viernes, 20 de mayo de 2022

20 de mayo de 2022. Viernes.
EDIFICIO ROTO

Iglesia en Bucarest, Rumanía.  

-Miro en derredor y todo parece un drama, un vals triste de Sibelius, una corchea salida del pentagrama y empotrada en el ojo del director de orquesta. Entre el director tratando de eliminar la corchea del ojo, el de la trompeta tocando a lo Armstrong en un concierto clásico, y el guirigay del público, todo aparece como un edificio roto que se cayera a pedazos. La nuestra es una sociedad herida de muerte y apenas cae en la cuenta del desastre que se avecina. Sin principios, con leyes hechas a medida de demagogias, de desmanes partidistas, leyes miserables que bendicen la muerte y desprecian la vida. Y entretanto, más pobre cada vez la sociedad, las familias, el pueblo, y más indigente la pobreza y más sola y triste en la desgracia la soledad. Mientras, los políticos ríen y se dicen cosas terribles, groseras a veces, que quedan en un aplauso bobo e insensato de la propia bancada, la que apoya al provocador y camorrista. Ejemplo: el presidente del ejecutivo, Sánchez, llama a los servidores del Estado que defendieron en Cataluña la legalidad vigente, «piolines», echaron humo las palmas; luego policías y guardias civiles llamaron al presidente «sinvergüenza», no hubo palmas, solo indignación. Aunque la indignación como las palmas también se oye, solo que la indignación como un trueno, que aterra y acallan a las palmas, humillándolas. Dejo de leer la prensa y me centro en meditar el evangelio del día. San Juan me recuerda aquella frase de Jesús: «Que mi alegría esté en vosotros», como el silencio de la rosa o el vuelo de las aves, y, Diario, me dejo invadir por este destello de esperanza en un mundo entristecido e injusto, pero en el que todavía queda un Dios que ama y acompaña, y, si le dejas, señala caminos (13:03:21).

jueves, 19 de mayo de 2022

19 de mayo de 2022. Jueves.
AMARÉ

Geranio: morirá dádonse, en el jardín. Torre de la Horadada

-Me abro al día con menos ropa y un poco más de cansancio, aunque esta especie de desaliento aún me permite trabajar. Me miro en el espejo azul del cielo y me veo más mayor y un tanto vencido, pero no tanto como para impedirme leer y escribir. Leo con ferocidad: siempre me parece que aquello vaya a ser lo último que lea. Esta mañana leo a Shakespeare, que me dice: «Ama a todos, confía solo en algunos, y no hagas mal a nadie». Shakespeare, que era sabio en las letras, lo era también en el espíritu, poseía la sabiduría del evangelio. Y es que como decía San Pablo: «El amor no se goza de la injusticia, goza de la verdad». Yo estimo que Shakespeare se habría dicho: «Si me encierro en mí mismo, pronto me faltaría el aire, y moriría por hipoxemia, amaré». De igual modo que la hipoxemia mata por falta de oxígeno en la sangre, nuestra vida espiritual muere por falta de amor. Ama, y en todo caso, si no amas, no hagas mal a nadie, aconseja el dramaturgo inglés. Decía San Agustín: «Según crece el amor dentro de ti, así crece también la belleza, el amor es la belleza del alma». El amor, en sí, es belleza; belleza, Diario, en la que Dios vive y descansa, y es Trinidad (12:42:18).

martes, 17 de mayo de 2022

17 de mayo de 2022. Martes.
UTOPÍA A LA QUE DAR ALCANCE

Murcia en primavera, luz y flores. 

-Sin llamarlo, parece llegado el verano, los calores, los días de azul y sol, el parpadeo de luz intensa, o así lo aparenta. Pero es solo apariencia; la primavera es más esplendor que relámpago, más destello que fuego. El inglés Bernard Williams, el «filósofo de la moral», como es conocido, une el concepto de primavera al de la esperanza, y así le da un contenido místico, espiritual, a la estación más variada y bucólica del año. La primavera es el poema que comienza al final del invierno y concluye en el principio del verano. «El día en que el Señor creó la esperanza –dice Bernard Williams– fue probablemente el mismo día en que creó la primavera». La primavera va revestida de sueños, es camino por andar; como decía San Juan de la Cruz, es utopía a la que dar alcance. El verano es gavilla, es fruto, es el acontecimiento de la recogida. La primavera es el adviento, el tiempo en el que todo se espera, aguardando ser dátil o aceituna, o pequeña bóveda de catedral acabada en la naranja. Muerdo la manzana o la almendra y digo: «Gracias, primavera», y, con deleite, saboreo su pulpa, su corazón, y en ellas toco, con la punta de la lengua, al Creador. Dios, que está en todo, Diario, se me da en todo, también en el dátil o la aceituna, que, sin palabras, me hablan de Dios (18:08:54).

lunes, 16 de mayo de 2022

16 de mayo de 2022. Lunes.
FILÓN DE ORO

El sol dibuja un atardecer. En Torre de la Horadada. 

