jueves, 26 de septiembre de 2019

26 de septiembre de 2019. Jueves.
DIEZ KILÓMETROS

Peligros de la selva, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Hay señoras que al levantarse por la mañana se dicen: «Tengo que andar diez kilómetros para estar en forma». E ilusionadas, se lanzan a correr y así se conservan líricas y bellas, formidables. Se trata de señoras del primer mundo: en el que, a veces, aunque sea con dificultades, se come, se corre y se suda, por deporte. Pero ocurre que, en otros lugares de nuestro planeta, una señora se levanta por la mañana y se dice: «He de andar diez kilómetros para poder traer un poco de agua a casa», y se lanza a andar por caminos de tierra y maleza, con peligros ciertos a ambos lados del camino, y la duda de si habrá o no agua. Pero llega y hay agua, y, con sus manos rugosas, lanza el recipiente y abajo suena el agua, y en su corazón se desata un nudo de alegría: el agua le alegra el cuerpo y le da fuerza para volver, tal vez cantando, a su hogar, donde la esperan toda clase de proezas para salir adelante en la vida, con los hijos, con el marido, con su pobreza, con su dignidad, de tanta belleza, Diario, como la otra belleza, escultórica y delicada, de las señoras del primer mundo, tan ególatra y despótico, a veces, y tan endiosado (18:58:29).

miércoles, 25 de septiembre de 2019

24 de septiembre de 2019. Martes.
TRISTEZA EN LOS ALCÁZARES

Lo perverso de las riadas, en Murcia. F: FotVi

-Salimos Manolo Peñalver y un servidor camino de Los Alcázares, uno de los pueblos más castigados por la gota fría. Los dos fuimos allí párrocos, no hace mucho. Antes paramos a desayunar en San Pedro, con unos amigos. Luego seguimos camino del barro y la desgracia, del pueblo surgido una vez más del agua. Hace tres años se inundó la población y brotaron las lágrimas, pero posteriormente, con determinación y cierta euforia, volvió a florecer el pueblo, fue otra vez un pueblo de veraneo y negocio, un pueblo feliz. Pero esta segunda vez ha cundido la decepción, un cierto y pegajoso desencanto. En Los Alcázares hay bares cerrados y una de las dos iglesias, abierta. La riada se llevó la fe de los fieles de una a otra iglesia y cerró los bares, sin piedad. Por supuesto, las playas artificiales han vuelto a ser lo que eran: mar sin más, sin paseo ni arena, con solo agua acre y pestilente, mar menor. Lo que no se ha ido al mar, todavía queda en las calles, hecho surco por los neumáticos de los coches y pesadilla para los más ancianos. Sin embargo, Cáritas y los organismos oficiales siguen funcionando, la solidaridad y el dar ayuda al que lo necesita no paran, siguen activados, el barro no ha cegado la conciencia cívica de la población, que, no obstante, desconfía del futuro. Mi amigo y un servidor volvemos tristes de los Alcázares, pero esperanzados, de estos barros de hoy, Diario, quizá brote, si se ponen los medios, un árbol nuevo,  frondoso, que abrigue lo destruido. Rezo por ello (8:49:29).

lunes, 23 de septiembre de 2019

23 de septiembre de 2019. Lunes.
LOS HORIZONTES

Al otro lado del horizonte, en Tallin. Estonia. F: FotVi

-Miro al frente, Diario, y me doy con el horizonte por donde se cae el sol. Bueno, digo «me doy», pero quiero decir contemplo. Desde luego un ocaso es una caída de trigo y sombras, de despedida y nostalgia, y al otro lado de la tarde. De colores vivos, inmensos. Pero me acerco a tocarlo y, ay, no puedo, está un poco más allá, en el otro horizonte que sigue a este, pues siempre hay un horizonte más allá del último al que tú has llegado. Por mucho que corras, por mucho que sueñes, nunca darás con ese otro horizonte que ves desde este y que invariablemente quedan un sueño –una utopía– más allá. Sueños y utopías que siempre quedan al otro lado de la lejanía, esa que llamas distancia y que, ilusionado, tantas veces has querido tocar, detener, hacerla tuya, para luego soltarla y, libre, dejarla volar, como un cometa o una nube. Algo parecido a lo que pasa con la sensatez de los políticos, su visión de futuro, o la esperanza de los más desfavorecidos, o el respeto a la naturaleza, o el llanto por la niñez desfavorecida y humillada, sin pan y sin escuelas, a la intemperie en la calle, donde, en la noche, maúllan los gatos y bullen las ratas, problemas que quieres tocar para solucionarlos y no puedes. Siempre, tras ese horizonte, hay otro, y otro, y otro… Todo horizonte, Diario, está, sin estar, más allá, solo hasta donde llega la vista, como un milagro inalcanzable, pero ilusionante, que te hace soñar y desear llegar a él, pero sin conseguirlo nunca, o… casi nunca (18:22:56).

sábado, 21 de septiembre de 2019

21 de septiembre de 2019. Sábado.
EL «INSOMNIO»

Pesadilla en la noche, en Murcia. F: FotVi

-Se me aparece el «insomnio» y no me deja dormir, ha dicho alguien que se cree importante. (El más importante, según él). El insomnio se disfraza de bien, pero tiene cara de ángel del mal. Con alas de bello plumaje, camufla las suyas de murciélago, para engañar. Y hay veces que lo consigue. El insomnio es un pequeño demonio de la noche, que incordia al desvelado por su mala conciencia. Y es que la mala conciencia da golpes en el sueño y lo quiebra, como un vaso de cristal, y se derrama su contenido. Su contenido, es decir: el sueño y la ensoñación consiguiente. Esa ilusión o fantasía con que, a veces, Diario, se adorna e ilumina el sueño. O se enturbia (18:35:10).

