viernes, 26 de agosto de 2022

26 de agosto de 2022. Viernes.
CON VIENTO FRESCO

Verano, sequedad; tristeza del bosque. Salinas de San Pedro del Pinatar,

-El calor, dicen, se va a ir debilitando, y yéndose (nunca mejor dicho) con viento fresco a otra parte. Como diría un personaje de Muñoz Seca en su obra Los robinsones: «Abrí la ventana, entró el fresco, y se lo llevó todo». Que entre el fresco y se lleve todo este desabrido y terco calor es por lo que suspiro y sueño. No el fresco político (desde el “progre” al otro, el liberal), que nos hiela el alma y hasta la esperanza, sino el auténtico, el físico, el que te permite respirar y salir de tarde a ver árboles y nubes, y conversar sin el plomo del sol cayendo sobre uno. Porque con el sol encima, hasta las ideas, mientras se platica a la intemperie, se derriten y caen a los pies formando un charco. Ahora, en verano, lo más largo que se nos ocurre decir cuando nos cruzamos con un amigo, es: «¡Hola! ¿Estáis bien? Me alegro. Hasta pronto», y pies para qué os quiero. Y una observación. ¿Os habéis dado cuenta que el frío congrega, apiña, y el calor disgrega? En invierno, alrededor de la lumbre, con las manos extendidas; en verano, la dispersión, la huida. En invierno, las palabras, aun con humo por el frío en el aliento, salen más fluidas y cálidas, y más amigables. El frío conserva; el calor pudre. O sea, que ya te habrás dado cuenta, Diario, que me va más el invierno que el verano, y el otoño que la primavera. «La nieve –dice Umbral– es tiempo en plumas»; o «ver caer la nieve es ver pasar el tiempo». Pues eso: las plumas y el tiempo, todo es fragilidad amable y humana; y como dice San Pablo: «Cuando soy débil, entonces soy fuerte», para añadir: «en Cristo» (18:10:24). 

jueves, 25 de agosto de 2022

25 de agosto de 2022. Jueves.
EL GOZO DEL AGUA

Se prepara la tormenta, y la lluvia. Salinas de San Pedro del Pinatar. 

-A las cinco de la madrugada, tronó la noche, y, al poco, dando con fuerza en los cristales, tamborileó durante unos minutos la lluvia, luego todo quedó en silencio; el silencio ahogó al trueno y silenció a la lluvia, que se durmió en las nubes, altas y volanderas. En este año de incendios y sequía, un atisbo de lluvia no viene mal, aunque tenga la brevedad de un sello de correos. Cuando oigo la lluvia, recuerdo el pasado. Siempre que anunciaban lluvia empezaba a ensayar cómo poner las manos (el cuenco de las manos) para recibirla y poder así llevármela a la boca, y beberla. ¡Beber la alegría del agua de lluvia! O como suele hacerse en el desierto: sin detenerme, arrastrar la mano por el agua, y, al paso, llevarla a la boca, y beberla. Pero no ha llovido; sigue el desierto. Y sigue la sed de la tierra, que se muere de grietas, sus heridas. El agua siempre es un bautismo de fe o de vida. Aunque para la fe pueda valer un bautismo de deseo, sin agua, no hay bautismo de vida. Se desea la fe, y Dios acude al deseo y deja la semilla de la fe en el alma. Por el deseo, se hace la creencia. Pero sin agua, aunque haya deseo, la tierra fenece. Los primeros estertores de infecundidad son las grietas. Y luego vienen el viento y la duna, y el lagarto y la víbora, que certifican su defunción. Así como la fiesta del primer día de la creación fue la de luz, la del segundo día fue la del agua. Cuenta el poema del Génesis, que era tanta el agua al principio, que Dios hubo de hacer un malecón, o firmamento, para separar así las aguas de arriba de las de abajo: llamando –lírico Dios– a las de abajo mar. En el segundo día de la creación, pues, el gozo del agua, que había de fecundar la tierra. Solo en tiempos de maldición, ha faltado el agua. ¿Serán éstos, Diario, tiempos malditos? No lo creo, Dios es misericordia, y amor, y nunca será ira o maldición, o eso espero (18:21:58).

miércoles, 24 de agosto de 2022

24 de agosto de 2022. Miércoles.
IDILIO

Como la rosa, crece el texto que escribes. Torre de la Horadada. 

