8 de mayo de 2022. Domingo.
VUELVE AL PASTOR
VUELVE AL PASTOR
-Hoy la liturgia de la iglesia vuelve al pastor. Jesús es el buen pastor
que cuida de sus ovejas con amor delicado y atento. Pero en esta ocasión hace
hincapié sobre todo en la voz, que sus ovejas conocen. El pastor habla con
chasquidos, como con estallidos de su lengua, pero sus ovejas le entienden y le
siguen. La voz del pastor, como su ropa de vestir, es silvestre, tosca, pero
abriga y es signo de protección y amparo, de cariño. Dice Jesús: «Mis ovejas
escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen». La voz, si no está llena
de mensaje, de hermoso contenido, si no dice: «venid, comed en este pastizal,
bebed en este riachuelo», las ovejas dan la espalda al pastor y corren desmandadas,
balando y en rebeldía, sin nada que las ate a la voz y guía del pastor. Jesús
dice: «Ellas me siguen, porque yo les doy la vida». Y no una vida cualquiera, una
vida con fecha de caducidad, sino una «vida eterna». «No perecerán y nadie las
arrebatará de mi mano», acaba Jesús. Y es que en la oferta de Jesús se perciben
los cuidados y sacrificios del pastor por darle a quien le sigue alegría y paz,
y felicidad. Y es que como dice San Juan de la Cruz: «El alma que anda en amor,
ni cansa ni se cansa». El buen pastor, Diario, anda en amor, un amor de palabra
y de cruz, de luz y de vida, y «ni se cansa ni cansa», porque conoce mi nombre
y a cada instante me llama y me lo recuerda, y me señala los buenos prados,
donde puedo recostarme y soñar, pastando (12:54:14).
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