viernes, 20 de septiembre de 2019

20 de septiembre de 2019. Viernes.
UNA PUERTA

Telas de araña en nuestro interior. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Me detengo frente a una puerta y pienso: «¿Para entrar o para salir?» «¿Es prohibición o es apertura?» «¿Es interior o exterior?» Pero miro más detenidamente y caigo en la cuenta de que estoy en el campo, y pienso: «¡Si en el campo no hay puertas!» Entonces doy un paso, miro al frente, y toco la libertad. Las puertas, Diario, como diría Hiromu Atakawa, dibujante japonesa, están en nuestro interior. Cerradas o abiertas, pero en nuestro interior, donde se mutila o se le ponen alas a la libertad (18:47:23).

jueves, 19 de septiembre de 2019

19 de septiembre de 2019. Jueves.
HARTAZGO

Nubarrones en la noche, desde el jardín. Torre de la Horadada. F. FotVi

-Y fue tanta la carne de dinosaurio –dígase políticos, tertulianos, televisiones, twitters, monsergas– que comimos que llegamos al hartazgo. Empacho de verborrea y ficciones, de «y tú más» y «yo soy el perfecto». Es decir, una saturación de soberbia y vanidad, de retraso mental y falta de sentido del Estado. Son la caterva de políticos que nos piden que les demos el voto dentro de nada; el voto, sí, pero también la bota, o el sueldo por el pavoneo de hablar y de mentir en las Cortes y en los medios, y en el estrado de sus conciencias, si es que tienen. Mienten y se mienten, a sabiendas. Mienten, pues, pecaminosamente, sin escrúpulos. Y, sin ser vela ni bujía, se pavonean de estar en el candelero, para extender tinieblas, como si fueran luminarias oscuras. Hartazgo es la palabra de moda, en las altas esferas de la sociedad y en los débiles arrabales, también dignos de ser respetados. Todos nos sentimos robados, pues nos han hurtado nuestra credibilidad en la democracia y en las instituciones. (Perdón, la Democracia no tiene la culpa, ni las Instituciones). Los políticos son un parvulario tratando de dar clases a gentes de más categoría y dimensión intelectual que ellos. O al menos más humilde. Son hormigas queriendo pisar y destruir a elefantes, o subirse a sus grupas y conducirlos, llevándolos al precipicio. Nada nos dan y nos lo quitan casi todo, hasta la dignidad de ser buenos ciudadanos que quieren dejar, para su descendencia, Diario, un mundo un poco mejor; un mundo sin heridas, libre, soñador, abierto a la sabiduría y a la prosperidad, y caminando hacia la felicidad (18:55:47)

miércoles, 18 de septiembre de 2019

18 de septiembre de 2019. Miércoles.
NIÑOS MAL CRIADOS

Tela de araña, esperando. Torre de la Horadada. F: FotVi

-El sol me da en los ojos y me hace despertar. Parpadeo y abro la radio, que habla de nuevas elecciones el 10 de noviembre. ¿Se trata de comedia, farsa, o drama? ¿O esperpento? Trago saliva y sigo escuchando. Llaman a los políticos de todo, desde jetas y caras duras, a traidores y fracasados, y otras cosas de más alto voltaje. Mientras ellos, los políticos, andan en sus juegos florales de la ruleta y la zancadilla, de la verborrea y el engaño. Son malabaristas del artificio y la trampa, donde se mueven como pez en el agua. Otra vez nos llevan a las horcas caudinas, a tratar de salvar con nuestro voto lo que ellos no pueden con sus actitudes de soberbia y pobreza intelectual, con sus arrebatos de niños mal criados y caprichosos, sin la lírica del auténtico estadista. Estadista, palabra definidora y sabia de alguien que tiene la ciencia del conductor y el guía, la poesía del preceptor y el consejero. Estos tipos no se hacen como niños, sino que son niños que se ponen el coturno, los zapatos con tacón, para parecer más altos, y se dedican a hacer teatro malo y contarnos cuentos de miedo para no dormir. Un servidor, en esta ocasión, Diario, diría con León Felipe: «yo no sé muchas cosas, es verdad, / pero me han dormido con todos los cuentos… / y sé todos los cuentos». Yo, políticos, me sé todos vuestros cuentos, y os digo que ya no me impresionan, pues, con piedad cristiana, los desprecio, amablemente (18:47:11).

martes, 17 de septiembre de 2019

17 de septiembre de 2019. Martes.
EN LA PAZ DE SUS MANOS

El sol, la joya del día. En Murcia. F: FotVi

-El sol en lo más alto, dispuesto a abrir el abanico de su órbita. Dará luz, abrirá los colores, y hará que los horizontes se vean más lejanos. El sol, esa alhaja que recorre el cielo buscando la noche, para, en la tiniebla, reinventarse y volver a lucir espléndido. Cada aurora es un milagro que nos da en los ojos y, de ordinario, no lo sabemos ver. No vemos más que lo negro de la vida, lo oscuro, el andrajo, y no valoramos lo positivo, lo que nos libera y eleva. A pesar de las malas noticias (las tormentas, lo infumable de la política, las muertes violentas, esos niños huérfanos por una locura del padre…) y lo humillante que son muchas veces para nuestras vidas. Sin embargo, Diario, merecemos levantarnos y mirar el cielo, y decir con Goethe (citado por Ortega y Gasset en su artículo Las ideas de León Frobenius): «De Dios es el Oriente, / de Dios el Occidente, / las tierras de Norte y Sur / descansan en la paz de sus manos», aunque me caigan lágrimas por todo lo que estoy viendo y sintiendo, y lamentando (18:06:30).