-Es verdad que escribir todos los días cansa mucho, pero divierte más. Una letra, otra letra, una palabra, otra, un texto… Es divertido, a pesar del esfuerzo. A veces, el blanco de la página es como la montaña que el alpinista contempla antes de lanzarse a su conquista. Es el enfrentamiento pacífico entre la pared casi vertical de la roca y la voluntad del escalador. Dos fuerzas, dos desafíos. El escalador mira y la montaña le devuelve su grandeza, desafiándolo. El escalador dice: «¡Puedo!»; y la montaña le estimula: «¡Inténtalo!» Una especie de invitación a un enamoramiento, a un idilio. Algo así es el escribir. La página en blanco te mira y te dice: «¿Por qué no lo intentas?» Y voy y lo intento, y me sale esto que estás leyendo, quizá sin valor, pero con la grandeza del esfuerzo y la constancia ahí brillando. Me pongo e intento escalar la blancura de la página y me veo agarrado a ella, procurando salvarme en ella, ascendiendo, dejando algo de mi vida en su blancura, que ya no es tan blanca, porque mi vida quizá la haya llenado de tachaduras, de dudas, de contradicciones, de sueños, es decir, de vida. Es bella una página en blanco, Diario; pero lo es más si es portadora de un poema: «Vivo sin vivir en mí / y de tal manera espero / que muero por que no muero» (Santa Teresa de Jesús); o de un: «¡Creo…!», acto de fe, en el que Dios se siente aludido, y, mientras escribo, me sé bendecido, y amado, como un hijo (17:51:38).

martes, 23 de agosto de 2022

23 de agosto de 2022. Martes.
HOMBRE FALIBLE

Órgano que tocan las olas del mar, en Zadar. Croacia. 

-Se admite que el hombre es falible, que es capaz de equivocarse; pero parece que no así la técnica; de tal modo, que se pretende marginar al hombre y darle en cualquier caso todo el protagonismo a la electrónica y al tornillo. El robot sustituirá al hombre, dicen, salvo en la libertad de hacer esto o aquello, o no hacerlo, o hacerlo poema, equivocándose. Según avisan, el robot será maquinista de trenes, comandante de avión, chófer de autobús; aunque no sé si también ciclista con casco en el pedalear y dirección de mi bicicleta. Con robot, yo no habría podido dejarme ir en una bicicleta sin frenos desde la cima de la calle del Horno, en Molina (el que la conoce sabe el Tourmalet que era en mi niñez), hasta dar con mis huesos y los de la bicicleta en el zócalo de piedra de la fachada de la iglesia, neo-renacentista ella. Amasijo de manillar, ruedas y sillín, con un servidor llorando y lamiéndose sus heridas, en el suelo. El manillar, de revés, y la rueda delantera hecha un 8, con el sillín, a su vez, puesto en mi cabeza por montera. ¡Qué niñez más hermosa aquella sin robots, sin guías de mi falibilidad, dejándome la niñez para mí solo, sin meninas que velaran por mí, y viviendo únicamente para aprender letras y números y volar sueños y cometas, y burbujas de asombro! Yo diría que el hombre es falible, capaz de errar, de ser libre, gracias a Dios. Y en la niñez es donde más y mejor se manifiesta, siendo falible, este modo delirante y encendido de ser libre, con accidentes y tropiezos añadidos, y heridas que siempre cicatrizan. No creo en el robot como medio de corregir la falibilidad o capacidad de fallar del hombre; al fin, el robot hereda las limitaciones del hombre, pues su concepción y los circuitos que le dan vida están ideados y realizados por el mismo hombre, falible. Una deficiente conexión puede parar la vida del robot y su inteligencia robótica, endiablada, que diría un moralista medieval. O sea, Diario: paso de los robots, que a veces se rebelan y te llevan a una odisea por el espacio, con música de los Strauss, padre e hijo, y la inventiva de Stanley Kubrick, dirigiendo el concierto visual y sinfónico inigualable del universo (17:53:18).

lunes, 22 de agosto de 2022

 22 de agosto de 2022. Lunes.
CARTA A LA CASUALIDAD

"Hágase la luz, y fue la luz", Génesis. Torre de la Horadada.

