jueves, 6 de junio de 2019

6 de junio de 2019. Jueves.
SE ACERCA EL AMOR

Amenazar con el amor, El Roto, en El País. 

-Apenas me toca nada –salvo el hecho de ser persona– y me ha herido con alevosía la muerte de la niña llamada Noa. Noa Pothoven. 17 años echados al sumidero de la muerte, por voluntad propia. Dejó de alimentarse, y escribió su propia sentencia de muerte: «Dentro de diez días a lo sumo voy a estar muerta». Cría liberarse así de su sufrimiento, de su angustia, de su temor a seguir viviendo. Ella misma había dejado escrito en su libro Ganar o perder: «Revivo el miedo y el dolor todos los días. Estoy siempre asustada, en guardia. Aún siento que mi cuerpo está sucio». Había sido violada varias veces, y no encontraba razón para seguir viviendo. Sin recursos estatales ni, por lo visto, familiares, se dejó ir por el resbalón pavoroso y triste de la muerte. La muerte, que es irse una vez y no volver nunca. O entrar en el silencio de las cosas, sin haberlas vivido, sin haberlas dicho, pues, en el decirlas, a veces, se acercan al amor. «Estoy siempre asustada», escribió. ¿También de sus padres, de tantos amigos quizá, de sí misma al mirarse en el espejo? ¿Tanto daño le hicieron? ¿Tanto, que ni siquiera el amor de la madre la pudo sacar de su horror, del abismo en el que había caído? Yo no juzgo; solo pido que estemos más cerca del que sufre, que enjuguemos las lágrimas del llora, que recemos sin ira por el avasallado, tratando de curar sus heridas, también las sicológicas; es decir, las que llagan el alma, que son las que menos se ven y las que más duelen. Un servidor, Diario, con lágrimas de hombre creyente, rezo por Noa, para borrar, para lavar, en lo posible, su pecado, si es que lo hay. Dios, como diría Borges, nos ha amenazado -desde el amor- con la inmortalidad, a la que Noa se ha encaminado (18:38:33).

miércoles, 5 de junio de 2019

5 de junio de 2019. Miércoles.
LA MUERTE NO RÍE

Contemplando la vida, en Salinas de San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Esta noche he soñado que unos copos de nieve se desprendían de la altura y me caían en los ojos. Miraba al cielo. Siempre que puedo, miro hacia lo alto; el cielo a veces gotea pureza. Y revuelo de pájaros, y azul. E infinitud. Luego he comprobado que lo que hacía era calor, un calor denso, todavía no nocivo, pero sí pesado, que no deja dormir. Hacía calor y, sin embargo, soñaba que la nieve me daba en los ojos. Es decir, sentía un gesto maternal del sueño, una caricia de la noche. Y me he dicho: «Nunca estás solo». En el sueño, siempre hay algún detalle bondadoso que te libra de las pesadillas. Aunque la pesadilla, a veces, se haga cruel, y acose hasta que te despierta el grito. El grito es el remedio que te libra a veces de la oscuridad, y que te abre una vez más a la vida. Se nace, y se llora, para que llegue el aire de la vida a los pulmones. Del mismo modo, si te ves enviscado por la saliva viscosa del miedo, gritas, y, al salir del grito, te ves salvado. La tierra está gritando, se muere de tanto dar vida. Si no despierta de la pesadilla de la contaminación, morirá. Hoy, día del Medio Ambiente, pido, Diario, respetar el aire que respiramos y la tierra que nos sostiene: saquémosla de esa pesadilla de plásticos, pesticidas, y demás despojos humanos que la están haciendo inhabitable, fría, despoblada de ternura, sin una sonrisa que darnos: la muerte no ríe (19:04:27).

lunes, 3 de junio de 2019

3 de junio de 2019. Lunes.
CON RITMO DE ROCK AND ROLL

El clamor de los tulipanes, en Pamukkale, Turquía. F: FotVi

-Como un cervatillo en la espesura, alegre, confiado, saltó el primer lunes de junio en nuestras vidas. «¡Junio ya!», me he dicho; o sea, casi la mitad de la granada consumida, casi la mitad del año sobre mis espaldas ya. O un pellizco más que el tiempo le da a la vida: y así, grano a grano, mordiendo días, se acabará la granada. Sin embargo, ahí está el día, luminoso y calmo, latido y parpadeo, diciéndote que existes, que aún estás para contarlo. Y es lo que hago: contar que existo, que existes. Que aún nos visita la respiración. Que aún podemos decir luz, y casa, y letra, y poema, y niño, y madre, y amistad. Que aún tenemos capacidad de ayudarnos, de darnos la mano, de sonreír, de cantar un salmo. Aunque sea, Diario, con ritmo de rock and roll, o con ritmo de manos que hacen palmas y así se sacuden la tristeza, o con ritmo de pan que se parte y se reparte, y se mastica en la mesa común de la solidaridad –¡qué ruido más hermoso entonces!–, mesa en la que existan aún las miradas, y se rocen las manos, y, suprimidas para siempre las guerras, se hable de paz, como otro bocado más de pan, iluminada la boca (18:35:43).

