martes, 29 de marzo de 2022

29 de marzo de 2022. Martes.
MI SOMBRA Y YO

La escoba  y su sombra, en el jardín. Torre de la Horadada. Alicante

-Como jugando al escondite, sale y se oculta el sol. Esta mañana. Como hecho de raspa de pescado molida, calcificado, sin intensidad. Un sol mustio, de pañuelo resfriado en el bolsillo. Y sin embargo, canto. Canto rezando Laudes, y escribiendo, y leyendo El infinito en un junco de Irene Vallejo. Precioso libro sobre la historia del libro, que se lee como el que bebe un trago de agua con la ansiedad del sediento. Esta noche he dormido mal. En mi sueño, iba yo por el desierto, camino de no sé dónde; o mejor: íbamos el sol, yo y mi sombra. El sol delante y yo y mi sombra, sometidos, detrás. Aunque alguna vez he pensado deshacerme de mi sombra y dejarla allí tirada en el fango del sol y de las moscas, no obstante, he seguido con ella, pegada a mis talones. «Pero ¿por qué deshacerme de la sombra y no del sol?», me he dicho. Tirano el sol y levedad la sombra, y sin embargo he pensado dejar la sombra y seguir soportando al sol. ¿Por qué? Quizá se deba a que el tirano se impone, cruelmente, y la sombra –ligereza– se deja derramar, como la hoja que cae o la mirada que la sigue en su caída. Y es que al acostarme no he dejado de pensar en la guerra de Ucrania y en la maldad de los tiranos. Y este pensamiento me ha seguido en el sueño, hasta convertirse en pesadilla. Tal vez haya sido eso. Al despertar, me he sentido aliviado, y, sin el peso del sol, he amado a mi sombra, la que, con humildad y levitando tras de mí, me sigue siempre que hay luz, símbolo este, Diario, de lo que es el ser humano: realidad que piensa y humareda, o cosa divina y polvo (17:56:10).

lunes, 28 de marzo de 2022

 28 de marzo de 2022. Lunes.
¡SÍ A LA VIDA!

Verde esperanza por la vida, en Madrid. F. Prensa.

-Vestir una ciudad de verde es cubrirla de esperanza, llenarla de bosque para que, como el pájaro o el arroyo, o el musgo que crece donde existen el agua y la luz, vuele la vida, y en libertad. En tiempos en que se aclama con leyes injustas la muerte, decir: «¡Sí a la Vida!», es decir no a la indignidad y a la mentira, a la ignominia, al «descarte». Aceptar la ley del aborto y la eutanasia, propiciadas por el Estado, es, como dice el Papa Francisco, entrar en el horror del «homicidio», del crimen, y, quien lo practique, «mata». Ayer Madrid se vistió de niños con globo, de alegría vital, de padres que cantaban el himno luminoso y festivo de la alegría por vivir. Fue como revivir la oda a la alegría de F. Schiller: «Alegría, bella luz divina..., los hombres se vuelven hermanos, / allí donde se posa tu benigno vuelo» La ancianidad y el enfermo necesitan, no que se les ayude a morir, sino que con amor, asistencia afectiva, médica, espiritual –cuidados paliativos–, se les invite a vivir. Lo mismo que el niño que es concebido, debe vivir, es su derecho. Nada ni nadie pueden arrebatarle la facultad de poder nacer, y poder decir: «¡Madre!», o «¡Qué bella es la vida!». Es, dice el papa Francisco del aborto: «Como contratar un sicario para resolver un problema…; sería como aceptar el homicidio cotidiano». Matar niños es como quemar libros, se mutila el futuro, se entorpece el fluir de la historia. Ayer, en Madrid, se oyó, sobre todos, el silencio de los niños y ancianos triturados por layes mal llamadas «progresistas», y propiciadas por un gobierno decididamente «¿progre?» y sacrílego. Con este terrible «progreso», mueren los pueblos de injusticia y maldad, y triunfa el estrago, la aflicción, la carestía espiritual. Ayer, Diario, me percaté que en los ojos de muchas gentes, lloraba el Silencio de Dios (12:05:17).

domingo, 27 de marzo de 2022

27 de marzo de 2022. Domingo.
¡LAETARE: ALEGRÍA!

La luna que crece para la Pascua. Casa Sacerdotal. Murcia

-Amo la luz, la claridad. Por fin el cielo se ha vestido, por unos momentos, de azul, y, para celebrarlo, he sacado mi corazón a volar. Ha salido el sol y ha tocado mi alegría. Y la he dejado ir. Ayer, al atardecer, vi la luna como la pensara Gabriela Mistral, «pestaña de luz», o «luna de luz desmayada”», como la llamó Bécquer. Hoy, cuarto domingo de cuaresma, celebra la Liturgia el domingo de la alegría. Se nos invita a perdonar y a ser perdonados, se nos invita al amor extremo, el de Dios. He ahí la razón de nuestra alegría. «¡Laetare!», clama la Iglesia. Una de las cualidades del amor de Dios es que ama sin medida, infinitamente, y perdona sin medida, hasta la cruz. En la cruz brilla, entre estertores sagrados, la belleza y dimensión, sin horizonte que lo detenga, el amor de Dios. En la parábola del hijo pródigo Jesús abre su corazón y nos dice, con la sabiduría del buen maestro, cómo ama Dios. El hijo perdido, el que estaba muerto, ha revivido, y se hace la fiesta de la acogida festiva y del abrazo reconciliador. La nota discordante es la del hermano mayor, que, por envidia, renuncia a amar. Renuncia al abrazo, al beso de hermano. Dice San Agustín que el pródigo, antes de volver al Padre, «volvió en sí»; es decir, se encontró a sí mismo, contempló su orfandad, su andrajo interior, y decidió volver al Padre. Y, en el Padre, halló la alegría de vivir, y, para su espíritu, el otro alimento del abrazo, el que te vuelve a vestir de hijo. Y en el abrazo se oyeron latir dos corazones, que, desde entonces, sonarían en una misma tonalidad, la del Amor de Dios: acorde celeste (18:04:01),

sábado, 26 de marzo de 2022

26 de marzo de 2022. Sábado.
ANUNCIACIÓN

El Ángel habla, María escucha. Fra Angelico. Florencia. Italia.

