-«Hacer visibles a los invisibles», dijo la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, ante la visita del papa Francisco a esta isla italiana hace años. Europa, que es un extenso tratado de generosidad también lo es de hipocresía, no ve lo que no quiere. Los invisibles son los que, buscando una vida mejor, abandonan África y se encaminan en patera a Europa, dejando la vida a menudo en el camino del mar. Ese mar de olas y abismos, de odiseas y eneidas. A Lampedusa (a Europa), y en demasiadas ocasiones, sólo llegaban cadáveres, y cuando los dejaba ir el mar. Es el peaje que paga la pobreza por un sueño de esperanza. Soñar no cuesta dinero, suele decirse, y es verdad; pero, si vienes de la pobreza y te echas al mar soñando en un mundo mejor, puede costarte la vida. ¿Y en qué consiste el sueño? Sólo en salir de la pobreza. La pobreza es un laberinto (y con Minotauro y todo) en África y en el que no hay hilo de Ariadna que te pueda mostrar la salida. Para la pobreza de Teseo en África, parece no haber salvación. Hasta que llega el sueño: saltar a Europa, la rica, y poder así vivir con dignidad. Pero Europa, que es rica, también es insolidaria. En Europa se habla de derechos humanos, pero sin señalar para qué humanidad. Desde luego no para los africanos que tratan de eludir los abusos y la miseria de sus países de origen ni para los refugiados de Oriente Medio, que huyen de la guerra. El papa Francisco, en Lampedusa hizo una pregunta a Europa: «Caín, ¿dónde está tu hermano?» Y Europa no contestó, o lo hizo con una sacudida de hombros y diciendo lo de: «No sé. ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?» Abel muere y la indiferencia lo cubre con su manto de impiedad. Hacer visibles a los invisibles, porque, como diría Aldous Huxley, nada deja de existir porque se le ignore. Dios, Diario, también está en la pobreza, y se hace visible en el pobre, en su menguado equipaje (09:54:16).
sábado, 13 de agosto de 2022
-«Hacer visibles a los invisibles», dijo la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, ante la visita del papa Francisco a esta isla italiana hace años. Europa, que es un extenso tratado de generosidad también lo es de hipocresía, no ve lo que no quiere. Los invisibles son los que, buscando una vida mejor, abandonan África y se encaminan en patera a Europa, dejando la vida a menudo en el camino del mar. Ese mar de olas y abismos, de odiseas y eneidas. A Lampedusa (a Europa), y en demasiadas ocasiones, sólo llegaban cadáveres, y cuando los dejaba ir el mar. Es el peaje que paga la pobreza por un sueño de esperanza. Soñar no cuesta dinero, suele decirse, y es verdad; pero, si vienes de la pobreza y te echas al mar soñando en un mundo mejor, puede costarte la vida. ¿Y en qué consiste el sueño? Sólo en salir de la pobreza. La pobreza es un laberinto (y con Minotauro y todo) en África y en el que no hay hilo de Ariadna que te pueda mostrar la salida. Para la pobreza de Teseo en África, parece no haber salvación. Hasta que llega el sueño: saltar a Europa, la rica, y poder así vivir con dignidad. Pero Europa, que es rica, también es insolidaria. En Europa se habla de derechos humanos, pero sin señalar para qué humanidad. Desde luego no para los africanos que tratan de eludir los abusos y la miseria de sus países de origen ni para los refugiados de Oriente Medio, que huyen de la guerra. El papa Francisco, en Lampedusa hizo una pregunta a Europa: «Caín, ¿dónde está tu hermano?» Y Europa no contestó, o lo hizo con una sacudida de hombros y diciendo lo de: «No sé. ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?» Abel muere y la indiferencia lo cubre con su manto de impiedad. Hacer visibles a los invisibles, porque, como diría Aldous Huxley, nada deja de existir porque se le ignore. Dios, Diario, también está en la pobreza, y se hace visible en el pobre, en su menguado equipaje (09:54:16).
jueves, 11 de agosto de 2022
HILO DE MANANTIAL
miércoles, 10 de agosto de 2022
COSA DE ÁNGELES CAÍDOS
Rojo amamanecer hoy en Murcia. Casa Sacerdotal. |
martes, 9 de agosto de 2022
MATAR EL TIEMPO
lunes, 8 de agosto de 2022
BARRO Y SOPLO PUESTOS EN PIE
domingo, 7 de agosto de 2022
7 de agosto de 2022. Domingo.
