19 de mayo de 2014. Lunes.
ABRIR LOS
SUEÑOS
No es una tribu india, camuflada en el jardín. F: FotVi |
-Ayer, domingo (o día del Señor) se dejó escuchar un poco la lluvia (apenas
unas gotas como lágrimas), oraciones en las iglesias, más actividad en los
lugares de recreo o restauración, y un descenso casi místico, es decir, casi intangible,
por prudente, de las temperaturas. Entre tanto, el Atlético de Madrid, Campeón
de Liga, felicidades, y Rafa Nadal, guillotinado una vez más por su depredador particular
Novak Djokovic. Novak Djokovic le tiene comida la moral, y la raqueta, a Nadal y
lo vence cada vez que Nadal no hace una gesta, ya sea en pista de tierra o en
cancha rápida, donde las bolas salen lanzadas como piedras de la honda del
David Djokovic. Y claro, el David Djokovic acaba por vencer al gigante Nadal. Este
Djokovic, sin embargo, usa una especie de camuflaje para someter a sus
adversarios: juega con una aparente desidia, dando la sensación de que está KO,
se deja arrebatar un set, respira con la hondura de a quien le falta el aliento,
hace ademán de fulminar la raqueta, para al fin, entre gestos lastimosos de que
está perdido y un recital de raquetazos imposibles, llevarse la victoria. Djokovic
hace como que huye, pero se queda enganchado al tirachinas de la raqueta y
hiere y hiere con sus lances, hasta matar. Djokovic, además de gran tenista,
¡qué gran embaucador es! Umbral ha dejado dicho que «el deporte es la estilización
de la guerra». Estilización o adelgazamiento de la guerra. Es decir, la guerra
reducida a un pugilato entre unos pocos actores de la tribu, con la búsqueda, de
por medio, de la victoria; mientras, en las gradas, grita el circo y lloran los
vencidos. Un prohombre, Mandela, dijo que «el deporte tiene el poder de
inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas. Tiene más capacidad que
los gobiernos de derribar las barreras sociales». Él lo sabía por experiencia. En
el día del Señor, pues, unas lágrimas de lluvia, rezos, lectura para no
defraudar al espíritu, y deporte; luego, Diario, el sueño, que me abrirá todos los
sueños (20:00:20).