-El sol es un filón de oro. Y, como dádiva que es, no es oro recluido en una caja fuerte de un banco o en el anillo con piedra preciosa de un jefe de la cosa. El oro del sol es oro que fluye en sus carros de fuego, intangible, lúdico, y, como el agua, es luminaria que no hace acepciones, sino que se da a todo y a todos por igual. Se da a la piedra y al bicho, al que ara como al que roba, al narcisista como al jorobado (Quasimodo, Notre-Dame de Paris). Sea alba, o cénit, u ocaso, el sol siempre es donación. ¿El sol, dios? ¿Por qué no? Dios menor; lo es para el poeta y para el que no advierte que existe el Dios que ama. El sol ha sido divinizado por muchos pueblos, como ahora lo son el dinero y el poder, la tertulia y el chismorreo, la política y la mentira, de la que tantos viven. Hubo un pueblo, sin embargo, que, aun celebrándolo, nunca llamó dios al sol. El pueblo de Israel. Lo llamó, con lírica de poema, «lucero grande para el dominio del día». (Génesis). Lucero grande o lucero del día, pero nunca Sol –o dios– como hicieran otros pueblos vecinos. Y aun a la luna, con la delicadeza del que toca plata con el lenguaje, la llama «lucero pequeño para el dominio de la noche». Aunque importantes –existen como «focos que alumbran la tierra y fijan el calendario»–, son solo criaturas que cumplen con el designio de Dios: «Haya luceros en el firmamento celeste», dijo Dios, y surgieron. ¿Para qué? «Para apartar el día de la noche y valgan de señales para solemnidades, días y años.». Celebrar el sol, sí, aunque sea con cremas y ditirambos de la paganía, pero sin idolatrarlo. El sol calienta, pero no oye, ni siente, ni habla, sólo arde, como dice la Escritura, Diario, para «el dominio del día» (17:29:19).

domingo, 15 de mayo de 2022

  

15 de mayo de 2022. Domingo.
AMOR, INVENCIÓN, UTOPÍA

Santa Teresa de Calcuta, la utopía del amor. F: Prensa

-Como el almendro en primavera, como la rosa de abril, el Señor nos quiere nuevos, renacidos, para inundar de novedad el mundo. El amor, si se vive dándose, es invención, primicia, acontecimiento latente. El odio es vejez, el amor es trigal que se dobla impulsado por la abundancia. El amor nunca muere, en él siempre hay amaneceres nuevos. El quinto domingo de pascua es el domingo de la esplendente novedad. Para una Jerusalén nueva, nacida del costado de Cristo en la Cruz, un mandamiento nuevo: «Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros», dice Jesús, o la invención de Dios que redime el mundo, renovándolo. Amaos, nos dice, no olvidéis, no seáis indiferentes, nunca paséis de largo, deteneos en el amor. El amor se hace, se construye amando. En la cripta de tu amor viven Dios y todo lo que amas. Dios es familia tuya en el amor. «Como yo os he amado», añade. Para que no se confunda con otra clase de amores, que no son amor. El amor es «camino a la utopía». Siempre que damos pasos en el amor hacia los demás, estamos haciendo realidad la Pascua. En medio de un mundo egoísta, avaro, ruin, unos cristianos que aman, que se dan la paz y crean la paz; en medio de una sociedad, rota, dividida, desintegrada, amando se vive y se hace realidad la utopía. Cantemos un cántico nuevo, Diario, a esta novedad de amor y cercanía, de donación sin límites: «Amaos como yo os he amado», es decir; hasta darse en la cruz de la entrega, sin perder la sonrisa ni la mirada limpia, con el corazón en la mano (13:02:54).

sábado, 14 de mayo de 2022

14 de mayo de 2022. Sábado.
EL ÍMPETU DE LOS SUEÑOS

Dibujando su corzónn en la arcilla, esperando que florezca. F: Googel

-Cuando lo corporal se va inmolando en aras de la edad, se va haciendo más alado e inquieto el espíritu. El cuerpo, con la edad, pierde agilidad, viveza, pero ve crecer, si lo dejas y alimentas, la fortaleza del espíritu, el ímpetu de los sueños. Sueños que, en realidad, son recuerdos reconvertidos, hechos esperanza. Decía André Maurois: «El arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza». ¿No habéis visto los almendros? Añosos y con cicatrices, y sin apenas unas gotas de agua durante el año, y, no obstante, cuando atisban la primavera, florecen, se hacen milagro de Dios anunciando la belleza de lo frágil. Tanto la arcada inabarcable de una catedral como la lucecita que parpadea ante el sagrario son belleza en la que Dios pone su dedo, su atención bondadosa y creativa. Recuerdo el día en el que, asomándome por el ventanal de lentes y espejos, de tubos y diafragmas del microscopio, contemplé una gota de agua y descubrí el universo de vida que pululaba en la platina, lugar de encuentro con el misterio de la naturaleza. Entonces pensé absorto: «¡Dios anda por la galaxia de las cosas pequeñas!», y me acostumbré con Leibniz a ver a Dios en la belleza de esas cosas. Pues sin ser Dios esa belleza acuosa, Dios está en ella, alentándola, dándole consistencia. Decía el filósofo escocés David Hume: «No es cualidad de las cosas, sino del espíritu que las contempla». Si eres joven en el espíritu, todo lo verás nuevo y fresco, y florecerán florecillas en el campo de tus ojos, tendrás alegría en tu vejez. Tus ojos, Diario, delatarán tu juventud espiritual, que, con el Espíritu de Dios, renovarán, en ti, la faz de la tierra (12:22:06).

viernes, 13 de mayo de 2022

 

13 de mayo de 2022. Viernes.
LA RIDICULEZ

Edición del libro, Colección Austral. 

