viernes, 10 de julio de 2020

10 de julio de 2020. Viernes.
10 AÑOS

Vidriera, aunque parezca un balón. Palacio Topkapi, Estambul. Turquía. F: FotVi

-Escribía yo en mi Diario un 10 de julio de 2010, hace, por tanto, 10 años: «Hoy sigue el calor en mi cuerpo pegajoso; casi toda España (además de una ilusión en Sudáfrica) es una caldera hirviendo, aunque no la de Pedro Botero. España es caldera hirviendo, pero no infierno: todavía. Pero el calor llama al calor, y acalorados andamos con el triunfo de España. Holanda-0; España-1. ¡España Campeona del Mundo! Felicidades a todos los que sientan a España, Diario; y mi recuerdo a los que nos contemplan desde arriba». Esto escribía yo entonces, y lo recuerdo ahora para celebrarlo con cerveza 0 grados y gaseosa. Todo es difuso y como un borrón, pero lo leo bien: gritos en la calle, los vecinos arremolinados, y los cohetes iluminando el paisaje con fuego de aleluya de resucitado y ascensión. ¡España, por fin, campeona del mundo! En fútbol. El día se derretía como hoy, hacía un calor de horno en llamas, pero, llegada la tarde, todo se licuó, se hizo fiesta interior con un sorbo de alegría, fresca, que calmó el bochorno exterior. Al día siguiente escribía en mi Diario: «Y, de pronto, con el gol de Iniesta se me apareció mi madre que cantaba ¡goool! [...]; porque en el cielo, desde que llegó ella, los ángeles ven el fútbol». Y cantan ¡gol!, Diario, cuando conviene, no antes ni después, solo cuando ganan los equipos de mi madre Francisca (12:42:58).

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