miércoles, 4 de septiembre de 2019

3 de septiembre de 2019. Martes.
LUGAR DE ÁNGELES Y DEMONIOS

Camino de Monzabique... F: Vida Nueva

-En la cabeza, ese lugar de ángeles y demonios, de palabras líricas y feas palabras, de manzanas y Eva, se acumulan las ideas como en un bolso las cerezas, todas ellas hechas un montón, en confusión. Pero presentan un desorden ordenado; es decir, perfecto. Y hay que ponerse a elegir, a tomar esta y dejar aquella, o al revés, gustar aquella y renunciar a esta. Y es difícil. Pues, como a un hijo, a todas se les llega a tener cariño. Es verdad que a unas más y a otras menos, pero todas te tocan el corazón, y todas te roban un cacho de tu amor. Se trata de ideas que luego hay que revestir con palabras, como la perla en su concha. Eliges la idea y le pones palabras, un maravilloso ejercicio de artesanía. ¿Qué idea elijo? ¿El hambre en el mundo o la desfachatez de la mayoría de políticos?, me digo. ¿La insensibilidad de los ricos, o los fascismos que llegan, sean de izquierdas o de derechas? ¿La explotación infantil o la maldad de los déspotas? ¿El paro que vuelve o el viaje del Papa a Mozambique, Madagascar e isla Mauricio? Le doy vueltas a las cerezas de las ideas y no sé cuál elegir, sin embargo para todas hay palabras, plenas de luz, o cargadas de miseria. Me seducen las ideas que aportan algo positivo a la vida, y la llenan de esperanza. Me inclino, pues, por el viaje que el Papa inicia hoy de nuevo a África, donde reinan los caciquismos y las violencias más inhumanas, y para los que propone como solución la denuncia del evangelio, que siempre será denuncia amorosa y de justicia, de confraternización y de mano tendida, de mirada abierta y pacífica, y donde vuelan las palomas (18:01:03).

lunes, 2 de septiembre de 2019

2 de septiembre de 2019. Lunes.
GUERRA Y HAMBRE

60 años de piedad, y amor. F. FotVi

-Guerra y hambre son dos palabras que se dan la mano, y que conviven juntas, como la raíz en la tierra, como la sed y el desierto. La guerra trae el hambre y el hambre ayuda a la guerra a matar. Ambas palabras se conjugan perfectamente; pero no en esta ocasión. No es lo mismo guerra y hambre, que «guerra contra el hambre». Esta última es una guerra pacífica, no de flechas u obuses, no de odio y sangre, sino de voluntades sacrificadas que dan un pedazo de pan o ponen una tienda en el desierto. En esta guerra actúa la mano de Dios y en la otra el odio y la avaricia, corresponsales del mal –¿demonio?– en el mundo. Hablo de Manos Unidas, la organización nacida al calor de las mujeres de Acción Católica, que, en épocas difíciles, declaró la guerra al hambre. Hace 60 años de este acontecimiento, que nació en la Iglesia y que sigue insistiendo en el amor al prójimo; el prójimo que, como en un cenagal de soledad y miseria, de pavor y soledad, vive en la pobreza y en la injusticia. Se trata, Diario, de llegar hasta el origen de esta iniquidad –la indigencia, la penuria, la estrechez, la miseria…– y vencerla con «la comprensión, la servicialidad, la amabilidad», frutos que nos vienen del Espíritu Santo. El mundo, así, cambiará para mejor (19:11:36).

