15 de mayo de 2022. Domingo.
AMOR, INVENCIÓN, UTOPÍA
-Como el almendro en primavera, como la rosa de abril, el Señor nos
quiere nuevos, renacidos, para inundar de novedad el mundo. El amor, si se
vive dándose, es invención, primicia, acontecimiento latente. El odio
es vejez, el amor es trigal que se dobla impulsado por la abundancia. El amor
nunca muere, en él siempre hay amaneceres nuevos. El quinto domingo de pascua
es el domingo de la esplendente novedad. Para una Jerusalén nueva, nacida del
costado de Cristo en la Cruz, un mandamiento nuevo: «Os doy un mandamiento
nuevo: que os améis unos a otros», dice Jesús, o la invención de Dios que
redime el mundo, renovándolo. Amaos, nos dice, no olvidéis, no seáis
indiferentes, nunca paséis de largo, deteneos en el amor. El amor se hace, se
construye amando. En la cripta de tu amor viven Dios y todo lo que amas. Dios
es familia tuya en el amor. «Como yo os he amado», añade. Para que no se confunda
con otra clase de amores, que no son amor. El amor es «camino a
la utopía». Siempre que damos pasos en el amor hacia los demás, estamos
haciendo realidad la Pascua. En medio de un mundo egoísta, avaro, ruin, unos
cristianos que aman, que se dan la paz y crean la paz; en medio de una
sociedad, rota, dividida, desintegrada, amando se vive y se hace realidad la
utopía. Cantemos un cántico nuevo, Diario, a esta novedad de amor y cercanía,
de donación sin límites: «Amaos como yo os he amado», es decir; hasta darse en la
cruz de la entrega, sin perder la sonrisa ni la mirada limpia, con el corazón en la mano (13:02:54).
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