15 de julio de 2021. Jueves.
CAMPO DE ESTRELLAS
CAMPO DE ESTRELLAS
-Abro el libro de mi vida y lo veo un poco más usado, más ajado. Más contemplativo.
La cierro en la noche y lo abro al amanecer. Entre el ocaso del sol y su
salida, pongo el sueño como guarda página, para no perderme. Por la mañana,
abro el libro, me santiguo e inicio la tarea –a veces triste, pero siempre
hermosa– de vivir. Escribir páginas nuevas en un libro viejo, siempre es,
aparte de complicado, alentador. Es como dejar salir palomas de los dedos,
palomas nuevas para dedos viejos. En todo libro que leo suelo dejar notas, que
hablan de mi estado de ánimo, o del significado de palabras que desconozco, o
de la trama que recorre el libro como el zigzag de un relámpago. Nunca digo
este libro es malo; a lo sumo digo me gusta o no lo he entendido. Hace poco leí
El retorno de la Espada, de Francisco
Javier Illán Vivas, un prodigio de imaginación y fantasía. Me divertí, aunque
me metió en miedos. Antes de que sea vencida la demoniaca Lilith, hija del mal,
son muchos los que caen. Pero final feliz. Ahora he vuelto a los Cuentos completos de Alejo Carpentier.
Los acontecimientos de Cuba, me han traído a él, cubano de La Habana. Su estilo
es prodigioso y único, minucioso, como un retablo barroco, bellísimo. Ando con
el titulado El camino de Santiago. El
camino, metáfora de la vida, Diario, que concluye en el Campo de las Estrellas,
donde se hallan el descanso y la felicidad; y –experiencia– la risa de Dios
(13:31:39).
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