sábado, 24 de septiembre de 2022

 24 de septiembre de 2022. Sábado.
VENÍA DEL PECADO

Un rayo de luz, de esperanza, desde el cielo. Casa Sacerdotal. Murcia.

-San Agustín, en sus palabras, se hace inmenso, como un luminoso y deslumbrante amanecer. San Agustín, que venía del pecado, con la gracia de Dios y unas lágrimas se hace claridad en el mundo. Dios se aparece en su boca. Dice: «Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas, ayudándote para que puedas». De salida no te tortura con que hagas cosas imposibles, más allá de tus fuerzas: te pide hacer –si quieres– cosas sencillas, como olvidar la ira y dejar, por ejempló, que una abeja que liba néctar te enternezca el corazón; y si miras el mundo y ves las guerras y las injusticias que lo asolan, y te sientes impotente ante tanta desolación, pide a Dios ver la otra cara del mismo, donde se dan la mano la paz y la solidaridad, la fe y el amor, y si no puedes, sigue pidiendo, como el ciego del evangelio: «¡Poder ver, Señor!»; Dios siempre ayuda. Dice Soren Kierkegaard, el filósofo danés: «Dios crea de la nada. Maravilloso dices. Y así es, sin duda, pero él hace lo que es todavía más maravilloso: él, de los pecadores, hace santos.» San Agustín es el feliz resultado de la lucha entre el mal y la gracia: las lágrimas de una madre y la gracia de Dios vencieron al mal; una bella melodía surgió de ese caos de notas sueltas que era Agustín; Dios y unas lágrimas, Diario, consiguieron el perfecto acorde, el de la santidad (12:18:53).

viernes, 23 de septiembre de 2022

 

23 de septiembre de 2022. Viernes.
HABLAR AL SILENCIO

Silencio de los lirios, en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Me despierto, toso, siento un poco de fresco, cojo el embazo de la sábana y me la subo hasta el cuello. «Ha llegado el otoño», me digo, aliviado. Y, cambiándome de lado en la cama, me duermo con la placidez y sosiego de la hoja que cae del árbol. Desligada del árbol, la hoja se posa en tierra sin ruido y sin aspavientos, en silencio. La primavera y el otoño son las estaciones de los colores. Dijo Albert Camus: «El otoño es una segunda primavera, en el que cada hoja es una flor». En primavera se oye más el alboroto del cantar de los pájaros; en el otoño, los silencios de las cosas. Le preguntaron a un ermitaño con fama de sabio: «Estando en soledad, y en esta desolación, ¿a qué o a quién habla?» Y contestó: «Al Silencio; le hablo, y él me contesta. El Silencio nunca defrauda: oye, escucha, y responde». Aquel ermitaño tenía fama de sabio, y lo era: hablar al Silencio (con mayúscula), para que, al hablarle diera una respuesta, y así forzarlo a romper sus inquietantes y hermosos mutismos. San Juan de la Cruz escribió: «Una palabra habló el Padre, que fue su Hijo, y esta habla siempre en eterno silencio, y en silencio ha de ser oída del alma». El espíritu, en nosotros, es silencio y nos habla: nos señala el camino a seguir. Orar en silencio, Diario, es entrar en el silencio de Dios e intentar escucharlo, conscientes de que responde (17:58:56).

jueves, 22 de septiembre de 2022

22 de septiembre de 2022. Jueves.
GRITO O SUSURRO

Otoño en el jardín. Torre de la Horadada. Alicante.

-Con el otoño ahí, a la esquina del calendario (23 de septiembre, a las 03 horas 04 minutos). En otoño cantan menos los pájaros. Yo diría (si no fuera una irreverencia) que el pájaro, en sus silencios, es un símbolo del Dios silencioso, que aun constipado y sin voz, suele hacer silencios musicales y atractivos, y ensordecedores a veces. Y es que, en el pájaro, todo canta, hasta sus silencios. Dios, el silencioso, hablaba en los profetas. Los profetas fustigaban y daban consuelo, según los tiempos y las conductas de los poderosos. En ellos, Dios se hacía grito o susurro. El profeta en el nombre del Señor decía cosas que le ardían en el pecho y le volaban en la boca, palabras siempre de esperanza y cielos nuevos. El profeta Ezequiel les decía a los poderosos de Israel: «¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No son las ovejas a las que tienen que apacentar los pastores?... No fortalecéis a las débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis a las heridas. Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro». Como si fuera en este momento: así hablaba Ezequiel a los deportados de Babilonia; deportados por culpa de sus pastores. Cambio «pastores» por «políticos» y todo se vuelve actual, como el caluroso otoño que hemos empezado a vivir, o a sobrevivir, el 23 de este mes, exactamente a las 03 horas y 04 minutos, y la paranoia de Putin amenazando a la humanidad. Se trata, Diario, de políticos que se apacientan a sí mismos y no a las ovejas de su rebaño, mezquinos (12:35:02).

