31 de julio de 2020. Viernes.
PAISAJE AMENAZANTE
Calor en Vigo. FotVi |
-El calor nos empequeñece, nos hunde, nos hace percibir el paisaje como algo amenazante, que nos agobia. Solo los vencejos, tras darle de comer a sus crías, tienen la facultad de salirse del calor subiéndose a las alturas (2.000 metros o más) y dejando abajo el incendio. Debe ser emocionante contemplar la ciudad desde arriba como una maqueta, invadida por hormigas, los humanos, que echa humo. Con los vencejos no va ni el coronavirus ni el calor, ellos son los ángeles que escapan del fuego de todos los infiernos de la tierra. Esta mañana he pensado irme con ellos, allá arriba, pero no había nubes a las que agarrarme, y, ellos, aunque me han invitado, no tenían fuerzas en sus alas para izarme hacia lo alto. «¡Tan cerca de Dios!», he pensado, y me he quedado, mirándolos elevarse, con la miel y la oración en los labios, y un ápice de sana e inocente envidia en los ojos. Tocar a Dios, Diario, como el que toca las trascendencia y queda a la espera de que rompa sus silencios, y llene mi fe de sensibles y emotivas noticias (12:03:20).