lunes, 16 de septiembre de 2019

15 de septiembre de 2019. Domingo.
COMO SE INVENTA UN ÁRBOL

Inventando un árbol, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Es domingo: me lo dice el calendario y el silencio de la ciudad. En los días de fiesta, la ciudad se retrae, se entorna, se hace íntima. Se hace familiar. Y más, después de la ruina de la gota fría, que nos ha roto a todos el alma. Ha sido como un tsunami de desgracias. Pero la esperanza va renaciendo de la adversidad. Tras el llanto y el barro hasta los ojos, se vislumbra, en el futuro, un tiempo mejor, con días de luz y optimismo, y ojos y manos ilusionados. Se necesitan manos dispuestas para el trabajo. La luz, tras la oscuridad, siempre es liberadora, creativa, y nos abre puertas cerradas con trinquetes, o muros que parecen infranqueables. Hoy es domingo, día de plegaria, de silencios emocionados, y como diría Albert Camus, Diario, día de inventar esperanzas, si las hemos perdido. Como se inventa un árbol; es decir, plantando la semilla, y, cuidándolo, para que arraigue de nuevo y dé fruto (19:30:01).

sábado, 14 de septiembre de 2019

14 de septiembre de 2019. Sábado.
RUIDO Y FIESTA


El Segura, un magnífico Ródano. En Murcia. F: FotVi

-Y la gota fría se despidió con ruido y fiesta, con un castillo de luces y sonidos bárbaros. Anoche a las cuatro de la madrugada veía con estupor los relámpagos y los truenos persiguiéndose como gatos heridos por lunas extrañas y fuertes emociones. «Gatos locos», me dije, e intenté dormir. Y, tras el apagón del bullicio del fin de la orgía de la gota fría, lo logré. Rayos, truenos, relámpagos, lluvia. Pero hoy, por fin, el sol aparece débil y como hecho de chocolate; una neblina parda lo desvanece. Salgo a pasear y a ver la crecida del río, que por unos días se ha hecho grande, abundante. Un Ródano inmenso; él, el Segura, al que tanto le cuesta precederse a un río. En el puente del Hospital Reina Sofía están retirando cañas y demás miseria llegadas con la riada. Amenaza la estabilidad del puente. No escarmentamos. Todas nuestras miserias van a parar a los ríos y al mar. Vivimos plastificados. Prohibido el paso de vehículos. Durante todo el día, Diario, el cielo ha permanecido cubierto, insinuando lluvia, pero contenido: la lluvia se ha ido a Málaga, como una perversa y diabólica pesadilla (19:20:19).

viernes, 13 de septiembre de 2019

13 de septiembre de 2019. Viernes.
AVALANCHA

A punto de desbordarse el Segura. Frente al martillo del obispado. F: Medios.

-Las 9:25 y sigue lloviendo. Apenas hay luz, todo son sombras. El día parece una noche enlutada. Anoche hubo mucha lluvia, entre el desgarro de los truenos y el dormir sin dormir de duermevela; o dormir, teniendo la vela (mística) encendida. Era un sueño a flor de piel, sin consistencia ni arraigo. Un sueño fácil de romper. Y, al despertar esta mañana, veo que todo sigue igual. Solo que el trueno se ha ido y la lluvia es más fina, más comedida. Hasta hay un momento en el que, como una luz temerosa de candil, aparece el sol, velado y humilde. Como hecho de harapos, de recortes del mismo sol. Luego veo los vídeos y las consecuencias de la lluvia, y quedo desolado. Leo en la prensa un titular que describe la tragedia: «Pesadilla histórica», y que me hiela por dentro. Me cuesta asimilar lo que veo. Y pienso en la gente que está sufriendo por su casa, o por sus tierras, o por el hecho de verse atrapado en esta locura, y sin esperarlo, como un mal tropiezo, como un manotazo terrible del destino. En Murcia, que apenas llueve, de pronto, esta avalancha de agua, por calles, avenidas, carreteras, trepando a las casas, rompiéndolo todo. Y destruyendo vidas. Como un martillo líquido, que da sin descanso donde siempre duele, en lo que más amamos. En los medios, Diario, he visto la desolación, el llanto, la impotencia de las gentes, y también su fe: «Dios dirá», he oído decir a alguien. Pues eso: «Dios siempre dice» (19:07:46).