miércoles, 21 de septiembre de 2022

21 de septiembre de 2022. Miércoles.
MARAVILLADO DIOS

Cielo estrellado, en Santa Sofía. Estambul. Turquía.

-Fue Dios y se puso a contemplar su Universo, su Big Bang colosal, su «¡Hágase la luz!» enloquecedor. Miró y vio galaxias y universos, cuásares y púlsares, agujeros negros y materia interestelar; vio luz y radiación, y materia oscura, y espacio y tiempo, y el vacío. Si cabe maravillarse a Dios, se maravilló de todo el sinfín o profusión que había producido su Palabra. Dios se gozaba en su creación. «¿Y las galaxias? ¡Qué miríada de mundos cumpliendo las leyes de la física o leyes que a mí se me ocurrió darles, para que fueran galaxias y no montones de escombros celestes!» Eso decía. Y de pronto: «¿Y aquella otra galaxia?», se preguntó. Y vio un universo que le pareció haber sido hecho de leche, de tan blanco y reluciente. Y de entre todas las estrellas que lo componían –200.000 mil millones, ahí es nada–, se fijó en una, no muy grande, de la que recordaba saber el nombre. «¡Sol!», dijo. Recordando también entonces que, de entre todos sus planetas (8 en total: a uno –Plutón– lo suspendieron como tal por no dar la talla), había uno llamado tierra. La tierra, donde el amor de Dios se hizo cruz, y, en el que Jesús Dios reveló su rostro, su modo de reír y llorar, su mano tocando heridas, y cómo quedarse eucaristía para siempre en un trozo de pan y un sorbo de vino. Como vecino humilde de los pueblos. Es decir, Dios, muriendo, destruyó la muerte, reinventando la vida, inmortal, infinita. Hecho todo esto, Diario, Dios volvió a la contemplación de su Universo, en el que aquel primer «¡Hágase la luz!» sigue extendiéndose, incontenible, jadeante, como el oleaje de un tsunami en un océano infinito. Y ahí sigue, mirando y maravillándose, recreándolo todo sin cesar, y redimiéndolo (12:33:17).

martes, 20 de septiembre de 2022

20 de septiembre de 2022. Martes.
LA OTRA MEJILLA

Jesús de Nazaret, la misericordia del Padre. Detalle mosaico. Torre Pacheco.

-Yo siempre necesito misericordia. En todo caso, pedir misericordia es el corolario o secuela del reconocimiento de una equivocación, de un error. Perdón, decimos, cuando rozamos con nuestro brazo el brazo del que se cruza con nosotros en la calle. Perdón, una mirada de disculpa y seguimos nuestro camino, perdonados, se supone, y reconfortados. El hecho de ser misericordioso consiste en poder serlo; no todo el mundo puede ejercer la misericordia. Dios es misericordia porque puede serlo: es un Dios amor, y con el poder infinito de Dios, y, si alguien intenta torcerle el brazo, herirlo, se le nota que es Dios en su clemencia y en su facilidad para abrazar y poner la otra mejilla. Cada vez que perdona, Dios pone la otra mejilla. O pone la Cruz, que es el gran antídoto frente al odio. Ejemplo: El hijo pródigo, vuelto a casa, recibe el abrazo del padre, y, con el abrazo, la fiesta. Aunque el abrazo del padre ya es una fiesta, con mesa y manteles nuevos, y el beso de la paz. Sublime: Dios, cuando da su misericordia, en vez de pedir que se le agradezca el don, agradece que lo aceptes. Es la urbanidad de Dios. En la misericordia, se entrelazan el amor, la fiesta y la donación. Y esto, Diario, solo lo puede hacer aquel que puede: Dios, y con él, aquellos, que cercanos a él, reciben su influjo; es decir, los que reciben la gracia de poder hacerlo (17:50:22).

lunes, 19 de septiembre de 2022

 

19 de septiembre de 2022. Lunes.
ESCALOFRÍOS

Tulipanes y margaritas, en Estambul.Turquía.