-Le he escrito una carta a la casualidad, y da la casualidad que no me ha contestado. Y es que la casualidad y la nada son de la misma familia y por tanto tienen parecidas reacciones; si les escribes o les hablas, no contestan: nunca están. Mi carta decía: «Casualidad, dime cómo empezó todo» (me refería al Big Bang y eso), pero no he recibido respuesta. La casualidad no suele hablar; aunque los hay que dicen hablar por ella, en su nombre. ¿Cómo empezó todo? Por casualidad dicen algunos, considerados sabios. Aunque bien visto, es un modo de no decir nada. Afirman determinados científicos que el Big Bang (o «gran explosión», y sin olvidar la teoría de la relatividad) fue consecuencia de una «singularidad espaciotemporal». ¿Pero tiene nombre esa singularidad? Singular es lo que se distingue o separa de lo común, algo extraordinario. ¿Y si le pusiéramos nombre a esa singularidad?; ¿tanto cuesta? Porque de lo contrario, vamos a tener que afirmar con Voltaire, que «la casualidad no es, ni puede ser más que una causa ignorada de un efecto desconocido». De causa ignorada habla Voltaire. Y de efecto desconocido; cuando en realidad se ignora la causa, pero no el efecto, que ahí está: el Big Bang. ¿Ignorada la causa? ¿Deliberada o casualmente? Pero hubo alguien que le puso nombre a la causa. «En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios», escribió Juan, el evangelista. He ahí el nombre: «En el principio», la Palabra, antes de la singularidad espaciotemporal, en la inauguración de todo, cuando el Big Bang se desperezó y empezó a ser un universo oceánico expandiéndose, libre, eclosionando luces aquí y allá, poniendo millones de años luz de por medio, la Palabra estaba allí, componiendo la gran y bellísima odisea del espacio, ya que «todo se hizo por ella», señala el inspirado Juan. Y todo porque «en ella estaba la vida», y la vida era la luz de los hombres. El origen de todo, señor Voltaire, no es una causa ignorada, sino la Palabra, que existía antes de todo, y era Poesía: era Dios. Y la casualidad, Diario, todavía sin contestar a mi carta; en todo caso, quién sabe si otra vez será, quizá; esperaré (22/08/2022).

domingo, 21 de agosto de 2022

21 de agosto de 2022. Domingo.
ETERNIDAD

Ascendiendo al infinito, en Éfeso. Capadocia. Turquía.

-Han emigrado los vencejos y, sin avisarnos, se nos va acabando el cigarro puro del verano, gracias a Dios. Su brasa, encendida como un rescoldo en el labio carnoso del señor de la mole humana, Orson Welles, tiene toda la pinta de ir apagándose. El gran bien o pesadilla del verano, al igual que el de la vida, es que no dura siempre. El siempre solo es flor perenne, que no se agosta, en un país llamado Eternidad. En cualquier otro lugar, es, cuando mucho, un destello de esa eternidad, pero en un mundo que no le corresponde. En el ámbito del tiempo, la eternidad es una utopía posible, y es posible tocarla (casi) en el siempre, aunque no se le parezca. Un siempre en el tiempo, es nada en la eternidad, porque en la eternidad no existe el siempre sino el ahora, sin ayer ni mañana; y aun sin hoy, si se piensa en eternidad y no en tiempo. El ahora de la eternidad es un modo incorrecto de hablar. En el lenguaje humano no hay nada que pueda definir lo que es la eternidad. Y qué hermoso que la eternidad no sea tiempo, porque como dice Wislawa Szymborska, poeta polaca, si lo fuera (tiempo) sería como acumular «diez mil antigüedades muy antiguas», una sobre otra, y nunca llegaría a ser eternidad. Mi siempre y mi eternidad son mi ahora mismo, pero en otra dimensión, en la dimensión de la espera, hasta dar con el auténtico ahora de la eternidad, la que pasa del tiempo y del espacio, y se centra sólo en el Ser sin fin, en Dios, donde, Diario, se eterniza el Amor (12:10:15).

sábado, 20 de agosto de 2022

20 de agosto de 2022. Sábado.
NICARAGUA LLORA

La noche de las dictaduras. Murcia. Casa Sacerdotal.

-España arde; Nicaragua llora por la persecución contra la Iglesia Católica emprendida por el régimen comunista de Daniel Ortega, que pasó de revolucionario a dictador. Las dictaduras normales suelen acabar cuando muere el dictador; las nacidas de una revolución, casi nunca, pues la revolución se va autoalimentando hasta hacerse eterna. Ejemplos: Cuba, Venezuela, Nicaragua, y otros muchos más. Daniel Ortega permanece en el poder 39 años, y no se va hasta culmine, dice él, la revolución. La revolución es la vida del dictador. Dijo Emilia Pardo Bazán: «La dictadura es un aria que nunca se convierte ópera». Todo dictador se ve infalible y, si alguien lo duda, se enfrenta a él. Mons. Rolando José Álvarez, Obispo de  Matagalpa, está bajo arresto domiciliario. Es el instigador –dicen los sandinistas– de las manifestaciones que han venido exigiendo la pureza democrática de la república. En el twitter del Obispado se leía hace dos meses: «La Cruz es inaplazable»; es decir, la cruz de la persecución es ineludible: hay que dejarse clavar en ella. Esto bastó para precipitar su arresto. Decía George Orwell, autor de la novela 1984: «Uno no establece una dictadura para salvaguardar una revolución; uno hace una revolución para establecer la dictadura». Se acusa a Monseñor de haber «violentado el mandato del amor», con lo que se pretende silenciar su ministerio: «intrínsecamente unido a la defensa de la dignidad del hombre y su libertad.» Es lo que hizo Jesucristo en la Cruz, se dejó clavar para enseñarnos el sublime valor de la dignidad humana. Dios, desde la Cruz, Diario, nos instruye sobre el valor de la misericordia, la que precede y alienta al amor, la encarnada en Jesús (18:10:48).

