8 de julio de 2022. Jueves.
FE EN LAS COSAS, LAS RELIQUIAS
FE EN LAS COSAS, LAS RELIQUIAS
-La rebeldía ante la fe. Y me planteo qué significa creer. A veces, la
fe diluida es causa de pérdidas de fe. Me refiero a las reliquias: hay tantas y
tan variopintas. Creer en reliquias es un modo de fe, descafeinada. En este
caso, se está creyendo en algo, no en Alguien. Y esto no es fe, es distracción
de la fe; y distraer la fe, es un modo de no tener fe o desviar la fe hacia lo
que nunca debiera ser objeto de fe. Yo puedo venerar una imagen por lo que
significa, por lo que simboliza, pero nunca por sí misma. Me gusta y celebro,
por ejemplo, la poética de la múltiple onomástica e imaginería sobre la Virgen
María, pero sólo si eso me lleva al Alguien de quien todo proviene. Ella, la
Virgen, es gracia porque se la ha
dado su Hijo, el dador de toda gracia. La superstición es tener fe en las cosas,
dándole a éstas categoría divina. Los intermedios sólo valen para ir dejando en
sus esquinas o filos los desafíos de la duda. Dios es un ser imaginativo (pensó
e hizo la creación toda, además del bosón de Higgs), pero no le gusta ni se
deja imaginar. Toda imagen (o imaginación) de él es subjetiva y por tanto
postiza, y no se puede adorar esa imagen, en todo caso respetarla, venerarla. A
veces, hay rebeldía contra la fe, porque se desvía el objeto de la misma: se
dice tener fe en «algo» que no es el Alguien, el Señor, y ese estilo de fe, que
no lo es, confunde a los no creyentes. Se trata, Diario, de poder llegar a
decir: «Creo en ti», deteniéndose en el amor al Ti sin más, que es el Todo
(11:09:39).