jueves, 12 de septiembre de 2019

12 de septiembre de 2019. Jueves.
ANILLO DE BODA

Hermosas nubes, en Murcia. F: FotVi

-El Papa habla del evangelio como de «fuerte levadura de la paz». El evangelio nunca puede ser ni espada ni fusil, más bien arado o anillo de boda. Es decir, comunicación y comunión, o pan puesto en el centro de la mesa; pan que todos miran y que se parte y del que todos comen, mirándose. El evangelio, como la levadura, es germen, origen de algo nuevo: el amor. Pero no el amor al que te ama, sino el amor, la ternura, la delicadeza, la presteza, al que se presenta y te mira como enemigo. «He aquí que hago nuevas todas las cosas», dice la profecía del Apocalipsis. Todas las cosas: también el amor, lugar de recreo y paso de Dios. Rincón donde Dios va esculpiendo poco a poco, esquirla a esquirla, su figura, su escultura, la de su amabilidad. Qué hermoso es pensar que Dios toma forma en el amor. De donde fluye la paz, como de la raíz, el árbol, y, tras la flor, el fruto. Hoy veo llover en Murcia, y me acuerdo, Dios mío, que tú eres el germen de todo, la levadura del pan candeal de la familia humana, la risa del niño que mira todo asombrado, la paz que nace de la cruz. Diario, hoy veo a Dios un poco más cerca de todo lo que amo (18:31:16).

miércoles, 11 de septiembre de 2019

11 de septiembre de 2019. Miércoles.
UNA ARAÑA NEGRA

Araña negra en el cielo. Murcia. F: FotVi

-Se acerca la tormenta como una araña negra. Solo que en vez de andar por la tierra va por el cielo, oscuro y amenazante. Tan baja camina la araña que casi la tocan los esbeltos casuarinas, árboles inmensos. Sin embargo, la tormenta deja hasta ahora unas gotas –preciosas– de lluvia; nada de diluvio que nos fuera a ahogar, como habían anunciado. Pero la tormenta verdadera y trágica salta del cielo a la tierra, y se llama «violación y asesinato de una monja portuguesa». Ha sido en Madeira, en el distrito del Aveiro. En uno de los barrios más conflictivos de São João. Tenía 61 años y había dedicado su vida a cuidar de ancianos y drogodependientes. Para sus andanzas de caridad, usaba una motocicleta, por lo que la conocían como «la monja radical». Cuando iba a cumplir con su vocación, un toxicómano al que pretendía ayudar, la llevó a su casa, la estranguló, y, muerta, la violó. Sor Tona –así la llamaban– pertenecía a la Congregación de las Siervas de María, Ministras de los enfermos. Cuando dejó el mundo y se dedicó a vivir el evangelio en la precariedad, tenía 20 años. Desde entonces, Diario (y subida a una moto), servía a Dios desde la pobreza, esa virtud que santifica con solo tocarla, o besarla, como hacía la Madre Teresa de Calcuta (19:07:59).

martes, 10 de septiembre de 2019

10 de septiembre de 2019. Martes.
ANTES DE EXTINGUIRME

Belleza de lo antiguo, en Priene. Turquía. F: FotVi

-Veo que se me apaga la luz, como a una lámpara que le faltara el aceite. Esta lámpara cada vez parpadea más, antes de extinguirse. La luz, ese don. La luz que te hace ver y te hace sentir. La luz de los ojos y la del espíritu. En la de los ojos están el paisaje, la claridad, en la que arden el pájaro y la flor, y la bóveda celeste, con su belleza estrellada. En la del espíritu, donde alumbra la fe, se percibe a Dios, y en ella ruedan el bien y el mal, que te hacen ser limpio o sucio. El bien te acerca al Bien y el mal al Malhechor. El bien te da alas para vivir; el mal te reduce a un simple muñeco de feria: no haces lo que quieres, sino lo que te impone su maldad. Nietzsche, en el aforismo 146 de su libro Más allá del bien y del mal, dice: «Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti». El abismo en este caso simboliza la atracción que la persona humana siente por el mal, ya que en el mal está enraizada. Pero, en este casi final de mi vida, mi lucha consiste en dejar de mirar, olvidar el abismo y llenarme los ojos de claridad. La luz abre horizontes, la oscuridad los cierra. Pues es verdad que en los ojos del anciano, brilla la luz. (Víctor Hugo). Por lo menos la luz de la experiencia, donde no cabe el engaño. Soy viejo, Diario, y a un paso de desprenderme como fruta madura del árbol de la vida, pero esa luz que aún me queda, la aprovecharé para dejar de mirar al abismo y centrarme en esa claridad del espíritu, donde dicen que se oyen, como una suave brisa, los silencios de Dios (18:23:41).

domingo, 8 de septiembre de 2019

8 de septiembre de 2019. Domingo.
DOBLE JÚBILO

¿El color de la sonrisa?, en el jardín. F: FotVi

-Domingo, con aleluyas azules en el cielo y día de los cooperantes. O doble júbilo. Día de Dios y día de la generosidad: dar tú de lo tuyo, para que otros te devuelvan de la suyo. Cooperar es obrar, actuar con otros en la consecución de un fin. Se llaman cooperantes a aquellos que –o movidos por su fe, o por su corazón limpio y generoso, o por su adicción a la aventura– dejan todo y marchan a hacer el bien a un lugar lejano y castigado de África, de Asia, de la América de la pobreza. Son peregrinos de la caridad, de la humanidad, del servir a los más necesitados. Ser cooperante es abandonar el terruño, la familia, el mundo donde tus latidos tienen eco, y marchar a otro en el que encontrar pulsaciones nuevas con las que convivir y amar, y enriquecerse, quizá. Pues el que da algo de sí, siempre recibe belleza de aquel que lo recibe. Belleza; es decir, una mirada agradecida y la sonrisa que acompaña a esa mirada. Es aquí, Diario, donde reside la belleza del gesto del que recibe. Yo doy un poco de mi vida, y el otro me da la belleza de su sonrisa, donde late su agradecimiento, con el corazón de por medio (19:00:58).

