miércoles, 21 de julio de 2021

21 de julio de 2021. Miércoles.
DIALOGAR CON LOS SILENCIOS, EN SAN PEDRO DEL PINATAR


-Hoy, en San Pedro del Pinatar, a las 8:30 horas, plantaré –abundoso árbol– un nuevo libro. Me voy a detener en el Palacio Museo Barón de Benifayó y en él intentaré tocar el silencio. Los silencios de las cosas que –«como oigo / el reposo del árbol en sus raíces, / o el de la nieve / cuando arde de blanco / sobre las cosas»– hablan. En la escritura hablan los silencios, y las comas, y los puntos. En un libro todo es lenguaje, e interrogación. Los silencios hablan y preguntan, y, a veces, contestan. Dialogar con los silencios: lo suele hacer el místico y, en las pausas de la lectura, y, con la ilusión de escucharlos, el que lee. Jorge Luis Borges insinuó: «No hables, a menos que puedas mejorar el silencio». Esta tarde, en San Pedro del Pinatar, Diario, intentaremos escuchar –y sentir, y tocar– el silencio (11:13:14).

martes, 20 de julio de 2021

20 de julio de 2021. Martes.
LA GRAN SINFONÍA

El cielo cantaba así Laudes, en Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Esta mañana (7:30 h.), rezaba yo en Laudes: «Para ti es mi música, Señor»; y seguía: «Voy a cantar la bondad y la justicia». El camino perfecto. O la música de Dios. La bondad –clemencia, ternura, humanidad, misericordia, sensibilidad, prójimo…– es la nota que mejor cabe en el pentagrama afectivo de Dios. Despertarme con este cantar en mi boca, es llenarme la boca de Dios, decir todos los nombres –melodía divina– de Dios. Dios acumula en sí todos los nombres surgidos de la palabra amor. Dios, desde el amor, encarnado en su palabra (su sabiduría), hizo la luz y, con la luz, le dio color y belleza a las cosas, y creando el agua, acabó su gran sinfonía. Decía Eurípides, dramaturgo griego: «En la bondad hay toda clase de sabiduría». También la de la justicia. La justicia es la sabiduría de quien construye la equidad. En la sociedad. Lo que se hace desde el amor, siempre es equilibrado y justo, allana la montaña y eleva el hoyo, lo hundido: pone paz y armonía entre las cosas. Empezar el día con esta música –la de la bondad y la justicia– en tus rezos, es colocar a Dios como director de esa orquesta, en la que el amor es la tonalidad dominante, el solo de violín que logra el momento más íntimo y apacible del concierto, el titilar y temblor de la pieza, su aliento. En el rezo de la mañana, Diario, sereno mi alma y la preparo para la aventura del día: así me alumbro el camino. Dios, batuta del concierto, me guía (12:10:25).

lunes, 19 de julio de 2021

19 de julio de 2021. Domingo.
ROCA INTERMINABLE
 
Ayer, junto al mar, en Torre de la Horadada. F: FotVi

-Ayer, junto al mar, componía estos versos: «Sin ternura, no existe la justicia; / la justicia es el himno del amor». Sentí que el mar escribía conmigo. En mi derredor, sonaba el romperse de las olas en el acantilado. Al romperse, se multiplicaban, como cuando partes el pan. Sólo quedaba la espuma, ululante, sobre el agua herida, como ojos que –bucólicos– miran todo. Me acompañaba mi sobrina Paqui, en Torre de la Horadada. Cada vez que contemplo el mar, la emoción me da en los ojos en forma de asombro. Me ocurre lo que a aquel niño del que cuenta Eduardo Galeano, en su Libro de los Abrazos, que, al ver el mar por vez primera: «temblando, tartamudeando, pidió a su padre: “¡Ayúdame a mirar!”». El mar aturde por su inmensidad, sin fronteras, su exceso. Pero también por su menudencia: por las infinitas, incontables gotas de agua que lo conforman. Me conmueve más la gota de agua –minúscula, miniatura, instante de luz fluyendo–, que lo llena, que su inmensidad desplegada, torrencial, extensa. «Lo que sabemos es la gota de agua; lo que ignoramos es el océano», dejó dicho Isaac Newton, físico, matemático y teólogo. La gota de agua es alegoría de la vida, que se va haciendo instante a instante, gota a gota, hasta llenar el océano final de su existencia. Como diría alguien, estamos cautivos de una gota de agua. Sin esa gota de agua, Diario, seríamos un desierto en pavorosa penumbra, partículas de arena en vez de gotas de océano, una roca interminable, sin la tilde del conocimiento que hace florecer el páramo, el ser humano, y dar –a veces– con los Silencios de Dios, que –según los místicos– se escuchan sólo en el otro silencio, siempre orante, de la contemplación (13:11:57).