domingo, 2 de junio de 2019

2 de junio de 2019. Domingo.
LA RISA DEL DOMINGO

Celebrando el domingo, en el jardín. Casa Sacerdotal. F. FotVi

-Se abre la rosa del domingo y nos deja su aroma y su belleza, y sus tristezas. El aroma y la belleza: o Dios y el rezo, la alabanza y la celebración, la lectura y la música, con los silencios que las acompañan. Y que tanto dicen. Y las tristezas: que son lo humilde, lo desechable, lo pobre, el niño con hambre y mirada grande, el padre, con las manos ocupadas en la esperanza, sin trabajo, y la enfermera que, como el buen samaritano, cuida del dolor ajeno. El domingo es misa y es un tizne de vida. O la plegaria y el encuentro con la realidad, con lo que llora, con lo que sufre. Con lo que ríe también. Quizá nos salvemos rezando, o quizá aceptando el dolor, que siempre llega como un hacha de verdugo, insistiendo sobre la vida. Pero yo me quedo con la risa del domingo, con su canto interior de alegría y celebración. Me quedo con Dios en una mano, consolando, y en la otra, con mi vida de anciano que aún sueña, y escribe versos, que luego tira. Como este, Diario, que he guardado: «Hoy he roto mi amor: te doy los vidrios» (19:45:32).

sábado, 1 de junio de 2019

1 de junio de 2019. Sábado.
SERÉ POLVO

Polvo enamorado, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Y llegó junio, con su azul rumoroso, marinero, y su calor dorado. Desde junio veo el año como una fruta que poco a poco fuera madurando, hasta que dé con sus horas y su tiempo en el suelo, y se la coman las hormigas, y los hongos la hagan su habitáculo. Ayer, al andar, me volvieron a saltar los gemelos, y el dolor se me hace espina en la pierna. Pero con el dolor, no pierdo la sonrisa. Ni la esperanza. Ni la mueca de sufrimiento, cuando el dolor me aprieta. Aunque, al fin, Diario, triunfa la esperanza; de tal modo que digo con el poeta, «seré polvo» (ceniza, residuo), «mas polvo enamorado» (18:26:48).

viernes, 31 de mayo de 2019

31 de mayo de 2019. Viernes.
TODO AZUL

Desde el cielo, todo azul. Isla de Lanzarote. Canarias. F: FotVi

-A Dios se le ha caído el bote de la pintura y lo ha llenado todo de azul. El cielo, el mar, la mirada de los niños, la pureza, la espontaneidad. El asombro. Esta mañana, todo azul. Todo sobrenada en el azul, como un pez en un acuario universal. Y yo, y tú, y el poeta, y el silencio entre las notas y el tiempo que hacen que suene la música (Mozart), y el otro silencio, el que queda tras decir las palabras, tan expresivo como el anterior, y tan sublime. Y la libertad, también azul, como el mirar de las madres o el fuerte pisar de los padres. Todo, menos como diría Fabrizio Andreella «la religión del impudor» en la que vivimos. No ha habido azul suficiente para embadurnar tal religión laica, perniciosa, vomitiva a la que la sociedad se ha inclinado. Pero el azul insiste, y, como la mancha de aceite, poco a poco, y reptando, se irá extendiendo, hasta que un día, Diario, lo invada todo, como un milagro de la mañana, como una pincelada de Dios, como un desgarro de la misericordia (también azul) de Dios (18:17:04).

jueves, 30 de mayo de 2019

30 de mayo de 2019. Jueves.
LA JAURÍA MÁS ZAFIA

Entre el caos, la vida, en el jardín. Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Hay veces, que, al despertar, me santiguo, empezando por el amén y terminando por el principio. Es decir, digo: «Amén», y, con la señal de la cruz, sigue todo lo demás. «En el nombre del Padre, del Hijo…», etcétera. Dar comienzo el día con el amén, es como firmar un cheque en blanco a Dios. Amén a la risa, amen al llanto; amén al silencio, amén a la claridad; amén al renglón torcido, amén al renglón rectilíneo; amén a todo, menos a la idiotez y a los que meten sus garras en la intimidad –preciosa y sagrada– de otra persona. Arrecia la tormenta y la impostura en las llamadas redes sociales. En ellas se alardea de todo, hasta de la miseria más indigente; más miserable. Tras el suicidio de Verónica, esa chica que se vio acorralada por la jauría más zafia y rencorosa, estoy pensando dejar toda esta farsa de vanidad y de apariencias, toda esta herrumbre que son muchas veces las redes, mal llamadas sociales. Deberían llamarse redes salvajes. Pues más que comunicar, dar noticias, ensanchar el conocimiento, en demasiadas ocasiones, degradan, envilecen, pervierten. Esas trampas. Ese circo de las risas y los llantos, con las vidas ajenas como excusa de representación, Diario, que mata y sin responsabilidad alguna posterior, que remedie la muerte, que corrija el descrédito, esas vidas destrozadas (17:57:20).

miércoles, 29 de mayo de 2019

29 de mayo de 2019. Miércoles.
SUBIR AL EVEREST

Muerte en el Everest, vanidad. F: Google 

-Se ve que es un placer ascender al Everest y morir en el intento. Hasta hace poco, subir al Everest era una hazaña, que pocos conseguían; ahora es un desmadre, y, cualquiera se pone en la cola –¡oiga, no se cuele usted!– para poder decir: «¡He pisado la cima del Everest!». Y, claro, si en la espera te aguarda la muerte, todo se hace humo, pedantería, aire. A veces, la soberbia de la vida juega estas malas pasadas. Es como el que se duerme con un cigarro encendido y arde la cama donde descansa. Hoy he visto las inmensas colas zigzagueando montaña arriba, y he sentido pánico, por las personas y por el entorno. ¡Cómo se lamentará el paisaje humillado por el pie del hombre! Y me ha venido a la mente, como un guiño de sabiduría, una sentencia del Eclesiastés: «Todas las cosas dan fastidio. Nadie puede decir que no se cansa el ojo de ver ni el oído de oír». Pero «¿No os cansáis de destruir la tierra?», podría seguir lamentándose la sabiduría. Y lo hace: «He observado cuanto sucede bajo el sol y he visto que todo es vanidad y atrapar vientos». En el Everest se atrapan vientos, Diario, y muerte, en la que el frío se acentúa hasta bajar la temperatura de menos cero hacia la nada, donde hasta los sueños se hacen carámbanos, es decir, nieve congelada que gotea ausencia, retirada, derrumbe (19:32:36).

