domingo, 4 de septiembre de 2022

de septiembre de 2022. Domingo.
PALOMAS EN EL AIRE

Domingo, árbol y paloma. D: Izquierdo. ABC

-Domingo de sol y azul, y palomas en el aire: signos de un día espléndido, con notas de alegría. Corcheas y violines sueltos en el aire. Sin playa quizá, pero con fe en la vida. El domingo, para el cristiano, es el día del Señor. O día en que el Señor, si lo dejas, camina contigo, junto a ti, dando tus mismos pasos, teniendo tus mismas visiones, consiguiendo que des fruto. Como el tronco del árbol y sus ramas. Recuerdo un dicho que aprendí de un hombre santo: «Ir juntos es comenzar, mantenerse juntos es progresar, trabajar juntos es triunfar». El caminar cansa, pero hacerlo acompañado libera y proporciona satisfacciones, como el regalo una sonrisa. Parodiando a Albert Camus podría decirnos Jesús: «Si caminas delante de mí, puede que no te siga; si lo haces detrás, puede que no te guíe; si lo haces junto a mí, podríamos llegar a ser amigos». Y en la amistad, Diario, todo es posible, también la perfección del espíritu y, ante todo, como diría San Juan de la Cruz, el poder darse dulcemente en el amor (12:23:04). 

sábado, 3 de septiembre de 2022

3 de septiembre de 2022. Sábado.
EL MAR ES POEMA

Paz y poema en el mar, en Torre de la Horadada. Alicante

-Ido agosto, llegó la desbandada. Y con la desbandada, la paz, con algún que otro pájaro cantor y el mar, que puede contemplarse otra vez escenario de odiseas y lienzo donde pintar olas y gaviotas. Es decir, un mar liberado, sin el acoso del bañista y la pompa de la sombrilla. En la arena de la playa ya hay menos gritos y cuerpos al sol y más incursiones de la lengua del mar hablando con la arena, diciéndole cosas que sólo el mar y la arena entienden; ya se oye más el lenguaje de las aguas y menos el de los bañistas, que no respetan el trasiego de sus versos, el silencio de sus emociones abismales, que afloran con la espuma. El mar es pacífico, salvo cuando lo vuelven loco los vientos que lo sacan de sus quicios y lo hacen bramido y guerra, fauces. Entonces se enrosca, se arquea, pero conservando las formas; nunca se hace arista, sino redondez de naranja o curvatura de hembra abundante. Solo en la roca se encoleriza. Sin embargo, la mole enorme del mar jadea en la playa y en ella se diluye con la humildad de un dios enamorado. Vestido de alga, deja de ser ola y se hace lamida, roce de lengua, dedos que palpan, caricia ciega. Ciegos, el mar y la playa sólo se tocan; y sin verse, se contemplan amantes. Eso, sí, sólo un instante, porque como significó el poeta, «su movimiento es su forma» y su vida de sal y peces, y su habla. Junto al mar, Diario, es lo más cerca que he estado nunca de Dios, por su inmensidad, por el misterio de su lenguaje, y como dijo Walt Whitman, poeta, «por ser un milagro continuo» (11:54:00).

viernes, 2 de septiembre de 2022

2 de septiembre de 2022. Viernes.
EN BICICLETA

Refrescando el día, en Pärnu. Estonia. 

-Insiste el calor como una mosca en una herida: mordedor y molesto, insistente. No hay modo de quitárselo de encima. Es como una lengua que se pega al paladar, un conato de incendio, o un Fahrenheit 451 –novela de Ray Bradbury–, quemando libros. El calor siempre llega de abajo, así como el frío de arriba. Norte, frío; Sur, ardiente. Pero voy a decir que me apena más ver a un indigente en bicicleta con frío que con calor. Con el frío, los indigentes en bicicleta parecen más desamparados, como si pedalearan en más soledad; el frío despuebla las carreteras y hace más íntimos los pueblos. Los hay, indigentes, que llevan barba, pero todos, tristeza y estrechez. En la bicicleta, apenas va el indigente y lo poco que posee: un bulto de pobreza en el trasportín y su afán por llegar a alguna parte. Llegar adonde lo reciban o lo rechacen; donde lo reciban con un plato de sopa caliente o el desaire de ni mirarlo. Hoy he visto a un indigente en bicicleta y he pensado qué será de él el próximo invierno, cuando el frío, la nevada, el desamparo. Pedaleaba cansino. Pero estoy seguro que a él no le inquietarán aún los fríos del invierno, sino dónde pasar la próxima noche, y, echado y con las manos en la nuca, poder así contemplar la Luna de agosto, casi azul, casi célibe, y hacerle algún poema, que nunca escribirá. O sí. Pues, tal vez, por ser poeta, se haya echado a los caminos «para hacer camino al andar» y sentir, en la soledad terca y encelada de búhos, más cerca a Dios. Quizá (12:35:01).

jueves, 1 de septiembre de 2022

1 de septiembre de 2022. Jueves.
SE ESTABLECIÓ LA HIPOCRESÍA

Acechando para matar, en el jardín. Torre de la Horadada.

