martes, 21 de abril de 2020


21 de abril de 2020. Martes.
VOLANDO

Desde su libertad, mirando mi confinamiento. Torre de la Horadada. 

-Antes del día, en la aurora, ha lloviznado un poco; luego, un sol liberal y largo, ha invadido el ancho y clamoroso azul. Todo perfecto, salvo el día de hoy que es igual al de ayer, al de antes de ayer, al de mañana. Nos han confinado, nos han robado los días. Quizá sea un modo de decirnos que todos los días, si lo piensas sin perjuicios, con la tranquilidad del huido, del desplazado, son iguales, solo varían en el calendario; ah, y en nuestras mentes de viajeros que, como las nubes, como el silencio de los silencios, están siempre pasando. Elipsis, pues: o carencias monstruosas. Pero un pájaro viene a mi balcón y me despierta de estos sueños negros, viciados. Pía unos momentos; mira y pía; maravillosamente se repite. Me acerca la paz, y yo la acepto. Al fin, se va, volando. «En libertad», pienso, soñador. Me encantaría volar con él. ¿Sabrá este pájaro, que Dios, el Padre, lo ama? ¿Volará sostenido por el aliento de Dios? Y quedo en meditación, Diario, pero volando (12:19:43).

No hay comentarios:

Publicar un comentario