martes, 28 de mayo de 2019

28 de mayo de 2019. Martes.
BENDICIÓN LAICA

La tolerancia es frágil, en Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Esta mañana cae en mis manos el Tratado sobre la tolerancia de Voltaire. Y cae como una bendición laica, como el dulzor de un dátil que voy a intentar gustar. Lo leo con delectación. Voltaire, el hombre que abrió las puertas a la Ilustración y clamó contra la superstición. La tolerancia, esa virtud tan inusual y, sin embargo, tan necesaria, está en entredicho. La sociedad no es muy dada a ser tolerante; por el contrario, se afana en la intransigencia y el fanatismo. El fanatismo siempre arde en la fogosidad y el delirio, y no en lo razonable. Se ha visto en estos meses de elecciones y mítines. Se eleva la voz, se cierra el puño, y se promete lo que nadie tiene, salvo el que habla, quizá. El que habla tiene sueños en la boca y los dice, sin pensar que tiene que despertar y que se va a encontrar con la realidad, que nunca es como la había imaginado. Dice Voltaire: «La religión fue instituida para hacernos felices en esta vida y en la otra. ¿Qué se necesita para ser feliz en la vida futura? Ser justo. ¿Y para ser feliz en esta? Ser indulgente». Es decir, ser paciente con los defectos ajenos, que siempre serán muy parecidos, si no iguales, a los que uno mismo tiene. A un servidor, Diario, siempre lo persigue el espejo de su conciencia, como una página donde se escribe su vida, tan deleznable unas veces y tan pura otras, o tan materia y tan música de Dios siempre (18:27:14).

lunes, 27 de mayo de 2019

27 de mayo de 2019. Lunes.
LAS MIGAJAS DE LA POLÍTICA

De desilusión también se vive, dice el refrán. El Roto. El País.

-Estuvieron (y se fueron) las elecciones, como un suspiro al despertar tras una larga noche de pesadillas. Si sientes miedo de haber dormido, es que has sufrido una alucinación, te ha rondado la tragedia. La pesadilla ha intentado sajarte –como en Un perro andaluz, de Buñuel– un ojo. Y mirar las cosas con un ojo sajado, es mala cosa, se te derrama turbia la visión. Han sucedido las elecciones y ha sido como si hubiera pasado un huracán: ha dejado alegrías y llantos. Hay quien gana pero pierde: o una mueca de chasco en la sonrisa. Como dice Gabriel Albiac: ha ganado el «adulto y deleznable» Sánchez; «o sea, el político». Pero deleznable –sigue diciendo–, no porque sea lerdo, sino por ser «inconsistente». (DAE). Nada de lo que dice tiene peso, firmeza, todo es líquido, voluble, posverdad sin verdad. Piensa en blanco lo que luego dice en rojo. Pero, a pesar de su osadía para decir y no decir al mismo tiempo, le felicito. Es un currante de la política; aunque se la trabaje en su beneficio. Y es que como dijo Heráclito: «Lo único permanente es el cambio». Y luego están los perdedores que dicen haber ganado: Casado, Rivera, y ese etcétera sin fin, donde se cobijan, Diario, todas las migajas de la política, los restos de pan y vino del destino, el ir tirando (18:03:33).

domingo, 26 de mayo de 2019

26 de mayo de 2019. Domingo.
LA PAZ DEL AMOR

Buscando la luz, en Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-«La paz os dejo, mi paz os doy», he oído esta mañana en la misa. Y a continuación: «Pero no os la doy como la da el mundo». Es Jesús el que así habla. El mundo impone la paz del que vence, pero con el silencio del vencido. Es una paz de humillados y dominadores. Es una paz turbia, trucada, artificiosa, que nunca acaba de ser paz; está fundada en la fuerza y no en el amor. Jesús nos da la paz del amor, la paz que no acosa, no derriba, no separa, sino que construye, la que hace puentes y no barreras, la que tiende la mano y da el beso de la reconciliación. Esta es la paz que libera, que nos hace Hijos y no esclavos, y que, a todos por igual, nos da el gozo del Padre e inunda de fiesta nuestro corazón. Luego, como buena oveja llevada al matadero, me he acercado a votar. Como oveja mandada, obligada por las circunstancias, escaldada. Pero no ilusionada, soñadora: son tantas las veces que nos han engañado estos iluminados sin luz, estos depredadores con atuendo de cordero, estos mantas con tan poco en la cabeza. O más bien, con pájaros en vez de ideas en la testa. En fin, que me he dicho, démosles otra oportunidad. No olvides, Diario, que llegaba de celebrar la misa y me había impregnado de la paz que nos viene de Jesús, el pacífico de Nazaret, el que no te pide la paz sino que te da la paz, y entonces yo he optado por darles la paz a estos chicos de la mentira y la monserga, de la soflama vacía, del caramelo envenenado (19:09:15).

sábado, 25 de mayo de 2019

25 de mayo de 2019. Sábado.
EL ÁRBOL DE LA VIDA

Celebrando la debilidad, en Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Quizá el fruto del Árbol de la Vida esté en la orquídea, en su flor, por lo que tarda en marchitarse. Hace semanas que se abrió la primera florecilla, y aún sigue ahí, vigilante y lírica, contemplando el mundo, y a mí. Me complace ser espiado por una flor que, siempre que la miras, parece estar sacándote la lengua, eso, sí, con dulzura de dátil. Es lengua de pétalo, frágil y maliciosa, de fina lencería. Admiro la fuerza de esta fragilidad. Ahora entiendo a San Pablo, cuando dice en la 2ª Carta a los Corintios aquello de: «Por eso me complazco en mi debilidad, porque, cuando soy débil, entonces soy fuerte». Con la fuerza de la Gracia, añade, Diario (18:39:15).

viernes, 24 de mayo de 2019

24 de mayo de 2019. Viernes.
CRÓNICA DE UN DÍA DE LETRAS

Hecho Paseo de las Letras, para ser pisado. Molina de Segura. F. Luis Sanz.