-Entre revólver y revólver, se estableció la hipocresía. A ver quién es el más rápido, y cuidado con disparar por la espalda. Ambas partes mirándose a los ojos, aunque, debido a la neblina del miedo, apenas se vea nada. Enfrente, un bulto borroso, y la mano, a un centímetro de la culata, llamando a la suerte, a la rapidez, al escalofrío del más breve instante posible. Una milésima antes que el otro; de lo contrario, la muerte. Y, entre revolver y revólver, la hipocresía. La norma de disparar de frente la estableció el más rápido, es su seguridad hecha reglamento, honor, o patíbulo. Si se mata de cara, la gloria; si por la espalda, la horca. El juez siempre hace lo que le dicta el más fuerte. Si el rico roba al pobre, no hay causa; pero si el pobre coge lo que le pertenece del rico, el oprobio y la cárcel, las cadenas de la farsa, la condena. Cadenas de la farsa que son terribles. A la cárcel nunca van los que hacen las leyes, pero sí aquéllos que, por ir más allá del límite o no llegar a él, las incumplen alguna vez. Aunque incumplir una ley injusta, como la nueva ley sobre el aborto, de Irene Montero, sea una virtud y un tic, o un espasmo, preciosos, de dignidad. Que pueda abortar una niña de dieciséis años, y sin conocimiento de sus padres, es una barbaridad judicial y moral, y aun estética. Ahora mismo, en Ucrania hay una guerra de «quítate tú que me ponga yo», o de «estréchate tú que quepa yo»; es la guerra de un pistolero contra un adversario casi desarmado, la iniquidad de un sátrapa contra un patriota. Ya lo advirtió Balmes, el filósofo: que a veces el hombre emplea la hipocresía para engañar no sólo a los demás, sino también, y sobre todo, a sí mismo. Lo dicho, Diario: entre revólver y revólver, se estableció la hipocresía, como nuevo evangelio y código progresista, que es mutilación de la conciencia y deterioro del espíritu (12:26:22).

miércoles, 31 de agosto de 2022

31 de agosto de 2022. Miércoles.
HORNO DE FUEGO

Lluvia vegetal, en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Al alba, ha lloviznado, ha sido como asperjar, rociar el día con un hisopo, y tratar de calmar así las calorías extremas del día de ayer. Lloviznar es llover, pero con cuentagotas; la llovizna no moja, salpica solo. Y, como el rocío, no hace ruido, se posa y alivia la sed del árbol y enternece el barro, que en manos de un hábil artesano puede llegar a ser una crátera de campana griega, obra de arte, o un ladrillo, o nada: simplemente barro. Con esta llovizna, agosto pretende disimular que ha sido un mes horrible, tórrido; un Hefesto –dios griego del fuego–, que ha actuado sin piedad. Ayer tarde fue como estar metidos en un horno de fuego, sin más salida que el aire acondicionado. «¿Y el pobre, qué?», me preguntaba. Este verano ha quemado bosques, pobrezas, hasta conciencias; y sin piedad. Y ahora se va como si nada, o eso pretende; aunque advirtiendo que, cuidado con septiembre, en el que se anuncian subidas de precios, desde la luz al sorbo de cerveza, desde el colegio del niño al pedazo de pan que come el pobre; es decir, unas subidas que engordan fortunas y adelgazan pobrezas, pues «perjudican a quien menos tiene». Sin embargo, Dios está en el mundo, y creo en sus palabras, cuando dijo: «Bienaventurados los pobres», y «ay de vosotros los ricos»; solo espero que esta felicidad que profetiza Jesús para el pobre sea también para esta vida, y no solo, Diario, y en exclusiva, para la otra; es en lo que confío, y espero (12:44:11). 

martes, 30 de agosto de 2022

30 de agosto de 2022. Martes.
LUZ

Luz y sombras, en el jardín. Torre de la Horadada.