-Al contrario que el mirlo, que sigue inspirado (es primavera), yo ando un poco tardo de reflejos literarios. Estoy, como el déficit o los precios de la cesta de la compra, por las nubes de la inercia. Eso sí: como los días son más largos y el sol ya nos encara con sus rayos de punta, leo más y escribo menos. La pereza. Ahora estoy con Chesterton, que hace que se me rían los huesos. Chesterton es divertido como un buen chiste dicho por un mejor cómico. Y todo porque escribe del hombre, que no es un chiste pero, a veces, lo parece. Turnbull y Maclan –La esfera y la cruz–, dos personajes a punto de batirse por sus ideas (ateo uno, creyente el otro), son el hazmerreír de sí mismos. Dilatan y dilatan su enfrentamiento, porque, al fin (y desde el odio), empiezan a estimarse sin remedio. Chesterton los pinta ridículos, pero humanos. O los pinta humanos, porque ante sus ojos de autor con fe en la persona humana (y en Dios), le duele que haya personas ridículas. Chesterton reviste a estos personajes de dignidad, aunque ellos parezcan no merecerla. Chesterton podría haber escrito en La Codorniz, aquella revista del ridículo como chiste, o el chiste como nota de humanidad ante el ridículo; o quizá no, porque Chesterton era católico y creía en el hombre tanto como en Dios, y esto le alejaba de ciertos ambientes, como el del totalitarismo ateo, tan intransigente y vario en época de La Codorniz (17:58:41).

jueves, 12 de mayo de 2022

12 de mayo de 2022. Jueves.
LOS ABUELOS

Del viejo tronco, brota la vida, en el jardín. Torre de la Horadada.

-Recordando el salmo 92 –«en la vejez seguirán dando frutos»–, el día 24 de julio se celebrará la Jornada Mundial de los Abuelos. Y el Papa Francisco ha hablado para ese día. Es decir, ha puesto la fiesta de su palabra al servicio de la causa, como si dejara volar una paloma de paz sobre el ocaso de la vida del ser humano. Ocaso es sinónimo de ocultación de sol, de decadencia, de acabamiento. Declina lo liso y nace la arruga, el surco en la piel, el desvanecimiento de la belleza corporal para que brille la belleza callada del espíritu. La belleza que se descubre en la sonrisa, y en la mirada, y sobre todo en las manos dádiva, lo más cercano al corazón. El alma se manifiesta entonces tal cual es, sin espejos que la deformen, sin aceites que la embadurnen, sin encerados de muñeca. «La vejez todavía dará frutos», como el vino viejo, que alegra la vida de lo joven y pone música en los labios. Los vinos viejos colocan sonajeros en los ojos del que los gusta y suelen escribir en ellos páginas juveniles inolvidables. «Nosotros –dice el Papa al referirse a la vejez y los abuelos–, nosotros estamos llamados a ser artífices de la revolución de la ternura» Una revolución, sin embargo, «espiritual y desarmada», sin más armas que las de la sabiduría y el amor, y la vocación de darlas sin medida, como hace el poeta. Y es que como decía R. Waldo Emerson, poeta y escritor estadounidense: «Cuando envejecemos, la belleza se convierte en cualidad interior». Un interior hermoso si se alimenta de afectos, de amistad, de ternura, y olvida, Diario, todas las otras guerras de la vida, las frustraciones, «siendo dueños de un modo de vida pacífico y atentos a los débiles», y soñador (17:36:45).

miércoles, 11 de mayo de 2022

 11 de mayo de 2022. Miércoles. Dadivoso
-LAS MINORÍAS

Orquídea con libro, la belleza. Casa Sacerdotal.

-Tal día como hoy, hace diez años, escribía yo en mi Diario lo que sigue: «Juan Ramón Jiménez, en su Segunda Antología poética –este nombre tan poco atractivo le pone– escribe en la dedicatoria: «A la minoría, siempre». La poesía es menor, quizá, en atenciones, en tributos y homenajes, en estallidos multitudinarios. Su ADN (o ácido desoxirribonucleico literario) no es de best-seller, sino de «humilde brinco de danza» (Paul Valéry), o tal vez de simple asombro de niño que da su primer paso y, sin saber cómo, se ve, con los brazos extendidos, andando. Pero la poesía es grande en cítaras y arpas de diez cuerdas, en lunas y en trayectos que, con trabajo, se han hacho camino al andar. «Caminante, no hay camino, / se hace camino al andar…». Poema que, tras ser leído, queda en la memoria de la minoría, que lo hará, con el tiempo, reflexión y canto del pueblo. La mayoría tal vez nunca haya leído el poema de Machado; pero, en más de una ocasión, y de la mano de la inmensa minoría, la mayoría lo canturreará y lo citará, y lo hará vida suya. El poema es arte mayor, pero, por caber en unos pocos versos, parece cosa menor. Como el agua en el cuenco de la mano en el desierto: apenas es y sin embargo salva. Ayer, en Molina de Segura, presenté mi nuevo libro de poemas Materia elemental. No éramos ni muchos ni pocos, sino los justos. Lo importante es que se oyó y se celebró la poesía, como un nuevo triunfo de la palabra, la que salva y une, por la que las cosas son y están. Y, dejando a un lado segundas intenciones, se podría decir que bautizamos un nuevo libro. Francisco Javier Illán Vivas y Fulgencio Martínez, poetas, apadrinaron al neófito. Luego de escuchar a Mariola, concejal de Cultura del Ayuntamiento, yo abrí el libro y leí sus versos, y la palabra, como diría Fulgencio en el Prólogo, se hizo «halago para los ojos y dulzor para los oídos, ganando así la confianza para hablarle al corazón». Y hubo aplausos (ni muchos ni pocos, los justos) a la poesía, no a mí. Y yo, emocionado por ella, y sin que suponga nada del otro mundo, Diario, no lloré; o sí lloré, pero sin decirlo: solo en mi interior, mi cripta más íntima» (12:49:41).

martes, 10 de mayo de 2022


10
de mayo de 2022. Martes.
PEREZA LITERARIA

Belén, iglesia ortoxa de la Natividad, abigarramienro. Israel.