viernes, 16 de julio de 2021

 16 de julio de 2021. Viernes.
CARMEN, VIÑA DE DIOS

Virgen del Carmen, iniciando la Romería. San Pedro del Pinatar. F Googel 

-Digo Carmen y estoy diciendo Karm-el, o Al-Karem: «Jardín, o viña de Dios». En hebreo. Hablo de Nuestra Señora del Carmen. En el libro del Génesis se dice que Adán y Eva, tras haber mordido la fruta del árbol prohibido, «oyeron al Señor Dios que se paseaba en el huerto, al fresco del día». Es la vena poética, y quizá profética, del autor del libro. Tal vez el autor pensó en el Jesús –Verbo del Padre– encarnado en el vientre de María o en el que anduvo sobre las aguas del lago Genesaret. Dios haciendo verdad –en el vientre de una mujer y en un lago de Galilea– la poesía de las Escrituras. Dios alienta, inspira esa Escritura. Dios pasea, con apariencia de sencillez, por la Escritura. Y la embellece. Este año, uno más, se suspende la romería de la Virgen del Carmen de San Pedro del Pinatar a Lo Pagán. O la otra poesía hecha aclamación en el ser creyente. Dios –líricamente hablando– no podrá pasear, con la Virgen, por las almas, entusiastas y marineras, de barca y remo, de los romeros. Se acallarán lo vivas y las plegarias, enmudecerán las flores y los pasos del peregrino, pero aclamarán, Diario, la fe y la esperanza, himnos vivos y clamorosos del silencio, por los que pasea Dios, regalando, con la eucaristía de su cercanía, su bondad (12:11:25). 

jueves, 15 de julio de 2021

15 de julio de 2021. Jueves.
CAMPO DE ESTRELLAS

Romper cadenas, libertad. Tallín, Estonia. F: FotVi

-Abro el libro de mi vida y lo veo un poco más usado, más ajado. Más contemplativo. La cierro en la noche y lo abro al amanecer. Entre el ocaso del sol y su salida, pongo el sueño como guarda página, para no perderme. Por la mañana, abro el libro, me santiguo e inicio la tarea –a veces triste, pero siempre hermosa– de vivir. Escribir páginas nuevas en un libro viejo, siempre es, aparte de complicado, alentador. Es como dejar salir palomas de los dedos, palomas nuevas para dedos viejos. En todo libro que leo suelo dejar notas, que hablan de mi estado de ánimo, o del significado de palabras que desconozco, o de la trama que recorre el libro como el zigzag de un relámpago. Nunca digo este libro es malo; a lo sumo digo me gusta o no lo he entendido. Hace poco leí El retorno de la Espada, de Francisco Javier Illán Vivas, un prodigio de imaginación y fantasía. Me divertí, aunque me metió en miedos. Antes de que sea vencida la demoniaca Lilith, hija del mal, son muchos los que caen. Pero final feliz. Ahora he vuelto a los Cuentos completos de Alejo Carpentier. Los acontecimientos de Cuba, me han traído a él, cubano de La Habana. Su estilo es prodigioso y único, minucioso, como un retablo barroco, bellísimo. Ando con el titulado El camino de Santiago. El camino, metáfora de la vida, Diario, que concluye en el Campo de las Estrellas, donde se hallan el descanso y la felicidad; y –experiencia– la risa de Dios (13:31:39).