ESPERANZA
ILIMITADA
Será fruto, deleitoso. Torre de la Horadada. Alicante. |
-Domingo con calor, y pájaros, y alguna rosa en el rosal. Un día más que nos recuerda la resurrección del Señor. Recordar es volver a vivir: es encontrarte con el pasado, haciéndolo vida –con vibraciones– en el presente. La fe se apoya en los acontecimientos, en las promesas del pasado, pero mirando al futuro, a lo que viene, a lo que está por llegar, el gran Amor. «La fe cristiana –leo– es una esperanza ilimitada.» Con la fe, «el creyente, más que creer, espera.» La fe es la piedra, la base, en la que se apoya la columna, la esperanza, para ir creciendo, elevándose, conquistando espacios celestes. La fe es un adviento ininterrumpido, perseverante, que pone en pie a la iglesia y la hace dar pasos, hasta que llegue el día. Dice la carta a los hebreos: «La fe es seguridad de lo que se espera.» Mientras la esperanza vuela, la fe se hace brote de agua en la seguridad de la roca, y corre manantial. El agua del manantial moja la tierra, da en las raíces y las hace flor y fruto –asombro y sonrisa– en el árbol. La espera del invierno da sus flores en la primavera; como la fe da amor, o el trigal, espigas. San Agustín escribía bellos axiomas con el fin de explicar lo que es la fe, que conduce al amor. «Cuando el amor crece dentro de ti –decía–, la belleza también crece, porque el amor es la belleza del alma». Fe y esperanza, hasta dar con el Amor, al que aguardamos, Diario, como la fruta en el árbol, para morderla y gustarla, con deleite (17:59:49).
sábado, 6 de agosto de 2022
6 de agosto de 2022. Sábado.
RELATIVISMO, O EN LA CUMBRE DE UNA RAMA
RELATIVISMO, O EN LA CUMBRE DE UNA RAMA
-El relativismo: o el pájaro perdido que no sabe adónde ir. ¿Al Norte o al Sur? Se equivocó la paloma, se equivocaba, dice Alberti, el poeta. ¿Alberti relativista o la paloma? Es el caso que, ya fueran relativistas él y la paloma, ésta se perdía. ¿O se perdían los dos, ella y él? ¿O él en ella? Se perdían. Creer que el trigo es agua, no es relativo, es equivocarse. O que el mar es cielo. Ya en la antigüedad, Protágoras se equivocaba: creía que el hombre era la medida de todas las cosas. Creyó, como la paloma, que eran rocío las estrellas, o la calor, la nevada, cuando otros (Sócrates y Platón) le decían que no. No puede haber tantas verdades como individuos: porque el no y el sí se confundirían. O el blanco y el negro; o la fe y la increencia. Hay verdades absolutas y universales, como el valor de la justicia o el de la libertad. O el de la vida y la misma realidad. Si todo es relativo, el mismo relativismo también lo es. Hasta llegar a hacer pensar a la paloma que «tu falda era tu blusa; / que tu corazón su casa». Se equivocaba. Hallar la verdad; ése es el problema. Pero será imposible desde el relativismo, pues asegura que no hay verdades, sólo opiniones. ¿Dónde está ahora mismo el relativismo, la paloma que se equivocaba? Perdida la ideología, la progresía y el posmodernismo se apuntan a la paloma que se equivocaba y creen que el trigo es agua y el mar el cielo. O la levedad del acertijo sin razonamiento. Quien dijo: «Dios es amor», no se equivocaba porque el amor es verdad universal, así como lo es el odio. Sólo que el amor está en Dios y el odio al otro lado de Dios. No todo es relativo, Diario; lo razonablemente cierto no es relativo. Y afirmar que Dios es amor, es algo razonable y hermosamente cierto. Así, Diario, la paloma no se dormirá en la orilla, ni «tú, en la cumbre de una rama» (17:30:13).
viernes, 5 de agosto de 2022
5 de agosto de 2022. Viernes.