-Un día como ayer, la palabra del Ángel dejó como semilla la Palabra de Dios en el seno de María, en Nazaret. La Palabra entonces se hizo carne, porque anidó en un seno de mujer: anidó ahí y se manifestó en Belén. El Hijo de Dios se oscureció de humanidad para no deslumbrarnos de divinidad. No quiso hablar como Dios, porque la palabra directa de Dios es el Sinaí e impone. En el Sinaí se hablaba desde una zarza que ardía sin consumirse; o sea, la palabra de Dios era fuego. En Jesús de Nazaret, sin embargo, la palabra está tan cercana que, llegado el tiempo, se hace tienda, evangelio que acoge y acampa entre nosotros. Y es tan viva, que, como entonces, aún molesta a determinados oídos; ahí están el letrado, el escriba, el fariseo, que aún siguen diciéndole a la Palabra: «Si eres Palabra de Dios, di a estas piedras que se hagan pan», y así contribuirás en algo a la justicia social, al igualitarismo, al reparto de la riqueza, para que el pobre deje ser bienaventurado en la pobreza y lo sea en la fortuna. Y la Palabra sigue diciendo: «No sólo de pan vive el hombre», aunque no se entienda. ¿O sí? ¿Pan sin libertad, sin dignidad, sin sueños, de cuya materia diría Shakespeare que estamos hechos? La Palabra se hace carne y acampa en un lodazal de pecado, que Jesús, el encarnado, convertirá en flor de loto y camino de perfección. Como diría Cabodevilla: «No sale el sol para disipar las tinieblas, sino que éstas desaparecen porque ha salido el sol». Anunciación del Ángel a María: o a nueve meses, Diario, del Emmanuel, del Dios que acampa Palabra entre nosotros, y anuncia un nuevo reino de paz, de justicia, de amor, donde se vive la Vida de Dios (11:40:55).

viernes, 25 de marzo de 2022

25 de marzo de 2022. Viernes.
GALICIA, EN MURCIA

La flor del azahar, en Murcia. 

-Se fueron, se escondieron sutiles tras las nubes, y han vuelto, intensas, las lluvias. Como me decía mi amigo Paco Illán, escritor: «Galicia, en Murcia». Sólo que Galicia es gema verde, preciosa, y Murcia, topacio lleno de sol y ocres encendidos. Galicia es cadencia, ondulación en el mar, en la montaña; y Murcia, huerta, campiña que siempre espera el agua del cielo para calmar su sed. Ahora, en primavera, Murcia es blanco inmaculado en la flor del naranjo. El azahar trasciende a los caminos. Las cosas, a pesar de las nubes, están y relucen, y se dan, se ofrecen en la mañana renovando ilusiones. Hoy aparco la prosa de Cicerón y me voy a la taberna del idioma a chatear versos con Alberti. Cicerón argumenta, hace discurso. Alberti rasguea la música del idioma, y la pone en rimas. La primavera, que es nube, y árbol, y pájaro, y huelga, se hace luminotecnia verbal en la poesía de Alberti. Soñador él, ve ir «¡por el mar la primavera!», y clama: «¡A bordo va! -¿De qué barco, compañero?» «-Del Florinda, compañera. / ¡A bordo va!» Y si el poeta la ve así, la primavera está, existe, embarcada en el mar de la belleza. Y a pesar de la lluvia, o con la lluvia, vive. Sin embargo, ¡son tantas las cosas que me entristecen! La pandemia, el descontento social, el llanto del niño de cinco años, que, entre los escombros del teatro bombardeado por Rusia en Mariúpol, Ucrania, gritaba: «¡No quiero morir»; el poco respeto por la vida en ciertos ambientes que se llaman de «progreso»: en la insensatez de nuestros gobernantes, la muerte es progresista. Qué modo de deslucir y vestir de harapos la vida, qué modo de exterminio… Sin embargo, Diario, no desespero: vivo agarrado al hilo de la oración y rezo porque esto cambie, y en el silencio de Dios oigo: «¡Cambiará!», y escucho y pido fe, y espero, y creo creer (12:59:43).

jueves, 24 de marzo de 2022

24 de marzo de 2022. Jueves.
EL SINDICATO DE LOS POBRES

Columnas en huelga, sostuvieron un templo. Priene. Turquía.

-Si yo, jubilado (o con el júbilo de la ancianidad sobre las espaldas, júbilo riente), me propusiera hacer huelga, ¿qué se me aconsejaría? O mejor: ¿qué debe no hacer un jubilado para hacer huelga? Me encantaría meterme en la huelga y ejercer de huelguista, y patearme, holgando, las calles de mi ciudad Sólo que no sé cómo. Yo, aunque jubilado, cada día suelo hacer ciertas cosas: rezar, escribir, es mi hobby, mi otro júbilo con el de la jubilación, profesar que vivo, mi corazón funciona, y sentirme parte de la naturaleza, que canta en el pájaro, es flor en el naranjo, o, al caer la tarde, conjunción de la Luna con Mercurio y Júpiter en el cielo de marzo... ¡Ah, también leo! En el júbilo de mi jubilación ¿qué puedo hacer yo por la huelga? Esta vez, los sindicatos de Unai Sordo y Pepe Álvarez (el que, sea invierno o verano, siempre va con una bufanda de pobre anudada al cuello), no están. CCOO y UGT se han esfumado. ¿No les interesan los problemas de la gente? El transporte, la subida de luz, los ganaderos, el precio aberrante de los combustibles, el encarecimiento de la cesta de la compra, la situación agónica de los agricultores, el crecimiento de los impuestos, la pobreza del pobre, no parece importarles mucho; o les importa, pero para endorsárselo a Putin, que, por lo visto, anda metido en el Gobierno, solo que no se le ve. Yo deseo hacer algo por los huelguistas. ¿Qué actividad me recomendáis que deje? ¿Dejo el rezo, el escribir? ¿Detengo mi corazón y dejo de sentirme naturaleza viva, con el soplo del Espíritu de Dios alentando en mí? No. Me pondré en huelga de todo, Diario, pero seguiré rezando: Dios está siempre al otro lado de la plegaria, escuchando; le pediré que inspire, si es que se dejan, a los que están obligados a solucionar estos problemas. Él, que pertenece al Sindicato más antiguo y prestigioso, el de los Pobres, o Evangélico (12:17:08).

miércoles, 23 de marzo de 2022

23 de marzo de 2022. Miércoles.
FLORECE LA ALEGRÍA

Oyendo llover, tras los cristales. Casa Sacerdotal. Murcia.

