24 de enero de 2014. Viernes.
LIMPIEZA
¿Copos de nieve?, en el jardín. F: FotVi |
-Hoy toca limpieza, es un modo de hacer que lo viejo o arqueológico parezca
joven y que disimule así lo que tiene (sin que sea peyorativo) de patriarcal y
longevo. La limpieza huele bien, como la hierba cortada. Hay veces que entre lo
viejo y lo nuevo sólo se interpone el olor; oler a viejo, decimos, y entonces
se piensa en polvo, en polillas, en libros en hilera y firmes en una biblioteca,
adiestrados para el silencio; u oler a joven, y todo es lavanda y floración, alegría
de respirar hondo y exclamar ¡ah!, como si se aspirara un modo de felicidad. Es
la alegría del buen olor; hasta oler a santidad se dice cuando se huele a
virtud. Quien huele a virtud, huele a algo de Dios, decimos, y, sin saber a qué,
advertimos, sin embargo, que no solo no sabe mal, sino que reconforta. Oler a
santidad es percibir la paz, la piedad, lo humilde, el saber que no hay traición,
que ahí se halla lo amistoso, que se puede escuchar y que te escuchen, que es
palpable la libertad, y el amor… Hoy ha tocado limpieza; Iván y Carmen han
dejado la casa como los copos de la nieve, que decía mi madre; tanto, Diario, que,
cuando ellos se han ido, he tenido que apartar la nieve de la puerta para poder
salir y entrar a casa. Bueno… (20:32:48).
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