miércoles, 25 de marzo de 2020

25 de marzo de 2020. Miércoles.
VIOLINES DE ORO

El sol se queda en el jardín. Torre de la Horadada.

-El sol, hoy, me da en la cara. Como ayer el agua de lluvia. Y me hace meterme en su concierto, como un instrumento más de su música, de sus violines de oro. El sol, hoy, suena a Vivaldi, es primavera. Aunque nos duela el coronavirus, sus terribles zarpazos, sus mordiscos fatales. Pero con Vivaldi tocamos la esperanza. En la Casa Sacerdotal, donde vivo, todo parece ir bien, no ha habido hasta ahora ningún caso de esta peste agorera. Encerrados en nuestras habitaciones, cuidados por unas mujeres con alma de madres (ángeles), unos leen, otros escriben, otros tiran de su vejez con dificultad, otros hacen bucles de sueños con su juventud, pero todos rezamos. Rezar es entrar en la aventura de Dios. Andar con sus pasos. Poner a Dios en tu boca y que diga poemas que a veces no entiendes. Pero que siempre, Diario, son brisa, amor que late, libertad que vuela, esperanza  (18:42:56).

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