-Un largo rosario de días con lluvia; abiertos los manantiales del cielo, la tierra se esponja y en los embalses florece la alegría; se estaban quedando sedientos y ahora se embellecen de júbilo. Con el salmo 46, canto: «¡El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios!». El agua es movimiento, es vida, es exaltación; es sueño que sueña. Sueña caminos que, con el tiempo, y con solo deslizarse, los va haciendo. Anda y anda, y ella que carece de forma, le da forma a las cosas, –ejemplo– el Cañón del Colorado. Modela la tierra por donde se desliza. Desde que la oí en una película de Bruce Lee, sigo pensando en esta hermosa metáfora de la vida: «Vacía tu mente; vacía tu mente y no tengas forma. Sé un ser sin forma, como el agua. Si pones agua en una taza, el agua se hace taza, si en una botella, se convierte en botella… Sé agua, amigo». Nunca cambies tu ser, tu identidad, sé siempre tú, pero de espíritu flexible, no te obstines en algo, porque con el tiempo variará, se transformará. La veleta no cambia, cambia el viento. La veleta está, aunque la haga girar el viento. En un solo caso el agua deja de ser agua: con el vino –y la fe– se hace bebida de salvación: eucaristía. Es ascendida: de cosa natural, pasa a ser, con el vino y la palabra –y el recuerdo– cosa consagrada, digna de adoración: Dios, Diario, se encubre en ella, llaneza de Dios (12:44:01).

martes, 22 de marzo de 2022

22 de marzo de 2022. Martes.
EN UN BÚNKER, SE OYE CANTAR A UNA NIÑA

En un búnker, canta una niña, vuelve la esperanza. Kiev. Ucrania

-Hay llanto, desolación, pérdida de fe, tristeza infinita. Estáis en un búnker, huyendo de la barbarie, de las bombas. Con miedo en los ojos y una orfandad tristísima en el corazón y, tal vez con un hijo en tu regazo, lloras. De pronto una voz dulce, tierna, como una caricia que viniera a animar tu desgracia, canta Let it go (“Libre soy”), película Frozen (“Congelada”), de Walt Disney. Oyes, y no crees; sin embargo, la luz de la música va poniendo gozo donde antes lloraba tu tristeza. La soledad se va alejando de ti y el nudo del llanto que ahogaba tu garganta se deslía y deja que rías: te devuelve la esperanza. De la voz de Amelia –la niña que canta a cappella, pequeña joya rubia–, ha brotado un frondoso árbol de fe, que anima a la ilusión, y que desembocará en el amor: el mar de las cercanías y la paz, el de la fraternidad. Dios, a veces, se deja oír en la leve brisa de Elías, en el monte Horeb, o en la boca de una niña que canta a la libertad desde un búnker cercado por el miedo y la angustia. Me hubiera gustado estar allí y haber oído, no solo las notas, como diría Mozart, sino los silencios que hay entre ellas. En Ucrania, y en un búnker, Diario, Dios estuvo curando, en la voz de la niña Amelia, los miedos de los que la oían, su pesimismo; fue la oración más bella escuchada en tiempo de quebranto espiritual, de guerra injusta, de abatimiento infinito (12:18:06).

lunes, 21 de marzo de 2022

21 de marzo de 2022. Lunes.
¡QUE LLUEVA, QUE LLUEVA!

Día lluvioso y gris, en primavera. Río Segura. Murcia

-La canción infantil «¡Que llueva, que llueva!» se ha hecho, por fin, realidad en Murcia, tierra de sequías y carencias, de paisaje agrietado. Todas las cosas echaban de menos la lluvia, desde el pájaro a la raíz, desde el lago al manantial, desde la ciudad al bosque. Al cielo de recién estrenada primavera le va más el gris del Guernica de Picasso que la bella chafarrinada de colores de los infinitos Girasoles que pintó el postimpresionista van Gogh. Van Gogh era genial, pero demasiado obsesionado por esta planta progenitora de las pipas, tan usadas en cines de doble sesión, entonces. En mi niñez, en el Teatro Vicente, en Molina, el ruido de abrir las pipas (y la alegría de vivir) se confundía con los tiros de John Wayne en las películas del oeste. Aunque en aquellos años 50 había hambre y franquismo, y cartillas de racionamiento, y ropa remendada, y tren de Caravaca con asientos de listones en tercera, y paz (relativa), y estraperlo, también había pipas y cine, y fe; pero sobre todo había unas ganas enormes de vivir, y solidaridad. Entonces vivíamos más cerca los unos de los otros. Tanto que, con la sal o la ramita de perejil, y con el “buen día” de cada mañana, también había trasiego de trozos de pan para quien los necesitara, y gozo de darlos. Al menos, en la calle Bailén donde pasé mi niñez, ocurría esto. Unos a otros se asistían en lo que alcanzaban. Se vivía la hermandad auténtica, una relación casi de parentesco, evangélica. Con la primavera, han llegado las lluvias –“¡Bienvenidas sean!”–, y el frío, no tan bienvenido. ¿Ucrania, Diario? Sigue incendiada y maltratada por el sátrapa Putin, con la muerte como tarjeta de visita. Un presagio: Ucrania se reconstruirá y seguirá viva y libre, y Putin –juzgado– se recordará a lo Hitler: como causa y motor de un holocausto, o de una inmolación injusta y sacrílega, inhumana, en Ucrania (10:52:00)

domingo, 20 de marzo de 2022

20 de marzo de 2022. Domingo.
BOCADO EXQUISITO

Sigue la bendición de las lluvias, en Murcia. Casa Sacerdotal.

-Primer día de primavera y sigue la lluvia, abundante y cadenciosa –el vals de la lluvia–, hecha estos días dama de compañía en esta tierra de la sed endémica. Es domingo, día de descanso y evangelio, y de echar una mirada a nuestro interior, donde quedan los posos, los restos definidores de nuestra vida, lo bueno que hemos hecho y el mal que nos hubiera gustado evitar. En el evangelio se habla hoy de «conversión», o de entrar en el mundo de la conciencia y tratar de ver qué hay ahí que pueda volar, y qué cosas oscuras impiden esos vuelos, en libertad. La conversión para el pueblo de Israel era «volverse a Dios», o descansar la mirada en Dios y, con Dios, en el prójimo. Se trata de no resignarse ante el mal o la injusticia, sino escarbar y buscar el bien hasta hallarlo, y, en él y con él, imitar a Jesús, que, como dice el libro de los Hechos, «pasó haciendo el bien». No se trata de estar siempre proyectando y haciendo cosas, sino saber desgajarnos, irnos de lo superfluo y centrarnos en vivir según el evangelio. Cristo debe ser nuestro punto de partida y, desde ahí, ir transformándonos en Él. Que, cuando te levantes por la mañana, puedas ver en ti su figura, la del Cristo al que rezas. Entonces, Diario, serás, como dice el evangelio, la higuera que regada y bien estercolada, vuelve a dar fruto, y fruto dulcísimo, con sabor a evangelio: bocado, exquisito, de amor (13:15:53).