-Ocurre que, a veces, escribo poco no por desgana sino por pereza; pereza literaria, que no de la otra, que, sin ser pecado grave, es, sin embargo, un desliz. Pero es que me digo: ¿Para qué escribir si apenas me leo yo y la página en blanco donde escribo y la papelera donde, si no me place, echo lo escrito? Es un poco de pereza, pero también de venganza: no me comen, pues que pasen hambre. Escribo poco porque no soy Benito Pérez Galdós, ni Clarín borroneando La Regenta, a la que alguna vez han llamado, y no sé por qué, «la última gran novela del siglo XIX». Será “grande” por lo de San Cristobalón, gigante él, o por la obesidad de la obra debido a su bulimia codiciosa de llenar y llenar páginas, al modo de los bestseller de última hornada. Yo escribo poco para no cansar; pero más para no cansarme, que el que mucho escribe, mucho despilfarra, y hacer basura con la palabra es un modo de pecado estético, y aun ético, como lo sería embadurnar un Velázquez o tergiversar el texto del Caballero de la triste figura, el Quijote, o de la figura triste que, con filosofía de ingenio y refrán, y locuras sabias, nos da sencillas (aunque luminosas) alegrías. Por mucho que se haya escrito, de uno sólo queda, al fin, un poco (sólo un poco) que roce lo digno y excelso, es decir, un poco lo suficientemente escéptico e irónico, lúdico y corrosivo, rebelde, con un pie (sólo un pie, no los dos) en la irreverencia y el sarcasmo risueños, que, pasada la criba de lo original y notable, se haga cosa especial (y espacial, cósmica) entre las letras. El todo nunca será un todo excepcional, pues lo excepcional (raro, extravagante, novedoso, etcétera) siempre es una excepción. Hoy he escrito un poco más, y lo hago con el fin, Diario, de no caer en el pecado no de la pereza sino de la indolencia, tan pernicioso él y dañino, y tan alejado de la sonrisa de Dios, que hizo la Belleza –el universo– en seis días, y el séptimo... descansó (12:44:26).

lunes, 9 de mayo de 2022

9 de mayo de 2022. Lunes.
CARLOS ALCARAZ, CAUDAL

Alumno y maestro, tenis en Madrid. F: Prensa

-Hoy me levanto y pienso feliz que todo cabe en una palabra. Si digo luz, mi interior y el mundo se hacen alba, deslumbre, estrella que rutila; por el contrario, si digo tiniebla, se hace la noche, en mí y en mi alrededor; noche en la que solo alumbran las luciérnagas, el candil –modesto farolillo– de los insectos. Lo mismo si digo triunfo o fracaso; si digo triunfo, estoy hablando de laurel en la frente y de manos que aplauden; es decir, conquista, trofeo; si fracaso, frustración, revés, derrumbe. Ayer, a un chico de El Palmar, Murcia, 19 años, lo coronaron de laurel en Madrid. Dejando en el camino a grandes virtuosos en este arte  –Nadal, Djokovic, etc. –, triunfó en este Olimpo del tenis, fervorizando así a sus adeptos, que, desde ayer, son multitud, enjambre. Cuando se triunfa, llueven del cielo los aplausos, como una nevada de versos inmortales. Decía San Pablo: «Todo el que compite en los juegos se abstiene de todo». Juan Carlos Ferrero, su entrenador, dijo de él en una entrevista en la Cope: «Tiene una familia ejemplar, bien educada en valores y muy tenística, que no es fácil encontrar». Familia educada en valores; valores que enseña al hijo, conduciendo así el hermoso caudal que es Carlos por cauces de trabajo, constancia, disciplina, esfuerzo, fidelidad. En estos tiempos que corren, en los que se desprecia –me sonroja decirlo, Diario– todo lo que es obligación, persistencia, mérito, es buena esta lección de tesón y renuncia, de amor al sacrificio, de sencillez deslumbrante. Todo, digno de ser imitado (13:18:46).

domingo, 8 de mayo de 2022

8 de mayo de 2022. Domingo.
VUELVE AL PASTOR

El buen pastor carga con la debilidad. F: Prensa.

-Hoy la liturgia de la iglesia vuelve al pastor. Jesús es el buen pastor que cuida de sus ovejas con amor delicado y atento. Pero en esta ocasión hace hincapié sobre todo en la voz, que sus ovejas conocen. El pastor habla con chasquidos, como con estallidos de su lengua, pero sus ovejas le entienden y le siguen. La voz del pastor, como su ropa de vestir, es silvestre, tosca, pero abriga y es signo de protección y amparo, de cariño. Dice Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen». La voz, si no está llena de mensaje, de hermoso contenido, si no dice: «venid, comed en este pastizal, bebed en este riachuelo», las ovejas dan la espalda al pastor y corren desmandadas, balando y en rebeldía, sin nada que las ate a la voz y guía del pastor. Jesús dice: «Ellas me siguen, porque yo les doy la vida». Y no una vida cualquiera, una vida con fecha de caducidad, sino una «vida eterna». «No perecerán y nadie las arrebatará de mi mano», acaba Jesús. Y es que en la oferta de Jesús se perciben los cuidados y sacrificios del pastor por darle a quien le sigue alegría y paz, y felicidad. Y es que como dice San Juan de la Cruz: «El alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa». El buen pastor, Diario, anda en amor, un amor de palabra y de cruz, de luz y de vida, y «ni se cansa ni cansa», porque conoce mi nombre y a cada instante me llama y me lo recuerda, y me señala los buenos prados, donde puedo recostarme y soñar, pastando (12:54:14).

sábado, 7 de mayo de 2022

7 de mayo de 2022. Sábado.
ACONTECIMIENTO DE LUZ

Destello de luz, en el cielo. Casa Sacerdotal. Murcia.

