25 de diciembre de 2020. Viernes.
MATERIA DE DIOS
MATERIA DE DIOS
-El Papa, anoche, en un tono afable, familiar, de
doméstica conversación, dijo que Jesús «viene al mundo como hijo, para hacernos
hijos de Dios». Y continuó: «¡ Qué regalo tan maravilloso! Hoy Dios nos asombra
y nos dice a cada uno: “Tú eres una maravilla”». Y nos invita a no
desanimarnos. Son tiempos difíciles, de exabruptos contra todo, y una palabra
de aliento nos despierta. Tú, yo, cualquier nacido de mujer, somos una obra de
arte, porque venimos de Dios, y Dios, en su Hijo, nos forja, nos inventa, y nos
hace a su imagen, materia de Dios. Somos más espíritu que carne, más aliento
que barro. Más utopía que arcilla. Por eso podemos amar, y, amando, nos hacemos
más estirpe de Dios. «El alimento de la vida –dice el Papa– es dejarse
amar por Dios y amar a los demás». Y Jesús –añade– nos da ejemplo. «Él, el
Verbo de Dios, es un niño; no habla, pero da la vida». Ya, en los brazos de
María está dando vida a los pastores, a los magos, al curioso que se acerca a
mirar, a los ángeles que cantan sus canciones en los cielos de Belén. Jesús es
la vida del mundo, el manantial donde bebe el que tiene sed; y, como dice el
salmo, después de beber «levanta la cabeza», saciado, colmado. «Nosotros, en
cambio –sigue el Papa–, hablamos mucho, pero, a menudo, somos analfabetos de
bondad». Nada sabemos, de la a la zeta, de amor. Dios y amor nos suenan, pero
apenas los sabemos decir, y menos escribir en nuestro corazón. Pidámosle al
Niño que nace en Belén –Dios-con-nosotros–, que nos enseñe a ejercitarnos
en el lenguaje del amor, el que mira fuera de sí y ve al mundo sufriente y desvalido
de los otros; mundo, Diario, donde acampa Dios (17:47:48).
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