sábado, 19 de marzo de 2022

 19 de marzo de 2022. Sábado.
SAN JOSÉ, EL SEÑOR DE LOS SILENCIOS

Amando en el silencio, a Jesús. F: Googel

-San José es el santo de los silencios –silencios creativos, de salmodia mística– con los que cuidaba a Jesús y a María, silencios compartidos con Dios. Sus silencios fueron servicios a Dios, que repercutían en la custodia amorosa y paternal de Jesús, con María como madre y testigo. El silencio es la puerta de acceso al alma, donde viven la fe y la esperanza, y el amor, capitel, o último episodio de esa columna que asciende y entra en la vida de Dios. En el silencio de la noche, José oye al Ángel que le borra sospechas: «José –le dice–, no tengas reparo en llevarte a María, la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo»; y José cree y, con gozo, acoge a María y, con María, vive el misterio en el que Dios, en su Hijo, se hace niño, y ríe y aprende como niño, y, de la mano del padre y de la madre, crece en edad, en sabiduría y en gracia, sin mancillarse del mal, hasta la cruz. La cruz, el otro silencio terrible y desconcertante de Dios, en el que muere para destruir la muerte, y hacer aleluya –¡y redención!– el día primero de la semana, el domingo. Dios se mueve y habla en los silencios, y en el silencio se da Padre y Redentor, y Palabra que acampa entre nosotros, con la que  nos alegra y nos revela la sabiduría divina, en la que vive y se nos da como salvación. En los largos silencios de una carpintería, José vivió su fe; y, como Abraham, «contra toda esperanza, creyó»,  y todo «le fue computado como justicia». Es decir, como justica evangélica, que no es otra que cumplir con ley moral de Dios. Ley que brota del interior y es administrada por el Espíritu Santo. Con los silencios de José, Diario, entramos en la justicia evangélica, donde nos aguarda el amor y la misericordia divinas, y la irradiación de su gracia (12:36:10).

viernes, 18 de marzo de 2022

18 de marzo de 2022. Viernes.
PENSAMIENTOS DE PAZ

Atisbo de sol, esta mañana. Casa Sacerdotal. Murcia.

-La mañana se hace alabanza en los labios, aleteo de palomas, planeta vivo. O Dios: todo Él en todo. También en el silencio, donde se deja oír. El suyo es un silencio lleno, colmado, como el del grano de trigo; grano divino Él que, triturado en el molino de la cruz, todo es harina, gracia: lenguaje divino. Dios, en el silencio, habla silencios, que pueden oírse en otro silencio, el de la contemplación. Dice San Juan de la Cruz: «Una palabra habló el Padre, que fue su Hijo, y ésta habla siempre en eterno silencio, y en silencio del alma ha de ser oída». «Silencio del alma», que prescinde de la palabra y se hace solo lenguaje de pensamiento, interioridad atenta, verdad íntima no dicha. «Mira hacia dentro de ti, encontrarás la verdad en tu interior», dice San Agustín. Oscurecer la memoria, olvidar el entendimiento, prescindir de la voluntad y dejarse llevar de la inspiración que llegue sólo de Dios. Contemplar: o quedarse aislado de todo y dejar que pase Dios y pasee –sin pasos– por el interior del alma, estancia espiritual donde sólo Dios y el que contempla pueden mirar, y ver, y estar. Esta mañana, con un atisbo leve de sol, y pensando en tanta barbarie como arruina la convivencia y la amistad, me han venido estos pensamientos de paz. Y, sin olvidarme del dolor y la angustia del mundo, de su barbarie, he intentado envolverme en el amor y la presencia de Dios, sin saber si lo he conseguido a no. Mañana, Diario, seguiré intentándolo, pues, como la inspiración, Dios y su presencia llegan sin advertirlo, sólo se adivinan –dice Santiago– por las obras; y si éstas son obras de amor (18:21:53).

jueves, 17 de marzo de 2022


17 de marzo de 2022. Jueves.
PLANETA INFANTIL VACÍO

Ucrania, esperando en un refugio. F: Prensa.

-Aunque nublado aún, hoy se ha hecho la luz. Como el que sorbe un zumo de naranja, una dudosa claridad se ha bebido a la calima. El tiempo, diáfano, burbujeante, y con la cuña de limón flotando arriba, se ha convertido en un gin-tonic con hielo. El hielo tintinea en los costados de la copa cuando se agita. Pero como el gin-tonic, el día es fresquito, e invita a abrigarse. Y mientras, en Ucrania, lloran los niños que tienen que salir de su casa y viajar solos hasta la frontera para que los acoja un familiar, o el azar. Los niños lloran y la guerra sigue. Putin, el ruso inmisericorde, el abominable hombre de las nieves, bombardea todo, hasta un teatro en Mariúpol, ciudad ucraniana, donde se refugiaban cientos de personas para tratar de librarse de los ataques de los invasores. Pienso en los niños, mujeres y ancianos allí masacrados, a los que ha descuartizado una bomba. Pienso: las mujeres, con lágrimas, tratando de proteger a sus hijos, como la gallina, bajo las alas, a sus polluelos; los niños, aturdidos, sin saber del corazón cainita del hombre: la maldad turbando su inocencia; y los ancianos, abstraídos, asidos al bastón entrañable de su soledad, cavilando demonios. Sólo se oirían los murmullos del miedo, de la impotencia, de un mundo sin juegos de niños, huérfano de sí mismo. Que muera un niño, y en una guerra, es un acontecimiento brutal e infecto en la historia de la humanidad, es morirse un poco todo, hasta la belleza. En su novela –memorable– Mortal y Rosa, Francisco Umbral, habla con su hijo enfermo –6 años– y, con fiereza de padre que sufre, le dice: «Si algún día no estuvieras del todo, niño, cómo sería eso, cómo sería el mundo, todo él, cuarto de juegos abandonado, planeta infantil vacío, el mundo reducido a la ausencia de un niño». El mundo, tras esta guerra y todas las guerras, es un «planeta infantil vacío», sin luz y sin juegos, condenado a vivir de «ausencias», sin inocencia en la que hacer vuelos hacia los sueños e inverosímiles aventuras, sin belleza interior. Yo, Diario, pienso en Dios, y confío en que él nos libre de caer en cualquier desesperanza y nos llene los ojos de miradas limpias de niños, y latidos nuevos sin iras, vírgenes– en el corazón (12:14:46).

miércoles, 16 de marzo de 2022

 16 de marzo de 2022. Miércoles.
ADN DE DIOS

Calima en Murcia, esta mañana. Casa Sacerdotal.