-Me santiguo al levantarme, y desde ahí, todo el día me veo marcado por la cruz, que es muerte y dolor, y soledad. Pero también, y ante todo, resurrección. «Aleluya: alegría que florecerá en mí», digo. Con la cruz en la frente se piensa mejor, con más libertad, la inspiración va de acá para allá y florece en un poema o en una idea feliz. Las ideas son imágenes que no se ven, pero que están, abriéndose flor, en las palabras. Dios me visita como un acontecimiento de luz, de perspectivas nuevas. Cada vez que ilumina una idea en mí, me digo: «Dios anda tejiendo palabras en mi mente». Dios es el alfabeto maravilloso en el que me miro y con el que vivo y escribo. Primero nace la idea, imagen nebulosa, destello imaginativo; luego, la palabra envuelve a la idea y la hace realidad al decirla. Hace un tiempo leí este proverbio, que me impresionó: «Dios tiene un plan, que lleva tu nombre». Y en ese nombre estoy yo, es el que me envuelve de realidad y el que me dice. Dios, como cualquier poeta, dice lo que piensa: «En el principio existía la Palabra, y el Palabra era Dios […]; y la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros». Y ahí está, Diario: diciéndose y dándose en la palabra y en la eucaristía, como pensamiento y como alimento, con la cruz como señal de vida; ya lo he dicho: la cruz –en la mente inspiradora de poemas (12:16:36).

jueves, 5 de mayo de 2022

5 de mayo de 2022. Jueves.
EL SOL, ENTRE VISILLOS

Resucita el sol, la vida se alegra. Desde la casa sacerdoral. Murcia.

-Sale el sol, entre visillos, minusválido aún, después de tantos días de lluvia, que lo privaban de su esplendor. Los pasados han sido días de muchas lluvias, solemnes y, en ocasiones, bravas. Lluvias que rompen más que arreglan. Yo, cuando pido a Dios la lluvia, la solicito suave, deslizante, minúscula pero constante, para que entre bien en la tierra y la mulla, haciéndola blanda y suave, asequible a las raíces. Como el limón, el tiempo ha venido agrio. Entretanto, el gobierno de Sánchez, el garlopa, está metido en un charco de caos que es difícil que salga. Lo asfixiará su hedor. Leo a Luis Ventoso en El Debate: «El país empieza a anhelar a un tendero ordenado que sepa llevar las cuentas». Las colas del hambre se empiezan a ver cada día más largas en las puertas de las ONG que reparten comida y bienes comunes. «Lo primero y urgente –sigue Ventoso– es atajar la gangrena institucional y económica que aqueja al país». Con la parálisis y descrédito institucional peligra el Estado; con la económica, se derrumba el bienestar de la clase media y baja, la que se sube a un andamio o limpia las calles cuando el día aún no ha roto por el horizonte. Me enternece ver de madrugada a esos hombres que cada día fumigan e higienizan las aceras de la ciudad para que caminemos seguros y sin bichos maléficos que nos ataquen. Aunque como dijo Marie Kondo en su libro La felicidad después del orden: «La mejor limpieza es enfrentarse uno a sí mismo». Y saberse encontrar, Diario, tal como uno es, con luz de niño en los ojos y libre el corazón para poder volar más allá de los años y llenarlo todo de sueños imposibles, y, si es viable, con Dios como objetivo, llenando la esperanza (17:57:51).

miércoles, 4 de mayo de 2022

4 de mayo de 2022. Miércoles.
HACE 64 AÑOS

Huertas de Pliego y Mula, heridas por el rayo. F: La Verdad

-Día oscuro, sin contrastes; el sol da alegría a las cosas: las viste de colores y de sombras, les da vida. Como la lluvia, pero la lluvia lo hace en blanco y negro, y el sol, con luz. En días de sol el mundo se nos ofrece encendido, como el escenario donde van a ocurrir cosas importantes, en relieve, invitándonos a vivir, a soñar. Hoy, sin embargo, amanece un día sin sol, lluvioso. Tanto que la lluvia –11:30 horas– llora en los cristales, tal es la cortina de agua inclinada hacia el oeste que tamborilea en ellos. Ayer la televisión ofreció unas imágenes de la huerta de Pliego y Mula, impactantes, demoledoras. En Pliego hubo lluvia, granizo como bolas de tenis, y un tornado aterrador, de esos que, desde el cielo ennegrecido, se van retorciendo, girando como tornillos sobre sí mismos, soltando chispas, hasta llegar a la tierra y arrasar con todo. Ayer Pliego era un lamento: la fruta en el suelo y los arboles mutilados, arrancados de raíz, violentamente, como si hubieran sido plantas de geranio arrancas por una mano perversa. Hace 64 años, también en mayo –el día 13, recuerdo–, hubo una nevada impresionante. Yo estrenaba mi sacerdocio en Pliego, hacía unos meses que había llegado, y todo era novedad para mí. También la nieve, que solo había visto una vez de niño, y que apenas recordaba. Arruinó la cosecha. Ese día supe lo que era llorar con la gente, sentirme amigo, ser comunidad que siente y sufre con el desvalido e indefenso. Supe lo que era ser el otro, estar con el que llora y ríe, y amé más a la gente, como quiere un hijo de familia a hermanos y padres. «¡Todo perdido!», los veía llorar, y yo con ellos. Desde aquel día, Diario, hasta hoy, fui más de Pliego, más de pueblo sencillo y cercano, más de todos (13:20:31).