-Ayer, en Molina, se podría decir con Leila Guerriero, escritora argentina, que «había una luz repleta de carácter, una luz sin dudas». Luz, que casi se podía acariciar, tan de carne era. Me daba el sol en el rostro y no lo podía espantar como a las moscas. Un pájaro, a poca distancia de allí, miraba y pensaba, hasta que se alejó dando benévolos saltos, despreocupado. Primero hablé yo, en un atril de hierro. La vejez delante, me dijeron: deferencia con los años, antes de la eternidad. Un servidor dijo dos o tres anécdotas, y una hermosa realidad: que mis padres Vicente y Francisca, me educaron en libertad, y yo, desde esa libertad, elegí ser cura y hacer versos, que dejé escritos en libros, que engrosaron la biblioteca de Borges. Luego Paco Illán habló de cosas e intolerancia, como siempre, con dureza en su lenguaje, y destellando su espada de soldado del Temple. Qué pena, dijo, que no esté en este Paseo de las Letras José María López Conesa, gran escritor, al tiempo que buena persona. Y así fuimos desfilando por el atril –de hierro– soñadores –escritores–, cada cual con su vida y su obra a cuestas: Antonio Ruiz, Javier Martínez, García de Saura, y José A. Jiménez. Al final habló la alcaldesa Esther Clavero, que, con su mirada verde y su sonrisa amable, dio las gracias y accedió a la sesión fotográfica. Todos, Diario, pusimos cara de foto, y, tras el fogonazo, cada cual se fue con su música –su amor a las letras– a otra parte; y con la advertencia de Rilke, suspendida sobre nuestras cabezas: «La belleza no es nada, sino el principio de lo terrible» (18:30:06).

jueves, 23 de mayo de 2019

23 de mayo de 2019. Jueves.
EL PASEO DE LAS LETRAS

Lloviendo azul, en Torre de la Horadada. F: FotVi

-Hoy he tenido que salir con un paraguas para que no me calara tanto azul como llovía del cielo. Un paraguas también azul, por lo que se confundía con la lluvia. Y no lo he podido fotografiar. Luego, viajo a Molina de Segura, con Francisco Javier Illán Vivas: celebramos que hayan puesto una placa conmemorativa con nuestro nombre en El Paseo de las Letras. Con otros cuatro escritores más. Como si seis hojas caídas de los árboles se hubieran posado allí. Seis hojas sabias, y con historias que contar dentro. Seguía lloviendo azul, pero vigilado por el sol, un sol bravo, que calentaba. Se han dicho cosas muy bonitas de Molina y de su Paseo de las Letras. Claro, en Molina, ya nadie me conocía. Se me hubieran preguntado «¿Quién anda ahí?» «Nadie». Como, hablando de los mexicanos, indicó Octavio Paz, en El laberinto de la soledad. Si no saben tu nombre, si no conocen tus pasos, si no intiman con un verso tuyo, y te preguntan: «¿Quién eres tú?» Pues tienes que contestar: «No soy nadie», y te diluyes en la nada, y te miran raro, y tú ríes mientras haces mutis por el foro, con un libro bajo el brazo, y cargadas de años las espaldas, de años y palabras. Nada: Nadie (20:06:06).

miércoles, 22 de mayo de 2019

22 de mayo de 2019. Miércoles.
EL CIRCO, LA PRENSA Y UNA MUERTE EJEMPLAR

Cactus florido, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Apelativos aplicados por la prensa tras el circo de ayer en el Congreso. «Bochorno», «esperpento», «circo vociferante y carnavalesco», «un parvulario en pleno recreo», «una burla», «choteo», «humillación». ABC. Para el País, todo fue normal y «Sánchez sienta las bases para gobernar sin los independentistas». Acusa a los constitucionalistas, por sus quejas ante lo que estaba sucediendo, de «estéril precipitación para mostrar severidad frente al independentismo». Para El País y sus habituales columnistas, todo es beberse un vermut con hielo, unas aceitunitas y una rodaja de limón. Y a eructar. Sin más. «La rendición del Congreso», «el show de los payasos», «más que una crónica parlamentaria hay que hacerla de sucesos» W. F. Flores. La razón. Y el Mundo: «Las seis peinetas de los separatistas a España en la sede de la soberanía nacional». Y a seguir riendo, con la risa y la complacencia de la presidenta del Congreso, la señora Batet, que todo lo daba por bueno, con tal de asegurarse su estipendio y su complicidad con Sánchez, el Gran Maestre de la cosa. Pasa, sin embargo, casi desapercibida la noticia de la muerte de una misionera (una más), degollada en la República Centroafricana: Inés Nieves Sancho. 77 años, y 26, trabajando en el país africano. Enseñaba costura, y, daba su vida, clase a clase, puntada a puntada, como un modo de predicar a Jesucristo. Descanse en paz, y que ella nos proteja, Diario, de tanta adversidad y desconcierto, de tanto circo político, de tanta pequeñez (18:41:25).

martes, 21 de mayo de 2019

21 de mayo de 2019. Martes.
EL CIRCO DE LOS TRILEROS

Pensamiento profundo, de El Roto, en El País. 