Primero, en la génesis de todo, cuando el inicio del Big Bang de las estrellas y el primer brote del rosal, y el primer sobresalto de la luciérnaga al verse luz, y el primer relámpago de plata del pez en el agua, y el primer piar del pájaro –«¡Hablo!», se dijo el pájaro, absorto–, entonces, Dios –¡oh maravilla!– me hizo a imagen suya; para luego, tras el pecado y la muerte de Abel a manos de su hermano Caín, y las guerras y las pesadillas del hombre con sus filosofías y sus ignorancias, y sus luces y sombras, y sus torres de Babel y sus bellos sueños de un Más Allá; entonces, llegado el Mesías, y con en el bautismo de agua, me hizo su hijo. Y en estas ando, tratando de dar buena imagen de Dios en mí y procurando ser su hijo, con un poco, si es posible, de su ADN (o ácido nucleico, místico); el ADN de este Dios que, para quien se deja, es Padre, y Ternura en su Hijo, y Aliento de Vida en el Espíritu; Espíritu que hace brotar palabras hermosas en mi boca y me comunica los siete dones de su Gracia. Y, mientras, aquí abajo, sigue la calima, tensa y bronca, como si estuviéramos metidos en un trigal doblado y tendido por el peso del viento; y la guerra en Ucrania: o la insensatez del hombre, que no quiere ver que fue hecho a imagen de Dios, y que, sin embargo, cada día muerde la manzana del mal, alejándose así de Dios, su Creador. Muy triste todo, Diario; pero así somos, y así nos degradamos (11:25:23)

martes, 15 de marzo de 2022

15 de marzo de 2022. Martes.
UN ZUMO DE NARANJA, CASI VIOLENTO

El desierto en la ciudad. Murcia. 

-Ayer tarde el cielo se vistió de un zumo de naranja, casi violento. Un espectáculo maravilloso, al tiempo que inquietante. Mientras se apagaba el día, crecía el sabor a polvo color naranja suspendido en el aire, y, con la llegada de la noche, el desierto celeste –Sáhara clamoroso– se iba fundiendo en negro. Esta mañana amanece igual, pero un poco más aclarado el zumo de naranja que tapa el cielo y que se enreda en los árboles. Parece el espejo de lo que vive el ser humano en «este valle de lágrimas» –que dice la oración– en que hemos convertido la tierra: guerras, hambre, separaciones traumáticas de niños de sus padres, bombas, tanques, destrucción, labios que, mientras huyen o guerrean, musitan oraciones; es decir, en los labios de la humanidad andan, haciéndose palabra, Dios y el Diablo; o el Bien y el mal. Confundidos a veces. Dios es la paz; el Diablo es la ruina material y espiritual; o la síntesis –virtud– y la antítesis –locura–, en nuestras vidas. Paul Valéry, poeta, ensayista y filósofo francés, con la autoridad de cualquier espíritu libre, dejó dicho: «La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen, y de la que se aprovechan gentes que sí se conocen, pero que no se masacran». Ésta es la única verdad de la guerra, sin claroscuros, con desgarros de realidad, sin veladuras. En la guerra no hay ética, sólo negocio, y como diría Gabriela Mistral, nos distrae de lo bueno. Dios, Diario, ama al que sufre y no al que hace sufrir: es la balanza fiel (13:11:51).

lunes, 14 de marzo de 2022

14 de marzo de 2022. Lunes.
EL DIOS ROMÁNTICO

Varón de dolores, por amor. Varsovia. Polonia.

-En cuaresma me revisto de poesía; es decir, me revisto de Cristo, que ama hasta darse en la cruz; o del Dios que es y se realiza en el amor. La poesía, pues, está en Dios; y en sus afueras: la creación, que deslumbra. Y es que Dios es romanticismo, sentimentalidad, porque ama. Ama en su hijo Jesucristo hasta un suicidio divino en la cruz. Dios se suicida en Jesucristo. (Si blasfemo, me retracto). Pero éste es un suicidio amoroso, pudo salvarse y no lo hizo; vio una posibilidad de no beber el cáliz (o la muerte revestida de suplicio), y la desechó: «Padre, si es posible, pase de mí este cáliz», dice; pero su romanticismo, su voluntad impresionable, le lleva a aceptar al fin el sacrificio, «pero no se haga mi voluntad, sino la tuya», y pone su amor en la cruz, abierto como rosa de los vientos, como el que avienta amor para que llegue a todos los corazones. El Dios romántico, Diario, es el Dios que ama. ¿Poesía mística de Dios? Poesía amorosa de Dios (17:15:49).

domingo, 13 de marzo de 2022

13 de marzo de 2022. Domingo.
PÉTALOS DE ORO

Pétalos de oro en la rosa del jardín. F. FotVi.

-¿Y si fueran pétalos de oro lo que ves? ¿Pétalos de oro en la rosa del jardín? Si así lo ves, feliz domingo, el día del Señor. Si no lo ves, pon un poco de fantasía en tus ojos que te haga creer que ves pétalos de oro en la rosa del jardín. Y, si en este país de la fantasía ves pétalos de oro en la rosa del jardín, feliz domingo, el día del Señor. Y, si ni siquiera en ese país de la fantasía los ves (pétalos de oro en la rosa del jardín), piensa que, a veces, el oro, y la belleza, y la felicidad, y el amor…, no están en lo que te dicen que es, sino en lo que a ti te parece o sientes que es, o porque lo has soñado. ¡O lo has vivido…, en sueños! Y, si con todo, no ves pétalos de oro en la rosa del jardín, es igual, feliz domingo, día del Señor, porque yo, tu amigo, los he visto, y, si no te sirve de molestia, te regalo mis sueños, para que puedas ver pétalos de oro en la rosa del jardín. Quizá algún día, cuando yo no vea pétalos de oro en la rosa del jardín, me correspondas, regalándome tus sueños, y yo los pueda volver a ver. Ese día estaremos en paz. Pero, entre tanto (apátrida de los sueños), feliz domingo, por ser el día del Señor. Decir que todo esto va por ti, Diario, que sueles ser descreído y corto de vista, ¡y de sueños!; pero siempre, el entrañable amigo, que, a veces, aunque sea de prestado, ve pétalos de oro en la rosa del jardín, y celebra, con una luz nueva en los ojos, que sea domingo, el día del Señor (17:12:09).