sábado, 7 de septiembre de 2019

7 de septiembre de 2019. Sábado.
MADAGASCAR

Riqueza ambiental, Madagascar. F: Wikimedia

-Madagascar es un país pobre, donde, como con dientes de leopardo, muerde la pobreza. Y donde abunda, como una plaga, la corrupción. De «pobreza inhumana» ha calificado el Papa Francisco la indigencia crónica en este país africano. El 80 por ciento de la población sufre la miseria, como una plaga que cultivan con júbilo los dirigentes del país. La renta per cápita  media no llega a 5 dólares al día; es decir, unos 3 euros. La malaria y otras enfermedades parasitarias, con la lepra, son el azote de la población, que los dirigentes del país no pueden o no quieren erradicar. Los ciega su egoísmo o su debilidad política, y su carencia de escrúpulos. El escrúpulo, esa piedrecita en el zapato que te recuerda que tienes deberes con los otros, tu prójimo. Sin escrúpulos, no existiría ni la ética ni la moral. Pues parece que a ciertos dirigentes de Madagascar les falta esta piedrecita en el zapato, o mejor en el corazón, donde se resuelven o se agudizan los problemas de la conciencia. El Papa ha llegado a este país como sembrador de buenas semillas, por si las quieren recoger en sus conciencias y luego hacerlas vida en los demás. Siempre es bueno una lluvia de evangelio en lugares como este, donde no suelen darse muchos samaritanos que se acerquen al caído, lo levanten y lo salven. Al contrario, se acercan al caído para extraerle, si pueden, las pocas monedas que aún le queden en algún lugar escondido de su dignidad. Y hay dos cosas en las que el Papa Francisco ha hecho hincapié: el respeto a los niños que están siendo explotados en Madagascar y el cuidado del medio ambiente, ambos, Diario, columnas sobre las que se sostiene el bello y exitoso, y salvador porvenir de cualquier nación o grupo humano (18:27:33).

viernes, 6 de septiembre de 2019

6 de septiembre de 2019. Viernes.
ALARMA

Jazmín azul, en Torre de la Horadada. F: FotVi

-Anoche, estando un servidor en el primer sueño, sonó el teléfono. Temblé y lo cogí. «¿Qué será?», me dije. «Ha saltado la alarma en la casa de la Torre», oí decir al otro lado de mi sueño. Y me puse en alerta. «Pero no hemos detectado nada en la foto del pasillo», siguió. «Con todo estaremos alerta: si sucediera algo extraño, le avisaríamos». Era Securitas Direct. Y finalizó la llamada. Luego, me costó atrapar el sueño. Cuando el sueño se rompe, es difícil recomponerlo. Esta mañana he ido a la Torre, y no he visto nada anormal en la casa. Todo en orden: las puertas, las ventanas, «¿cómo no haya sido una cucaracha?», me he dicho. Y, pensativo, he vuelto, con el títere de la alarma en la cabeza, a Murcia: una pequeña sonrisa en los labios y el corazón sereno. Esta noche, si Dios quiere, Diario, dormiré tranquilo: si me dejan (19:14:56).

jueves, 5 de septiembre de 2019

5 de septiembre de 2019. Jueves.
REZO POR BLANCA

Lluvia que purifica, en los Lagos de Plitvice. Croacia. F: Fotvi

-El cielo se va cerrando como el telón de un escenario, lentamente, como el que espera el aplauso. Se anuncian tormentas en Murcia, granizo incluido. Veremos: con Murcia casi nunca aciertan los meteorólogos. Y, sin embargo, sí dan en la diana muchas más veces los que predicen el tiempo fijándose en las cabañuelas. Se trata de saber observar. El que predice el tiempo basándose en las cabañuelas, es el que, durante los días de otoño, mira con cien ojos la evolución de los vientos, la forma de las nubes, la humedad, las lluvias, y suele acertar. Los cien ojos son los dos de la cara y los otros noventa y ocho los de la experiencia y los de la intuición, o los de la sabiduría popular. Y, al fin, no ha llovido en Murcia, como suele ocurrir. Murcia es la niña fea de la meteorología, el tropiezo de todo meteorólogo. Ah, decir que rezo por Blanca Fernández Ochoa; nadie se ha preguntado si sufría o si era feliz, si lloraba y simplemente sonreía, nadie se ha preguntado qué ha ocurrido en su vida. Yo rezo, Diario, para que, en su muerte, haya encontrado la paz, que quizá le faltara en vida. No sé; yo rezo, y admiro su vida (19:04:09).