-Dice, con voz de urgencia, Isaías: «¡Levántate, resplandece…, porque la gloria de Dios se ha posado sobre ti!» Y es que si no eres luz, siempre serás sombra, o tiniebla, vayas delante o detrás de la luz; aunque estés erguido bajo la luz, con un charco de sombra, como pedestal, a tus pies, serás oscuridad. «Así brille vuestra luz delante de los hombres», dice Jesús. Con la luz hay colores: una mariposa, un hilo de seda de tela de araña oscilante en el árbol, un libro, una sonrisa en un rostro amigo; sin embargo, con la sombra, sólo hay negror, borrón, desilusión. Dar a luz es dar vida; entrar en las sombras –del Averno–, es morir. Solo si miras a la luz de frente, ciega; la sombra, por el contrario, siempre es ceguera, mutilación de la claridad. La virtud no teme a la luz, decía Fray Luis de León; no así la indignidad, añado yo. Si el salmo dice: «Y en tu luz –la luz de Dios– vemos la luz», yo deseo estar en esa «Luz», en la que no hay lugar para la sombra, Diario, sino para la vida; como dice el salmo, «ver en la luz de Dios». La luz de Dios no entorpece tu luz, al contrario, la hace más vibrante y diáfana, más humana y sutil, más celeste (12:02:49). 

lunes, 29 de agosto de 2022

29 de agosto de 2022. Lunes.
DISFRACES

Niño asombrado,ante el beso de un político. Torre de la Horadada. 

-En nuestra sociedad casi todo es disimulo, hipocresía. Es una sociedad hecha de eufemismos, de disfraces. Detrás de una sonrisa puede haber un colmillo de Drácula o el incumplimiento de la promesa de un político. Dios dijo: «Hágase la luz», y fue la luz; un político dice: «Bajará la luz», y sube la luz, hasta encabritarse. Para mí no hay nada más obsceno que un político besando a un niño en campaña electoral. El beso es beso y el niño es niño; pero la intención es perversa. Se trata de parecer ser lo que no se es: si ese niño pudiera volver al seno de su madre, pero deforme, el político del beso no dudaría en aprobar una ley que lo eliminara. O si ya existiese esa ley, no la derogaría. Y, ante tal ley, se hablaría de progreso y modernidad. Son los eufemismos del horror, que calan en la conciencia de las gentes y adormecen sus conciencias, insensibilizándolas. Hoy, Diario, he visto la foto de un político besando a un niño; el niño, cobijándose en los brazos de su madre, se ha echado a llorar. Si sabrán los niños… (12:21:40).

domingo, 28 de agosto de 2022

28 de agosto de 2022. Domingo.
42 AÑOS DESPUÉS

¿Un corazón o un anillo?, ambos en el jardín. Torre de la Horadada. Alicante

-Ayer celebramos una fiesta doméstica y conyugal. La fiesta de unos esposos, María y Antonio, que, 42 años después, se siguen dándose sin pereza a sus hijos, y regalándoles –como les regalaron la vida– la belleza y el descanso de la alegría, con el acontecimiento de verse, en casos como éste, todos juntos. O el acorde vivo y emocionado, deslumbrador, de la familia. Hubo música y niños que jugaban, y hasta un vientecillo benévolo que se unió al prólogo en el exterior del salón, donde iba a ser la comida. El amor que se dan los cónyuges es un amor humilde, celebrativo, coloquial, que perdona y siempre da; es un amor de cruz –hasta de sepulcro, a veces–, pero que al fin lleva a la  resurrección. En los desposados, la cruz se vive cada día, y la resurrección, cada vez que piensas y ves lo que has dado y lo que recibes, como ayer. Das mucho, poco a poco, como las aves a sus crías en el nido, pero recibes tanto como has dado, o más, con la gran sinfonía del vuelo de los tuyos en el trajín de la vida. Los ves volar y te dices: «Ese vuelo lo he inventado yo», y te parece volar en las alas de ese vuelo filial. Como dice una escritora norteamericana: «Para tener un buen matrimonio, hay que enamorase muchas veces, pero siempre de la misma persona.» (Mignon McLaughilin). Ayer, contemplando la celebración de María y Antonio, volví a mi juventud, donde todo es porvenir y belleza, y proyectos insólitos, maravillosos, que luego pasan a ser recuerdos, también insólitos, y maravillosos. Vivo, Diario, mi segunda juventud  (12:52:13). 

sábado, 27 de agosto de 2022

27 de agosto de 2022. Sábado.
LUGAR DE VERSOS

Volver a la Luna, para dar un segundo paso. Casa Sacerdotal. Murcia.

