20 de octubre de 2019. Domingo.
ALELUYA, Y AMÉN
Peldaño a peldaño, casi tocando el cielo. Torre de la Horadada. F: FotVi |
-El domingo es aleluya,
y amén. Domingo, o resurrección; es decir, aleluya. Y amén, o aceptación; y la razón
es que creo en lo que dicen las Escrituras. Lo creo e intento vivirlo, aunque,
como diría San Juan de la Cruz, en medio de noches oscuras, lóbregas, pero de
«amores inflamado». Y así, sucede que amo a Dios, con ternura, y al prójimo, como a mí mismo, con
piedad. Del mismo modo que tengo, a veces, piedad de mí, la
tengo de igual modo del prójimo. En mi juventud era más del dogma; ahora soy más
del que, como Jesús, toca al leproso y le manda no decirlo a nadie. Es decir,
soy más humano, pues, con la tierra entre los dedos, intento tocar a Dios, y se
deja, como al amigo al que acaricias, humilde y con ojos de misericordia, haciéndose,
Diario, como en Belén, Dios de la pobreza (18:49:42).