-Si alguien (Dios por ejemplo) me preguntara qué desearía ser de mayor, le contestaría que persona; o sea, un ser libre, con la dignidad precisa para serlo. Cuanta más dignidad atesore, más libre seré, y más persona (o menos máscara, significado de persona). ¡Ah! Y una terrible noticia; estoy que no vivo: la tierra, esta en que vivimos y somos y existimos; esta tierra del melocotón con hueso y del pez con escamas, de plata, y del pájaro con corcheas en el pico y del leopardo jaspeado; esta del mar y las colinas, y la gran comedia humana, etc.; esta, leo, dejará de ser habitable dentro de 1.750 millones de años; ni uno más ni uno menos. Lo han afirmado (y con gesto grave y circunspecto, y sin que les haya dado la risa) un grupo de astro-biólogos de la Universidad británica de Anglia del Este. Sin embargo, no es para asustarse: los últimos supervivientes serán los microbios; aunque con el tiempo, también los digerirá la nada. Escalofríos siento, Diario: dentro de 1.750 millones de años, la nada (18:11:06).

domingo, 18 de septiembre de 2022

18 de septiembre de 2022. Domingo.
AMAR

Amor en la cruz, iglesia junto al Rin, Alemania.

-Nunca he creído ni creeré en una ley tiránica; algo, y, alguna vez quizá, en una ley democrática; y siempre, en la ley de Dios. Nunca creeré en una ley tiránica, por despótica e injusta; sólo alguna vez, en una ley democrática, si no es voluble y confusa; y siempre en la ley de Dios, por eterna e inmutable. Y es que el Amor, en el que se hace esquema y vida toda la ley de Dios, no pasa nunca. Por algo a la ley de Dios se la llama la Ley del Amor. Tal, que alguien como San Agustín de Hipona pudo decir: «Ama y haz lo que quieras». Amar es tomar un poco de la esencia de Dios y hacerlo vida tuya. Si amas en verdad y justicia, puedes hacer lo que quieras, porque nunca herirás al prójimo, siempre lo tratarás desde le perspectiva de Dios. Y Dios, en su amor, es donación incesante, hasta la enorme ofrenda de la cruz. La cruz jamás dañará a nadie, ni material ni espiritualmente, siempre será vuelo y liberación. El amor de Dios no se cierra, siempre está abierto a darse sin límites, como el pan de una eucaristía constante, que se celebra para alimentar al que tiene hambre o sed. El amor de Dios viste al desnudo y da posada al peregrino, y, como dice Isaías, todo lo da gratis. Ama así, diría San Agustín, y haz lo que quieras. Creo, Diario, en la ley del amor, y no en la ley del mercado y la tiranía; creo en la ley que me hace libre y me llena de esperanza, y abre mi horizonte a la misericordia (12:27:12).

sábado, 17 de septiembre de 2022

17 de septiembre de 2022. Sábado.
HABILIDADES

Obra de artesanos inspirados, en el Museo de Mula. 

-La habilidad es cualidad que le va a las manos: las del alfarero, las del maestro cantero, las del cirujano; a la mente, sin embargo, le va la inspiración. ¡O la idea y la luz! Los hay hábiles que realizan lo imaginado o soñado por los inspirados; y los hay que sueñan lo que hacen. Está el árbol y la luz, que lo hace verse árbol. Dios, con habilidad y del barro, formó al ser humano; pero, antes, lo había concebido como idea en su mente. Miró hacia dentro de sí y dijo: «Hagamos al ser humano como semejanza nuestra». Y se gozó en su idea. Y, valiéndose del barro, hizo al ser humano –macho y hembra– soplo suyo: su aliento con vida propia. Sopló al barro y lo echó a andar; entonces el barro pensó y las manos, valiéndose de esa luz que es el pensamiento, la luz de la razón, se pusieron a hacer cosas. Dios había dicho al barro por él alentado: «Sed fecundos y multiplicaos, y henchid la tierra». O sea: embarazad la tierra y recrearla. Sólo que unos la recrean y otros la destruyen; pero ahí está el ser humano, barro con aliento de Dios; o barro viviendo de Dios. El aliento de Dios se descubre en sus grandes ideas; el barro, sin embargo, en sus errores. Ejemplo: Leonardo da Vinci y Hitler. Los dos hábiles: el uno en crear la Mona Lisa; el otro, en refinar el sufrimiento. La habilidad es un adorno de la persona que le permite realizar algo con gracia y destreza, dice el diccionario. Pero también puede ser una máscara de la maldad. O un truco de prestidigitador. La habilidad, a veces, Diario, engaña: haciendo ver blanco lo que es negro, rojo lo incoloro, o que salga una paloma de un sombrero vacío. Dios, el barro y el soplo, y la idea: o la creatividad inspirada, el ser humano (11:42:17).