EN EL « ¡AY!», Y
EN LA PAZ
Cristo en la Casa de la Virgen María, en el monte Bülbül. Turquía. |
-Leo una encuesta y me deja absorto, con pasmo de liebre sorprendida; en un mundo como el nuestro, donde parece que Dios se ha tomado unas vacaciones entre las gentes del intelecto y la fanfarria, y las del poderío, la encuesta, sin embargo, da a Dios como el nombre más oído de todo lo existente y por existir, de todo lo habido y por haber. Ni Sánchez ni el Diablo, ni su arma letal, el dinero, ni la política: Dios. Una encuesta extraña: Dios, muerto desde Nietzsche, es el nombre, sin embargo, que más se oye. Y en la encuesta se dice que todo lo demás, según decía Coelet (o Salomón), rey de Israel, es vanidad. Una encuesta extraña, pues ha sido hecha, según parece, entre ángeles rebeldes y ateos. Nada de creyentes. Lo singular de la encuesta es que no se ha preguntado para hacerla, sino que se ha escuchado. Se ha ido por ahí escuchando, en el infierno, en la tierra, en sus alrededores. Y lo más escuchado no ha sido ni el sonido del dinero, ni el clamor de la ciencia, ni la desnudez del silencio, ni el estruendo del caos; lo más oído ha sido la palabra Dios, unas veces para alabarlo y las más para ofenderlo; pero ahí está, existiendo y siendo desde la negación o la blasfemia, desde la plegaria, referencia de todas las cosas, como vaho o aliento del mundo, como su centro, y siendo aún grito en el pobre. Dios suena en el «¡ay!» de la desgracia y en la rabia del desesperado, en el «no» y en el quizás, en el misterio y en la duda. Dios, Diario, lo más oído del mundo, lo que más suena, ¿oyes? (17:44:44).
jueves, 4 de agosto de 2022
Acordes afinados, con la Trinidad de Dios. F: Googel |
miércoles, 3 de agosto de 2022
3 de agosto de 2022. Miércoles.
APARICIÓN
Belleza de lo sencillo, en el jardín. Torre de la Horadada. |
-Se me ha aparecido la sencillez, no derrotada ni andrajosa, sino limpia, con olor a hierba cortada, a flor de acacia, y me ha dicho: «¡Sé sencillo!»; y he preguntado: «¿Cómo?”; pero antes de responder, ha desaparecido. La sencillez es discreta y no hace ruido. Y es que hay respuestas que debe hallar uno por sí mismo, como la de qué es la verdad. «¡Sed sencillos como palomas!», oigo que me dice Jesús: y lo primero que hago es intentar despojarme del énfasis, que tan mal suena, y de la ampulosidad, su vestimenta tonta. Dios se mueve en la sencillez, y, desde la sencillez, sostiene y salva al mundo. La Providencia es humilde, no es altanera. La Providencia de Dios no se anda exhibiendo sólo en el universo inmenso, sino también en la pequeña gota de agua, que, caída del cielo, calma la sed de la golondrina y alivia la aridez de la tierra. La Providencia es el modo discreto y sabio de meterse Dios –respetando su libertad– en los asuntos del mundo. Ya lo dijo Dios: «Mientras la tierra permanezca, la siembra y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche, nunca cesarán.» (Génesis 8:22). Dios se da en la humildad del silencio y en el don de la fe, y en todo gesto de amor; en la sencillez, Diario, más exquisita (13:01:38).
martes, 2 de agosto de 2022
ACONTECIMIENTO DE PALOMAS
lunes, 1 de agosto de 2022
EL LIBRO Y SU SOLEDAD
domingo, 31 de julio de 2022
OJOS DE LUZ
sábado, 30 de julio de 2022
DÍAS CRUJIENTES, DE CALOR
viernes, 29 de julio de 2022
MORDISCO DE ESCUALO TOTALITARIO
jueves, 28 de julio de 2022
OJOS LLOROSOS DE DIOS
miércoles, 27 de julio de 2022
LAS ARMAS DE LA JUSTICIA
martes, 26 de julio de 2022
LOS ABUELOS DE JESÚS
lunes, 25 de julio de 2022
¡HOLA, SEÑOR SANTIAGO!
domingo, 24 de julio de 2022
EL TINGLADO DEL IDIOMA
sábado, 23 de julio de 2022
LAS VÍSPERAS
viernes, 22 de julio de 2022
22 de julio de 2022. Viernes.