martes, 3 de mayo de 2022

3 de mayo de 2022. Martes.
HUÉSPED

Dios y custodia, santidad expuesta. Capilla Casa Sacerdotal. Murcia

-En la mañana, antes de nada, cuando aún no he dicho pan o amigo, trabajo o libro, o silencio, abro la boca y siento aletear los labios, están diciendo: «¡Oh, Dios!», sin alardes, con solo la música de la palabra, su sola hermosa y apacible entonación.. Dios no espía; Dios acompaña en la palabra y en la contemplación; la contemplación, dice San Juan de la Cruz, es «ciencia –inteligencia– de amor…; porque solo el amor es el que une y junta el alma con Dios». Como sucede con los cítricos, el gajo une y junta las pequeñas burbujas alargadas –gotas– de ácido que contiene el fruto. El gajo, con su leve telilla como blindaje, impide que el cítrico se derrame e inunde el mantel de la mesa con su zumo goloso y graso. La comunión sacramental, que es amor hecho eucaristía, junta y une, y en esa conexión con Cristo, transmite santidad. San Agustín dijo sobre la eucaristía: «Siendo Dios omnipotente, no podía dar más; siendo muy sabio, no supo dar más; siendo muy rico, no tenía nada más que dar». Dios, al comerlo, Diario, se hospeda en nosotros y llena la estancia toda –su nueva custodia– de virtud y santidad, de amor, se da todo (17:30:37).

lunes, 2 de mayo de 2022

2 de mayo de 2022. Lunes.
MADRID EN FIESTA

Goya, fusilamientos 2 de mayo, Madrid. Museo del Prado.

-El sábado, fiesta en Madrid: el Real Madrid, a cuatro jornadas de finalizar la liga, capeón a lo grande, y en Cibeles, con Ancelotti fumándose un puro y Marcelo, besando a la diosa; beso que tal vez ruborizara a la piedra. ¿Tiene sentimientos la piedra? Quizá, sí, o quizá, no: quién sabe. Madrid salió a la calle y llenó de paz y alegría la plaza donde Cibeles pasea, en carro de ruedas talladas, su corona y sus leones, tan vivos que en las noches –dicen– parecen oírse sus rugidos. Con mi sobrino Javi, mi madre disfrutaría del espectáculo, ambos madridistas y sufridores de pro, y que siempre están ahí: en las verdes y en la maduras. Pero aquella fiesta del sábado, cruzando el puente del domingo, se ha alargado hasta hoy lunes. Hoy celebra Madrid su levantamiento contra el invasor francés. Desde Móstoles, en 1808, Madrid sigue oponiéndose a las felonías de los impostores, como Napoleón y sus ejércitos. Con engaños, los franceses lograron apoderarse de una España debilitada y pobre, pero con dignidad. Al percatarse del engaño, Madrid enciende la mecha contra el invasor, que prende en toda España, hasta lograr derrotarlo. La aventura de José I Bonaparte duró un poco más de dos años, para, al fin, en 1813, huir de España, sin adulones; es decir, sin corte y sin corona: «Con el rabo entre las piernas», que diría un castizo. Fue entonces cuando se oyó el grito de Patria y Libertad, en la calle, entre gentes sencillas –herreros, aguadores, soldados, costureras, etc. –, iniciando así la batalla por el deseo de poseer una nación y gobernantes propios, con leyes nacidas del pueblo y no impuestas. Dice Gustavo Morales en El Debate: «Fernando VII no era digno de ese esfuerzo ni de ese sacrificio, pero España, sí». Fernando VII fue un rey felón, desleal, mentiroso. Dice Richard Bach: «Y fue cuando estaba cayendo, que abrí mis alas y aprendí a volar». El sábado y hoy lunes, Madrid en fiesta; el sábado por una causa deportiva, baladí (o no, según se mire); hoy, por una causa de honor y dignidad, la de un pueblo que buscaba su identidad, sus raíces, sin importarle la muerte, venciendo a Napoleón, entonces, terror de Europa. En el destierro, Napoleón dejó escrito: «Los españoles se portaron, en masa, como un solo hombre de honor». Es decir, España abrió las alas, Diario, y volvió a volar (18:10:53).

domingo, 1 de mayo de 2022

1 de mayo de 2022. Domingo.
MADRE FRANCISCA, QUE ESTÁS EN EL CIELO

Mi madre en mi ordenación sacerdotal, en Murcia. Año 1957.

-¿Día de la madre hoy? No me digas. Del mismo que respiramos todos los días, yo creía que todos los días eran día de la madre. ¿Dedicar sólo un día al año a respirar? ¿Y cómo se puede vivir espiritualmente, dedicando a la madre sólo un día, respirando sólo un día de ella? Yo, aunque muerta, respiro todos los días de mi madre, que está en los cielos. Así, con ella, y celebrándola, respiro un poco de Dios y de cielo, donde andan los otros seres que he amado; y que sigo amando. De este modo, el cielo se instala en mi recuerdo, como idea, y luego lo paladeo diciéndolo; se trata sólo de una palabra: « ¡Madre!», y con ella digo todo el cielo. Digo madre y el cielo la acompaña: todo el cielo, también con mi padre y mis hermanos. Yo −quizá irreverentemente− suelo rezar: «Madre, que estás en el cielo, santificado sea el nombre de Dios, ruega para que nos venga su reino, y que se haga su voluntad en la tierra como en el cielo. Amén». Así la convierto a ella en peldaño o puente o pasadizo para tocar con mi lengua el nombre de Dios. A Dios sólo se le puede tocar con la palabra. Digo madre y toco con mi lengua a Dios, lo comulgo en la palabra que sale de ella. ¡Qué eucaristía más hermosa y más cercana! Comulgar a Dios y a mi madre en la palabra, y la lengua haciendo de cáliz o patena, o de cuenco de las manos donde beber, al paso, el agua de Dios con que suele calmar la sed de la fe; porque la fe siempre es sed, al tiempo que duda de cómo calmarla. Noche oscura del alma, lllama el poeta San Juan de la Cruz este anhelo. ¡Noche! Cuando la lengua no dice Dios, siento sed de él, y el modo de calmar esa sed es decirlo; digo «Dios» y la palabra que lo contiene calma esa sed. Madre Francisca, que estás en el cielo, todos los días te traigo a mi boca, y así, diciéndote, respiro en ti, y tú sigues viviendo en mí, con la bendición de Dios. Es mi forma de vivir y amar desde la distancia: así, de este modo tan natural, Diario, amo yo a mi madre, que está en los cielos (11:59:24).