-Hoy se constituye el circo; es decir, toman posesión de nuestra voluntad en el Congreso los elegidos por el pueblo, que nunca se equivoca. Según esta máxima: el pueblo es sabio y circunspecto, humilde y laborioso, avispado y sagaz, y, a la hora de elegir, opta por los más ricos en virtudes y más desprendidos: elige a los mejores. Pero, todo esto, al revés, suena mejor. El pueblo es el pueblo, y, a veces, es sabio y tonto, y circunspecto e imprudente, y humilde y altanero, y solícito y envidioso, y, en la mayoría de las ocasiones, inexperto para tratar con trileros que enfervorizan con palabras, y, con palabras, engañan. Como aquellos predicadores del oeste, que, llenos de güisqui, enardecían a sus oyentes, y al final, para que pudieran salvar sus almas, les sacaban los cuartos. El menos malo de los sistemas de gobierno, la democracia, hay ocasiones en que, o por habilidad del político, o por la candidez de los votantes, el pueblo es engañado y expoliado, para perversión de la democracia, y para tristeza de los creyentes en el sistema. Hoy en la constitución del Congreso, hay gentes de buena fe, sinceros demócratas, y también, gentes sin escrúpulos, advenedizos, y hasta políticos presos que pretenden arruinar la democracia. Si todo se mezcla y se agita, sale un coctel amargo, y de difícil catadura, vomitivo. Este circo no es para niños ni para personas de buena fe; este circo, en vez de risa, produce asco y tristeza, hasta el punto de que, en el mismo Congreso, ha habido quien ha calificado esta sesión, en la que se ha constituido la Cámara, de «escarnio» y «bochorno. Por mi parte, Diario, con llanto -la tarde también se llueve- y pena, digo: «Hasta más ver, democracia», si es que te vuelvo a ver tal como te soñé, pura y honesta, y agitando alas de libertad, de equidad, y de fraternidad (18:30:34).

lunes, 20 de mayo de 2019

20 de mayo de 2019. Lunes.
UN ENGORRO MÁS

Vigilando, desde arriba. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Fichar para pasar al trabajo, un engorro más. Y va de engorros. Y de negocios. El negocio de Hacienda y el engorro del que tiene que fichar, que lo hace con el sueño aún pegado a los ojos y el dedo como punta de lanza de la desgana. Bosteza y ficha. Y se hace menos libre. Un servidor, cada vez que abre el móvil o el ordenador cree que lo están vigilando. Me siguen los pasos y las intenciones: si entro a un supermercado o a un restaurante, inmediatamente me preguntan qué me han parecido el servicio y la calidad de lo comprado. Se trata de ayudar al que pueda elegir el mismo local después de ti, dicen. Un acto de caridad; pero caridad malsana. Y me encojo, y siento miedo; y, como hacía de niño, cada vez que me cogían en alguna travesura, estoy por decir: «¡Yo no he sido!». Levantando los brazos y poniendo cara de circunstancias. Cada día estamos más cercados, siempre hay un ojo que nos vigila. Como los días, tenemos los pasos contados, y los sueños. Un ojo grande y perverso (que, además, no es amigo), nos controla; pues, en cuanto pueda, te va a sacar los colores. Como en la novela de Orwell, el Gran Hermano, el gran jefe, el guardián de la sociedad, el dios y juez supremo, acecha. Repito, tengo miedo; como el niño que, en la noche, cree ver fantasmas y grita, hasta romperse la garganta, pero sin encontrar a la madre que lo cobije, huérfano de seguridad, de ternura, sin regazo (18:49:10).

domingo, 19 de mayo de 2019

19 de mayo de 2019. Domingo.
FE EN LA VIDA

Siempre hay un rayo de luz, que salva. En Zakopane. Polonia. F: FotVi

-La democracia no cura la locura, ni volatiliza el odio, ni proporciona sabiduría. Ni da la paz interior. Por el contrario, en democracia, y en libertad, si te distraes, puedes acabar siendo un bípedo con cabeza de ser humano y hechos de animal feroz y sádico, que escupe la palabra fascista a cada instante y hiere con la boca como si soplara dardos envenenados al cuello del adversario. Es decir, un centauro liberado y de mirada arrogante y ensangrentada, y sin sentimientos. O con solo el sentimiento de la tribu; es decir, lo mío es mío, y lo que me pertenece a todos, si me dejan, me lo quedo también, excluyendo a todos los demás. Me estoy refiriendo a los nacionalismos, que toman fuerza en las dictaduras y se destapaban, hasta echar bilis, en las democracias, donde muerden. Pero hoy domingo, quiero celebrar, Diario, la beatificación de una mujer, Guadalupe Ortiz de Landázuri (Opus Dei), «santa de la puerta de al lado», y que nos anima a los desterrados hijos de Eva a seguir sus pasos, con fe en la vida y en la cruz, y en la ternura de Dios (19:27:53).

sábado, 18 de mayo de 2019

18 de mayo de 2019. Sábado.
ME IRÍA A VOLAR

La vida en vuelo, en Google. 