domingo, 1 de septiembre de 2019

1 de septiembre de 2019. Domingo.
ÁNGEL DESPISTADO

Agua y bosque, en Salinas San Pedro del Pinatar. F. FotVi

-Los domingos me levanto con la luz del agradecimiento en los labios. Antes del primer paso, digo: «Gracias por todo, Dios», y me dispongo a vivir una vez más, como el delfín o el ave, feliz. Aunque aparezcan nubes negras o pájaros de mal agüero en el horizonte. La felicidad vence al agujero sin fondo que te persigue y al terrible miedo que da abocarte a mirarlo. Sé que hoy domingo habrá grajos y demonios en mi vida, pero también algún ángel despistado que me salve. El ángel me habla de justicia, de júbilo, de misericordia, estos valores tan efímeros hoy en la sociedad, tan poco apreciados, pero yo los acojo y reflexiono sobre ellos, y los pido para mí y para aquellos que deseen la paz en su corazón y la alegría de vivir. La alegría del niño, por ejemplo, que vive del juego y de sus sueños que andan interesados por eso que llaman el porvenir. O la paz de la paloma que bebe en un charco y luego suelta las alas para que se libren de la tiranía de la ley de la gravedad, y así, aleteando, se va por los cielos, sin dejar de mirar a la tierra donde están la comida y el nido, el amor. La tierra, tan castigada por el ser humano, y por la que claman todos los de conciencia limpia. Ejemplo, el Papa Francisco, Diario, que nos ha pedido que recemos por «los pulmones del planeta»; es decir, los bosques de la tierra, por los que respira y vive la humanidad (18:43:30).

sábado, 31 de agosto de 2019

            31 de agosto de 2019. Sábado.
LA SED Y DIOS

Oro en el agua. Torre de la Horadada. F. Fotvi

-«El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios». Es el salmo 46, que canta de esta manera tan bella el hilo de vida que es una acequia en la que corre el agua, y en la que se puede beber. Te arrodillas, metes el cuenco de la mano, atrapas un poco de agua, y, mientras caen gotas por entre los dedos, sorbes un buche y tragas, y, en el frescor que sientes en los dientes de la boca y la garganta al pasar el agua, ves el cielo allí descendido, Diario, y a Dios, como un alivio, calmando toda sed (18:44:57).,

viernes, 30 de agosto de 2019

29 de agosto de 2019. Jueves.
MENTA O YERBABUENA

Parecen alas, pero no vuelan. Torre de la Horadada. F: FotVi

-La menta o yerbabuena es una planta que ahuyenta a los mosquitos, quizá sea su olor dulzón lo que los espante. No sé. Pero sí sé, que los mosquitos, son esos pequeños Drácula que inhalan sangre y escupen picazón. Mientras beben, destilan horror, es su modo de agradecer lo que saborean. Son unos desagradecidos. Como algunas personas –digamos políticos, banqueros, dirigentes de empresa, los comparsas de las Cortes, los que se cobijan bajo la flor marchita del independentismo, cualquier prócer narcisista y caduco–, que nos chupan las ideas y valores, los sueños y los afanes, y nos devuelven, a cambio, mentiras y postureo, consignas e ideología, nada que nos salve. Nosotros les damos nuestro trabajo, nuestro tiempo, insistimos en lo positivo, en lo que nos sabe a duda –a pregunta– en la cabeza, aquello que, a pesar de los tropiezos, nos va salvando día a día. Ahí hay una ilusión, una utopía, la llama de un horizonte nuevo, revuelta con todos los problemas que surgen cada vez. Y vienen ellos, mosquitos de rostro humano, parásitos de guante blanco, y nos chupan la sangre, ese don que nos inunda y nos mantiene en pie. Y Dios, que anda por ahí, nos advierte que no creamos a estos mosquitos que siempre hablan con la biblia de la promesa en la boca, y nunca cumplen lo prometido, eso, sí, chupan hasta haber inventado la lividez, lo que marchita y envilece; es decir, nos pasan la idiotez como picazón, como bisturí que raja nuestra esperanza, y así, Diario, nos embaucan y nos roban y nos entontecen, con desconsideración y alevosía, sin hartura (11:59:52).