miércoles, 14 de julio de 2021

14 de julio de 2021. Miércoles.
LA BOCA GRAPADA

Primera Librería de Portugal, Livraria Lello, Oporto. F: FotVi 

-Me aterra suponer –terror del ave caída en la red del cazador– que llegara el día en el que no pudiera decir lo que pienso. Decir palabras libres, no hirientes, ni ofensivas, ni obscenas, solo libres. No dejar decir lo que uno piensa es ponerle esposas al alma, alambradas con pinchos al espíritu libre que nace con cada ser humano llegado al mundo. Imagínenme con las manos libres y la boca grapada. No sería libertad. La libertad de las manos nace allá, en lo más íntimo del ser, donde se forman las palabras, que luego, como perlas saliendo de la ostra, danzan y lucen en la boca. Las palabras son el brote– ardiente a veces, a veces lírico– en el que se expresan los sentimientos. Las palabras, desde la antigüedad más remota, dicen, describen, cuentan la historia, embellecen las estelas, los incunables –del latín incunabulae, «en la cuna» –, los libros, que forman, como en Alejandría, las bibliotecas, donde se posan, como polvo ilustrado, los silencios. En las bibliotecas se toca el silencio, con el que hablan, si sabes escuchar, los libros. En Cuba la libertad de expresión está cercenada, no hay lengua que pueda hablar sin cadenas –comunismo–, y las gentes han salido a la calle, sin miedos, a decirlo. Cuando se pierde el miedo, la lengua, Diario, habla e impulsa a las manos y éstas al grito, que pide pan y medicamentos, y libertad. Dejó dicho, con fino humor, Perich: «Gracias a la libertad de expresión hoy ya es posible decir que un gobernante es inútil sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco» (12:12:35).

martes, 13 de julio de 2021

13 de julio de 2021. Martes.
ASES EN LA MANGA

¿Este verano en Madrid? F: Prensa

-Un nuevo día, con 11º menos de temperatura que ayer. Nos da un respiro el termómetro, el que manda en las isobaras y guía los vientos y las lluvias según los tiempos y circunstancias. Él dice, y los meteorólogos hablan. Llenan su verborrea de tecnicismos coloreados y garabatos. Las isobaras son líneas que se hinchan en un sitio y adelgazan en otro, hasta que traen el buen tiempo o la lluvia, y la borrasca. Ah, y la nieve, la que viste el paisaje con velo de novia y de belleza con frío. Es decir, viste el paisaje de trasparencias y sedas blancas. La meteorología –comenta la prensa– anuncia una ola de frío este verano. ¿Dará paso a algún copo de nieve? Quizá. En manos de Sánchez, ¿sería posible? Él rompe la baraja y se guarda los ases en la manga. Es un totalitario al estilo de Lenin, que destruyó a sus más fieles seguidores para consolidar su poder. Ahí están los aún humeantes despojos –tendones, pensamientos, ideario– de Ábalos, o de Iván Redondo, o de Carmen Calvo, para vestir de verdad y contenido esta afirmación. Contradiciendo a Ortega, Sánchez podría decir: «Yo soy yo, sin circunstancia alguna que me detenga.» Sin embargo, yo no lo creo con tanto poder y decisión, para hacer posible que nieve en verano. No es Dios ni el Ángel del verano, es, Diario, un simple manipulador, con ases en la manga, que juega fuerte y a veces gana, hasta que definitivamente pierda: llegará (12:43:58).