viernes, 16 de septiembre de 2022

16 de septiembre de 2022. Viernes.
IMBÉCIL

La guerra, campo de cocentración en Bergen-Belsen. Alemania. F: ABC

-De pronto, leyendo a Ortega, la palabra imbécil me ha dado con su grafía en los ojos para que así parpadee y vuelva sobre lo leído. ¡Imbécil! Si un filósofo usa la palabra imbécil –me digo–, es que se trata de una palabra filosófica y por tanto invita al asombro y a prestarle una especial atención. Aunque no según la preceptiva literaria, imbécil rima con alelado o escaso de razón y aún con flaco y débil, según el Diccionario. Hablaba Ortega de política y de políticos, y de individualismo y colectivismo. (Defendía, por supuesto, el individualismo frente al colectivismo). Y lo leído fue escrito en 1937, como portada o prólogo (para franceses) a su libro La rebelión de las masas. Lo publicó en Holanda, pues aquí nuestros padres andaban descerrajándose tiros, por lo mismo, por la política, o a causa de la gran imbecilidad. Entre lo grande, existen dos magnitudes: la gran muralla China y la gran imbecilidad de ir a la guerra por asuntos políticos. No hay idea ni ideal –aunque se trate de una utopía– que merezca una guerra, y menos si es civil, pues entonces se convierte en más incivilizada. En todo caso, uno puede morir por una idea, y más si es utópica; pero nunca ir a una guerra, que implica a otros, por esta misma idea. «Yo voy a la cruz –dijo un utópico: Jesús de Nazaret– pero sin arrastrar a otros». Y, extendiendo los brazos en la cruz, dio la vida por la idea o ideal –la utopía, en la que aún estamos– de establecer un reino distinto, para una tierra distinta y nueva, y un cielo, con las mismas luminarias, estrellas, pero también novedoso, con otra luz y otra lírica, la del amor. «Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil. Ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral». Así escribía Ortega. Y no se le cayó ningún anillo de intelectual íntegro, amante del progreso y no del progresismo burdo y regresivo. Ortega, Diario, andaba por el mundo preguntado y buscando la verdad: filosofaba (12:31:41).

jueves, 15 de septiembre de 2022

15 de septiembre de 2022. Jueves.
APOTEOSIS DE LA CRUZ

Cruz en los caminos, encrucijada. El País.

-Ayer celebró la iglesia la Exaltación de la Cruz de Cristo. Exaltar la cruz a la que San Pablo llamaba, sin embargo, «escándalo para los judíos, necedad para los griegos». ¿Entonces por qué la exaltación, el apoteosis de la cruz en la iglesia? Porque para los creyentes es «fuerza y sabiduría de Dios», continúa San Pablo. En la cruz muere Jesús, el Hijo de Dios, por lo que en la cruz está el impulso y la tracción en la que brilla la maestría y el acierto de Dios. Dios, inspiración de todo, es también la musa que insinúa y da forma a la cruz, convirtiéndola en signo de salvación. La cruz es el arroyo que en el camino de la vida, y cuando nos acucia la sed de nuestra propia cruz, ahí está para, inclinados y con la humildad del necesitado, beber de sus aguas, levantar la cabeza, y seguir caminando. Porque con tu cruz a cuestas, miras la cruz de Cristo –el manantial que corre– y te anima a llevarla y, aunque duela, a contentarte en ella. Dice Alejandro Pronzato: «Si una cruz se te presenta como antipática, desagradable, excesiva, demasiado ruda, insoportable, no dudes en cargar con ella. Te pertenece». Y con el tiempo, por el roce y el trato, y por la fe, se establecerá una familiaridad, sufrida, pero fecunda, entre la cruz y tú. «Porque lo que cuenta no es que la cruz esté hecha a tu medida. Lo esencial –sigue Pronzato– es que tú estés hecho a la medida de Cristo». Primero apareces tú, luego la cruz, nunca atractiva, y por fin Cristo al que mirar, como el pueblo de Israel a la serpiente de bronce en el desierto; las miradas, si son amorosas, Diario, siempre salvan (12:44:36).

