28 de marzo de 2020. Sábado.
CON EL VIRUS
Todo Amor es sufrimiento. Catedral de Colonia. Alemania |
-Un
día más, despierto, y me doy con el virus. En la radio, en la televisión, en la
soledad. La soledad, sin embargo, acompañada de libros, no solo de novelas,
sino también de poesía, tebeos, ensayos, lecturas bíblicas. Desempolvar la
biblioteca, abrirla y que ría en tus manos. Que hable contigo. En la Biblia hay
historias de santos y de perversos, de batallas y de viajes, de dioses y de
Dios, es un libro total. En él se dan cita: la verdad y la mentira, el castigo
y el amor, la esperanza, la poesía. También, el terrible dios nacionalista y el
humano Dios universal, o el que «está sin parecer estar». El invisible, que
diría El Principito, y el que se manifiesta en el mendigo, en el pedazo de pan
que se da, en el beso al leproso, en la mascarilla que se hace en familia para
salvar a otras familias. Donde hay una pizca de honestidad y de amor, allí está
Dios. Y ahí puedes estar tú, estimado lector. Haciéndote a ti mismo la vida más
llevadera, con Dios de la mano. Si hablas con un libro, contigo mismo, o con
Dios, la soledad, se lleva más fácilmente, y no se te oxida el ingenio del
diálogo y la conversación, ni el del amor. Ah, y decirte, Diario, que si
escribo en lo que creo, es solo por ayudar, por poner un poco de azúcar en el
acíbar de cada día, por darle una salida al miedo, y explicar y explicarme un
poco lo que es el dolor (12:26:23).