11 de abril de 2019. Jueves.
UNA HISTORIA
VOMITIVA Y TERCA
Caperucita con el lobo, de Gustave Doré. Google |
-Siempre es triste ver cerrar una librería o un
quiosco de periódicos, pero lo es más el hecho de que muera un modesto pero
brillante editor de provincia. Él no buscaba dinero, buscaba dar salida y dejar
constancia de aquella excelente literatura que no tiene eco en las grandes y
elitistas editoriales de ámbito nacional. Su nombre es Pepe Criado, que, con
otro amigo, fundó una Editorial en Almería y la llamó la Letra Impar, y publicó
libros importantes, que ahí quedarán como ejemplo de bien hacer. Ahora, ruego a
Dios que le permita descansar en paz, y seguir siendo mecenas, como lo ha sido
en la tierra, de las cosas de Dios en la otra vida. El cielo brillará un poco más. Por otro lado, leo que en la escuela pública Tàber de Barcelona se han retirado
el 30% de los libros de la biblioteca, por impulsar valores sexistas e inducir
a la violencia. Entre los más de 200 libros apartados, se encuentran, por
ejemplo, Caperucita Roja y La bella durmiente, por ser «ejemplares
de historias tóxicas con perspectiva de género», dicen. La historia vomitiva y
terca se repite. Meterse con un libro, silencioso y parco, no necesita heroicidad
alguna, solo mala baba. Ante esta barbarie o burrada, me viene a la mente la quema de libros en
la Plaza de la Ópera de Berlín, y en 21 ciudades universitarias más, el 10 de
mayo de 1933, por la federación nazi de estudiantes. También talibanes y yihadistas
en Siria, Iraq, Mali, y otros lugares, derribaron templos y reliquias de la antigüedad,
que muchos amábamos y que lamentamos. Ahora vienen estos ebrios de ideología, fanatizados,
y derriban un templo de la cultura, como es una biblioteca, para satisfacción
de su pequeñez y debilidad intelectual. En ellos, el odio puede más que la razón,
más que el amor al libro y a la belleza que el libro guarda; la locura, Diario,
puede a la prudencia y a la lucidez, al talento (18:44:21).