sábado, 12 de marzo de 2022

12 de marzo de 2022. Sábado.
CANTO DE LA MUJER LIBRE

Madre Teresa de Calcuta, mujer luz. F: Prensa

-Ayer, en Molina, cantamos a la mujer libre y portadora de vida y de gracia, en la paz. Fue una fiesta de la mujer y la palabra, donde rimaron la luz y la belleza, el amor y la generosidad, la seda de unas manos al acariciar, y la bondad de unos pies al acudir donde brote la necesidad o el harapo, donde haya que besar lo desgarrado y cubrir lo desnudo. El evento recibió el nombre de “Canto de la mujer libre, por la paz”. Con ocasión de hablar de la mujer, también se habló de paz; porque decir mujer –salvo extrañas y pesarosas excepciones–, es decir cercanía, hijo, esposo, abrazo emocionado, sacrificio innumerable, nunca odio o guerra, siempre armonía, siempre ofrenda, donación. La mujer, ande sola o acompañada, siempre es suficiente por sí misma; es el manantial vivo que se vale de sí para ser corriente bulliciosa de agua y, al paso, frutal y bosque regado, hasta dar con el mar, donde se diluye y se le ofrece la posibilidad de ser inmensidad. Fue una tarde extraordinaria, que acabó lluviosa, como recordándonos que en Ucrania, Rusia la está llagando con una guerra injusta; guerra que extiende el llanto y el odio, el llanto de la mujer y el mirar absorto de los niños, que no entienden. Dentro del MUDEM, pues, mujer, paz, música, poesía, celebración; fuera, lluvia, como si la tarde llorara por la guerra sucia de Rusia en Ucrania; guerra, que rima con aterra y destierra, y entierra. En la mujer, sin embargo, Diario, la vida es júbilo, tierra poblada, armonía en el universo, dilatada inmensidad, maravilla inacabada (11:35:14).

viernes, 11 de marzo de 2022

 

11 de marzo de 2022. Viernes.
ARCILLA ALENTADA


Una florecilla como recuerdo del 11 M, en Madrid. 

-El 11 de marzo, para mí, es día de oración. Siempre. Hoy, aniversario de aquella tragedia cívica y humana, y aun moral, en la que murieron 192 personas, en Madrid. El recuerdo y la oración son el único lazo de unión entre lo espiritual que yo soy y lo espiritual que ellos son. Yo siento sus espíritus en mi espíritu, y en el espíritu de las palabras, que, al decirlas, los mantienen vivos en el recuerdo y en la vida que no acaba, las dos dimensiones de todo ser humano. En todo ser humano están el aquí y el más allá; creer en el aquí y no en el allá es mutilar al ser humano, esto que es polvo y aliento, o «polvo enamorado». Es quedarse sólo con la arcilla y evitar el soplo que da dignidad a este ser arcillado, que lo constituye en pensamiento y en deseo, en pasión y en amor, y en voluntad, o libertad. La arcilla, el barro, no es nada de esto; pero la arcilla alentada es todo esto, y muerta la arcilla, queda el aliento, que trasciende. La vida está donde permanece el Aliento que la inició. La vida, como el amor, tiende a ser una en el Uno que lo es todo; el punto de partida de la perspectiva. Dios es el Espíritu que da consistencia a todo lo que existe; es, como dice Aristóteles, el Ser Necesario. Hoy rezo al Uno en el que descansan todos aquellos que siguen alentando con el Aliento de Dios. En aquellos trenes acabó la arcilla; pero lo que alentaba esa arcilla está, sigue ahí, en el Aliento que daba vida a la arcilla. Hoy rezo y no odio, porque el que sigue dándome vida con su Aliento, no me permite malgastar mi vida en el odio, que es un no vivir, un morir continuado. El amor alienta; el odio desalienta y mata, y yo, Diario, quiero vivir en el más allá de esta vida, en la mística de la esperanza que deslumbra, y redime (11:39:33).

jueves, 10 de marzo de 2022

10 de marzo de 2022. Jueves.
ANNE FRANK, MÁRTIR DE LOS NAZIS

Diario de Ana Frank, portada. Biblioteca. 

-En casa, pasaba sin apenas verlo, hasta que hoy me ha chistado desde la estantería donde dormitan los libros, y, casi en un susurro, me ha dicho: «Aunque ya me has leído, todavía tengo algo que decirte». E, invitándome a abrir sus páginas, he vuelto a leer: «No veo la miseria que hay, sino la belleza que aún queda». Es Anna Frank en su Diario. Nacida en Fráncfort en 1939, de ascendencia judía, fue llevada a los campos de concentración de Auschwitz, para pasar posteriormente al de Bergen-Belsen, donde murió de tifus, en marzo de 1945, unos meses antes de la liberación del campo. El firmamento de la libertad perdió la estrella, bellísima, de su sonrisa; estrella que ahora brilla en su libro, un Diario de pocas páginas, pero entrañable. El libro deletrea gracia e indulgencia. Parece que al que padece, el sufrimiento lo suele conducir a la misericordia. En el libro de Ana Frank la piedad sonríe, la virtud ama. Es un pequeño evangelio de páginas inolvidables; con un Cristo amable, Ana, y una Cruz, Auschwitz y Bergen-Belsen: los lugares de su inmolación, de su holocausto. «No veo la miseria que hay a mi alrededor», dice, y lo hace con las gotas de tinta de sus lágrimas con las que escribe; lo que hay a su alrededor es odio, muerte, indigencia, frustración, y ella, sin embargo, ve la belleza de las cosas del universo que le rodean: la luz, el vuelo de la aves, la vida que nace, el poder escribir «amor», o «quiero a los que viven a mi lado»: la ternura de un corazón lleno de Dios. Ana Franck veía las cosas, Diario, con la belleza que fluía de su interior; no veía el mal, sólo el bien, y lo decía en las palabras silenciosas de su Diario, donde desahogaba su ternura y su fe, y en el que fluía el anhelo de su esperanza (13:05:11).