viernes, 19 de agosto de 2022

19 de agosto de 2022. Viernes.
LA CALLE DE LA IRA

Abeja libando néctar, en el jardín. Torre de la Horadada,

-Ayer comí con Manolo Cuadrado, editor de mi último libro Palabras y alas en el aire, y me divertí y reí como no lo había hecho hace tiempo. Nos acompañaba Juan, nacido en Mula, antiguo seminarista y amigo desde la niñez de Manolo. Fue un acontecimiento de tapas y sorbitos de blanco albariño, alegre en la garganta y, una vez en el cuerpo, festivo durante el resto del día. De este modo, dejé de sacar a pasear palabras por la calle de la ira, que es como dejar que te estallen petardos en las manos, sólo que en este caso estallarían en mi alma, donde habitan el aliento y los sueños, y otras hermosas palpitaciones, y la destrozarían. Y yo no quiero tener el alma herida, ni enferma, pues debilitaría en mí toda sensibilidad por lo bueno y lo bello, o por la estética y la ética; es decir que, por la herida, se me escaparía el alma. Y, con el alma, escaparía de mí todo lo que soy, sin dejar rastro, todo diluido en la nada, como un vuelo de hoja sin otoño en qué posarse. Pues dicen que un vuelo de hoja sin otoño en que posarse, vuela siempre, y acaba por diluirse en la nada. ¿Para qué sacar a pasear palabras por la calle de la ira contra los «sicarios nacionalistas» que han «humillado, insultado y vejado» a las víctimas del atentado en las Ramblas y Cambrils el 18 de agosto por «proclamar públicamente» su dolor? ¡Yo, Diario, no saco a pasear palabras por la calle de la ira! Mejor por la calle del amor, donde se hallan la paz, el equilibrio, la esperanza, la lírica, el encuentro, y Dios, el que siempre ofrece y nunca quita (18:05:16).

jueves, 18 de agosto de 2022

18 de agosto de 2022. Jueves.
LOS FANÁTICOS ABRIERON SUS FAUCES

España arde, sin remedio. F: Prensa

-Ya parece que empieza a enfriarse la plancha caliente del calor. Aunque sigue humeando el paisaje. «España arde», es el titular desesperanzado de la prensa. El fuego persigue a los bosques, como un felino al ratón. Con ensañamiento. El fuego y el viento no son compatibles, el uno alienta al otro, como el soplo al rescoldo. Sopla el viento y se enfurecen las mil lenguas de fuego que se hacen vómito de dragón. Y, entre fuego y fuego, un aniversario: el del atentado yihadista de Cataluña, en Las Ramblas y Cambrils, hace cinco años. Dieciséis muertos y 140 heridos, y muchos llantos tras estas muertes y lesionados. La gente ponía claveles o rezaba, y se unía en el silencio, cuando los fanáticos abrieron sus fauces y con gritos racistas, perversos, rompieron el silencio: boicotearon la ofrenda. El fanatismo nacionalista es como un río con pirañas, que muerden con ferocidad todo lo que cae en sus aguas, para destruirlo. El fanatismo ha producido más muertes que cualquier otra ideología o fe equivocadas. Decía Bertrand Russell, escritor británico: «Todo el problema del mundo es que los tontos y los fanáticos siempre están seguros de sí mismos, mientras que las personas más sabias están llenas de dudas.» La duda, Diario, o la puerta de la sabiduría. ¿Los fanáticos nacionalistas son tontos, nunca tienen dudas? Lo dudo (12:20:32). 

miércoles, 17 de agosto de 2022

17 de agosto de 2022. Miércoles.
ATEO PRÁCTICO

Dos políticos enfrentados, con púas en la lengua. Torre de la Horadada.

