19 de julio de 2020. Domingo.
CIZAÑA Y TRIGO
Erial en el jardín. Torre de la Horadada. F. FotVi |
-Un día más celebramos
el día del Señor, con mascarilla y una oración en la boca; oración que parece estar
mordiendo en el corazón de Dios. La mascarilla no nos impide rezar. Al
contrario, rezamos más hacia dentro, donde solo nos oyen Dios y nosotros
mismos, como el que se escucha de un modo misterioso cuando nada con la cabeza
bajo el agua. Oído el evangelio, descubro que el mundo está lleno de cizaña y
trigo: más trigo que cizaña, sin embargo. «Donde abundó el pecado – dice San
Pablo–, sobreabundó la gracia». Cizaña son la injusticia, la mentira, la
desigualdad, el egoísmo, la pereza, la insania, el relativismo, la deslealtad,
la envidia, tantos. Pero sobreabunda la gracia –el trigo–, como un campo sembrado
de palomas que se echaran volar. La cizaña son los pajarracos, los retorcidos,
los malignos; el trigo, todo lo demás: los asombros del niño, los silencios
amorosos de las madres, las manos hacendosas del padre, la santa soledad
resignada de la vejez: todo trigales bañados por el sol, relucientes como joyas,
y la esperanza cabeceando con las doradas espigas en el trigal henchido. Como
ves, Diario, todo misericordia (18:24:42).