miércoles, 9 de marzo de 2022

9 de marzo de 2022. Miércoles.
A PESAR DE TANTA HEDIONDEZ

Como una flecha de libertad, el vencejo. F: Googel

-Sale el sol y nacen flores de almendro en mi corazón. Con los dedos de mi esperanza, y a pesar de la tristeza por tantas cosas: Ucrania, Putin, los niños que mueren sin culpa en las guerras y en el mar, la emigración, la indiferencia de tantos, la falta de ética y la inmoralidad –sin estética– de dirigentes que solo piensan en su carrera política, pedregosa, sin que les importe cómo malvive el pueblo o cómo muere la naturaleza, el silencio de los poetas ante la injusticia, la sinrazón de la miseria, la justicia que esperamos y que no llega…; a pesar de tanta hediondez, voy tocando la primavera en el vuelo –imaginado– de los vencejos, que ya están a punto de llegar. Llegarán y jugarán a ser formas geométricas en el cielo y nos darán un ejemplo de libertad y de pasión por vivir y dejar vivir. Siempre vuelan; es decir, siempre andan en sueños; sueños que tantas veces nos faltan a los humanos. Si perdemos los sueños, frustraremos el porvenir. Siempre que sueño, hallo algo importante que amar, aunque sea menos de lo que soñé. En los sueños descubro cosas que son destellos de lo que puede el espíritu. Se necesita audacia, estudio, forjase un plan a seguir, energía, fe en el correr. Tener siempre presente el «¡Levántate!» de Jesús a Lázaro. Si tenemos sueños, Diario, las pesadillas se superan, decía Jonas Salk, médico y virólogo estadounidense, inventor de la vacuna contra la poliomielitis. Y el poeta imploraba: «¡Ven y sálvame, sueño: / no dejes de volar». Y se durmió salvado (12:44:07).

martes, 8 de marzo de 2022

 8 de marzo de 2022. Martes.
EN UN DÍA NO CABE LA MUJER

En la mujer, aletea la vida. Santa Sofía. Estambul. Turquía

-Un día dedicado a la mujer, y me pregunto: «¿Por qué?» ¿Por qué sólo un día? En un día no cabe la mujer; ni en todos los años de vida en la tierra: la mujer rebosa. Como diría Borges de Quevedo, la mujer es ante todo intensidad; y añado yo: intensidad que se extiende, que ocupa, no intensidad estancada. La mujer es punto de donde parte todo: ella es «el árbol»: el de la «vida» y el de la inmortalidad, y vida para el espíritu, a veces. En la mujer, la vida es un rumor que nunca cesa, le bulle en la mente y en el corazón, y en ese rumor se expresa y vive, y en él halla su belleza. Rumor de vida, de manantial, de arboleda, de «paraíso del Edén», de gota de ámbar que captura la vida y la fosiliza y la pone al resguardo de la historia, rumor repetidor del Génesis. La mujer es como un vocabulario de todos los idiomas, en ella están todas las palabras, y los puntos y las comas, y las tildes, con los verbos siempre en acción, y los adjetivos adjetivando la belleza, y los silencios, haciéndose espacio entre palabras y capítulos, hablando entre líneas de lo que calla el texto escrito. En la mujer, Dios escribe recto con líneas de oleaje y curvatura, donde el mar y los espacios, y los espejos, y la redondez de los mundos y la espiral de las galaxias; y la rosa y el pétalo, y la oliva y la elipse, todo está en ella. ¿Un día para la mujer? Propongo: todos los días para la mujer, para sus manos, donde están todas las caricias, y para sus ojos, donde acampa la misericordia, y para su regazo, donde está y se abre el Génesis –la Vida–, ese libro de inicios y ensoñaciones, de insólitas historias de la divinidad; todos los días, Diario, día de la mujer (17:51:35).

 

7 de marzo de 2022. Lunes.
FLORECILLAS EN EL DESIERTO

Sombras y luz, en la vida. F: FotVi

-Frente a la maldad de unos pocos, aberrante, terrible, surgen, como florecillas en el desierto, la bondad y el espíritu samaritano de la mayoría. Cuando la guerra se hace ave de mal agüero en un lugar, al otro lado, el de la paz, nace el humilde, pero vigoroso detalle de la solidaridad. Me conmueve contemplar el ir y venir, el quehacer constante y festivo de las personas que emplean horas de sus vidas en buscar recursos para ayudar al prójimo, que, huyendo de la barbarie y buscando respirar libertad, tiene que dejar su casas y su ambiente, y salir con lo puesto. Es el evangelio –las ideas de Jesús– el que actúa en sus manos, en su intimidad, en lo más hondo y escondido de su ser. Son activistas de la generosidad, voluntarios del bien, frente a los ácratas –o agitadores– del mal. Contra la guerra de Putin se ha levantado en el mundo libre una marea de vidas que luchan, desde la retaguardia, para alentar a los que huyen con niños y ancianos –lirios indefensos– de la guerra. Es una sacudida de grandeza, de esplendidez, de prodigalidad, que estremece. Son el samaritano que se abaja al herido, y le ofrece su mirada y sus manos, y su corazón que late al compás del corazón del necesitado. Ambos, en la caridad, se hacen uno, que sufre y goza, curando y siendo curado. Decía Teresa de Calcuta: «Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido». Vivir en la rutina del no hacer, de quedarse en lo oscuro, para no vestirse de claridad, es un mal negocio. Pues como decía David Hume –Tratado sobre la naturaleza humana–: «La belleza de las cosas, existe en el espíritu de quien las contempla». Si en ayudar al prójimo ves una pincelada de Belleza –de Dios–, habrás hallado, Diario, la fórmula de lo perfecto, de lo sublime, y la vida te será más llevadera, y fascinante (11:49:33).

domingo, 6 de marzo de 2022

 6 de marzo de 2022. Domingo.
¡UNA CRUZ DE PECADOS!

La Cruz, con nuestros pecados. En Medjugorje. Bosnia-Herzegobina

-Primer domingo de cuaresma: se iluminan el sufrimiento, la plegaria, la limosna. Dios se acerca a nosotros: el que se hizo humanidad en Jesucristo. Se encarnó –se hizo carne–, y, luego, cruz para cargar, como dice Isías, con los pecados de todos. ¡Una cruz de pecados! Debía pesar como una galaxia de mundos. Dice San Pablo: «Ahora es el tiempo de la gracia; ahora es el tiempo de la misericordia». En cuaresma la gracia de Dios se derrama por la creación como un aceite nuevo, aceite de júbilo hecho crisma aceite de santidad, que unge y purifica. Aceite perfumado por la gracia de Dios. Hoy la liturgia nos presenta a Jesús luchando con el pecado de su tiempo y del nuestro: el pecado de la avaricia, de la apariencia o el simulacro, de la adoración a lo que es materia y debilidad frustrantes: el diablo de ahora y de siempre. Y es que el mal trata de domesticar a Dios, para que se avenga a nuestros intereses. San Lucas nos cuenta, que luego de andar por el desierto –aquella soledad pétrea y sola, llena de aullidos– durante cuarenta días, y sin comer, «al final sintió hambre». Y vino el mal el diablo y le propuso: «Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan». Es decir, lo fácil, lo cómodo, sin el trabajo y el llanto de tener que sembrar las semillas, para, luego, volver con cánticos y júbilo «trayendo las gavillas». Y, hablando por medio de la Escritura, Jesús le contesta: «No sólo de pan vive el hombre». Es decir, si se confía en Dios, que es misericordia y piedad, y mano tendida, y no en el mal, que es diablo, disfraz, mentira, la tentación se vence. La cuaresma es luz que alumbra más de cerca nuestro, a veces, tortuoso y difícil caminar; nos orienta y nos guía, y, Diario, fortalece nuestro espíritu (12:56:49)