miércoles, 14 de septiembre de 2022

14 de septiembre de 2022. Miércoles.
EL JAZMÍN AZUL

Jazmín azul, en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Hoy no sé qué decir, sino que la vida me deje seguir viviendo, que no me quite la libertad de escribir libertad y de poder darla cuando doy mi mano en un saludo; que me deje oír al pájaro que oigo ahora, su arpa de diez cuerdas sonando en el día que empieza; que, en la noche, pueda decir a la luciérnaga: «No me encandiles, no me encandiles con tu luz, luciérnaga, bicho hermoso, que no puedo leer la noche, su cielo estrellado»; la noche con su ruidos de astros y murciélagos, y sus enigmas que cesan con la luz del día; los enigmas de la noche, que son la oscuridad sin sombra y el ir y venir del miedo, doblándose en las esquinas, y asustando a las lechuzas que beben el aceite de la lámpara del Santísimo y se emborrachan de luz sagrada en los templos; y el enigma de la luna, que se baña en el mar y no se moja, haciendo surf sobre las olas. Hoy, Diario, no sé qué decir; pero en todo caso, diré «amén» porque existo, y «gracias» por ser un don, y «Dios», para seguir amando; y hacer como el jazmín azul, que celebra siempre, agradecido, ser azul, y nunca se cansa de parecerse al cielo y al mar, aunque sepa que él es un jazmín azul (12:32:39).

martes, 13 de septiembre de 2022

13 de septiembre de 2022. Martes.
VESTIRSE DE LLUVIA

Oliendo a lluvia, en el jardín. Torre dela Horadada. Alicante.

-Septiembre ya empieza a parecerse, por fin, a septiembre; es decir, se despoja de sol para vestirse de lluvia. En algún momento, sin embargo, aún soltará al sol para que arda, pero ya será sólo el ladrido de un perro faldero, meloso, casi tierno, sin mordisco. Emociona notar que, cuando el cielo llora –llovizna– la tierra inaugura un nuevo aroma: huele más a ella misma –a tierra– que a sol; y, sin desdeñar al sol, el olor a tierra es más penetrante y afanoso, y alegre, que el del sol. Y es que, aunque el sol caliente y vigorice, la tierra acoge y amamanta, es más maternal; tal que, concediéndole al sol ser el que despierta y mete en sueños, es la tierra, no obstante, la que canta laudes al alba y nanas al anochecer. La tierra es la melodía de una gran sinfonía: la vida. ¡Olor a tierra mojada! Olor a armonía y a vida, y a temblor de hoja y a gorjeo de paloma, y en todo caso, Diario, olor a don de Dios (12:51:57).

lunes, 12 de septiembre de 2022

 

12 de septiembre de 2022. Lunes.
DESPOJARSE

Hoja sola, o soledad en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Luego de verse abandonado incluso por su última compañía, su soledad, dijo un sabio: «Voy a dejar de salir contigo, amistad». Su soledad, su última y única compañía, parecía hacerlo feliz. La soledad acompaña, tanto como la fe o el silencio, o el lenguaje de un libro que se deja leer. La fe de un monje y el silencio de un claustro, y un libro entre las manos; o la soledad acompañada, que a su vez acompaña al solitario. Aquel sabio, glosando a Ortega, podría haber dicho: «Yo y mi soledad». La soledad de un autor es causa de libros, y de sueños imposibles, que a la larga, como las utopías, pueden hacerse posibles. (Las utopías también son sueños, que quitan a veces el sueño hasta hacerse realidad). Aquel sabio buscaba la total liberación interior, la total pureza, y dejó toda amistad, también la amistad de sí mismo. Es decir, se despojó de todo egoísmo, o de todo amor a sí. «Voy a dejar de salir contigo, amistad», dijo, y dejó de salir consigo, con su vanidad, con su yo, con su apego más próximo, amistad esta que le había absorbido desde siempre, esclavizándolo. Yo, Diario, como aquel sabio, voy a ver si logro dejar de salir con mi amistad. O sea: despojarme de mí mismo y llegar a ser de este modo totalmente libre, con solo Dios como guía y luz, para no tropezar, y así poder volar, sin fin (12:57:33).