-Dicen los americanos que vuelven a la Luna. El 20 de julio de 1969 a Neil Armstrong lo echaron a volar por los espacios y recaló en la Luna, lugar de solo versos y sueños hasta entonces. Antes, con sus De la Tierra a la Luna y Los primeros hombres en la Luna, habían estado allí (llevándonos con ellos) Julio Verne y H. G. Wells. Y, con su Viaje a la Luna, también Georges Méliès, hombre de cine. Pero habían estado sólo con su fantasía, en una Luna ilusoria e ilusionada. A Neil Armstrong lo montaron, como a Don Quijote, en un Rocinante llamado Apolo XI y lo empujaron camino de las estrellas y se plantó en la Luna real. Él, y dos Sanchos con él: Edwin E. Aldrin y Michael Collins, pilotos. Y, ya en el mundo de las estrellas, el 20 de julio de 1969, a las 15:15 horas, se posaba en el Mar de la Tranquilidad del astro nocturno, diciendo un poco después para la Historia (de los Sueños) aquella frase: «Un pequeño paso para un hombre. Un gran paso para la Humanidad». Un paso por cierto vacilante, perplejo, humano; pero gran paso, que dejó huella. Y en todo caso, a Neil Armstrong no le pudo la emoción. O la disimuló tras la escafandra, donde se reflejaba el pedregal de la Luna, pero no sus lágrimas, tal vez. Al pisar el polvo lunar, seguro que abrió viejos versos de enamorados, claros de luna, romanticismos tristes, pero no se notó, porque anduvo con mucha discreción y dando saltitos, como un gorrión asombrado, sobre aquel suelo, virgen de errores humanos, aún, por celestial. Dejó unas huellas y un sueño cumplido: la conquista de un cuerpo celeste, allá donde las estrellas se arraciman para mirar a la Tierra y protegerla, y lanzar Perseidas, como lágrimas, la noche de San Lorenzo. La Luna, tan cercana, que hasta se la puede coger entre las manos en un charco de agua, o darle cabida en un verso: «Por el cielo va la luna / con el niño de la mano», y que Lorca imagina, en la fragua, vestida «con su polisón de nardos». Neil Armstrong murió a los 82 años. Eso, sí: dejando su huella en la Luna y en la Historia, luego de casi tocar a Dios en aquella su excursión espacial y cinematográfica, es decir, americana, y digna de ser relato poético, y de fantasía, Diario, pero real (18:54:21).

viernes, 26 de agosto de 2022

26 de agosto de 2022. Viernes.
CON VIENTO FRESCO

Verano, sequedad; tristeza del bosque. Salinas de San Pedro del Pinatar,

-El calor, dicen, se va a ir debilitando, y yéndose (nunca mejor dicho) con viento fresco a otra parte. Como diría un personaje de Muñoz Seca en su obra Los robinsones: «Abrí la ventana, entró el fresco, y se lo llevó todo». Que entre el fresco y se lleve todo este desabrido y terco calor es por lo que suspiro y sueño. No el fresco político (desde el “progre” al otro, el liberal), que nos hiela el alma y hasta la esperanza, sino el auténtico, el físico, el que te permite respirar y salir de tarde a ver árboles y nubes, y conversar sin el plomo del sol cayendo sobre uno. Porque con el sol encima, hasta las ideas, mientras se platica a la intemperie, se derriten y caen a los pies formando un charco. Ahora, en verano, lo más largo que se nos ocurre decir cuando nos cruzamos con un amigo, es: «¡Hola! ¿Estáis bien? Me alegro. Hasta pronto», y pies para qué os quiero. Y una observación. ¿Os habéis dado cuenta que el frío congrega, apiña, y el calor disgrega? En invierno, alrededor de la lumbre, con las manos extendidas; en verano, la dispersión, la huida. En invierno, las palabras, aun con humo por el frío en el aliento, salen más fluidas y cálidas, y más amigables. El frío conserva; el calor pudre. O sea, que ya te habrás dado cuenta, Diario, que me va más el invierno que el verano, y el otoño que la primavera. «La nieve –dice Umbral– es tiempo en plumas»; o «ver caer la nieve es ver pasar el tiempo». Pues eso: las plumas y el tiempo, todo es fragilidad amable y humana; y como dice San Pablo: «Cuando soy débil, entonces soy fuerte», para añadir: «en Cristo» (18:10:24). 

jueves, 25 de agosto de 2022

25 de agosto de 2022. Jueves.
EL GOZO DEL AGUA

Se prepara la tormenta, y la lluvia. Salinas de San Pedro del Pinatar. 

