23 de julio de 2020. Jueves.
EPIFANÍA DE LIBERTAD
Ojo que ilumina, en Torre de la Horadada. F: FotVi |
-Reconstruir es volver a
rehacer lo que ya estaba construido. Si se reconstruye, es que algo –o mucho–
se ha destruido. Pero también que algo queda –sentimientos, recuerdos, ilusiones,
ideales, esperanzas…– de lo anterior. La pandemia nos ha dejado la casa –el
alma– casi derruida, sin tejado y con las ventanas arrancadas de sus marcos. Es
un paisaje de desolación, de pájaros sin vuelos y de ojos con lágrimas. En esta
pandemia, todos hemos llorado por algo: por la pérdida de un ser querido, por
la falta de libertad pata entrar o salir, por el abrazo o el beso no dados. Todo,
como se ve, carencias; pero el espíritu ha seguido en pie, como la pared
maestra de un edificio. A causa de la insensible y aciaga mascarilla –pero
necesaria–, todos nuestros sentimientos: el amor, la solidaridad compasiva, la
pena, el gozo, los besos, los abrazos, los hemos expresado y lo seguimos expresando
a través de los ojos. Los ojos son la abertura del alma por donde escapan las
palomas que la habitan. Luz en los ojos. Esperemos que reconstrucción sea eso, Diario,
un volver a todo aquello que, en más o menos grado, nos hacía felices; es
decir, a la epifanía de sentirnos libres (18:16:55).