4 de noviembre de
2018. Domingo.
ASÍ
ES
Amén en la Cruz, puente de Carlos. Praga. Chequia. F: FotVi |
-Puedo decir amén y estar pensando en negativo. Todos
sabemos lo que significa amén: «así es», o «así sea». «Así es», un acto de
afirmación; «así sea», un acto de deseo. ¡Cuántas veces ponemos la palabra amén en nuestra boca! Sin cuidado, sin
luz en la labios, solo por inercia, como se te escapa un no un sí en un
instante de descuido, desganado. Si digo amén,
he de poner en la palabra mi fe y mi decisión, mi rebeldía y mi dolor, mi
alegría, todo mi ser. Si toda plegaria acaba con un amén, es que el amén es
parte de la plegaria, es el epílogo, la conclusión de la oración, el sí –o el
deseo del sí– a lo que se ha dicho, como el que remacha un clavo. El amén,
Diario, debiera ser el «He aquí la esclava del Señor…» de María. Amén, o el «aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad»,
del niño Samuel (19:14:26).
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