-Veo cruzar a los vencejos y pienso que me iría a volar –a soñar– con ellos. Por ahí, por los aires, tocando el cielo. Llenándome de azul y nubes. De misterios. Salvo cuando crían, los vencejos siempre vuelan. Entonces, se posan y aman, y nutren a sus crías. Están siempre en el aire, sin tocar el cansancio de la tierra, sus lugares feos e injustos, tan humanos –y deshumanizados–, a veces. Vuelan de Europa a África, y la recorren de norte a sur, para, pasado el invierno, volver a sus nidos. Me gustaría poder volar con ellos y contemplar desiertos, selvas profundas, ciudades inauditas, el amor y la guerra de los hombres, desde Tanzania a Murcia, donde –ahora– los contemplo piar en la orgía de sus vuelos, en sus juegos sin fin. Qué hermoso volar continuamente, Diario, sin detenerse en la monotonía de la vida, tan rústica y devoradora de ilusiones, y tan triste, si no tienes algún punto de inocencia en que embeberte y diluirte en su ternura; o volver a la niñez, donde fuiste tan feliz, y libre, y protegido, y donde tantos sueños construiste (18:44:28).

viernes, 17 de mayo de 2019

17 de mayo de 2019. Viernes.
IGNOMINIA

Algo se come el azul, desde mi ventana. Casa Sacerdotal. Murcia

-Dejo la cama, miro por la ventana, y se me llena la mirada de azul. El día –digo– es puro. En el cielo, no tanto en la tierra. En la tierra están la captura de Josu Ternera, una esquina de lo humano, el coco de los etarras. El que se manchó tantas veces las manos de sangre, que ya no se veían las manos, sino el rojo vivo de la ignominia. Entre las muertes provocadas por él, las de los niños de Zaragoza; niños en los que todavía los sueños no habían enfermado de mentiras, tan jóvenes eran, y la vida no les había hecho aún llorar sin el consuelo de sus padres. Niños aún cobijados en la ternura de la madre, como el silencio en la palabra que aún no se ha dicho, o el agua que todavía no ha mojado ni ha dado vida. Niñez, pues, agazapada y fresca, y no rota aún por la daga de la insidia y la zancadilla. En todo caso, niñez destrozada. Y luego está el beso de Carmena a Errejón –ante unas elecciones todo está permitido y jaleado–; es decir, lo nuevo se clava en la viejo, ¿cómo un aguijón de alacrán o como una lamida de la abeja en el polen? Perdón, no quisiera ofender, pero pregunto: ¿quién de los dos escupirá primero el beso? ¿O es este, en tiempo de elecciones, un sabor nuevo y deleitoso, aunque atrevido? No sé, Diario, pero el día que empezó de azul, ha terminado de marrón sucio, andrajoso (12:22:35).

jueves, 16 de mayo de 2019

16 de mayo de 2019. Jueves.
BELLA ILUSIÓN

Lo humilde, o la belleza, en el jardín. Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Salgo a andar y no se me reproduce el dolor en los gemelos. «¡Aleluya!». Cansado –me digo–, pero libre de dolor, y respiro como si hubiera corrido la Maratón Vallecana de San Silvestre. El caminar mueve (y conmueve) el corazón, y la mente, y aporta instantes para la meditación y la poesía. La poesía, ante todo, es contemplación, y apertura de la mirada al interior más íntimo, más espiritual de la persona donde se forman las palabras y el cómo decirlas: la sintaxis. Dios, al crear las cosas, iba poniendo las reglas para que, al decirlas, las entendiéramos. Dios, con las palabras, creó la sintaxis, y –en el hablar– fue la belleza. Y la belleza hizo posible la poesía. Las cosas que cualquiera ve pequeñas, insignificantes, rudimentarias, el poeta, al decirlas, las ve hermosas, les da una nueva dimensión espiritual que las hace dignas e ideales. Sublimes. El rumor del crecimiento del árbol, el silencio que queda –tembloroso– tras pronunciar una palabra, o el intervalo entre el trueno y el rayo, del que –como dice W. C. Williams, poeta –nace la primavera. Yo, Diario, me quedo con esa yema de rosa, que mañana será flor, pero que ahora, en este momento, es solo una bella ilusión del rosal, y del poeta (19:09:53).

miércoles, 15 de mayo de 2019

15 de mayo de 2019. Miércoles.
LA LUZ DE LA MAÑANA

Luz en las cosas, en mi habitación. Casa Sacerdotal. F: FotVi

-Doy gracias cada mañana por haber visto la luz. La luz, o el repliegue de la oscuridad, el esconderse de las sombras, la huida del horror. Y en la luz y con la luz se me hacen realidad las cosas, las palpo. Y así miro y toco el libro, el pan, la orquídea, la cosa amada, el silencio. Toco las cosas y, al hacerlo, las hago más mías, y yo más de las cosas. El tocar las cosas te hace verlas dos veces, y amarlas dos veces. Al despertar, yo me santiguo con la luz; de este modo, yo santifico la luz y la luz me santifica a mí. Dice el salmo 36 que en la luz está el manantial de la vida, y añade: «En tu luz, Señor, veremos la luz». En un mundo de tanta oscuridad, yo, Diario, te ofrezco la luz de la mañana, para que no te falte la luz el resto del día (18:55:33).

