6 de noviembre de 2015. Viernes.
PASOS
Andar con alas, en Núremberg, ciudad de puentes. Alemania. F: FotVi |
-Ya mis pasos son más
cortos y pesados, como sendas sin retorno. Hubo un tiempo en que ellos me
llevaban en vuelos, en andas, ahora he de tirar yo de ellos; mis pasos
naufragan ahora y, con fe y furor de anciano, he de salvarlos del agua de los
años que los retardan. Me digo: «sin poder, la ancianidad puede», y ando, y
camino, y tiro de mis pies, que lo sufren andando. A su ritmo, pero me siguen,
con sus torpezas y gorjeos, y sus avatares, y sus ilustres tropiezos y traspiés.
Me aconsejan andar, y yo digo que sí, y lo hago: hoy, cuarenta y cinco minutos,
entre mañana -mientras rezo- y tarde. Aunque cuando rezo y ando, no sé si es
rezo el rezar, o si es rezo el andar, o si ambos son rezo que anda o andar que
reza. En todo caso, Diario, me gustaría ser como el pájaro, que «hasta cuando anda,
se le nota que tiene alas». Lemiere (20:08:21).