sábado, 30 de abril de 2022

30 de abril de 2022. Sábado.
EL TIEMPO NO PASA

En mayo florido, con flores a María. Casa Sacerdotal. Murcia

-El mes se nos va como el que va bebiendo los últimos tragos –alivios de agua– en el desierto. Parece que fue ayer cuando amanecía aquel uno de enero con la Virgen trasladando a Dios en sus brazos –la Theotokos: “La que porta a Dios”– de un año viejo a otro nuevo, para que todo siguiera iluminado de verdad y justicia, de amor. Lo portaba con delicadeza de madre, para que el Niño no se rompiera ni su mensaje de amor. Es decir, para instalar en el mundo la paz, resultado de la vida de Dios en el tiempo. Solemos decir: «¡Cómo pasa el tiempo!». El tiempo no pasa, pasamos nosotros. Como el tren y el paisaje. El tren pasa y el paisaje queda. Quedan el horizonte, el almendro en flor, el trigal dorado. El tiempo se detiene, sin embargo, en el recuerdo, dice Jaroslav Seifert, poeta checo y Premio Nobel. Dice en un poema: «Cada día acaba algo, / acaba algo muy hermoso». Parece una triste lamentación, el lamento de un corazón herido, pero concluye el poema elevando la esperanza, la ensoñación, los vuelos del alma: «Cada día empieza algo, / empieza algo muy hermoso». Mientras vivimos, el tiempo es cómplice de lo que hacemos, y sentir por lo que dejamos de hacer. Hoy, Diario, se va abril, pero queda el paisaje del alma, que aún puede embellecerse con el mayo que llega, florido y virginal; y para el creyente, mes de María, la Portadora –siempre– de Jesús (17:39:09).

viernes, 29 de abril de 2022

 29 de abril de 2022. Viernes.
FUEGOS FATUOS

Quizá sea eso: aparentan lo que no son. F: El País

-Ya no sé qué creer. No sé si las señales de tráfico están bien puestas o son un engaño para que en la próxima curva me estrelle. ¿Por qué si me dicen que esto es un dos he de creer que es un dos y que, pensando así, nadaré en la abundancia? Pero es que, al fin, no son dos ni tres: son la ilusión de una paloma en el sombrero de un prestidigitador. O el típico conejo asustado que sale de la chistera en el circo de los espejismos. No son ni dos ni tres, ni el uno: en boca de los políticos, el dos, el tres, y el uno, son los fuegos fatuos que viera Medardo (El vizconde demediado, Italo Calvino) en el campo, tras una batalla. El fuego fatuo es una pequeña llama que se ve andar por el aire a ras de tierra. Como las promesas de los políticos. Los fuegos fatuos son luces pálidas que surgen en lugares pantanosos o en cementerios. En todo caso, son luces inaprensibles, escurridizas, como un poema romántico o una Dama de las Camelias cualquiera. Son algo que no es: un ser sin ser. Como las mentiras en boca de los políticos. Yo, antes de ser Su Persona, no conocía a Sánchez, y empezaba a creer en lo que decía. Pero ahora, después de unos años, lo veo como el hombre mentira, sin lirismo y sin verdad en los labios, sin nada que ofrecer ni que decir. Lo veo un socialista sin credo, es decir, reaccionario, seudo-progre, con sólo demagogia en su bagaje. El cementerio de la economía, de lo social, de lo institucional, está llevando a ser todo lo que dice fuegos de pantano y chiste, fuegos fatuos. «¿Y si alguna vez dijera una verdad?», pienso. Espero que así sea. Ejemplo: que nos diga él mismo sin recato, sincerándose con su conciencia, que siempre que habla miente; para que así, como diría Gracián, se haga creíble alguna vez «al personal y a sí mismo». ¡Ah, entonces, Diario! (12:54:55).

jueves, 28 de abril de 2022

28 de abril de 2022. Jueves.
EL AMIGO AMA

Carlos Amigo, amigo de todos. Sevilla. F: Prensa

-Dice la Sabiduría en el libro de los Proverbios: «El amigo ama en toda ocasión, y es como un hermano en tiempo de angustia». Amigo es aquél que, estando yo caído, me ofrece su mano, su mirada, y no la espalda; la mirada, en la que el corazón expresa sus silencios, traduce sus latidos. La mirada puede decir ternura, piedad; pero también rencor, desprecio. Lord Byron define de este modo tan bello la amistad: «La amistad es el amor, aunque sin alas». Sin embargo yo diría que ambos llevan alas, sólo que el amor nace con ellas y la amistad las va haciendo crecer poco a poco, como un plantel de lirios, en el jardín de los sentimientos. El amor es estremecimiento, vibración, a veces cruz que se da –el amor extremo–; la amistad, por el contario, está hecha de silencios, de pausas entrañables, de ritmos lentos, pero seguros. “Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos», decía San Agustín. La amistad es inclinarse ante el tirado a la orilla del camino y mirarlo, y, con la mirada, darle seguridad, ofreciéndole el hombro para llevarlo a un lugar de descanso y alivio: ser su samaritano evangélico. Es decirle al que sufre o ríe: «Déjame que alivie tu sufrimiento; permíteme que ría contigo». Hablo de la amistad porque me llega la noticia de la muerte del amigo de Dios Carlos Amigo, cardenal. Amigo de apellido, y Amigo para todos en el amor. «Acogió y regaló el amor de Dios», dice de él Carlos Osoro, obispo de Madrid. Bello epitafio para una vida evangélica de amistad, de amor, de dádiva, que sólo la muerte ha podido interrumpir en la tierra, para seguirla en el Más Allá con Dios, donde el Amor, Diario, es la misma Vida íntima de Dios y de los que le contemplan (12:20:43)

miércoles, 27 de abril de 2022

27 de abril de 2022. Miércoles.
ALELUYA DEL TRABAJO


Bella arquitecttónica, en Sineia. Rumanía.