domingo, 11 de septiembre de 2022

11 de septiembre de 2022. Domingo.
MARÍA, HERMOSO POEMA

Bella rosa -poema- en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Para describir qué es un poema, hay que usar palabras poéticas. María, la Virgen, es toda ella un poema escrito por la sabiduría y la pluma de Dios. Hoy, Murcia, se viste de fiesta, celebra a la Virgen de la Fuensanta, su patrona, su señora, su libro de poemas. María es un hermoso poema nacido del amor de Dios. Dios Padre la crea, Dios Hijo la redime, y Dios Espíritu Santo la desposa. Por eso puede decirle con el Cantar de los Cantares: «Eres toda hermosa, amada mía, y no hay en ti defecto». Dios la ha hecho Joya única, sin mota ni borrón, toda luz, fuente que mana aguas puras de la que se puede beber, al tiempo que mirarse en ellas. Es fuente que alegra, que salpica, que riega el jardín de Dios. «Me has enamorado con una sola de tus miradas, con una vuelta de tu collar», sigue el Cantar. Mirar es hablar silencios, que, a veces, dicen más que las palabras. Una mirada puede trasmitir latidos, emociones, sentimientos, vuelos. El aleteo del amor vuela en una mirada. Mirar es encontrarse, y, en ocasiones, darse. El amor hace brotar «jardines de granados, con frutos exquisitos». Tanto que en el «jardín cerrado» que es María, el Espíritu Santo creó su alhaja maestra: Jesús. Jesús, que según el Cantar de los Cantares, es, en ese huerto cerrado de María, «nardo y enebro y azafrán, canela y cinamomo, árboles de incienso, mirra y áloe, con los mejores bálsamos y aromas». En el entorno de María, Diario, todo es poesía, belleza, palabras exquisitas; Dios se recrea en la descripción de la Mujer que amó, hasta llamarla «Esposa mía, amada mía», en ti descanso (12:17:08).

sábado, 10 de septiembre de 2022

10 de septiembre de 2022. Sábado.
CONTANDO COSAS

Verdad: así amanecía hoy en Murcia. Calor. Casa Sacerdotal.

-Cada día, intento contar cosas, que es un modo de hacer historia; historia literaria y de la otra: la de cada día que luce el sol; el sol que luce para todos, como la luciérnaga en la noche que la cerca. Sin acepciones, sin distingos. Iluminan. Que luzca el sol, ya es una historia. Como que la polilla acuda a la llamada de la llama. O que al conejo se le rebelen los incisivos y cobren protagonismo entre los dientes. Al roedor le delatan los incisivos, como a ciertos políticos el disfraz del incumplimiento de lo que prometen. Sin ese disfraz, el político nunca sería cosa irreal, se haría un ser humano. La realidad de determinados políticos es la fantasmagoría; pero con sentido de ocultismo. Como les sucede a algunos togados, y a aquellos que manejan y pervierten las finanzas del mundo. Cualquier disfraz es un robo a la verdad de lo real. Se distorsiona la mentira, para hacerla parecer verdad. La idea de la mentira se esconde tras el disfraz para que aparezca como verdad. Es un modo de idealismo subjetivo, que rechazaría Platón. La verdad es una idea real, independientemente de quien la maneje y el modo como lo haga. Es verdad lo honesto, lo que se hace de buena fe, lo sincero. Y más si la honestidad y la buena fe y la sinceridad conducen al amor. Donde hay amor, no puede haber mentira. Y, si el amor se hace ofrenda para salvar aquello que se ama, todavía con más razón. La verdad está en aquel que percibe que el es más importante que el yo –su yo– y embellece así el , aun a costa de su yo. Hace del realidad salvada, y del yo –si llega la ocasión–, verdad entregada; o, si se quiere, crucificada. Cruz y amor son una magnífica coincidencia verdadera. Por lo que, si me pongo a pensar: la verdad, si amas, eres tú mismo. La verdad, para Dante, Diario, son Virgilio y Beatriz: el uno, la razón y el saber humano y la otra, la fe y la sabiduría divinas, magnífico binomio (18:28:57).

viernes, 9 de septiembre de 2022

 9 de septiembre de 2022. Viernes.
UN SOL SIN SOMBRAS

Consolación, María con la Gracia, su hijo. Molina de Segura.