miércoles, 28 de agosto de 2019

28 de agosto de 2019. Miércoles.
LA AMAZONÍA

Luciérnagas en la noche. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Y la Amazonía sigue ardiendo, como una barbacoa en la que, si no toman medidas eficaces, se inmolará el mundo. Algo parecido a lo que ocurría en los hornos crematorios de Auschwitz-Birkenau donde se sacrificaba a judíos, gitanos y cristianos. El fuego dicen que es purificador, pero también destructor. El fuego, según Heráclito de Éfeso, es «una realidad de carácter poético que explica la vida y la muerte». La vida porque calienta y la muerte porque, descontrolado, es salvaje y exterminador. El fuego es alegre cuando nace en la cerilla y perturbador cuando este pequeño destello o chispazo de la cerilla se aplica al bosque, haciéndose entonces enormidad, anchura, desproporción. Es la avaricia de las gentes que echan la cerilla al bosque para utilízalo, y la codicia del bosque en llamas, que nunca tiene hartura. Es la venganza del bosque contra los que pretenden dominarlo, atarlo a sus intereses, esclavizarlo sin piedad. 72.000 focos se han contabilizado desde principios de año en la Amazonía. El fuego toma forma de dragón sin conciencia y de perversas fauces, que, con sus crueles dentelladas, lo ennegrece todo, Diario, de ceniza y caos, de penuria y muerte, de nada aterradora (19:01:55).

martes, 27 de agosto de 2019

26 de agosto de 2019. Lunes.
VESTIMENTA DE CALOR

Salida del sol, tras la gota fría. En Murcia. F: FotVi

-Día nublado, con vestimenta, sin embargo, de calor. El calor nos sigue y nos persigue. Al calor se le puede domar, pero no extinguirlo. Sin calor, sería imposible la vida. El cántico de los tres jóvenes –Ananías, Azarías y Misael–, en el libro del Daniel, insta a todas las criaturas a que alaben y bendigan al Señor. Y entre esas criaturas –con los ángeles, las aguas del espacio, el sol y la luna, la lluvia y el rocío, la luz y las tinieblas, las escarchas y nieves, los hijos de los hombres, etcétera– están el fuego y el calor. «Fuego y calor, bendecid al Señor», cantan. En el Génesis se dice de la creación, que Dios, al concluirla, vio que todo era bello y bueno. Dios se complace en su obra, la percibe llena de virtud y fineza, de geometría y perspectiva, de emoción y vuelo. El calor respira y piensa en todo lo que vive y sueña, en la ameba y el coral, en la persona y en el cetáceo inmenso. El calor extremo quema, destruye, pero el que Dios puso en los cuerpos y en las cosas, la luz de su dedo creador, repara y forja, e inventa. No obstante, Diario, marcho a buscar el agradable y acariciador semblante de un poquito de aire acondicionado, para compensar (12:32:45).

domingo, 25 de agosto de 2019

24 de agosto de 2019. Sábado.
LA RUTINA
Amanece el sol, rutina. En Murcia. F: FotVi

-Una vez que he entrado en la rutina, me dispongo a descubrirla, a hacerla mía. La rutina es hermosa, si te pones a caminar con ella, como el niño cogido de la mano del abuelo. Cogido al brazo de la rutina, me dispongo a abrir el día, y a hacer las cosas que hice ayer, y antes de ayer, y que volveré a hacer mañana y pasado mañana. Pero renovadas. La rutina me dice que rece, y rezo, con fe, después de afeitarme y tomar la ducha; la rutina me dice que desayune, y desayuno: tostada, leche y media manzana, la otra media para la cena –no es miseria, sino rutina, el rito–; la rutina me dice que escriba, y escribo: esta vez sobre la rutina, que es tema en el nunca he entrado, y me apetece hacerlo, tanto como morder un melocotón –de Cieza; la rutina me dice que lea, y leo: El llano en llamas, de Juan Rulfo, Antología Poética, de Luis Cernuda, Las Catedrales, de Jesús Fernández Santos, en ello estoy; la rutina me dice que coma y como, y que me eche la siesta, y que vuelva a escribir y a rezar, y que ande un poco, y que vea otro tanto la tele, y, que, tras santiguarme, me acueste y duerma, y lo hago. Es la rutina, que, cada día, camina conmigo, como mi Lazarillo. Perfeccionándola, vivo de la rutina. Esta bella rutina que hace que las cosas, de un día para otro, se parezcan un poco. Y que, al parecerse, las reconozcas y las ames, y, si no son ilustrativas y renovadoras, si no son audaces y resueltas, y aun rebeldes, las dejes. Pues por algo decía David Hume, filósofo, que la costumbre –la rutina– es la gran guía de la vida humana, pues siempre te acompaña, Diario, cuando sueñas y cuando duermes, cuando aplaudes y cuando lloras, es decir, cuando vives (10:51:32).