martes, 14 de mayo de 2019

14 de mayo de 2019. Martes.
DILEMA

La avispa y la rosa, en el jardín. Torre de la Horadada. F. FotVi

-Dilema. Es palabra que indica duda, vacilación, inseguridad. Anoche detecté un mosquito en mi habitación. Era minúsculo, pero matón. ¿Lo eliminaba o me dormía con el insecto esperando el momento de clavarme su pincho inmisericorde? Lo tenía frente a mí, osado y amenazador. Y yo –como buen animalista– dándole hilo al dilema. Hasta que me dormí y mi picó, sin ninguna consideración a mi dignidad de persona. Yo lo respeté a él; él no tuvo ninguna consideración conmigo. ¿Qué hacer, amigo animalista? Es el mismo dilema que se me presenta al tener que votar. No pienso en quién me va beneficiar, sino en quién me va esquilmar menos. ¡Es todo tan sencillo! Mientras te piden el voto, halagan, adulan, se visten con piel de cordero, saludan, dan besos a la vejez que luego escupen, van, vienen, todo son sonrisas, y promesas, pero una vez conseguido el palacio y la paga de señor del cotarro (con el Falcon 20 en el garaje), si te he visto, no me acuerdo. Y entonces llega el tiempo de las quejas, de pensar en las pensiones, de cómo llegar a fin de mes: los besos que me dieron se me caen de la cara avergonzados. Y vuelve el dilema: ¿elimino al mosquito o dejo que el mosquito me besuquee y se burle de mí? Gran conflicto de intereses, Diario, gran conflicto (18:37:36).

lunes, 13 de mayo de 2019

13 de mayo de 2019. Lunes.
LAS CADENAS

Puesta de sol, de Candela, a los 5 años. F: FotVi

-El día amanece triste y cubierto de nubes; pero es primavera. Y además, es el día en que la Iglesia celebra las apariciones de la Virgen en Fátima. Aquellos tres niños y aquella bella Señora. La que, en una de sus apariciones, movió el sol y lo hizo girar sobre sí mismo, cerrando bocas de incrédulos. ¡Qué admirable es todo cuando Dios se acerca a los hombres y los redime de sus torpezas! Entonces, los milagros se multiplican, como la luz, como los trigales tras la lluvia. Bien mirado, cada instante de la vida es un milagro; ejemplos: el milagro de abrir y cerrar los ojos, el de pasar la hoja de ese libro, el de poder decir sí o no, sin ataduras; o la libertad. La libertad, nuestra libertad, mi libertad, y no la valoramos. Solo cuando se pierde, nos damos cuenta de las cadenas. Un servidor piensa: «¿Y si viviera en un país donde no existieran los derechos humanos, sino la voluntad del tirano?» Terrible, digo, y me dispongo a vivir, Diario, este instante de libertad que tengo, por si mañana me la hubieran arrebatado (19:12:37).

domingo, 12 de mayo de 2019

12 de mayo de 2019. Domingo.
BAUTICÉ A LA INOCENCIA

Florece la vida, en mi habitación. Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Ayer, en San Pedro del Pinatar, bauticé la inocencia. Y le dimos un nombre, Jacinta. Jacinta, que miraba con ojos de asombro todo lo que ocurría a su alrededor. Primero durmió, luego, cuando le eché el agua, despertó y lloró, para, al fin, mirar como quien reconociera las cosas que contemplaba. Y pensé: «¡Qué grande es Dios, que se hace tan pequeño en el alma de un bebé!» Y que hermosa es la inocencia, que, de este modo tan sencillo, se deja invadir por Dios. Con solo las armas del amor. Ayer me sentí otra vez pastor, y, en esta ocasión, con el júbilo de la vejez. En el tiempo de la ancianidad, no todo es decrepitud y tristeza, también existen hilos de luz por los que caminar. Por otro lado, decir que, en el jardín, cantan los mirlos enamorados sus endechas, y que las orquídeas que guardo en la habitación han abierto todas. Ahora, Diario, me pongo a soñar, y pienso en Candela, a la que espero poder darle la primera comunión el año que viene; es decir, sigo viviendo, y tocando cada día, en las cosas más sencillas, el milagro (18:50:01).

sábado, 11 de mayo de 2019

11 de mayo de 2019. Sábado.
RUBALCABA

Y llegó el ocaso, en Murcia. Casa Sacerdotal. F: FotVi

-Y Rubalcaba ya está en el más allá, donde se aclaran las verdades. Y las mentiras. Ahora, en la hora de la muerte, todos son elogios, nadie se atreve a decir que fue hombre y que tuvo momentos de luz y de sombra. Como el árbol, como la ley o el derecho, como la monja o el progre. Todos caminamos por la vida apartando sombras y descubriendo luces. Como el que anda por la selva. Unas veces acertamos y otras nos equivocamos. Desbrozamos maleza, hasta que damos con el camino. Pero mientras damos con la salida, recibimos heridas y contratiempos, que nos hacen unas veces dudar y otras llenarnos de nueva energía. La fe es noche oscura, decía San Juan de la Cruz. En ese día a día de la fe, vas tanteando, tropiezas, caes, te levantas; tocas la luz, te deslumbra, y la dejas caer, la pierdes, pero sigues desbrozando bosque. Hasta que, de pronto, y sin aviso previo, te desplomas y caes. Se acabaron las dudas. Llega el más allá, donde tal vez se encuentre nuestra salida. Y ahí está Rubalcaba, solo, con su conciencia y sus actos, y su debilidad, y su grandeza de persona. Yo, por si acaso la necesita, Diario, le voy a dar lo que nadie le ha ofrecido: una oración; quizá, en el más allá, le dé claridad para ver la Luz, la que se percibe –dicen– sin deslumbrar, y sin herir (19:00:04).