lunes, 12 de julio de 2021

 12 de julio de 2021. Lunes.
EL ESPEJO

Mirándose en el espejo del agua, Ordesa. Huesca. F: ABC

-La maquinaria meteorológica nos anuncia para hoy 46º a la sombra. He constatado que los libros empiezan a abanicarse en la estantería. A las 8 horas, 26º; el cielo como de ceniza, encapotado. Sangra calima. Los árboles están quietos, expectantes. Solo alguna paloma mueve las ramas de las casuarinas, los árboles que se elevan, inmensos –recital de altura–, frente a mi balcón. Una mosca, en el cristal de la ventana, se limpia el sudor. Acicalándose las alas con las patas. ¿O es que, debido al calor, veo visiones? Sin embargo, me inclino y acepto el calor. «Mientras sienta el calor –me digo–, sigo vivo». Y vivir, en paz, redimiéndome en las personas y cosas que amo, es lo que cuenta. La vida es un privilegio que agradezco a cada instante a Dios. Cada instante es un latido, y muchos instantes y muchos latidos hacen que siga la vida. Desde hace un tiempo –mucho–, no me irrito. Me desagradaría verme irritado en un espejo. Una vez me irrité y me miré al espejo: me escupió vinagre. Amargaba terriblemente, hasta hacerme llorar. Desde entonces, cuando voy a irritarme, antes me miro largamente en el espejo, y, tras la mirada, la irritación acaba por disiparse; el espejo, Diario, es un sabio que siempre instruye: siempre dice la verdad, sin eufemismos ni juegos de palabras, y lo que dice por la mañana, lo dice –tal cual– por la tarde, sin variaciones interesadas (12:01:30).

domingo, 11 de julio de 2021

11 de julio de 2021. Domingo.
CALMA BRUMOSA

Enredada en el árbol, la luna. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Una calma brumosa, entolda el amanecer. Pero el sol, con su daga de luz, va rompiendo el cerco y aparece solemne y encendido, señoreando el día. Aunque más tarde, dé un paso atrás y se deje ocultar de nuevo. Hoy nos despertamos con una demolición de gobierno. Sánchez culpa a todo el mundo y él queda libre de pecado. Ha ensombrecido todo y él queda como «deshacedor de entuertos.» De redentor, pasa a ser Pilato que manda a la cruz a los suyos. Tú por esto y tú por lo otro, todos al calvario. Sin flagelo, pero crucificados. No como Jesús de Nazaret, que muere por amor a los suyos; en este caso, los suyos dan su vida política –no la hacienda– por él. Él destruye, pero aparece como el gran constructor. Un mal constructor, sin cálculos y sin proyecto, solo con un relato de falso éxito y mentiras cuantiosas, como renacuajos en un charco. Leo: «Curiosamente los votantes no se sienten responsables de los fracasos del gobierno que han votado.» (Alberto Moravia, escritor y periodista italiano). Los votantes, a veces, somos ciegos, o miopes, o daltónicos: no vemos los desmanes de los políticos a los que regalamos nuestro voto. Nos ciega la ideología, o algo peor, el odio. El día sigue entoldado, como hecho de leche de coco. El calor desborda el termómetro, y escapa del bulbo reflejante, como el ratón de la trampa, e impregna el aire, y lo hace efluvio irrespirable, que solo en el agua es llevadero, o si Dios, Diario, nos echa una mano, como a los israelitas en el desierto  (13:19:49).

sábado, 10 de julio de 2021

10 de julio de 2021. Sábado.
RISA TRISTÍSIMA

Belleza de las ruinas, Cafarnaúm. Galilea. Israel. F: FotVi 

-Sol de mermelada de melocotón, esta mañana. Frente a mí, en el Hospital Reina Sofía, los vencejos van y vienen, alimentado a sus crías. Con vuelos de acrobacia: inventan la geometría. Yo, que no tengo el don del vuelo, caí ayer cual largo soy al otro lado del altar de la iglesia de Santa Eulalia. Un escalón mal puesto o una mirada distraída, y me precipité al vacío. Mientras volteaba, volando, creí ser esta la última vez que lo hacía. El templo todavía olía a incienso, a bendición. (Unos momentos antes, habíamos despedido el féretro de Gloria, la hija de María. Todavía había aerosoles de lágrimas en el ambiente). Cuando me vine a dar cuenta, unos samaritanos brazos me ayudaban a incorporarme. Con ojos de asombro, me preguntaban: «¿Se ha hecho algo?» Y yo, con una risa tristísima de vejez humillada, y palpándome el cuerpo, dije: «Creo que nada». Luego, elevando el mentón y con paso firme de general mutilado, salí a la puerta, Diario, y respiré aire de plaza, espeso y veraniego, y vuelo de pájaros huidizos. Con la puerta abierta, un taxi –José Luis García y Juan Cortés dentro– esperaba, monté y partimos hacia el reposo: Casa Sacerdotal (11:40:54).

