jueves, 25 de marzo de 2021

25 de marzo de 2021. Jueves.
ANUNCIACIÓN

La Anunciación de Fra Angelico, Museo del Prado. Madrid. F: Prensa

-Con la humildad y el rumor de Dios apenas audible, sin aspavientos, como una suave corriente de brisa, nos dice San Juan: «La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros». Pero antes tuvo que ser Palabra de Dios que entra en la carne, y como el sol por el cristal, entra sin manchar y sin romper, sin desgarros: la pureza queda intacta, nada se ha quebrado, la gracia sigue virgen. Hoy la iglesia celebra el anuncio del Ángel a María, por el que Dios pide permiso a la doncella para instalar su Palabra en aquel vientre lleno de gracia, y tan cerrado; y la Claridad de Dios, tras el Sí de María, pone su tienda, su casa, en esa otra claridad sin sombras y llena de certezas que es la sangre y el cuerpo de María. Desde entonces la poesía –García Lorca– podrá saludarla así: «Dios te salve, Anunciación, / morena de maravilla, / tendrás un Hijo más bello / que los tallos de la brisa». Y la teología –san León Magno–, la canta de este otro modo: «La majestad asume la humildad, el poder la debilidad, la eternidad la mortalidad». Es un intercambio entre Dios que se abaja y la naturaleza humana que asciende, y en el que Uno y otro se encuentran y se hacen abrazo –se ciñen– en el vientre de María. Abrazo por el que Dios será llamado Hijo del Hombre, y el hombre Hijo de Dios. Y, así, ambos podrán dirigirse a Dios con la misma palabra tan cordial y tan llena de hermosos centelleos; ambos podrán decir: «Abba», «Padre»; y será ésta, palabra de verdad y comunión, de alivio y incesante claridad, perdurable..., eterna (11:44:16).

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