14
de agosto de 2022. Domingo.
INTERNET, CANSADO Y LIBRE
INTERNET, CANSADO Y LIBRE
-Mucho calor y poca inspiración: yo, desubicado; e internet, cansado y
libre. Aparece cuando quiere y se marcha cuando le place, muy voluble aquí en
la Torre. No hay cobertura, apenas una ráfaga mínima que en seguida se esfuma. El
calor nos llena de cansancio, un cansancio de hoja muerta, acorchada, caída; los
incendios se hacen paisaje lóbrego, como si la noche hubiera invadido el bosque
y hubiera encendido la luz de la luna. Y es que ya no hay paisaje, sólo cenizas
y un bosque de troncos calcinados, humeantes. El fuego de un bosque es el
espectáculo más grande jamás visto, y la lluvia su enemigo y liturgia más eficaz y lírica.
Mientras cae la lluvia, las lenguas de fuego se van ahogando, hundiéndose en sí
mismas, sin nada que alimente su furia. Los creyentes esperamos que descienda
del cielo el rocío de Dios y apague estos fuegos que nos abruman. Con Job le
pido al Señor: «Derramad cielos rocío de la alto y que las nubes lluevan al
Justo». El rocío nace del aire que se condensa y humedece los objetos fríos. El
rocío es símbolo de bendición, como la lluvia; supliquemos, pues, Diario, la bendición
del rocío o de la lluvia y esperemos que Dios nos oiga; hay veces que la fe
mueve el milagro y lo apremia, urgiéndolo (18:28:38).
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