viernes, 23 de agosto de 2019

22 de agosto de 2019. Jueves.
LLENO DE CANDELA

Vuelve atrás, libremente. F: FotVi

-Salgo de la Torre con las palomas entonando mi despedida: van y vienen, y beben agua en una charca que hay en el toldo que cierra la piscina. Beben y miran: son como espías, que, sin llamar la atención, todo lo observan. Se posan, cierran las alas, miran, hincan el pico en el agua, y vuelven a mirar, y luego de haberse llenado de noticias, abren las alas y se van. Hoy he vuelto de mis días de asueto, de mis días de piscina y lectura, de mis días de rezos y escritura. He leído a Juan Rulfo, su prosa áspera y exacta, terrible, llena de realidad y misterio, casi mística. Y vuelvo alegre y lleno de Candela: su alegría, su inocencia, su sabiduría, su bondad, su gracia, sus interminables zambullidas en el agua, sus eternas sesiones de dibujos animados en la tele: Yoyo, Pepa Pi, Lazy Town, Maya, Doraemon…, y sus alegres gritos de ¡libertad! Pero para libertad, Candela, la que ahora tienes, la que no puede lastimarte, la que dices y queda en ti, con ruido, pero ilesa; luego llegará la otra libertad controlada, la que apenas te deja andar sin avisarte de que estás trasgrediendo alguna ocurrencia del político de turno o del moralista arcaico e infectado de soberbia. Vive en tu libertad limpia y no agorera, vive tu niñez de sueños y bellos augurios, donde todo parece brotar de un lindo dibujo de la tele. Dile a Candela, Diario, que su niñez de ahora es su libertad verdadera, su tiempo de la sorpresa, de la fascinación, de sus risas desbocadas, de su hermosa locura de niña buena y avispada, inventora de alegrías nuevas, de hazañas inverosímiles, luminosas, sin fanatismos, de libro que abres y lees por primera vez. Seducción (13:07:11).

miércoles, 21 de agosto de 2019

20 de agosto de 2019. Martes.
NAVIDAD ES AMOR

-Precavido, ya preparo la felicitación de Navidad. Es, como siempre, un sencillo poema donde aparece la oscuridad y la luz, y en el que la nieve arde. Cuando aparece el amor, se repliegan las sombras y surge el bien, y es vencido el mal. Recuerdo que estos poemillas los empecé a componer allá por los años 80, concretamente en el 1984, cuando la familia Cuadrado me pidió que les hiciera un relato escenificado del Nacimiento, para representarlo en familia, y me salió El Retablo del Portal Iluminado, como un gozoso acontecer de pastores, zagales, estrellas, y María, y José, y el Niño, que nace, cuando, entre los asistentes –en el mundo–, brota, espontáneo, como una florecilla celeste, el Amor. Entonces nace, no antes, solo cuando el escenario se llena de abrazos y risas, y, si se les vienen a los labios y estos desean ser dichos, expresados, los besos. Los besos, que son alegría, donación, reconciliación, humildad, prestación. Y, Diario, ahí empezó todo. Luego, en San Pedro del Pinatar, el año 1995 continué con este modo llano y eficaz de evangelizar, sin textos de teología, sin artilugios enrevesados, solo con el arma del villancico y su lírica pobreza, con su aval de tradición, y, así, hasta ahora, pues aún sigo en la brecha, componiendo estos versos de orfebre –virguería– que es el villancico, siempre a la espera de Dios, y de sus noticias, tan silenciosas, a veces (11:17:35).