-Me estoy convirtiendo en un ateo en cosas inútiles, tan práctico, que me entra miedo de acabar creyendo solo en Dios, y en algún otra cosa de su derredor. Ateo, pues, de cosas varias (política, economía, estado del bienestar, democracia, tiranía…), y solo creyente en Dios. El progresismo seguro que me toma como objeto de sus burlas; pues dirá: esto no es posmoderno y no cuadra con los postulados del relativismo. Porque según el relativismo hay que creer en todo para no creer en nada. Se arma la Torre de Babel (aquella idiotez inmobiliaria con la que se quería tocar el cielo: el rascacielos primordial), para, al fin, no enterarse de nada. Torre de Babel, o el batiburrillo lingüístico. Se agita, se mezcla, se revuelve y el guiso no sabe a nada, y, si de filosofías se trata, se cae en la estupidez de la inercia o desidia, y aun de la locura. Por el efecto mariposa (voy, vengo, salto de ésta para libar en aquella otra flor, etcétera), el relativismo lleva al cansancio intelectual e incluso estético. Y cansadas de ir y venir, las ideas se agotan. Y, sin ideas, es presumible la decadencia de cualquier cultura, aun las griega y romana, de entonces, imperecederas sin embargo, a pesar de ellos mismos. Ateo práctico, pues, en cosas inútiles: como creer que mi voto, en política, puede solucionar algo. En este país los políticos no vienen a solucionar problemas, sino a irse a Doñana o a la Mareta, Lanzarote, y reírse a boca llena –y sin corbata– de todo y todos. Mi próximo voto se lo daré al político que prometa y cumpla que si sale presidente no veraneará en Doñana ni en La Mareta, ni mentirá más de la cuenta, sólo lo justo, que es nada. Dice el libro de los Proverbios, que hay seis cosas que «odia el Señor», y, entre ellas, Diario, «la lengua mentirosa», procaz, la lengua en la que abundan las alimañas, el nido de víboras (12:10:52).

martes, 16 de agosto de 2022

16 de agosto de 2022. Martes.
EL FUEGO

Fuego pacífico en el hogar. Torre de la Horadada. 

-El calor, como el morder de las carcomas, no cesa. Y el fuego activo, afanoso,  destructivo, se da cita  en los rincones más bellos de «esta España nuestra», maltratada y encendida. En un día quizá caluroso, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego en el mundo». El fuego, pues –que hasta sirvió de templo o escondite de Dios en el Sinaí: ardía sin consumirse la zarza desde donde hablaba a Moisés–, en la boca de Jesús. El fuego, esa obra de arte de la naturaleza que el hombre llegó a domesticar, hasta conseguir hacerlo icono y joya viva en el hogar. El fuego era bárbaro, hasta que el hombre le dio cobijo en su casa y lo convirtió en amigo. El hombre dio confianza al fuego y éste le dio calor. El fuego que estaba escondido en el rayo y en la piedra de sílex, afloró pacífico para el hombre pacífico; luego se convirtió en venganza cuando el hombre lo puso al servicio de su odio. Pero el fuego también es símbolo de amor; tal vez por eso, tras decir que ha venido a prender fuego en el mundo, añade Jesús: «¡Y ojalá estuviera ya ardiendo!». Sólo que tenía que llegar la cruz para que comenzara a arder la llama viva de ese amor. Desde la cruz –o el amor de Dios donado, triturado como la uva en el lagar–, el mundo y su historia, Diario, se incendiaron de ese Amor, y en la extensión de ese fuego amoroso estamos, portándolo en la palabra y en las vidas, para que el mundo arda en tal incendio de Amor (18:00:34)

lunes, 15 de agosto de 2022

15 de agosto de 2022. Lunes.
¡ALBRICIAS!

Asunción de María, Molina de Segura. Imagen de Bernabé Gil.

-Asunción de Maria, o asunta, o tomada en volandas por Dios y subida a los cielos. Es la consecuencia de decir a Dios. : una palabra tan escueta y tan arrebatadora. Es delgada de dicción, casi se silba al decirla, pero cómo abarca y compromete. «Sí, hágase en mí tu palabra», y tiembla el cosmos y los cimientos de la historia. En el sí de María, empieza otra historia, u otro modo de ver la historia. En su sí, frente a la historia del odio, empieza la historia del amor. En el sí de María todo es amor. Por eso es arrebatada al cielo, donde habita y vive en inmortalidad Dios, el que es Todo Amor. La Virgen María, asunta, subida al cielo, como primicia de la asunción de toda la raza humana. ¡Albricias!, exulta un himno cristiano. ¡Albricias! por tan buena noticia. Asunta: absorbida por Dios. Al aspirar su dormición (su muerte), Dios se la llevó con él: en cuerpo y alma. Dormida en tierra, se despertó en Dios. Cuerpo cansado el de María, pero vibrante el alma, y ambos celebrados y reconfortados en el amor de Dios. O la Asunción de la Virgen: preludio de nuestra propia asunción, o absorción por Dios; preludio, Diario, de nuestra total liberación (18:30:19).

domingo, 14 de agosto de 2022

14 de agosto de 2022. Domingo.
INTERNET, CANSADO Y LIBRE  

Belleza y rocío, la rosa mojada. Torre de la Horadada. 
         
