24 de mayo de 2014. Sábado.
OÍR EL
SILENCIO
Oyendo el silencio, en el jardín. F: FotVi |
-Hoy sábado será un día, me he dicho al despertar, que emplearé para
leer y, desde mi soledad, tratar de oír el silencio. Oiré el silencio como un
galopar de tigres, sin oírlo quizá, pero sabiendo que está ahí, al acecho. El
silencio, que tanto se oye cuando se hace el silencio: el silencio de los abismos
del mar, de la roca, del ave en el allá azul, todos silencios clamorosos. Pero
hay uno que lo es más: el silencio de Dios, que sólo se oye cuando uno calla y pone
en sintonía alma y oído, donde uno es interior, espíritu tangible. Como la
poesía, Dios llega silencioso, secreto, oyéndose él y el que está en él. Oír el
silencio, Diario, no es mal intento para empezar el día; oír el silencio y lo que
lleva dentro, o el Gajo del silencio (20:31:14).
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