-Ayer la iglesia cantaba con Lope de Vega: «Hoy nace una clara estrella, / tan divina y celestial, / que, con ser estrella, es tal, / que el mismo Sol nace de ella». O una historia de luz y bellos reflejos, donde no hay sombras, donde todo irradia. Era la fiesta del Nacimiento de María. De la que nacería el Sol de justicia. Dice San Agustín que, antes de haberlo concebido en el vientre, María ya lo había concebido en el corazón. Desde siempre, Dios había pensado en María para que fuera la puerta, el oriente, el este prodigioso, por donde entrara en el mundo el Sol que iluminaría todas las cosas. Llenar de Luz las cosas, ¡qué gran milagro! Un Sol sin sombras, donde todo es claridad, gracia, delicadeza de la Luz. Y de esta Luz fue colmada María, llamada por el ángel la «llena de gracia», gracia de la que se nutre Jesús en su vientre. En Dios está el origen de la gracia, y María es el canal por el que se trasmite a la humanidad. Decía Francis Bacon: «La primera criatura de Dios fue la luz», y no la gracia, porque la gracia no es criatura, la gracia es Dios, su vida. Y María fue el habitáculo de esa gracia, a la que cobijó durante nueves meses en la tienda sagrada de su vientre, hasta que la dio a luz en la noche de Belén, con ángeles de testigos, que cantaron a los cielos (17:57:29).

jueves, 8 de septiembre de 2022

 8 de septiembre de 2022. Jueves.
POR LA PAZ

"Paz en la tierra", cantaron los ángeles. San Pedro del Pinatar. 

-Todos los días me uno, con la Iglesia, a la oración del Papa por la paz. El primer don de la resurrección fue la paz; luego, se nos dio al Espíritu Santo y la misión de predicar por el mundo el evangelio. Jesús, mostrando las llagas en manos, pies y costado, y perforando la materia con su cuerpo glorioso («entró estando los discípulos con las puertas cerradas»), les dijo: «Paz a vosotros», y lo repitió dos veces. Dos veces la paz, y una el Espíritu; sin duda porque la paz es el camino del Espíritu; pero un camino de ida y otro de vuelta. El Espíritu trae la paz y vuelve llevándose nuestra paz a su lugar trinitario. No es verdad que para que haya paz sea preciso prepararse para la guerra. Esa es una frase felona, infame, de mercaderes sin escrúpulos. En Occidente ya no hay otro espíritu que el del mercader o materialista. En la guerra (en general), no se mira la paz, sino el negocio. Se negocian vidas por dólares, euros o libras; es decir, con la nueva moneda con la que Judas vende actualmente al Cristo huido y sin patria, humillado. Ucrania llora y los señores de la guerra ríen, sus cuentas corrientes engordan. No a la guerra, Diario, y sí a la paz, la que libera al hombre de su animalidad, y lo hace conciencia, razón, sabiduría (18:04:14).