-Mucho calor y poca inspiración: yo, desubicado; e internet, cansado y libre. Aparece cuando quiere y se marcha cuando le place, muy voluble aquí en la Torre. No hay cobertura, apenas una ráfaga mínima que en seguida se esfuma. El calor nos llena de cansancio, un cansancio de hoja muerta, acorchada, caída; los incendios se hacen paisaje lóbrego, como si la noche hubiera invadido el bosque y hubiera encendido la luz de la luna. Y es que ya no hay paisaje, sólo cenizas y un bosque de troncos calcinados, humeantes. El fuego de un bosque es el espectáculo más grande jamás visto, y la lluvia su enemigo y liturgia más eficaz y lírica. Mientras cae la lluvia, las lenguas de fuego se van ahogando, hundiéndose en sí mismas, sin nada que alimente su furia. Los creyentes esperamos que descienda del cielo el rocío de Dios y apague estos fuegos que nos abruman. Con Job le pido al Señor: «Derramad cielos rocío de la alto y que las nubes lluevan al Justo». El rocío nace del aire que se condensa y humedece los objetos fríos. El rocío es símbolo de bendición, como la lluvia; supliquemos, pues, Diario, la bendición del rocío o de la lluvia y esperemos que Dios nos oiga; hay veces que la fe mueve el milagro y lo apremia, urgiéndolo (18:28:38).

sábado, 13 de agosto de 2022

13 de agosto de 2022. Sábado.
NO EXISTE

Amanece en lago Galilea

-«Me dicen: "Dios no existe"; pero dejadme que crea en él, pues creyendo en él, sé que existo yo», decía un sabio. Y le preguntaron: «¿Entonces los ateos, al no creer en Dios, no saben que existen?» «Yo no sé lo que pasa con ellos, yo sé lo que pasa conmigo; y conmigo pasa que, creyendo en Dios, sé que existo». Este sabio no fue Nietzsche; pero estaba cerca de él; no tanto como de Einstein, pero cerca de él. A veces, la sabiduría está en no dejarse llevar por el pensamiento imperante, sino en el hecho de pensar, y creer, y amar, en libertad. Por aquello de «pienso, luego existo». Se entiende que «pienso», pero en libertad, y por eso «existo». Descartes, desde el pensamiento, y haciéndolo en libertad, halló a Dios, y creyó en él. Y así, pensando, Diario, vivió en constante hallazgo de Dios: al tiempo que de sí mismo (18:52:41).
12 de agosto de 2022. Viernes.
LOS INVISIBLES

El Papa Francisco, hace nueve años, en Lampedusa. Italia. F: Goofel

-«Hacer visibles a los invisibles», dijo la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, ante la visita del papa Francisco a esta isla italiana hace años. Europa, que es un extenso tratado de generosidad también lo es de hipocresía, no ve lo que no quiere. Los invisibles son los que, buscando una vida mejor, abandonan África y se encaminan en patera a Europa, dejando la vida a menudo en el camino del mar. Ese mar de olas y abismos, de odiseas y eneidas. A Lampedusa (a Europa), y en demasiadas ocasiones, sólo llegaban cadáveres, y cuando los dejaba ir el mar. Es el peaje que paga la pobreza por un sueño de esperanza. Soñar no cuesta dinero, suele decirse, y es verdad; pero, si vienes de la pobreza y te echas al mar soñando en un mundo mejor, puede costarte la vida. ¿Y en qué consiste el sueño? Sólo en salir de la pobreza. La pobreza es un laberinto (y con Minotauro y todo) en África y en el que no hay hilo de Ariadna que te pueda mostrar la salida. Para la pobreza de Teseo en África, parece no haber salvación. Hasta que llega el sueño: saltar a Europa, la rica, y poder así vivir con dignidad. Pero Europa, que es rica, también es insolidaria. En Europa se habla de derechos humanos, pero sin señalar para qué humanidad. Desde luego no para los africanos que tratan de eludir los abusos y la miseria de sus países de origen ni para los refugiados de Oriente Medio, que huyen de la guerra. El papa Francisco, en Lampedusa hizo una pregunta a Europa: «Caín, ¿dónde está tu hermano?» Y Europa no contestó, o lo hizo con una sacudida de hombros y diciendo lo de: «No sé. ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?» Abel muere y la indiferencia lo cubre con su manto de impiedad. Hacer visibles a los invisibles, porque, como diría Aldous Huxley, nada deja de existir porque se le ignore. Dios, Diario, también está en la pobreza, y se hace visible en el pobre, en su menguado equipaje (09:54:16). 