lunes, 19 de agosto de 2019

19 de agosto de 2019. Lunes.
NADA QUE DECIR

Sillas vacías, sin nadie que las use. Torre de la Horadada. F: FotVi 

-Apenas tengo nada –o muy poco– que decir: solo que se ha marchado mi familia y todo se ha hecho silencio. Un silencio estremecedor, el silencio que precede al llanto. Pero no lloro, el llanto son lágrimas, y yo me las guardo en mi interior para poderlas hacer más tarde recuerdo y sonrisa, y esperanza, tal vez. La Torre, sin mi familia, es una vela que se ha apagado, una soledad que ha adelgazado, es el titiritar de la ofuscación. Miro y no hay nada, hasta los pájaros se han ido, el silencio se los ha tragado. Siempre, tras la soledad, queda el silencio; la nota musical que no se oye, el mirar y no ver, el saludar y que no te respondan. Dices ¡ay! y, al otro lado del ¡ay!, queda el rumor de algo que has dicho, pero que se ha perdido en la inmensidad del espacio. Sin la familia, todo es turbación y carencia, susto, encontrarte mirando al vacío, donde, sin embargo, Diario, queda el eco de los bellos momentos vividos, que, de vez en vez, se van repitiendo, como una hermosa e íntima y feliz película de tu vida (19:22:35).

domingo, 18 de agosto de 2019

17 de agosto de 2019. Sábado.
CANDELA Y SUS PINTURAS

Paisaje con mariposas, Candela. F: FotVi

-Candela termina uno de sus cuadros: un paisaje, con flores y mariposas, inspirado en sus travesuras y sus hazañas líricas, juguetonas, maravillosamente infantiles. Cuando pinta, celebra sus juegos, sus sueños volátiles, sus fantasías pitufianas y principescas. No piensa, solo intenta hacer castillos en el aire, y los colores los va colocando según le dicta su espontaneidad. Es un Van Gogh sin modelar, arbitrario, impulsivo, bellamente incorrecto. La imaginación vence a la gramática de la estética, no ofrece líneas, ofrece sensaciones, impulsos, como toda su niñez. Después vendrán las normas y las coacciones, pero ahora es pura espontaneidad. Libertad, enigmas. Sus azules son tormentosos y las mariposas no vuelan, solo están, es como si contemplaran su corazón de niña que dice cosas incomprensibles, pero bellas, y sin alterar el orden y su paz interior, paz que es un ave que se asombra de volar. Ya seguiré contándote cosas de la pintura de Candela, Diario, cosas de pincel y virguerías ilógicas, pero de una clara, liberada y festiva hermosura (19:18:16).

