3 de diciembre de 2023. Domingo.
ADVIENTO: FRUTA QUE SE VA A MORDER
ADVIENTO: FRUTA QUE SE VA A MORDER
-Adviento: como se toca una fruta que se va a morder, con decisión en la mano y saliva en la boca, así volvemos a tocar la esperanza. Nuestro espíritu se hace tacto, exquisitez. El adviento nos muestra a María, como la mujer que daría cobijo en su seno al Mesías: qué templo más limpio, qué interior más arreglado para recibir a un niño que es Dios. Es la vidriera por la que entrará, sin romperla ni mancharla, el Sol de justicia. En ese seno tan florido, se darán cita el Amor de Dios y la esperanza del ser humano. El Amor de Dios trae la salvación y la esperanza la recibe, desde la cercanía del Dios que se hace hombre y del hombre que es hecho hijo de Dios. Aquel que trae el Amor, trae también la filiación de del ser humano con Dios. Clama Isaías: «¡Ojalá rasgases el cielo y bajases!». Rasgar el cielo, como se si se tratara de un telón de teatro para que aparezca la escena. Pero san Marcos nos advierte: «Velad». Y en eso estamos, Diario, velando hasta que llegue la noche de los ángeles cantores en el cielo y los pastores, absortos, llevando presentes al recién nacido, que en brazos de María, se entrega al mundo como el Dios con nosotros, y entre nosotros.