miércoles, 7 de septiembre de 2022

7 de septiembre de 2022. Miércoles.
SEDUCIR EL FUTURO

El polen será miel, en la colmena. Torre de la Horadada. Alicante

-Adelantarse a su tiempo, es clavar los pies en el hoy poniendo la mirada y las manos en la obra a realizar el mañana. Sin dejar el hoy, se toca –más con los sueños– el mañana. El hoy se vive y el mañana se sueña. La utopía no es más que un salto en el vacío del mañana: un vacío que llenar. Hoy hago la siembra, y quien la siega y la hace gavilla es la utopía. Y, cuando siegue, la utopía estará en la próxima siembra. Utopía es vivir el presente y seducir el futuro, con expectativas nuevas. En la historia del arte, el presente es –ejemplo– la solidez de la catedral románica; y el futuro, el vuelo de las piedras góticas, su ascensión de aleluya sin fin. Solidez, y piedras que vuelan. Y esto sucede en la Edad Media, el tiempo denostado. Pues algo así sucede con Josué, que ya en su tiempo (s. VI a. C.), se adelanta y pone un pie en el futuro, consolidando el presente. Se trata de un relato de fe y de libertad. La fe no se impone; la fe se ofrece. Josué reúne a todas las tribus del pueblo de Israel y les propone o seguir a Yahveh, el Señor, que les ha sacado de Egipto y les ha protegido hasta alcanzar la tierra prometida o a los dioses de los amorreos, el pueblo donde ahora viven. Él, antes, da su testimonio: «Yo y mi familia serviremos a Yahveh», y deja que hable el pueblo. El pueblo recuerda, dialoga, trae a colación, se da a sí mismo razones: «Yahveh nos hizo subir de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre y, delante de nuestros ojos, obró grandes señales». Es decir, valora, por encima de otras cosas, la libertad, y entrega su fe al Dios de sus padres, a Yahveh. Libertad de elección. Josué y su pueblo, Israel, se adelantaban así a su tiempo y ahí siguen: desde sus raíces, Diario, soñando siempre el futuro (12:24:48).

martes, 6 de septiembre de 2022

 

6 de septiembre de 2022. Martes.
AQUELLA NIÑEZ O TIEMPO

Trece meses, un servidor. F: Familia.

-¿Nunca te has reído de ti mismo, de tus defectos, de tus limitaciones? Inténtalo: es otra clase de risa; una risa humilde, liberadora, terapéutica. Cura la hemorragia de la vanidad, de la tonta hinchazón, y te acerca a la realidad de amarte (y soportarte, quizá) tal cual eres. En mi caso: un tipo bajito y con gafas de miope, y aún con timidez de principiante en casi todo; eso, sí: también con la ilusión de no alejarme mucho de mi niñez, la que revive mi poema Aquella niñez o tiempo, en mi libro Introducción a una selva incipiente, de cuando estaba y vivía «en el don de la juguetería», y nombraba las cosas con amor asombrado, como «madre», «pan», «mañana», «Dios»… Maravillándome de nombrarlas y poderlas escribir. Reírme a veces de mí mismo me hace ser más tolerante con los demás y más amigo (hasta el extremo de no consentirme lo que no está bien) de mí mismo. Reírse de uno mismo es dejar que la humildad te cubra, y evitar que te venza el exceso. Es algo así  como volver al barro del que venimos, y dar gracias por el aquel soplo –el Aliento de Dios– que nos infundió la vida y la sabiduría, y con el hecho además, nunca suficientemente agradecido, de poderlo contar (11:58:29).

lunes, 5 de septiembre de 2022

5 de septiembre de 2022. Lunes.
UNA VIDA HUMILDE

Dios sonríe en Juan Pablo I, papa y beato. F: Vida Nueva

-Me levanto, parpadeo, doy unos pasos con dudas, me santiguo –«un día más», digo– y doy gracias. Son las siete y al sol le cuesta encenderse en el horizonte. Las palabras se me hacen plegaria e himno en la boca, y reverencian al Dios de la misericordia. Oigo noticias, todas terribles, salvo alguna amable: la beatificación de Juan Pablo I. Fue Papa solo 33 días; Dios, en él, no quiso sonreír más; demasiado el llanto del mundo. La humildad de Juan Pablo I la convirtió en sonrisa, buscando siempre la voluntad de Dios. La sencillez sonríe; la soberbia se carcajea. Es hermoso lo dicho por el papa Francisco de él; Albino Luciani, dijo, «se consideraba a sí mismo como el polvo sobre el que Dios se había dignado escribir». El polvo elevado a la categoría de papel donde poder escribir el poema –la belleza– de una vida humilde, alegre, serena, abierta al diálogo, sin resentimientos, y en Dios, vida donada toda ella a la persona humana. Dios, como sucedió en el evangelio, se agacha y escribe sobre el polvo del papa Luciani la sonrisa de una vida evangélica, que acabó haciéndose cruz y donación, y, al fin, aleluya glorioso. El papa Juan Pablo I, con su sonrisa, Diario, «logró trasmitir la bondad de Dios», ha dicho el papa Francisco (12:39:40).