viernes, 9 de julio de 2021

9 de julio de 2021. Viernes.
LÁGRIMAS DE MADRE

Para Gloria, desde el jardín de la Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Un día más. Una moneda más que Dios pone en mi mano para que, como en la parábola de los talentos, la utilice bien y logre que dé fruto. Habrá, pues, más vuelos por las letras, por la oración, por lo sueños. Se poblará el cielo –mi cielo– de palomas, que irán diciendo libertad, paz, armonía, belleza, pan, partición, luz, piedad, amor. Antes decía, un día menos; ahora digo –con la ilusión de algo que se abre: flor en el almendro– un día más. Hoy, en la iglesia de Santa Eulalia, en Murcia, he asistido a la misa de despedida de la hija de María Olivares –sirvienta en la Casa Sacerdotal–, muerta en accidente de tráfico. Sólo tenía 41 años. Su nombre, Gloria. Una desgracia, que, sin embargo, dulcifica la fe. La fe, que mueve montañas, hace que el llanto se convierta en esperanza, y el dolor, en cruz y resurrección. En vida. Las lágrimas de María me han conmovido. El llanto de una madre, Diario, siempre duele en los ojos del que lo contempla: es un modo de acompañar en el sentimiento, llorando con el que llora. Así se cumple lo dicho por San Pablo: «Gozaos con los que se gozan y llorad con los que lloran». Lágrimas de madre: amor –cielo– en los ojos (13:30:38).

jueves, 8 de julio de 2021

8 de julio de 2021. Jueves.
UN PULPO DE FUEGO

Tal día como hoy, en París, 2006. F: FotVi

-Sigue el calor como si un pulpo de fuego nos hubiera atrapado entre sus patas y brazos. Una caricia fatal. El calor –color ámbar– me asfixia. ¡Ay! ¡Una ducha! Pero me contengo. No hay agua para todos. Con una hoja de periódico me abanico. Y da resultado. Vuelvo a don Francisco de Quevedo: Historia de la Vida del Buscón. Me divierte leer sus idas y venidas, sus lances y desmanes graciosos, desenfadados, sus patrañas ideadas para, sirviendo a su señor Don Diego Coronel, poder así vivir y sobrevivir, e ir tirando por el grueso y difícil camino de la vida. De Quevedo dice la contracubierta del libro del Buscón, que «era un español típico, barroco, osado, valiente, que se ríe hasta de la misma muerte.» Te puedes reír de la muerte, si aún vives, si aún alientas palabras y besos, si aún cantas; pero si has muerto, la muerte, con el vacío pavoroso de su boca, se reirá de ti. ¿Serán risas de ultratumba, cavernosas, con murciélagos enguachados a los dientes del esqueleto? Sin embargo, no veo yo así a la muerte. La veo liberadora y mística, durmiente, senda clara hacia otra vida. Yo, ante la muerte, Diario, diría con Leopoldo Panero: «Dejad la muerte conmigo; / la muerte rota en el alma. / Dejad volar mi alegría. / Dejad que vuele. Dejadla.» Sin tragedia, sin himnos oscuros, con el gozo de quien encuentra la perla y el tesoro escondidos, de quien se halla en disposición de gustar, por fin, la Trascendencia, al Dios benigno (12:22:16).

miércoles, 7 de julio de 2021

7 de julio de 2021. Miércoles.
JUGANDO A AMAR

Jugando a irse, el sol. Murcia. F: FotVi

-Me encantan los niños, porque no tienen protocolo, ni liturgia, ni rito: todo lo hacen jugando. Hasta el hecho de amar a sus padres o a Dios. Juegan a amar. Y es un juego maravilloso. Para ellos, el amor es alguien que les besa y protege, y que les pone la chupeta en la boca y los duerme. Y con el que se santiguan al ir a dormir. En el amor, se sienten protegidos. ¿Han visto alguna vez a un niño comerse un tomate? Esta mañana estaba yo triste, no sé la razón –tal vez el calor–, y he salido a la calle y, al volver una esquina, me he encontrado con un niño de ojos vivos, grandes, unos cinco años, dando mordiscos a un tomate. El deleite del mordisco le salía por las comisuras, llenas de pepitas y rojo, y le humedecía parte del rostro. Mordía con el afán del niño que juega a las canicas, y el jugo le caía por todas partes, como un manantial dulzón y turbio. Recuerdo haber leído –Don Bosco– que para poder ejercer una influencia benéfica entre los niños, es indispensable participar de sus alegrías. ¿Y qué más alegría que sus juegos? ¿En los que se pierden y se encuentran siempre risueños? William Blake, poeta, dejó dicho: «La sabiduría habita en la inocencia, jamás en la ignorancia». La inocencia, Diario, la verdad más limpia y bella de la vida, como un manantial de montaña que corre y canta, que habla al paisaje (11:49:16).