-A las cinco de la madrugada, tronó la noche, y, al poco, dando con fuerza en los cristales, tamborileó durante unos minutos la lluvia, luego todo quedó en silencio; el silencio ahogó al trueno y silenció a la lluvia, que se durmió en las nubes, altas y volanderas. En este año de incendios y sequía, un atisbo de lluvia no viene mal, aunque tenga la brevedad de un sello de correos. Cuando oigo la lluvia, recuerdo el pasado. Siempre que anunciaban lluvia empezaba a ensayar cómo poner las manos (el cuenco de las manos) para recibirla y poder así llevármela a la boca, y beberla. ¡Beber la alegría del agua de lluvia! O como suele hacerse en el desierto: sin detenerme, arrastrar la mano por el agua, y, al paso, llevarla a la boca, y beberla. Pero no ha llovido; sigue el desierto. Y sigue la sed de la tierra, que se muere de grietas, sus heridas. El agua siempre es un bautismo de fe o de vida. Aunque para la fe pueda valer un bautismo de deseo, sin agua, no hay bautismo de vida. Se desea la fe, y Dios acude al deseo y deja la semilla de la fe en el alma. Por el deseo, se hace la creencia. Pero sin agua, aunque haya deseo, la tierra fenece. Los primeros estertores de infecundidad son las grietas. Y luego vienen el viento y la duna, y el lagarto y la víbora, que certifican su defunción. Así como la fiesta del primer día de la creación fue la de luz, la del segundo día fue la del agua. Cuenta el poema del Génesis, que era tanta el agua al principio, que Dios hubo de hacer un malecón, o firmamento, para separar así las aguas de arriba de las de abajo: llamando –lírico Dios– a las de abajo mar. En el segundo día de la creación, pues, el gozo del agua, que había de fecundar la tierra. Solo en tiempos de maldición, ha faltado el agua. ¿Serán éstos, Diario, tiempos malditos? No lo creo, Dios es misericordia, y amor, y nunca será ira o maldición, o eso espero (18:21:58).

miércoles, 24 de agosto de 2022

24 de agosto de 2022. Miércoles.
IDILIO

Como la rosa, crece el texto que escribes. Torre de la Horadada. 

-Es verdad que escribir todos los días cansa mucho, pero divierte más. Una letra, otra letra, una palabra, otra, un texto… Es divertido, a pesar del esfuerzo. A veces, el blanco de la página es como la montaña que el alpinista contempla antes de lanzarse a su conquista. Es el enfrentamiento pacífico entre la pared casi vertical de la roca y la voluntad del escalador. Dos fuerzas, dos desafíos. El escalador mira y la montaña le devuelve su grandeza, desafiándolo. El escalador dice: «¡Puedo!»; y la montaña le estimula: «¡Inténtalo!» Una especie de invitación a un enamoramiento, a un idilio. Algo así es el escribir. La página en blanco te mira y te dice: «¿Por qué no lo intentas?» Y voy y lo intento, y me sale esto que estás leyendo, quizá sin valor, pero con la grandeza del esfuerzo y la constancia ahí brillando. Me pongo e intento escalar la blancura de la página y me veo agarrado a ella, procurando salvarme en ella, ascendiendo, dejando algo de mi vida en su blancura, que ya no es tan blanca, porque mi vida quizá la haya llenado de tachaduras, de dudas, de contradicciones, de sueños, es decir, de vida. Es bella una página en blanco, Diario; pero lo es más si es portadora de un poema: «Vivo sin vivir en mí / y de tal manera espero / que muero por que no muero» (Santa Teresa de Jesús); o de un: «¡Creo…!», acto de fe, en el que Dios se siente aludido, y, mientras escribo, me sé bendecido, y amado, como un hijo (17:51:38).

martes, 23 de agosto de 2022

23 de agosto de 2022. Martes.
HOMBRE FALIBLE

Órgano que tocan las olas del mar, en Zadar. Croacia. 

-Se admite que el hombre es falible, que es capaz de equivocarse; pero parece que no así la técnica; de tal modo, que se pretende marginar al hombre y darle en cualquier caso todo el protagonismo a la electrónica y al tornillo. El robot sustituirá al hombre, dicen, salvo en la libertad de hacer esto o aquello, o no hacerlo, o hacerlo poema, equivocándose. Según avisan, el robot será maquinista de trenes, comandante de avión, chófer de autobús; aunque no sé si también ciclista con casco en el pedalear y dirección de mi bicicleta. Con robot, yo no habría podido dejarme ir en una bicicleta sin frenos desde la cima de la calle del Horno, en Molina (el que la conoce sabe el Tourmalet que era en mi niñez), hasta dar con mis huesos y los de la bicicleta en el zócalo de piedra de la fachada de la iglesia, neo-renacentista ella. Amasijo de manillar, ruedas y sillín, con un servidor llorando y lamiéndose sus heridas, en el suelo. El manillar, de revés, y la rueda delantera hecha un 8, con el sillín, a su vez, puesto en mi cabeza por montera. ¡Qué niñez más hermosa aquella sin robots, sin guías de mi falibilidad, dejándome la niñez para mí solo, sin meninas que velaran por mí, y viviendo únicamente para aprender letras y números y volar sueños y cometas, y burbujas de asombro! Yo diría que el hombre es falible, capaz de errar, de ser libre, gracias a Dios. Y en la niñez es donde más y mejor se manifiesta, siendo falible, este modo delirante y encendido de ser libre, con accidentes y tropiezos añadidos, y heridas que siempre cicatrizan. No creo en el robot como medio de corregir la falibilidad o capacidad de fallar del hombre; al fin, el robot hereda las limitaciones del hombre, pues su concepción y los circuitos que le dan vida están ideados y realizados por el mismo hombre, falible. Una deficiente conexión puede parar la vida del robot y su inteligencia robótica, endiablada, que diría un moralista medieval. O sea, Diario: paso de los robots, que a veces se rebelan y te llevan a una odisea por el espacio, con música de los Strauss, padre e hijo, y la inventiva de Stanley Kubrick, dirigiendo el concierto visual y sinfónico inigualable del universo (17:53:18).