viernes, 10 de mayo de 2019

10 de mayo de 2019. Viernes.
SIN RESPETO Y ALEVOSÍA

Democracia, todas las florecillas iguales. En Vistabella. Murcia. F: FotVi

-Salimos de una y nos meten en otra. Estos chicos no tienen hartura. Una fue el 28 de abril y otra, el 26 de mayo. Elecciones. Qué hermoso fue la primera vez: fue como abrir la mano y que te saltara una paloma. Y saltó la paloma: la libertad. La emoción iba de los ojos a las papeletas, y de estas a las urnas. Y, al depositar la papeleta, nos mirábamos y reíamos. Recuerdo la fiesta: como un rito sagrado. Mi madre y yo: un poco temblorosos. Al echar la papeleta dijo mi madre: «Por un voto, se pierde o se gana». Había vivido la tragedia de la guerra y el hambre de la posguerra. Y echar la papeleta le parecía beber un trago de agua con una sed extrema. Estábamos bebiendo el agua de la democracia. Dijo adiós a la mesa y salimos del colegio electoral. Y hasta hoy. Que, en pocos días, nos llaman a dos votaciones, sin respeto, con alevosía. Ahora bien, Diario, como diría Albert Einstein, que nadie, en democracia, se sienta divinizado, que el orgullo y el despotismo son las malas hierbas de la democracia, y el principio de su (posible) destrucción (19:24:18).

jueves, 9 de mayo de 2019

9 de mayo de 2019. Jueves.
SU CONCHA

Mirando el misterio, en Salinas de San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Miré y me pareció vislumbrar el infinito, aunque no logré verlo. Insistí en mirar, pero siempre veía un más allá. Luego descubrí que, más que en la mirada, el infinito está en los sueños, donde vive agazapada y temblorosa la utopía. Como esa gatita que maúlla y roza, y te hace amarla. El infinito, que si lo auscultas un poco, te abre al misterio. Y una vez hallado el misterio, si te adentras en él, te vuelves a sorprender, pues caes en la cuenta que estás tocando lo divino. Y entonces cierro los ojos e intuyo que Alguien, desde dentro de lo inefable, Diario, me da la mano y me saluda, y, alargo yo mi mano para devolverle el saludo, y ya no está, o está construyendo el misterio, su modo de esconderse, su concha donde existe (19:14:13).

miércoles, 8 de mayo de 2019

8 de mayo de 2019. Miércoles.
CREAR MITOS

Dioses caídos, en Viena. F: FotVi

-La soberbia casi siempre se paga con una degradante humillación. La semana pasada, a un simple futbolista con habilidades propias (y aunque geniales) de su profesión, le llamaban el inmortal, el único, el excelso, el messi…as. Es el periodismo glotón, voraz, deformador. Que crea mitos, y luego los deja caer para que se rompan. Hoy, después de Anfield, al messi…as ya le llaman el derrotado, el abatido, el andrajoso. A él y a todo su equipo. Lo mismo que el año pasado en Roma. «¡César, los que van a morir te saludan!». Dicen los gladiadores en el circo. «¡Oh, caído, levántate si puedes!», dicen los del anfiteatro, cantando su himno de guerra: «Yo´ull never walk alone» («Nunca caminarás solo»). Y el caído, lleno de sudor y sangre, y barro, ve al César, con el dedo pulgar hacia abajo, hacer la señal del desprestigio y el bochorno. La humildad, Diario, siempre se cobra su tributo; y más, si vas vestido de amarillo, que es color gafe, esquivo a la suerte. A mis amigos del Barҫa, yo les diría con Unamuno: «Empezaré de nuevo desde la humildad», sin dioses de arcilla y sin dependencia excesiva y determinante de los mismos: son dioses que si caen se hacen pedazos (12:27:31).

martes, 7 de mayo de 2019

7 de mayo de 2019. Martes.
LAVARSE EN LA LUZ

Bañándose en luz, en Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi 

-Esta mañana me he lavado las manos en la luz. Las manos y la cara, como un rito sagrado. Lavarse en la luz es un modo de tocar la pureza, dice el poeta. «En la luz he tocado la pureza, / y la pureza a mí, donde el amor. / Tacto». Los poetas dicen locuras. A veces, se hacen inalcanzables. La poesía no es negocio: lo es más la pereza, la mentira, la política hecha banana, por eso hay tanto indigente intelectual dedicado a estudiar la carrera de la verborrea y la baladronada. ¡Qué tristeza! Dice Joan Margarit, poeta, que «un viejo sabio se puede mantener, pero un viejo idiota es insufrible». Y estamos, Diario, salvo alguna soportable excepción, votando y alimentando a avispados, que no a sabios. O el pesebre de la política (19:47:28).

lunes, 6 de mayo de 2019

6 de mayo de 2019. Lunes.
TOPARSE CON EL AMOR

Amanecer brumoso, desde el 5º. Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi
-Amanecer triste, con niebla. Pero reverdece el sol y despeja la bruma, que se viste de azul. Metamorfosis del día: el desánimo se convierte en júbilo. Ayer estuve en Molina: firmando libros. Para Cáritas. En el Paseo de Rosales, donde a la entrada sigue la palmera, pero en el que se han multiplicado las alturas de las casas. Como enanitos que han dejado de serlo en un cuento de hadas. Crecen las casas y menguan las personas. Como le ocurriera a Gulliver en el país de Brobdingnag, que se encontró con gigantes. Desconozco el paisaje, y a la gente que pasa por delante de la caseta. Solo una persona se detuvo, miró, y dijo: «¡Pero si es Vicente!», y se acercó y me dio un abrazo. Me dijo ser de Javalí Viejo. Feliz, compró un libro y se lo entregó a su señora. Pensé: «Por el día de la madre». Luego vinieron otros compradores, pero desconocidos para mí, que también se hicieron con algún libro. Pepe León, el párroco de la Asunción, se llevó cuatro. Los necesitados de Cáritas se lo pagarán. Fue una tarde incómoda: los años, Diario; pero, al fin, tarde agradecida; cuando te topas con el amor, te haces paciente, sensible, perceptivo, y la alegría te invade. Un don (18:36:45).