martes, 6 de julio de 2021

6 de julio de 2021. Martes.
ME DETUVE, Y TOQUÉ EL SILENCIO, EN MOLINA

Leyendo un poema, en el MUDEM, Molina. F: Me detuve.

-Tres palabras luz: volver, acogida, gracias. Tres palabras que hablan de camino, de latidos, de gentileza. Ayer volví a Molina, mi origen, mi raíz, donde todo empezó, y fui acogido con entrañables muestras –latidos– de amistad, a los que yo correspondí con la gala de mi poesía y mi reconocimiento más verdadero. Gracias, dije, y digo, como un aleteo de palomas –asombradas– en mi boca. El feliz encuentro fue en el MUDEM, un espléndido lugar donde se recuerda la historia antigua, medieval, de la villa, y se va construyendo la gesta de la nueva cultura. Allí fue la presentación de mi nuevo poemario Me detuve, y toqué el silencio. Que, además, estuvo encuadrado en bellos y lucientes momentos musicales. Abrió el acto Domingo Hernández García, el organizador del evento. La Concejala de Cultura, a mi lado, estaba eufórica. Todo empezó con un estremecedor Adagio de Albinoni –lo había pedido yo y me lo concedieron–, interpretado al piano por Alejandro Calvo Cruz y el saxofonista Mario Calvo Ponte. Albinoni es música y oración, y poesía derramada en el aire, con la que se respira emoción, y paz, y contemplación. A continuación Paco Illán Vivas hizo un recorrido por mi dilatada vida literaria, deteniéndose en bellos detalles de amistad, habló luego el poeta Antonio Marín, y recitó poemas la actriz y poeta Irelfaustina Bermejo. Para, al final, un servidor, conmovido por tanto regalo y reconocimiento, decir algo de mis padres Vicente y Francisca, de mis sobrinos Paqui y Javi, allí presentes, y de Candela. Cuando estoy deprimido, alicaído, con síntomas de decaimiento, su recuerdo me levanta, pone alas en mi mente y así aleteo por los sueños, como los incansables y tenaces vencejos. Todo acabó con una Polonesa y un Impromptu de Chopin, interpretados por el jovencísimo pianista molinense Vicente Prieto Martínez. Y así vivo, acumulando recuerdos, aleteando sueños. Hasta que doy con el silencio y lo toco, y, en mi silencio, Diario, toco el otro Silencio –el entrañable– que es Dios. Silencio que siempre responde al silencio de la contemplación, el que se hace éxtasis en el amor y plegaria sin palabras, o sigilo trascendente y creativo, con Dios (11:45:00).

lunes, 5 de julio de 2021

5 de julio de 2021. Lunes.
NUEVO LIBRO

Portada del libro Me detuve, y toqué el silencio. F: FotVI

-Hoy, en Molina de Segura, a las 20:00 horas, presentación de mi nuevo libro Me detuve, y toqué el silencio. Es un libro de silencios, de sosiego espiritual, de intimidad fecunda. El libro es el resultado de lo que expresan los silencios. De lo que dicen las palabras, tras ser dichas. O el espacio en blanco entre dos líneas escritas. Esta tarde, en Molina, en el auditorio Virginia Martínez Fernández. Os espero, amigos. Mi Diario estará allí, Dios mediante (10:21:51).