jueves, 11 de agosto de 2022

11 de agosto de 2022. Jueves.
HILO DE MANANTIAL

Tras la lluvia, manantiales en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Siempre lo he dicho: es mejor que se te aparezca Dios que no un subalterno. Pero a falta de Dios, bueno es un subalterno, y, si no hay otra presencia, hasta un ateo me vale como subalterno. No es broma: el ateo, al negar a Dios nos pone, aun sin quererlo, en su pista. El ateo es una biblia abierta y áspera por donde Dios transita, salvando obstáculos. En la Escritura se suelen contar apariciones de Dios en forma de ángel o de mancebo, y aun en forma de fuego o columna de nube. «El Señor los precedía por el día en una columna de nube para marcarles el camino…», cuenta el libro del Éxodo. Pero si el subalterno es un profeta, entonces esa presencia de Dios me merece un gran respeto. El profeta no es Dios, pero sí su palabra: habla y escribe lo que Dios le inspira. El Espíritu de Dios va guiando su pensamiento y su pluma. Ser profeta es andar revestido de la palabra de Dios, diciéndola sin miedo y obrando en consecuencia con aquello que se dice. Hoy he oído a un profeta decir: «Amad la justicia, los que juzgáis la tierra». (Sb 1, 1). Amad lo justo; o amad lo que está en consonancia con la voluntad divina. La voluntad divina, Diario, es todo y sólo amor; por lo que juzguemos en el amor siempre, y así viviremos en la libertad interior, consecuencia de toda justicia que, como hilo de manantial de su amor, emana de Dios (12:45:18).

miércoles, 10 de agosto de 2022

10 de agosto de 2022. Miércoles.
COSA DE ÁNGELES CAÍDOS

Rojo amamanecer hoy en Murcia. Casa Sacerdotal. 

-El sol sale rojo y con signos de furia, está en su tiempo. Los trigos ya han sido segados y el pan asegurado. Pero no quizás el pan de todos, solo el de los ricos, que el pobre bastante tiene con recogerlo y ponerlo en el mercado, para que lo muerda el harto, el bien comido. El epulón de turno. No sé por qué al ir a escribir se me ha ocurrido una maldición, soltar una maldición; pero no lo he hecho, porque recuerdo haber leído que la maldición solo la oye el que la dice y quizá el vecino causa de la maldición; o sólo el que la dice, por no ser a veces la causa el vecino, sino la palabra exacta que no te viene al escrito, o la pluma que, al caer de la mesa, te ha venido a dar en la punta del dedo meñique del pie derecho, tan limitado y frágil, tan poca cosa. Lo cual me ha llevado a la conclusión de que el maldecir, aparte de irritar y acelerar los pulsos, es inútil, y desgasta. También leí que la bendición, además de ti, la oye Dios, y el viento quizá –el que viene de las hojas y del mar, el que se ejercita en hacer volar a las aves– y no agita, sino que sosiega, y da paz, eso que no está ni en la guerra ni en las finanzas; digámoslo claro: ni en Ucrania ni en Wall Street. Me río yo del Ibex 35 y de la batalla de las Navas, y yendo más lejos, del cuadro de las Lanzas o de la novela negra. Por lo que me he dicho: si la bendición me da la paz y me quita de encima la subida de los precios, y las guerras y a Trump y a Biden, y otros miedos, bendeciré y olvidaré la maldición, que es cosa, Diario, de ángeles caídos, de corazones desgarrados (18:01:59).

martes, 9 de agosto de 2022

9 de agosto de 2022. Martes.
MATAR EL TIEMPO

Riendo con Astétix, en España. F: Googel

-Si me asusta el mes de agosto es porque nadie está donde debiera: sólo el loco y el médico de guardia están en sus sitios. Bueno, decir que alguien más queda por ahí en activo, pero menos: el policía, el cura, el controlador aéreo −si no huelguea salvajemente−, el que recoge la basura, los tenistas, etc. Veranear es no hacer nada, o en todo caso cervecear y matar el tiempo, sin daga, pero vestido con bermudas y blusa de pececillos y flores, haciendo así que la muerte del tiempo sea más rápida, y –perdón– más estúpida. La estupidez de matar el tiempo –que es perderlo– es propio del tiempo sin tiempo, y con sol, del verano; en el tiempo de verano, yo no quiero estar en el tiempo muerto y perdido, sino en el otro con algo que hacer, como el mismo hecho de vivir, y con lecturas, que hacen como que alargan el tiempo que pasa al dilatarse el final de aquello que se lee. Mientras se dilata el final de la lectura, el tiempo se para, como en tiempos de Josué el sol y la luna, sol que no se apresuró a ponerse casi un día entero (Jos 10,13). Dios, deteniendo el tiempo, lo alarga; el hombre, por el contrario, perdiéndolo (ociosamente), lo acelera. Sólo que con un libro, el tiempo es más lento que el sol del verano y, leyéndolo, se eternizan venturosamente los minutos; cada minuto con un libro en la mano, en verano, es casi dos minutos y un cuarto más de vida y de goce interior, y de viento de estrellas para la mente. Los libros reviven galaxias en la mente del hombre, como Charles Chaplin –en blanco y negro– sentimentalidad y sonrisas en una sala de cine. Me gustaría, Diario, al igual que el emperador Julio César, desembarcar en una isla, Capri, con un libro, De bello galico, para leer, en el que César comenta la guerra de las Galias, donde Astérix y Obélix luchaban –siempre dopados– para vencer a los fornidos soldados romanos, admirables gladiadores, a los que alguna vez vencían, entre risas, y humos de pócimas (12:16:14).

