26 de julio de 2021. Lunes.
LOS ABUELOS DE JESÚS
LOS ABUELOS DE JESÚS
-San Joaquín y Santa Ana, los abuelos de Jesús. Qué cercano es Jesús de
Nazaret. Él, como yo, tenía abuelos, que, cogiéndolo de la mano, lo llevarían a
la sinagoga y a la fuente, y al bazar. Y, con los abuelos, aprendería palabras,
y a leer el Libro de la Ley, y a respetar al prójimo y la naturaleza. Los
abuelos son el primer catón, el primer libro abierto que leen los niños: si es
buen libro, aprenden el bien, si malo, se inician en el mal. Los abuelos son la
sabiduría vivida, no sólo aprendida. Saben y hablan de lo que la vida les ha
enseñado, quizá también los libros, y conversan sin causar cansancio, dejando
que el niño sea niño, y haciéndose ellos como niños. No son profesores, solo
son mayores que, al fin, han llegado a ser como niños. La célebre frase del
evangelio «hacerse como niños», Jesús la aprendería, sin duda, de sus abuelos. El
abuelo, para enseñar al niño, deja de ser mayor y se hace asombro que mira y
manos que juegan, y, mientras mira y juega, enseña. Decía Victor Hugo que hay
padres que no aman a sus hijos; pero que no hay abuelo que no adore a sus
nietos. El abuelo es el sabio que hace trastadas con el nieto, para decirle lo
que no hay que hacer. El abuelo juega con el nieto a que el nieto sea sabio, y,
a veces, lo consigue. Sería hermoso saber, Diario, qué aprendió Jesús de sus
abuelos Joaquín y Ana; en Nazaret, se lo pregunté a una fuente y, cuando me lo
iba a decir, me llamaron para la comida y no lo pude oír; quizá la próxima vez (12:27:25).