lunes, 22 de agosto de 2022

 22 de agosto de 2022. Lunes.
CARTA A LA CASUALIDAD

"Hágase la luz, y fue la luz", Génesis. Torre de la Horadada.

-Le he escrito una carta a la casualidad, y da la casualidad que no me ha contestado. Y es que la casualidad y la nada son de la misma familia y por tanto tienen parecidas reacciones; si les escribes o les hablas, no contestan: nunca están. Mi carta decía: «Casualidad, dime cómo empezó todo» (me refería al Big Bang y eso), pero no he recibido respuesta. La casualidad no suele hablar; aunque los hay que dicen hablar por ella, en su nombre. ¿Cómo empezó todo? Por casualidad dicen algunos, considerados sabios. Aunque bien visto, es un modo de no decir nada. Afirman determinados científicos que el Big Bang (o «gran explosión», y sin olvidar la teoría de la relatividad) fue consecuencia de una «singularidad espaciotemporal». ¿Pero tiene nombre esa singularidad? Singular es lo que se distingue o separa de lo común, algo extraordinario. ¿Y si le pusiéramos nombre a esa singularidad?; ¿tanto cuesta? Porque de lo contrario, vamos a tener que afirmar con Voltaire, que «la casualidad no es, ni puede ser más que una causa ignorada de un efecto desconocido». De causa ignorada habla Voltaire. Y de efecto desconocido; cuando en realidad se ignora la causa, pero no el efecto, que ahí está: el Big Bang. ¿Ignorada la causa? ¿Deliberada o casualmente? Pero hubo alguien que le puso nombre a la causa. «En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios», escribió Juan, el evangelista. He ahí el nombre: «En el principio», la Palabra, antes de la singularidad espaciotemporal, en la inauguración de todo, cuando el Big Bang se desperezó y empezó a ser un universo oceánico expandiéndose, libre, eclosionando luces aquí y allá, poniendo millones de años luz de por medio, la Palabra estaba allí, componiendo la gran y bellísima odisea del espacio, ya que «todo se hizo por ella», señala el inspirado Juan. Y todo porque «en ella estaba la vida», y la vida era la luz de los hombres. El origen de todo, señor Voltaire, no es una causa ignorada, sino la Palabra, que existía antes de todo, y era Poesía: era Dios. Y la casualidad, Diario, todavía sin contestar a mi carta; en todo caso, quién sabe si otra vez será, quizá; esperaré (22/08/2022).

domingo, 21 de agosto de 2022

21 de agosto de 2022. Domingo.
ETERNIDAD

Ascendiendo al infinito, en Éfeso. Capadocia. Turquía.

-Han emigrado los vencejos y, sin avisarnos, se nos va acabando el cigarro puro del verano, gracias a Dios. Su brasa, encendida como un rescoldo en el labio carnoso del señor de la mole humana, Orson Welles, tiene toda la pinta de ir apagándose. El gran bien o pesadilla del verano, al igual que el de la vida, es que no dura siempre. El siempre solo es flor perenne, que no se agosta, en un país llamado Eternidad. En cualquier otro lugar, es, cuando mucho, un destello de esa eternidad, pero en un mundo que no le corresponde. En el ámbito del tiempo, la eternidad es una utopía posible, y es posible tocarla (casi) en el siempre, aunque no se le parezca. Un siempre en el tiempo, es nada en la eternidad, porque en la eternidad no existe el siempre sino el ahora, sin ayer ni mañana; y aun sin hoy, si se piensa en eternidad y no en tiempo. El ahora de la eternidad es un modo incorrecto de hablar. En el lenguaje humano no hay nada que pueda definir lo que es la eternidad. Y qué hermoso que la eternidad no sea tiempo, porque como dice Wislawa Szymborska, poeta polaca, si lo fuera (tiempo) sería como acumular «diez mil antigüedades muy antiguas», una sobre otra, y nunca llegaría a ser eternidad. Mi siempre y mi eternidad son mi ahora mismo, pero en otra dimensión, en la dimensión de la espera, hasta dar con el auténtico ahora de la eternidad, la que pasa del tiempo y del espacio, y se centra sólo en el Ser sin fin, en Dios, donde, Diario, se eterniza el Amor (12:10:15).

sábado, 20 de agosto de 2022

20 de agosto de 2022. Sábado.
NICARAGUA LLORA

La noche de las dictaduras. Murcia. Casa Sacerdotal.