miércoles, 4 de septiembre de 2019

3 de septiembre de 2019. Martes.
LUGAR DE ÁNGELES Y DEMONIOS

Camino de Monzabique... F: Vida Nueva

-En la cabeza, ese lugar de ángeles y demonios, de palabras líricas y feas palabras, de manzanas y Eva, se acumulan las ideas como en un bolso las cerezas, todas ellas hechas un montón, en confusión. Pero presentan un desorden ordenado; es decir, perfecto. Y hay que ponerse a elegir, a tomar esta y dejar aquella, o al revés, gustar aquella y renunciar a esta. Y es difícil. Pues, como a un hijo, a todas se les llega a tener cariño. Es verdad que a unas más y a otras menos, pero todas te tocan el corazón, y todas te roban un cacho de tu amor. Se trata de ideas que luego hay que revestir con palabras, como la perla en su concha. Eliges la idea y le pones palabras, un maravilloso ejercicio de artesanía. ¿Qué idea elijo? ¿El hambre en el mundo o la desfachatez de la mayoría de políticos?, me digo. ¿La insensibilidad de los ricos, o los fascismos que llegan, sean de izquierdas o de derechas? ¿La explotación infantil o la maldad de los déspotas? ¿El paro que vuelve o el viaje del Papa a Mozambique, Madagascar e isla Mauricio? Le doy vueltas a las cerezas de las ideas y no sé cuál elegir, sin embargo para todas hay palabras, plenas de luz, o cargadas de miseria. Me seducen las ideas que aportan algo positivo a la vida, y la llenan de esperanza. Me inclino, pues, por el viaje que el Papa inicia hoy de nuevo a África, donde reinan los caciquismos y las violencias más inhumanas, y para los que propone como solución la denuncia del evangelio, que siempre será denuncia amorosa y de justicia, de confraternización y de mano tendida, de mirada abierta y pacífica, y donde vuelan las palomas (18:01:03).

lunes, 2 de septiembre de 2019

2 de septiembre de 2019. Lunes.
GUERRA Y HAMBRE

60 años de piedad, y amor. F. FotVi

-Guerra y hambre son dos palabras que se dan la mano, y que conviven juntas, como la raíz en la tierra, como la sed y el desierto. La guerra trae el hambre y el hambre ayuda a la guerra a matar. Ambas palabras se conjugan perfectamente; pero no en esta ocasión. No es lo mismo guerra y hambre, que «guerra contra el hambre». Esta última es una guerra pacífica, no de flechas u obuses, no de odio y sangre, sino de voluntades sacrificadas que dan un pedazo de pan o ponen una tienda en el desierto. En esta guerra actúa la mano de Dios y en la otra el odio y la avaricia, corresponsales del mal –¿demonio?– en el mundo. Hablo de Manos Unidas, la organización nacida al calor de las mujeres de Acción Católica, que, en épocas difíciles, declaró la guerra al hambre. Hace 60 años de este acontecimiento, que nació en la Iglesia y que sigue insistiendo en el amor al prójimo; el prójimo que, como en un cenagal de soledad y miseria, de pavor y soledad, vive en la pobreza y en la injusticia. Se trata, Diario, de llegar hasta el origen de esta iniquidad –la indigencia, la penuria, la estrechez, la miseria…– y vencerla con «la comprensión, la servicialidad, la amabilidad», frutos que nos vienen del Espíritu Santo. El mundo, así, cambiará para mejor (19:11:36).

domingo, 1 de septiembre de 2019

1 de septiembre de 2019. Domingo.
ÁNGEL DESPISTADO

Agua y bosque, en Salinas San Pedro del Pinatar. F. FotVi

-Los domingos me levanto con la luz del agradecimiento en los labios. Antes del primer paso, digo: «Gracias por todo, Dios», y me dispongo a vivir una vez más, como el delfín o el ave, feliz. Aunque aparezcan nubes negras o pájaros de mal agüero en el horizonte. La felicidad vence al agujero sin fondo que te persigue y al terrible miedo que da abocarte a mirarlo. Sé que hoy domingo habrá grajos y demonios en mi vida, pero también algún ángel despistado que me salve. El ángel me habla de justicia, de júbilo, de misericordia, estos valores tan efímeros hoy en la sociedad, tan poco apreciados, pero yo los acojo y reflexiono sobre ellos, y los pido para mí y para aquellos que deseen la paz en su corazón y la alegría de vivir. La alegría del niño, por ejemplo, que vive del juego y de sus sueños que andan interesados por eso que llaman el porvenir. O la paz de la paloma que bebe en un charco y luego suelta las alas para que se libren de la tiranía de la ley de la gravedad, y así, aleteando, se va por los cielos, sin dejar de mirar a la tierra donde están la comida y el nido, el amor. La tierra, tan castigada por el ser humano, y por la que claman todos los de conciencia limpia. Ejemplo, el Papa Francisco, Diario, que nos ha pedido que recemos por «los pulmones del planeta»; es decir, los bosques de la tierra, por los que respira y vive la humanidad (18:43:30).

sábado, 31 de agosto de 2019

            31 de agosto de 2019. Sábado.
LA SED Y DIOS

Oro en el agua. Torre de la Horadada. F. Fotvi

-«El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios». Es el salmo 46, que canta de esta manera tan bella el hilo de vida que es una acequia en la que corre el agua, y en la que se puede beber. Te arrodillas, metes el cuenco de la mano, atrapas un poco de agua, y, mientras caen gotas por entre los dedos, sorbes un buche y tragas, y, en el frescor que sientes en los dientes de la boca y la garganta al pasar el agua, ves el cielo allí descendido, Diario, y a Dios, como un alivio, calmando toda sed (18:44:57).,

