusación- al total de los diputados del Congreso: «por no frenar la caída de la natalidad en nuestro país». «Pido, no, exijo a los diputados que busquen soluciones eficaces para aumentar la natalidad de modo urgente». Así, sin cortarse, con las tijeras de podar por delante; sin eufemismos ni disimulos, a las claras. O entráis por el aro de la responsabilidad -viene a decir-, o intento romper la baraja. Lo peor, Diario, es que no le harán caso; es más, habrá alguno que, sin estudiar la cuestión, ladre progresismo y cuestione, la cuestión, del denunciante (18:37:02).

martes, 22 de mayo de 2018

22 de mayo de 2018. Martes.
JÚBILO

Envenenados, versos. De Paco Illán.

-Ya se va notando el clamor del sol en el cielo murciano. El sol rechina y fustiga, con moderación aún, pero sin pausa. Y yo, en lo mío: leer, escribir y rezar; y no laboro, porque ando de júbilo en júbilo; es decir, jubilado. O tratando de gozar de todo lo que me va faltando. Pues al jubilado lo más que se le permite es caminar media hora, y con cuidado, no vayas a tropezar y caer, y se te astille la cadera con la que marcas el paso. Y hablando de lectura: acabo de leer Versos envenenados, ese relato escrito por Francisco Javier Illán Vivas, en el que los personajes se aman, se matan, recitan versos, y, al final, hallan al asesino camuflado en un endecasílabo de Luis Alberto de Cuenca. Una historia inquietante, negra, metida en un paisaje murciano; paisaje que, al leer, lo vas tocando, gustando; quiero decir, lo vas viviendo con los personajes de la novela, tan cercano es, tan está ahí. Y hablando de versos, uno de Pablo Neruda; del poema titulado Los nacimientos, que empieza: «Nunca recordaremos haber muerto». Nunca, Diario, verdad irrefutable, que estremece y… hace reír (19:18:01).

lunes, 21 de mayo de 2018

20 de mayo de 2018. Domingo.
LAS ABEJAS

Libando, en el jardín. Torre de la horadada. F: FotVi

-Y, tras la boda real del príncipe Harry con Megan Markle -qué bello cuento de hadas, irreal-, ha llegado el día de las abejas. Lo ha decido la ONU, ese magno imperio de la nada y el camuflaje, donde fluyen solo palabras sin contenido ni patria, anónimas, y casi siempre perversas. La abeja es la obrera feliz que labora sin descanso por su reina y su panal, por su casa, en bien de la comunidad. No hay lucha de clases en ellas, ni oposición a su destino. Son un paradigma de ejemplaridad social. Las abejas liban la alegría del polen y el néctar en la flor y la dejan hecha miel en el fondo de sus celdas hexagonales de cera; celdas ideadas y fabricadas por ellas, excelsas arquitectas de la sencillez y la perfección. Orfebrería. Son, con las hormigas y las termitas, los únicos insectos que viven en sociedades organizadas, con reina única (encargada solo de la reproducción), una legión de zánganos, vagos y desdibujados, que viven del ocio (uno de ellos fecundará a la reina), y todo el resto, son clase media trabajadora. (Ah, los demás zánganos que no lleguen a la cámara nupcial con la reina, serán devorados por las obreras o morirán de viejos y de soledad; la teoría del descarte). ¿Y por qué dedicamos un día especial en recordar y celebrar a las abejas? Porque ellas polinizan y endulzan nuestras vidas, y porque van vestidas de sol y de noche, y si las dejas en paz, Diario, ellas te dejan en paz y no pican, solo liban y zumban, y danzan: es su lenguaje (18:51:34).