jueves, 1 de julio de 2021

1 de julio de 2021. Jueves.
EUFORIA DEL REENCUENTRO

Mono que ríe, de granito. Catedral Santiago de Compostela. F: FotVi

-Azul, sol, vencejos, palomas, alegría de vivir. Vuelos. Sueños. Así se presenta julio, caluroso y nadando a contracorriente en el lago esmeralda de la esperanza. La esperanza –lo último que se pierde, dicen– llama a nuestra puerta. Y llama con nudillos de precaución. Las mascarillas, las distancias, el observarnos sólo de ojos a ojos, donde aletea el alma, sin pasarnos en efusiones y contactos. Hoy, por fin, en la Casa Sacerdotal, han aflojado las cadenas y nos han permitido juntarnos en el comedor, de dos en dos, y en mesas grandes. Nos mirábamos con recelo de virus, pero con afecto de amigos. (Digo amigos y no hermanos, por aquello de que el hermano te lo dan hecho y el amigo te lo haces tú, con un diseño a tu medida). Comer juntos ha sido un canto a la alegría de convivir, hablando, riendo, enmudeciendo tras el bocado. Toda la liturgia del comer, con la sencilla euforia del reencuentro. Después de más de un año y medio sin poderlo hacer, nos hemos visto las caras, y las sonrisas. La sonrisa, por donde transitan los sentimientos y amanece el lago azul de la tranquilad. Como dice un proverbio escocés: «La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz.» Y, mientras, el doctor Sánchez perorando: «Nunca. Jamás. No habrá referéndum de autodeterminación.» Es decir, que, si no la paran, Diario, lo habrá. «Denos tiempo», dijo el Rufián de la Cámara, sin que el doctor en fabulación y mentiras –de granito el rostro se alterara (11:53:08).

miércoles, 30 de junio de 2021

30 de junio de 2021. Miércoles.
LOS RECUERDOS

Misa en San Pedro, y el Santo presidiendo. F: Googel

-En mi regreso a San Pedro del Pinatar, volví a llenar de bellas realidades pasadas la bolsa de viaje de mis recuerdos –afectos, saludos, risas, bromas, alguna lágrima, tantos años–. Los recuerdos son el dibujo, casi siempre mejorado y difuso, que nos queda de nuestro paso por la vida. En los recuerdos se anima, como en una pantalla oscura –cinematógrafo interior–, lo que ya hemos vivido. Recordando, se revive lo ya vivido, y se enriquece. Vuelvo de San Pedro reconfortado, alentado, y, a mis años y si Dios me lo permite, decidido a volver; espero que me deje una vez más, para que así crezcan mis recuerdos, porque como dejó dicho el poeta y dramaturgo francés, Paul Géraldy: «Llegará un día que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza», tan excitantes. Mis recuerdos, Diario, o mi riqueza única y varia: libro de vida al que sigo volviendo para leer lo que he sido, con Dios como testigo, y como el que me inspira y sostiene aún en este declinar de mi vida, tan hecha de hermosos recuerdos, y vuelos, y vislumbres, que instruyen y arrebatan, casi tocando cielos (13:23:20).

lunes, 28 de junio de 2021

28 de junio de 2021. Lunes.
EL BOSQUE APÓCRIFO DESCANSA

Descanso por unos días, pero vuelvo. D. M. C. Sacerdotal. F: FotVi

-El recuerdo, hoy, se va a hacer realidad. Son dos fotos: una casi borrada, mate, con olor a nostalgia incorporada, y otra, con luz  de colores vivos, lírica, actual. La una es el pasado, la otra, la ensoñación, la anchura: maravillosa estampida de pájaros volando. Invitado por Alfonso Pérez, Presidente de la Hermandad de San Pedro, y luego de dos años de pandemia, vuelvo a San Pedro –a llenar recuerdos–, con el nuevo fardo de mi vejez a cuestas. Me pesa, pero tiro de dignidad, y cargo feliz con ella. ¡Ah, mi vejez! La vejez no la considero una negación; es, por el contrario, la afirmación de que he vivido. Ilusionado. Como diría Séneca, jamás seré tan viejo que después de un día no espere otro. Es un modo de tener en activo, viva, la esperanza. Y mientras la esperanza aliente –llamee–, la vida, con la hermosa monotonía de cada instante, de cada gota, de cada silabeo, seguirá. Esta tarde salgo para San Pedro. Después de cientos de días alumbrando páginas, El Bosque Apócrifo descansará. Perdonen mis pacientes lectores, pero, cuando vuelva, seguiré en la brecha, emborronando páginas, intentando pintar, con pinceles finos o gruesos, no sé, la belleza de ser libre, de andar en la danza del inconformismo educado. Te dejo, Diario, pero iré tomando nota de lo que me ocurra con Dios y mis semejantes, y las cosas –admirables, lúcidas– de mi alrededor. Te contaré mis asombros, mis decepciones, mi vida, con detalles de orfebre (12:48:35).