viernes, 16 de agosto de 2019

15 de agosto de 2019. Jueves.
AZUL SORPRESA

Entre azules, asciende el azul. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Celebrar la Asunción de la Virgen, es como mirar al cielo y quedar enganchado en el Azul. Primero la mirada, luego el sentimiento, y, por fin, la razón. El corazón habla en azul, que es distinto de hacerlo en rojo –guerra–, o en negro –muerte. O en morado, delirio. Para mirar, me quedo con el azul, que es color de fidelidad y confianza. De iluminación. Color que toca lo divino, y lo hace humanidad. El azul hace que Dios vea la tierra como un lugar habitable para su gracia y su mano tendida. Es el amigo Azul que llega al azul, y lo redime de sus imperfecciones. Dios elige para vivir antes de nacer como su casa el azul del vientre de María, como un temblor inexplorado de virginidad, lugar para el reposo y para armarse Dios-hombre entre los hombres, y poder así morir y de este modo redimir. Dios no podía morir, pero el Dios-Hombre, sí, y fue lo que hizo, después de, obedeciendo al Padre, nacer de María. Luego, cuando la María murió, fue ascendida al cielo por voluntad de Dios, como el que aspira el amor en un beso, como el que toma a la Madre amada y la acomoda junto su Ser divino. Quien puso su carne al servicio del Hombre-Dios, no podía caer a tierra y ser allí condenada a la corrupción, al gusano, al pavor de la negrura. Así que se hizo el vuelo azul de su cuerpo hasta Dios. «Profundiza en columna que no cesa, / se nos va, se nos pierde, pincelada / de espuma azul, en el azul sorpresa». Es Gerardo Diego, haciendo que las palabras digan lo que el sentimiento enuncia: María, Diario, «pincelada de espuma azul, en el azul sorpresa»; allá, un Azul, el de María, se pierde en otro Azul, el de Dios (18:17:22).

miércoles, 14 de agosto de 2019

13 de agosto de 2019. Martes.
O ESTALLA

Mirando la libertad, en la Torre. F: FotVi.

-Fuerte viento de Levante y cielos cubiertos. Nos da un respiro el calor, se amansa el termómetro. Se domestica la fiera. Y llovizna. A las 12:30, llovizna. Como en un bautismo precioso, el cielo bautiza a la tierra reseca. Luego, un gran chaparrón, y la paz. A media tarde, se calma el viento y, cabalgando por el espacio, aparece el sol. Vestido de luz, alardea de su poder, y nos empieza a dar su calor, eso, sí, con precaución. Porque el poder precavido –prudente– es doble poder. El poder absoluto embrutece y paraliza, el poder prudente alienta y hace personas libres. Decía Tierno Galván, que «el poder es como un explosivo, o se maneja con cuidado o estalla». Y el estallido del poder es demoledor, se convierte en guerra, en un Hitler contra el mundo, en un «yo» contra toda razón. Es mi «yo» al que convierto en arma arrojadiza, en verborrea incendiaria. Siempre me han asustado los discursos del poderoso, porque son gritones, como si de su boca brotara una estampida de perros rabiosos, con mentiras infecciosas y mal intencionadas. Delirantes. Con las palabras de fuego, tapan las debilidades de la hoguera. Nadie que ostenta el poder se acuerda de lo dicho por Víctor Hugo: «Todo poder es deber». Así el poder, Diario, se hace virtud y no delirio, ejercicio para el bien y no para la negra opresión, lira y no arco para las  flechas, liberación (18:07:20).

martes, 13 de agosto de 2019

11 de agosto de 2019. Domingo.
ALELUYA Y AMÉN


Sor Matilde, la religiosa que me enseñó las primeras letras. En Molina.

-Hoy, domingo, rezo y leo, sin cansancio, con emoción de principiante. Digo aleluya y amén, apertura y fin de toda oración. Comienzo por el aleluya, que se entona para expresar la alegría y la alabanza, y concluyo con el amén, que es el himno del acatamiento, del respeto. Aleluya, pues, por el pájaro, por las gotas de agua que en este momento caen, por la laboriosidad de la hormiga, por el color y el aroma de la flor; y el amén, por la fe, que hay veces que entra en noches oscuras, cargada de silencios, los silencios de Dios, en los que apenas se adivina si es suyo el clamor callado de esos mismos silencios. Y leo a Azorín, su prosa concisa y clara, blanca, que habla de su amor a España, un amor sincero, sin espectadores, amor que nace en el corazón y en el corazón se queda, como la semilla, que, en tierra, siempre es posible que florezca. Hoy, domingo, pues rezo y leo, Diario, y me baño, y, gozoso, celebro mi júbilo, es decir, mi avanzada edad. Jubilación (11:03:54).

lunes, 12 de agosto de 2019

10 de agosto de 2019. Sábado.
LA CHABOLA

En el principio, fue la cueva, o la chabola antigua. F: De los periódicos.