-España arde; Nicaragua llora por la persecución contra la Iglesia Católica emprendida por el régimen comunista de Daniel Ortega, que pasó de revolucionario a dictador. Las dictaduras normales suelen acabar cuando muere el dictador; las nacidas de una revolución, casi nunca, pues la revolución se va autoalimentando hasta hacerse eterna. Ejemplos: Cuba, Venezuela, Nicaragua, y otros muchos más. Daniel Ortega permanece en el poder 39 años, y no se va hasta culmine, dice él, la revolución. La revolución es la vida del dictador. Dijo Emilia Pardo Bazán: «La dictadura es un aria que nunca se convierte ópera». Todo dictador se ve infalible y, si alguien lo duda, se enfrenta a él. Mons. Rolando José Álvarez, Obispo de  Matagalpa, está bajo arresto domiciliario. Es el instigador –dicen los sandinistas– de las manifestaciones que han venido exigiendo la pureza democrática de la república. En el twitter del Obispado se leía hace dos meses: «La Cruz es inaplazable»; es decir, la cruz de la persecución es ineludible: hay que dejarse clavar en ella. Esto bastó para precipitar su arresto. Decía George Orwell, autor de la novela 1984: «Uno no establece una dictadura para salvaguardar una revolución; uno hace una revolución para establecer la dictadura». Se acusa a Monseñor de haber «violentado el mandato del amor», con lo que se pretende silenciar su ministerio: «intrínsecamente unido a la defensa de la dignidad del hombre y su libertad.» Es lo que hizo Jesucristo en la Cruz, se dejó clavar para enseñarnos el sublime valor de la dignidad humana. Dios, desde la Cruz, Diario, nos instruye sobre el valor de la misericordia, la que precede y alienta al amor, la encarnada en Jesús (18:10:48).

viernes, 19 de agosto de 2022

19 de agosto de 2022. Viernes.
LA CALLE DE LA IRA

Abeja libando néctar, en el jardín. Torre de la Horadada,

-Ayer comí con Manolo Cuadrado, editor de mi último libro Palabras y alas en el aire, y me divertí y reí como no lo había hecho hace tiempo. Nos acompañaba Juan, nacido en Mula, antiguo seminarista y amigo desde la niñez de Manolo. Fue un acontecimiento de tapas y sorbitos de blanco albariño, alegre en la garganta y, una vez en el cuerpo, festivo durante el resto del día. De este modo, dejé de sacar a pasear palabras por la calle de la ira, que es como dejar que te estallen petardos en las manos, sólo que en este caso estallarían en mi alma, donde habitan el aliento y los sueños, y otras hermosas palpitaciones, y la destrozarían. Y yo no quiero tener el alma herida, ni enferma, pues debilitaría en mí toda sensibilidad por lo bueno y lo bello, o por la estética y la ética; es decir que, por la herida, se me escaparía el alma. Y, con el alma, escaparía de mí todo lo que soy, sin dejar rastro, todo diluido en la nada, como un vuelo de hoja sin otoño en qué posarse. Pues dicen que un vuelo de hoja sin otoño en que posarse, vuela siempre, y acaba por diluirse en la nada. ¿Para qué sacar a pasear palabras por la calle de la ira contra los «sicarios nacionalistas» que han «humillado, insultado y vejado» a las víctimas del atentado en las Ramblas y Cambrils el 18 de agosto por «proclamar públicamente» su dolor? ¡Yo, Diario, no saco a pasear palabras por la calle de la ira! Mejor por la calle del amor, donde se hallan la paz, el equilibrio, la esperanza, la lírica, el encuentro, y Dios, el que siempre ofrece y nunca quita (18:05:16).

