7 de abril de 2023. Viernes.
VIERNES SANTO: LA
CRUZ, ESCÁNDALO Y LOCURA
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En mi cuerpo, la cruz de Jesús. Colina de las cruces. Vilna, Lituania. |
-San Pablo decía: «Nosotros predicamos un Cristo crucificado, escándalo para
los judíos, locura para los paganos, en cambio para los llamados, lo mismo
judíos que griegos, un Mesías, que es maravilla de Dios y sabiduría de Dios». Hoy
es el día de ese Cristo crucificado: cosido a la cruz con clavos para no huir y
los brazos abiertos para abrazar siempre, y que será eternamente una locura
latente, infinita, de amor. Los clavos hincaron mis pecados al madero de la
cruz, y ahí quedarán, ensangrentados y vivos para toda la eternidad, como
inquietante recuerdo de lo que fui. Desde entonces, no vendrá Dios diciéndome:
«¡Pecaste!», sacando a la luz la lista interminable de mis pecados para
condenarme; por el contrario, mirando a la cruz, dirá: «¡Perdonado!», y allí
verá ensartados mis pecados, que fueron lavados con la sangre de Jesús –el
Cordero degollado, como lo nombra San Juan en el Apocalipsis–, lavados y
borrados. Desde entonces, mis pecados serán cruz, clavos, corona de espinas,
sangre, soledad, escándalo, locura…; en definitiva, Amor. Porque, como sigue
San Pablo: «La locura de Dios es más sabia que los hombres y la debilidad de
Dios más potente que los hombres». Con San Pablo sé que, en mis pecados, estoy «crucificado
con Cristo» (Gal. 2,19), y que «llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús» (Gal 6,
17). Cuando miro a Jesús crucificado, lo veo llevando «en mi cuerpo la muerte
de Jesús» (2 Cor 4, 10). De esta manera: «La muerte actúa en nosotros, mas en
vosotros, la vida» (2 Cor 4,12). Yo, Diario, me he limitado a escribir lo que
dice San Pablo, que es, con la firma de un seguidor-predicador de Dios, palabra
de Dios. Y en esta palabra, amigo, pongo mi esperanza: es la sabiduría de Dios,
que se dejó herir y morir por mí (12:09:06).