-Después de una noche de sueño hilvanado, sin sobresaltos, entro en otro día caluroso, sin piedad. El aire viene como vaho caliente, más suave aquí, junto al mar, y más extremo en la capital, donde estremece el silencio de las calles al mediodía, cuando aplasta la canícula. Al mediodía las calles callan, y se detiene la circulación, y solo un perro solitario se atreve con el silencio y con la lengua fuera que alienta su jadeo, y su necesidad de compañía. El perro también siente que la soledad lo aplasta. Como a esas 60 personas que viven bajo los puentes de la M 30, en Madrid, sin luz y entre periódicos, como noticia que no se escribe. Con la pobreza y la adversidad a cuestas, estas gentes viven el día a día de lo que perciben por su trabajo de pedir –el pedir también es un trabajo. «Mi vida es la chabola y pedir limosna. Llevo 3 años así», dice una anciana de 70, a la que le asalta a los ojos la tristeza. Y así 59 personas más, con moscas y calor, y la desconsideración de la mayoría, que los ven como unos intrusos sin moral, vagos, pedigüeños, y sin otro oficio, Diario, que el de vagar. Tristemente, así los ven (10:27:30).

martes, 11 de junio de 2019

9 de junio de 2019. Domingo.
ALAS DE LIBERTAD

El Espíritu es fuego y palabra. Murcia. F: FotVi

-Fiesta de Pentecostés: el Espíritu Santo baja a tu casa y la habita. Y la enciende. La enciende con el fuego que dio alas de libertad a los apóstoles. Aquellas alas que volaban en las palabras, y en la fuerza de sus miradas. Los apóstoles encendidos e incendiarios. Daban la gran noticia, pero acusando: «El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole de un madero». Sin pelos en la lengua. Los  que unas horas antes estaban escondidos por miedo a los judíos, ahora parecen beodos –decían algunos de los que los oían–, por la fuerza con que hablaban, por el fuego con que ardían –¡y restallaban!–sus palabras. Estas palabras daban en los oídos y explotaban dentro, en el lugar donde se encuentra la conciencia, como trozos de Espíritu Santo que incineraran y transformaran. Es el día, pues, de decir las cosas claras, de poner los puntos sobre las íes de la liberación, y de hacer visible esta liberación. «Id y predicar», les dice el Señor, y ellos obedecen. Y hablan primero en Jerusalén, y, luego, el eco de esa palabra llega hasta los confines del mundo. Usan la palabra como vehículo de Dios. Dios, encerrado en la palabra, constreñido en unas sílabas, pero desde las que se abre al mundo, para que todo tenga vida en la fe. O la vida de Dios en las cosas, para que las cosas brillen y, con su luz, Diario, nos devuelvan a Dios (19:14:07).

sábado, 8 de junio de 2019

8 de junio de 2019. Sábado.
UN DOS TRES

Luna escondiéndose, con miedo. Torre de la Horadada. F: Fotvi

-Sin quererlo se me están difuminando las fantasías, los bellos espejismos de la juventud. Aquellas noches de ensueño y risas, unos sentados, otros de pie, y los niños tirados por el suelo. Ante la mágica y didáctica televisión en blanco y negro, llena, sin embargo, de colorido y sugestión. Eran tiempos en los que apenas había unas pocas televisiones en el pueblo. No agolpábamos todos donde nos dejaban, benévolamente, y allí nos llenábamos de espectáculo. El artífice de todo ese juego, el inventor de la tele del entretenimiento y del bello aquelarre para niños y mayores, era Chicho Ibáñez Serrador, que ha muerto. A los 83 años, deteriorado el cuerpo pero fluida y despejada de cabeza. Con su Un Dos Tres, en el que la calabaza Ruperta incordiaba y Don Cicuta, con su barba a lo Valle Inclán y su campana, trataban de ahorrar, y las azafatas, con sus gafas enormes y sus minifaldas exiguas, casi decorativas, divertía y enganchaba a la tele a chicos y mayores, y daba felicidad en tiempos de dificultades y escaseces. Hizo otras cosas, como aquellas Historias para no dormir, que, tras su visión, nos íbamos a la cama con los miedos metidos en el cuerpo y sospechando, con recelo, de cualquier sombra o ruido que nos saliera al encuentro. Ha muerto un gran inventor de quimeras e ilusiones, descanse en paz. Si me lo permites, Diario, un servidor, agradecido, rezará por él, porque me hizo llorar y reír, y soñar, y sobre todo, volar (18:58:11).