domingo, 27 de junio de 2021

27 de junio de 2021. Domingo.
LLANTO Y JÚBILO

Júbilo en el Lago Constanza. Lindau. Alemania. F: Googel

-«Al atardecer nos visita el llanto, / por la mañana, el júbilo», canta el salmo de la misa de hoy. Y sigue: «Cambiaste, Señor, mi luto en danzas». Pienso: «La fragilidad de la tarde»; o la tarde hecha de transparencias y colores de acuarela, con la timidez del pincel que no aprieta, que dice y no dice, que se queda en una mancha de agua teñida, sólo matiz. En la tarde de la vida, nos visita la nostalgia, que llora, con lágrimas, lo que nos queda en el recuerdo, como una vieja película en blanco y negro de lo que fueron nuestros sueños y quehaceres más hermosos. Pero llega la mañana, y el júbilo se hace risa en los labios y luz en los ojos, como una pintura luminosa e impulsada hacia arriba por el pincel del Greco. La pintura del Greco es ascensión –una salida clara de sol– que escapa de la tierra y, al dar en el cielo, se hace gozo, danza festiva de colores, dibujo visible del cielo invisible de Dios. En la mañana, y en mi corazón, mi luto se ha convertido en danza, vals de palabras en los labios, oración, arboleda verde de esperanza, donde Dios trenza pasos divinos, danza –¿por qué no?– conmigo. Si Dios es Dios, y puede hacer todo, también podrá, si lo invito, dar unos pasos de baile celeste, ¿o es demasiado para Dios? Yo creo que Dios puede, ¿y tú, Diario? No seas incrédulo, sino fiel (13:14:10).

sábado, 26 de junio de 2021

 26 de junio de 2021. Sábado.
DIOS EN EL DESGARRO

Dios en todo, como aliento. Viaje Canarias. F: FotVi

-De noche, la fidelidad y de día, la misericordia, canto con el Salmo 91. En la mañana, al despertar. Entre acordes virtuales de arpas, y laúdes, y cítaras. Es la obra de Dios en mi vida. Y en la tuya, si le dejas estar. Salgo de su fidelidad en la noche y despierto en el abrazo frutal de su misericordia por la mañana. Mientras rezo, contemplo el azul, por donde se va, como con alas –vencejos innumerables–, mi oración. Y sigue la vida, como un acontecimiento de fe y trabajo: la mente en Dios, y las manos y los ojos, forjando instantes maravillosos –hallazgos físicos, intelectuales, sociológicos–, que van construyendo el mundo. Este sábado –¡alegría!–, sin mascarillas, y, al siguiente, con toda probabilidad –¿desencanto?– volvamos a ellas: el virus está al acecho, y no perdona. En Israel, ya ha ocurrido. Y Sánchez, con lo de Cataluña, absolviéndose de sus culpas. En Bruselas: «Lo útil en el pasado fue el castigo y lo útil hoy es el perdón», ha dicho. Su Sanchidad impartiendo indulgencias, en su favor. ¡Cómo se ama este juglar de la mentira! En Etiopía, mueren la cooperante María Hernández y otros dos colegas, en un atentado. La ONG Médicos Sin Fronteras está de duelo; pongo una oración en mi boca, por si alguien desea acompañarme. La oración es luz en la noche oscura de nuestras vidas, dice San Juan de la Cruz. Yo rezo; en un mundo distorsionado y loco, poner un poco de Dios en el desgarro, aquieta el alma y te enseña, Diario, caminos nuevos de paz, de ternura; te acerca al amor y así puedes decir: «He sentido el Amor, y deseo dar amor». El Amor espera ser dado, y acogido (12:36:14).