lunes, 8 de agosto de 2022

8 de agosto de 2022. Lunes.
BARRO Y SOPLO PUESTOS EN PIE

Beso en piedra, en el valle de Göreme. Capadocia.  Turquía. 

-Cuando le dio la facultad de hablar y de equivocarse, entonces fue cuando Dios creó realmente al hombre. Con la palabra, el hombre podía dirigirse a Dios, tutearle o hacerse el sordo, y, en el hecho de equivocase, se percibía que podía ser libre y asumir así la realidad de ser imagen de su Creador. Hasta entonces, el hombre era sólo un poco de barro y un soplo puestos en pie, o andando apoyándose en las manos, como el mono darwiniano; es decir, era únicamente un proyecto de imagen de Dios. Con la palabra, sin embargo, el hombre recreó las cosas, las definió, las embelleció poniéndole adjetivos, y, al darles nombre, tomó posesión de ellas. Una cosa sin decir, es algo que no existe o que entra en el capítulo de lo desconocido, o del totum revolutum del montón. El montón nunca es belleza, por desconsideración a lo individual, que es lo que adorna un conjunto. La línea, la sombra, el matiz en pintura. Nada que sea borrón vale nada, salvo en determinado arte moderno, así llamado por bárbaro. Aunque hay un poeta –Paul Eluard– que afirma que «no iremos hasta el fin de uno en uno, sino de dos en dos»; pero antes es el uno, y el uno con el uno hacen dos, y –entonces, síjuntos hasta el fin. Como Dios: uno, y trino en el amor. Antes de que la Palabra –la de Dios– se hiciera hombre, el hombre se había hecho palabra, y ahí, en la palabra, fue imagen de Dios. Luego, en la Palabra, Dios se hizo evangelio, prólogo de tierra y cielos nuevos, verdad y vida, y amor; y el hombre –también en la palabra– se hizo profecía y poema, y reivindicación, y, dirigiéndose a Dios, Diario, conoció la libertad y la dignidad, pues había hallado el camino de conversar con sus semejantes y con Dios, y, así, amar: a imagen de Dios (17:26:43).

domingo, 7 de agosto de 2022

7 de agosto de 2022. Domingo.
ESPERANZA ILIMITADA

Será fruto, deleitoso. Torre de la Horadada. Alicante.

-Domingo con calor, y pájaros, y alguna rosa en el rosal. Un día más que nos recuerda la resurrección del Señor. Recordar es volver a vivir: es encontrarte con el pasado, haciéndolo vida –con vibraciones– en el presente. La fe se apoya en los acontecimientos, en las promesas del pasado, pero mirando al futuro, a lo que viene, a lo que está por llegar, el gran Amor. «La fe cristiana –leo– es una esperanza ilimitada.» Con la fe, «el creyente, más que creer, espera.» La fe es la piedra, la base, en la que se apoya la columna, la esperanza, para ir creciendo, elevándose, conquistando espacios celestes. La fe es un adviento ininterrumpido, perseverante, que pone en pie a la iglesia y la hace dar pasos, hasta que llegue el día. Dice la carta a los hebreos: «La fe es seguridad de lo que se espera.» Mientras la esperanza vuela, la fe se hace brote de agua en la seguridad de la roca, y corre manantial. El agua del manantial moja la tierra, da en las raíces y las hace flor y fruto –asombro y sonrisa– en el árbol. La espera del invierno da sus flores en la primavera; como la fe da amor, o el trigal, espigas. San Agustín escribía bellos axiomas con el fin de explicar lo que es la fe, que conduce al amor. «Cuando el amor crece dentro de ti –decía–, la belleza también crece, porque el amor es la belleza del alma». Fe y esperanza, hasta dar con el Amor, al que aguardamos, Diario, como la fruta en el árbol, para morderla y gustarla, con deleite (17:59:49).