jueves, 18 de agosto de 2022

18 de agosto de 2022. Jueves.
LOS FANÁTICOS ABRIERON SUS FAUCES

España arde, sin remedio. F: Prensa

-Ya parece que empieza a enfriarse la plancha caliente del calor. Aunque sigue humeando el paisaje. «España arde», es el titular desesperanzado de la prensa. El fuego persigue a los bosques, como un felino al ratón. Con ensañamiento. El fuego y el viento no son compatibles, el uno alienta al otro, como el soplo al rescoldo. Sopla el viento y se enfurecen las mil lenguas de fuego que se hacen vómito de dragón. Y, entre fuego y fuego, un aniversario: el del atentado yihadista de Cataluña, en Las Ramblas y Cambrils, hace cinco años. Dieciséis muertos y 140 heridos, y muchos llantos tras estas muertes y lesionados. La gente ponía claveles o rezaba, y se unía en el silencio, cuando los fanáticos abrieron sus fauces y con gritos racistas, perversos, rompieron el silencio: boicotearon la ofrenda. El fanatismo nacionalista es como un río con pirañas, que muerden con ferocidad todo lo que cae en sus aguas, para destruirlo. El fanatismo ha producido más muertes que cualquier otra ideología o fe equivocadas. Decía Bertrand Russell, escritor británico: «Todo el problema del mundo es que los tontos y los fanáticos siempre están seguros de sí mismos, mientras que las personas más sabias están llenas de dudas.» La duda, Diario, o la puerta de la sabiduría. ¿Los fanáticos nacionalistas son tontos, nunca tienen dudas? Lo dudo (12:20:32). 

miércoles, 17 de agosto de 2022

17 de agosto de 2022. Miércoles.
ATEO PRÁCTICO

Dos políticos enfrentados, con púas en la lengua. Torre de la Horadada.

-Me estoy convirtiendo en un ateo en cosas inútiles, tan práctico, que me entra miedo de acabar creyendo solo en Dios, y en algún otra cosa de su derredor. Ateo, pues, de cosas varias (política, economía, estado del bienestar, democracia, tiranía…), y solo creyente en Dios. El progresismo seguro que me toma como objeto de sus burlas; pues dirá: esto no es posmoderno y no cuadra con los postulados del relativismo. Porque según el relativismo hay que creer en todo para no creer en nada. Se arma la Torre de Babel (aquella idiotez inmobiliaria con la que se quería tocar el cielo: el rascacielos primordial), para, al fin, no enterarse de nada. Torre de Babel, o el batiburrillo lingüístico. Se agita, se mezcla, se revuelve y el guiso no sabe a nada, y, si de filosofías se trata, se cae en la estupidez de la inercia o desidia, y aun de la locura. Por el efecto mariposa (voy, vengo, salto de ésta para libar en aquella otra flor, etcétera), el relativismo lleva al cansancio intelectual e incluso estético. Y cansadas de ir y venir, las ideas se agotan. Y, sin ideas, es presumible la decadencia de cualquier cultura, aun las griega y romana, de entonces, imperecederas sin embargo, a pesar de ellos mismos. Ateo práctico, pues, en cosas inútiles: como creer que mi voto, en política, puede solucionar algo. En este país los políticos no vienen a solucionar problemas, sino a irse a Doñana o a la Mareta, Lanzarote, y reírse a boca llena –y sin corbata– de todo y todos. Mi próximo voto se lo daré al político que prometa y cumpla que si sale presidente no veraneará en Doñana ni en La Mareta, ni mentirá más de la cuenta, sólo lo justo, que es nada. Dice el libro de los Proverbios, que hay seis cosas que «odia el Señor», y, entre ellas, Diario, «la lengua mentirosa», procaz, la lengua en la que abundan las alimañas, el nido de víboras (12:10:52).

martes, 16 de agosto de 2022

16 de agosto de 2022. Martes.
EL FUEGO

Fuego pacífico en el hogar. Torre de la Horadada. 

-El calor, como el morder de las carcomas, no cesa. Y el fuego activo, afanoso,  destructivo, se da cita  en los rincones más bellos de «esta España nuestra», maltratada y encendida. En un día quizá caluroso, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego en el mundo». El fuego, pues –que hasta sirvió de templo o escondite de Dios en el Sinaí: ardía sin consumirse la zarza desde donde hablaba a Moisés–, en la boca de Jesús. El fuego, esa obra de arte de la naturaleza que el hombre llegó a domesticar, hasta conseguir hacerlo icono y joya viva en el hogar. El fuego era bárbaro, hasta que el hombre le dio cobijo en su casa y lo convirtió en amigo. El hombre dio confianza al fuego y éste le dio calor. El fuego que estaba escondido en el rayo y en la piedra de sílex, afloró pacífico para el hombre pacífico; luego se convirtió en venganza cuando el hombre lo puso al servicio de su odio. Pero el fuego también es símbolo de amor; tal vez por eso, tras decir que ha venido a prender fuego en el mundo, añade Jesús: «¡Y ojalá estuviera ya ardiendo!». Sólo que tenía que llegar la cruz para que comenzara a arder la llama viva de ese amor. Desde la cruz –o el amor de Dios donado, triturado como la uva en el lagar–, el mundo y su historia, Diario, se incendiaron de ese Amor, y en la extensión de ese fuego amoroso estamos, portándolo en la palabra y en las vidas, para que el mundo arda en tal incendio de Amor (18:00:34)