viernes, 7 de junio de 2019

7 de junio de 2019. Viernes.
EL CASTILLO DE LA FELICIDAD

Bailando la alegría, en Murcia. Belén del Obispado. F. FotVi

-Si yo canto, canta el día; si yo me lamento, llora el día. Es el salmo que siempre recito al abrir los ojos, tras el sueño, y que acabo cantando. ¿Para qué emborronar el día con una mirada triste?, me digo. ¿Para qué poblarlo todo de pájaros oscuros? Y entonces ocurre que, pensando en que puedo hacer feliz la vida de los otros, río, y miro al frente como si fuera a conquistar el castillo de la felicidad. Aunque haya cosas que me entristezcan, como el silencio de Dios, a veces, o la verborrea de los mortales, siempre. Sobre todo en las tertulias políticas o de fútbol. ¡Qué cansancio, qué hartazgo! Entonces pienso en los hermosos silencios de Dios, tan concisos y, sin embargo, tan elocuentes. En el interior de uno, Diario, Dios habla silabeando silencios, callando palabras, que, con la experiencia, se llegan a descifrar, y no molestan, tan de brisa son (18:00:00).

jueves, 6 de junio de 2019

6 de junio de 2019. Jueves.
SE ACERCA EL AMOR

Amenazar con el amor, El Roto, en El País. 

-Apenas me toca nada –salvo el hecho de ser persona– y me ha herido con alevosía la muerte de la niña llamada Noa. Noa Pothoven. 17 años echados al sumidero de la muerte, por voluntad propia. Dejó de alimentarse, y escribió su propia sentencia de muerte: «Dentro de diez días a lo sumo voy a estar muerta». Cría liberarse así de su sufrimiento, de su angustia, de su temor a seguir viviendo. Ella misma había dejado escrito en su libro Ganar o perder: «Revivo el miedo y el dolor todos los días. Estoy siempre asustada, en guardia. Aún siento que mi cuerpo está sucio». Había sido violada varias veces, y no encontraba razón para seguir viviendo. Sin recursos estatales ni, por lo visto, familiares, se dejó ir por el resbalón pavoroso y triste de la muerte. La muerte, que es irse una vez y no volver nunca. O entrar en el silencio de las cosas, sin haberlas vivido, sin haberlas dicho, pues, en el decirlas, a veces, se acercan al amor. «Estoy siempre asustada», escribió. ¿También de sus padres, de tantos amigos quizá, de sí misma al mirarse en el espejo? ¿Tanto daño le hicieron? ¿Tanto, que ni siquiera el amor de la madre la pudo sacar de su horror, del abismo en el que había caído? Yo no juzgo; solo pido que estemos más cerca del que sufre, que enjuguemos las lágrimas del llora, que recemos sin ira por el avasallado, tratando de curar sus heridas, también las sicológicas; es decir, las que llagan el alma, que son las que menos se ven y las que más duelen. Un servidor, Diario, con lágrimas de hombre creyente, rezo por Noa, para borrar, para lavar, en lo posible, su pecado, si es que lo hay. Dios, como diría Borges, nos ha amenazado -desde el amor- con la inmortalidad, a la que Noa se ha encaminado (18:38:33).