sábado, 5 de marzo de 2022

5 de marzo de 2022. Sábado.
SE EQUIVOCABA

Volar es elegir: se equivocaba. F: Prensa

-Ha salido el sol, ha enseñado un ojo de pirata y luego, para lidiar con el invierno, se lo ha tapado con el parche gris de las nubes. El invierno obliga al sol a ser cauto, prudente, no vaya a confundir a las aves migratorias. Y fueran a creer éstas, como la paloma de Alberti, que las estrellas son rocío y el calor, un paisaje nevado. Y, equivocadas, en vez de ir al Norte, fueran al Sur. Decía el escritor irlandés Jonathan Swift que nunca debemos avergonzarnos por reconocer que nos hemos equivocado, pues es lo mismo que decir que quien lo hace hoy es más sabio de lo que lo fue ayer. Si te equivocas y tropiezas en una piedra, quizá sea culpa de la piedra que está donde no debía; pero, si tropiezas por segunda vez en la misma piedra, es culpa tuya, porque no has mirado o no la quitaste cuando pudiste. Dice el apóstol Santiago, que «nuestra reacción ante las pruebas de la vida, es una señal del nivel de sabiduría que poseemos». Si la reacción es positiva, que ilumina los pasos siguientes y no nos destruye espiritualmente, las pruebas traen como resultado crecimiento y bendición. Dios se halla en los pasos que damos en el camino del bien, de la justicia, de la verdad; nunca en el de la mentira y el odio, ni en el de quien rompe la paz y mata al hermano. La sabiduría de Dios, Diario, es pureza, paz, compasión, docilidad; es imparcial y sincera, no crea divisiones. Son los dones del Espíritu Santo, o los dones de la comunión con Dios. Donde haya y se alimente una división, allí no está Dios, sino su contario, el mal (11:53:52).

viernes, 4 de marzo de 2022

4 de marzo de 2022. Viernes.
COSAS ATROCES

La paz blanca de las palomas, en el jardín. Murcia

-Y llegó la lluvia, no irrumpiendo, sino posándose. Llegó el invierno y se hizo paloma de paz en la tierra sedienta, sin estridencias. El invierno se convirtió en cielo y agua, y bajó y regó el paisaje conmovido. Mojó lo necesitado de un lavado y alegró al que vive de la tierra, a los habitantes de lo incierto, al campesino. Entretanto, la guerra sigue en Ucrania, como un avispero enloquecido, y con un sátrapa, Putin, al frente del embrollo, azuzando a las avispas. Muerte, hambre, destrucción, huidas. Los niños no entienden y las madres lloran, mientras los obuses y las bombas se multiplican. Sin escuelas y sin juegos, los niños se sienten perdidos en el puzle de cosas atroces a las que juegan los mayores. Y, ante tal situación, se me ha escapado un ¡«ostras»!, que ha sonado a taco o a veleidad lingüística, jocosa. Estos tacos los suelto a la circunstancia, al momento, si son desagradables o sencillamente trágicos. No tienen maldad; los digo y me libero, salgo de la angustia de tener que convivir con la injusticia. Los rusos, hoy, han atacado la mayor central nuclear de Europa. En las guerras se suceden los actos vandálicos, la ferocidad se hace inhumana, irracional. Todo es pillaje, se esfuma la conciencia. Esto se debe a que, como dijera Cicerón: «En medio de las guerras, las leyes enmudecen». Y Solón, uno de los siete sabios de Grecia, s. VI a. C: «Las Leyes –dijo– son semejantes a las telas de araña; detienen a lo débil y ligero, y son deshechas por el fuerte y poderoso». Yo, sin embargo, sigo rezando a Dios para que haga recapacitar a los dirigentes de este mundo y les invite entrar por el camino del discernimiento, de la humildad serena, y que puedan ver que es más hermoso construir en paz, que aniquilar sin ley, con sólo odio. De la soberbia nace el mal, y de la humildad, Diario, el amor, en el que los niños juegan y ríen los padres, y el mundo es más habitable, más humano (18:00:03).

jueves, 3 de marzo de 2022

3 de marzo de 2022. Jueves.
LO SENCILLO

La belleza en lo humilde, sin estridencias. F: Prensa

-Ha sido un amanecer rosado, con tiras largas de nubes de rosal. Que me ha ayudado en la oración y a escuchar un libro; es decir, a leerlo. Cuando leo, no leo, escucho. Jamás juzgo a un libro, porque no leo para examinarlo, sino que lo escucho para aprender, como alumno que oye a su maestro impartir una lección. Y si me dice algo nuevo, que me asombre, lo escucho hasta el final, como al maestro que recita, paseando, en el don –u ofrenda– de una clase. Leer un poema de Wislawa Szymborska es ponerse a la altura de la más bella sencillez. O más abajo de la sencillez, que es donde está la incierta hermosura, la depositaria intelectual de la auténtica belleza. Szymborska no hace metáforas, sólo pone palabras en fila para que digan lo que nunca diría –quizá– una metáfora. Sus versos son un ejercicio de pobreza voluntaria, que, al fin, hallan la excelsitud del lenguaje. La palabra sola, sin aditamentos que la desfiguren; sin el polvo y la paja que la oculten o disimulen. Si dice: «Gracias te doy, corazón mío…», está diciendo eso: y el corazón lo agradece, porque es él el que late, sin necesidad de que la metáfora acentúe sus latidos; él late (el corazón en la palabra), y es la vida. En una tertulia de poetas, en mayo, leeré un poema de la poetisa Wislawa Szymborska, para entrar así, Diario, en la sublimidad de lo pobre, en la irisación o luminotecnia de lo sencillo: en la Cruz, donde Dios habita (17:08:56).