ERA DE MAGDALA
jueves, 21 de julio de 2022
miércoles, 20 de julio de 2022
VIVIR EL HOY
martes, 19 de julio de 2022
PULPA GOLOSA
-Rezo y, a veces, lo hago distraído. Distraerse en la oración, es apartarse del significado de la palabra y hacerla sonido sólo, sin pulpa dentro, sin gajo. Trompetería, quizá. Te quedas con la vaina y tiras el grano. Trompetería de las gramíneas. La distracción en la plegaria es maltratar la palabra y casi llegar a ofender a quien va dirigida. Toda palabra, aparte de su encanto, tiene su dignidad. Salvo la palabra política (que es, en la mayoría de los casos, engañosa y versátil, y aun corrupta), toda palabra merece un respeto semántico y de identidad. Yo no puedo decir árbol y estar pensando en una avutarda, o viceversa. Decía que, a veces, me distraigo en el rezo. Siempre que rezo me esfuerzo por decir lo que digo, aunque haya ocasiones que del texto que leo me pase a las nubes y me deshile lluvia con ellas. El salmo 85 pide: «Inclina tu oído, Señor ». Es una oración como de niño que se siente desamparado, y que, elevándose sobre las puntas de sus pies, ruega desde su poca estatura: «¡Inclina tu oído!», dice; y me imagino al niño que en ese momento se sentiría el salmista estirar la cabeza y poner su plegaria a la altura del oído de Dios, para decirle su pobreza y que le protegiera. Es una oración perfecta: es la debilidad que se hace fortaleza en la confianza. «En lo débil soy fuerte», decía san Pablo. Hoy, Diario, he rezado y, por momentos, he podido con la distracción, logrando llenar las palabras de significado, de pulpa golosa, de Dios (17:48:07).
lunes, 18 de julio de 2022
DENTRO
-Ya no sé qué hacer con Dios: lo veo en casi todo, hasta en el bosón de Higgs. Ver a Dios no es fácil; pero tampoco difícil. Si se ve en el bosón de Higgs, ¿por qué no verlo en el insecto que zumba, y que en la noche interpreta músicas sobre tu cabeza en su violín de una sola cuerda? A veces, incluso veo más a Dios en el no del ateo que en la inercia del creyente. El no del ateo puede ser consecuencia de una inquietud, de un desvelo del espíritu que busca. No así la flojedad o tibieza del que, dejándose llevar, dice creer. Con Giordano Bruno (s. XVI) podría decir que en todo se me aparece Dios. Él afirma en la Cena de las Cenizas (citada por Borges), que el mundo es un efecto infinito de una causa infinita y que la divinidad está cerca. Tanto, asegura, que «está dentro de nosotros más aún de lo que nosotros mismos estamos dentro de nosotros». Dios, como el reino del que habló Cristo, dentro de nosotros. Y si está dentro de uno mismo, no hay más que abrir los ojos y dejar que se manifieste en las cosas. San Francisco pudo ver a Dios en cada cosa (y cantarlas como hermanas), porque vivía de Dios y en Dios, y así, a través de Dios, veía y celebraba las cosas de este mundo. Veía todo con los ojos de una fe profunda y en todo se le aparecía Dios. No que todo fuera Dios, sino que en todo se le aparecía Dios. Y al ver a Dios en todo, pudo cantarlo y hacerlo presencia en su vida, como en un sacramento. Por el sol, por la luna y las estrellas, por el viento y la nube, por el fuego y la madre tierra, decía, loado seas, mi Señor. Por eso, Diario, no me importa ver a Dios en todo, hasta en el bosón de Higgs, y sentirlo…alguna vez (18:07:27).
sábado, 16 de julio de 2022
ESTRELLA Y JARDÍN