viernes, 30 de agosto de 2019

29 de agosto de 2019. Jueves.
MENTA O YERBABUENA

Parecen alas, pero no vuelan. Torre de la Horadada. F: FotVi

-La menta o yerbabuena es una planta que ahuyenta a los mosquitos, quizá sea su olor dulzón lo que los espante. No sé. Pero sí sé, que los mosquitos, son esos pequeños Drácula que inhalan sangre y escupen picazón. Mientras beben, destilan horror, es su modo de agradecer lo que saborean. Son unos desagradecidos. Como algunas personas –digamos políticos, banqueros, dirigentes de empresa, los comparsas de las Cortes, los que se cobijan bajo la flor marchita del independentismo, cualquier prócer narcisista y caduco–, que nos chupan las ideas y valores, los sueños y los afanes, y nos devuelven, a cambio, mentiras y postureo, consignas e ideología, nada que nos salve. Nosotros les damos nuestro trabajo, nuestro tiempo, insistimos en lo positivo, en lo que nos sabe a duda –a pregunta– en la cabeza, aquello que, a pesar de los tropiezos, nos va salvando día a día. Ahí hay una ilusión, una utopía, la llama de un horizonte nuevo, revuelta con todos los problemas que surgen cada vez. Y vienen ellos, mosquitos de rostro humano, parásitos de guante blanco, y nos chupan la sangre, ese don que nos inunda y nos mantiene en pie. Y Dios, que anda por ahí, nos advierte que no creamos a estos mosquitos que siempre hablan con la biblia de la promesa en la boca, y nunca cumplen lo prometido, eso, sí, chupan hasta haber inventado la lividez, lo que marchita y envilece; es decir, nos pasan la idiotez como picazón, como bisturí que raja nuestra esperanza, y así, Diario, nos embaucan y nos roban y nos entontecen, con desconsideración y alevosía, sin hartura (11:59:52).

miércoles, 28 de agosto de 2019

28 de agosto de 2019. Miércoles.
LA AMAZONÍA

Luciérnagas en la noche. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Y la Amazonía sigue ardiendo, como una barbacoa en la que, si no toman medidas eficaces, se inmolará el mundo. Algo parecido a lo que ocurría en los hornos crematorios de Auschwitz-Birkenau donde se sacrificaba a judíos, gitanos y cristianos. El fuego dicen que es purificador, pero también destructor. El fuego, según Heráclito de Éfeso, es «una realidad de carácter poético que explica la vida y la muerte». La vida porque calienta y la muerte porque, descontrolado, es salvaje y exterminador. El fuego es alegre cuando nace en la cerilla y perturbador cuando este pequeño destello o chispazo de la cerilla se aplica al bosque, haciéndose entonces enormidad, anchura, desproporción. Es la avaricia de las gentes que echan la cerilla al bosque para utilízalo, y la codicia del bosque en llamas, que nunca tiene hartura. Es la venganza del bosque contra los que pretenden dominarlo, atarlo a sus intereses, esclavizarlo sin piedad. 72.000 focos se han contabilizado desde principios de año en la Amazonía. El fuego toma forma de dragón sin conciencia y de perversas fauces, que, con sus crueles dentelladas, lo ennegrece todo, Diario, de ceniza y caos, de penuria y muerte, de nada aterradora (19:01:55).

martes, 27 de agosto de 2019

26 de agosto de 2019. Lunes.
VESTIMENTA DE CALOR

Salida del sol, tras la gota fría. En Murcia. F: FotVi

-Día nublado, con vestimenta, sin embargo, de calor. El calor nos sigue y nos persigue. Al calor se le puede domar, pero no extinguirlo. Sin calor, sería imposible la vida. El cántico de los tres jóvenes –Ananías, Azarías y Misael–, en el libro del Daniel, insta a todas las criaturas a que alaben y bendigan al Señor. Y entre esas criaturas –con los ángeles, las aguas del espacio, el sol y la luna, la lluvia y el rocío, la luz y las tinieblas, las escarchas y nieves, los hijos de los hombres, etcétera– están el fuego y el calor. «Fuego y calor, bendecid al Señor», cantan. En el Génesis se dice de la creación, que Dios, al concluirla, vio que todo era bello y bueno. Dios se complace en su obra, la percibe llena de virtud y fineza, de geometría y perspectiva, de emoción y vuelo. El calor respira y piensa en todo lo que vive y sueña, en la ameba y el coral, en la persona y en el cetáceo inmenso. El calor extremo quema, destruye, pero el que Dios puso en los cuerpos y en las cosas, la luz de su dedo creador, repara y forja, e inventa. No obstante, Diario, marcho a buscar el agradable y acariciador semblante de un poquito de aire acondicionado, para compensar (12:32:45).

domingo, 25 de agosto de 2019

24 de agosto de 2019. Sábado.
LA RUTINA
Amanece el sol, rutina. En Murcia. F: FotVi

-Una vez que he entrado en la rutina, me dispongo a descubrirla, a hacerla mía. La rutina es hermosa, si te pones a caminar con ella, como el niño cogido de la mano del abuelo. Cogido al brazo de la rutina, me dispongo a abrir el día, y a hacer las cosas que hice ayer, y antes de ayer, y que volveré a hacer mañana y pasado mañana. Pero renovadas. La rutina me dice que rece, y rezo, con fe, después de afeitarme y tomar la ducha; la rutina me dice que desayune, y desayuno: tostada, leche y media manzana, la otra media para la cena –no es miseria, sino rutina, el rito–; la rutina me dice que escriba, y escribo: esta vez sobre la rutina, que es tema en el nunca he entrado, y me apetece hacerlo, tanto como morder un melocotón –de Cieza; la rutina me dice que lea, y leo: El llano en llamas, de Juan Rulfo, Antología Poética, de Luis Cernuda, Las Catedrales, de Jesús Fernández Santos, en ello estoy; la rutina me dice que coma y como, y que me eche la siesta, y que vuelva a escribir y a rezar, y que ande un poco, y que vea otro tanto la tele, y, que, tras santiguarme, me acueste y duerma, y lo hago. Es la rutina, que, cada día, camina conmigo, como mi Lazarillo. Perfeccionándola, vivo de la rutina. Esta bella rutina que hace que las cosas, de un día para otro, se parezcan un poco. Y que, al parecerse, las reconozcas y las ames, y, si no son ilustrativas y renovadoras, si no son audaces y resueltas, y aun rebeldes, las dejes. Pues por algo decía David Hume, filósofo, que la costumbre –la rutina– es la gran guía de la vida humana, pues siempre te acompaña, Diario, cuando sueñas y cuando duermes, cuando aplaudes y cuando lloras, es decir, cuando vives (10:51:32).

viernes, 23 de agosto de 2019

22 de agosto de 2019. Jueves.
LLENO DE CANDELA

Vuelve atrás, libremente. F: FotVi

-Salgo de la Torre con las palomas entonando mi despedida: van y vienen, y beben agua en una charca que hay en el toldo que cierra la piscina. Beben y miran: son como espías, que, sin llamar la atención, todo lo observan. Se posan, cierran las alas, miran, hincan el pico en el agua, y vuelven a mirar, y luego de haberse llenado de noticias, abren las alas y se van. Hoy he vuelto de mis días de asueto, de mis días de piscina y lectura, de mis días de rezos y escritura. He leído a Juan Rulfo, su prosa áspera y exacta, terrible, llena de realidad y misterio, casi mística. Y vuelvo alegre y lleno de Candela: su alegría, su inocencia, su sabiduría, su bondad, su gracia, sus interminables zambullidas en el agua, sus eternas sesiones de dibujos animados en la tele: Yoyo, Pepa Pi, Lazy Town, Maya, Doraemon…, y sus alegres gritos de ¡libertad! Pero para libertad, Candela, la que ahora tienes, la que no puede lastimarte, la que dices y queda en ti, con ruido, pero ilesa; luego llegará la otra libertad controlada, la que apenas te deja andar sin avisarte de que estás trasgrediendo alguna ocurrencia del político de turno o del moralista arcaico e infectado de soberbia. Vive en tu libertad limpia y no agorera, vive tu niñez de sueños y bellos augurios, donde todo parece brotar de un lindo dibujo de la tele. Dile a Candela, Diario, que su niñez de ahora es su libertad verdadera, su tiempo de la sorpresa, de la fascinación, de sus risas desbocadas, de su hermosa locura de niña buena y avispada, inventora de alegrías nuevas, de hazañas inverosímiles, luminosas, sin fanatismos, de libro que abres y lees por primera vez. Seducción (13:07:11).

miércoles, 21 de agosto de 2019

20 de agosto de 2019. Martes.
NAVIDAD ES AMOR

-Precavido, ya preparo la felicitación de Navidad. Es, como siempre, un sencillo poema donde aparece la oscuridad y la luz, y en el que la nieve arde. Cuando aparece el amor, se repliegan las sombras y surge el bien, y es vencido el mal. Recuerdo que estos poemillas los empecé a componer allá por los años 80, concretamente en el 1984, cuando la familia Cuadrado me pidió que les hiciera un relato escenificado del Nacimiento, para representarlo en familia, y me salió El Retablo del Portal Iluminado, como un gozoso acontecer de pastores, zagales, estrellas, y María, y José, y el Niño, que nace, cuando, entre los asistentes –en el mundo–, brota, espontáneo, como una florecilla celeste, el Amor. Entonces nace, no antes, solo cuando el escenario se llena de abrazos y risas, y, si se les vienen a los labios y estos desean ser dichos, expresados, los besos. Los besos, que son alegría, donación, reconciliación, humildad, prestación. Y, Diario, ahí empezó todo. Luego, en San Pedro del Pinatar, el año 1995 continué con este modo llano y eficaz de evangelizar, sin textos de teología, sin artilugios enrevesados, solo con el arma del villancico y su lírica pobreza, con su aval de tradición, y, así, hasta ahora, pues aún sigo en la brecha, componiendo estos versos de orfebre –virguería– que es el villancico, siempre a la espera de Dios, y de sus noticias, tan silenciosas, a veces (11:17:35).

lunes, 19 de agosto de 2019

19 de agosto de 2019. Lunes.
NADA QUE DECIR

Sillas vacías, sin nadie que las use. Torre de la Horadada. F: FotVi 

-Apenas tengo nada –o muy poco– que decir: solo que se ha marchado mi familia y todo se ha hecho silencio. Un silencio estremecedor, el silencio que precede al llanto. Pero no lloro, el llanto son lágrimas, y yo me las guardo en mi interior para poderlas hacer más tarde recuerdo y sonrisa, y esperanza, tal vez. La Torre, sin mi familia, es una vela que se ha apagado, una soledad que ha adelgazado, es el titiritar de la ofuscación. Miro y no hay nada, hasta los pájaros se han ido, el silencio se los ha tragado. Siempre, tras la soledad, queda el silencio; la nota musical que no se oye, el mirar y no ver, el saludar y que no te respondan. Dices ¡ay! y, al otro lado del ¡ay!, queda el rumor de algo que has dicho, pero que se ha perdido en la inmensidad del espacio. Sin la familia, todo es turbación y carencia, susto, encontrarte mirando al vacío, donde, sin embargo, Diario, queda el eco de los bellos momentos vividos, que, de vez en vez, se van repitiendo, como una hermosa e íntima y feliz película de tu vida (19:22:35).