-Tras la Pascua, dejo el aleluya en una esquina de mi corazón –no la alegría– y me dispongo a vivir el día a día con el otro aleluya del trabajo; es decir, el aleluya del deber y el hacer, para de este modo ir completando, aunque sea con una pequeña tilde en la i, la gran obra creadora de Dios. «Que cada cual ponga al servicio de los demás, la gracia que ha recibido», escribe San Pedro. Yo pongo la palabra, el soplo, el aleteo de silabear vocablos; otros ponen la piedra, el acero, el cemento, las matemáticas, para así ir completando la belleza de lo creado. La creación, desde el primer instante de luz, es color, variedad, inmensidad, vorágine; luego, con el soplo de Dios al barro, forma y da vida al ser humano, hecho a su imagen: engalanando de dimensión espiritual lo creado; mas todo está incompleto. Hay que ir componiendo, poco a poco, pincelada a pincelada, ese lienzo impresionante de belleza que es la Creación. Decía Confucio, pensador chino, que cada cosa tiene su belleza, «pero no todos pueden verla». Si no encuentras belleza en ti, no busques fuera: nunca sabrás qué es lo bello y qué lo feo, qué es gracia y qué ordinariez, y andarás perdido en este mundo de tanta belleza escondida, aun dentro de ti. En la luz siempre hay algo bello, que luce, que destella. En todo caso, Diario, yo digo con el poeta griego, Constantin Kavafis: «Contemplé tanto la belleza, que mi vista le pertenece» (18:47:13).

martes, 26 de abril de 2022

 26 de abril de 2022. Martes.
SANTIDAD Y SABIDURÍA

San Isidoro de Sevilla. Biblioteca Nacional. Madrid. España

-La iglesia celebra hoy a Isidoro de Sevilla, santo y sabio. La santidad y la sabiduría se dan la mano, se entretejen como una cesta de mimbre, como una red de pesca. Fue un escritor fecundo, un infatigable investigador y recapitulador de conocimientos. Su obra más conocida es las Etimologías, espaciosa enciclopedia que muestra la evolución del conocimiento de la antigüedad pagana y cristiana hasta el siglo VII. En ella se recogen y ordenan todos los ámbitos del saber de la época. En la misma se dan cita la teología, la historia, la literatura, el arte, la gramática, el derecho, las ciencias naturales, la cosmología, etcétera. Gracias a su esfuerzo hizo posible la perduración de la cultura grecolatina –que ahora pretenden olvidar y destruir el sanchismo y sus talibanes– en la España visigoda y el resto de Europa. Santidad y sabiduría, o Dios en el conocimiento y el acontecimiento. Desde aquel primer soplo –aliento, exhalación– sobre el barro, en el principio de los tiempos, Dios anda encendiendo e iluminando la mente del ser humano. Dios ayuda a soñar, a volar sobre la ciencia y las cosas para hacerlas más próximas y humanas, dejando, sin embargo, la posibilidad de errar, pues la humanidad, ante todo, es libre. Dios nada impone, da el destello y deja que produzca el efecto, que surja la obra, la Piedad de Miguel Ángel o el Anticristo de Nietzsche, el más corrosivo y virulento alegato contra Dios. Lo mismo que deja que seas feliz o andes por caminos de desgarro o rotura. Aunque avisa, por medio de los santos. Advierte San Isidoro: “Aunque seas el más alto, ten humildad». Virtud, Diario, que le faltó al filósofo y que, sin embargo, embelleció a San Isidoro. Dijo Umberto Eco: «El diablo es la arrogancia del espíritu», destruye, agota, y, a veces, es sabiduría sin sonrisa (18:00:47).

domingo, 24 de abril de 2022


24
de abril de 2022. Domingo.
LAS LÁGRIMAS CURAN

Pelícano, simbolo de Cristo. Iglesia de la Natividad. Israel

-Me conmueve la escena de Jesús, invitando a Tomás a meter el dedo en las heridas de sus manos y la mano, en la abertura –siento escalofríos– de su costado. Para que crea; aunque ya no será fe, sino tacto: convulsión íntima por haber tocado un mundo de carne rota y nervios destrozados. «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo», les dice a los otros discípulos que lo han visto. El evangelista no nos dice si Tomás llegó o no a hurgar en las llagas abiertas y aún con sabor a cruz de Jesús. Solo nos dice que dobló su soberbia, la hizo humildad, y exclamó: «¡Señor mío y Dio mío!», y su arrogancia cayó de rodillas, confusa, hecha llanto, lágrimas, quizá, de gozo. Hay veces que las lágrimas curan, si se está de rodillas y no subido al podio de la vanidad, la que se cree rica, cuando en realidad va vestida de harapos. Luego se oye esa nueva bienaventuranza de Jesús, de la que gozamos todos los que nos dejamos seducir por la fe. «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto». Y, desde ese momento, el corazón de Dios se percibe lleno de piedad; piedad que se hace eucaristía y, en el pan y el vino, se da ágape, partido y repartido: pan y vino, que dejan, Diario, sabor a Cristo –¡aleluya!– resucitado en la boca (20:12:30).

sábado, 23 de abril de 2022

23 de abril de 2022. Sábado.
LOS SILENCIOS HABLAN, EN EL LIBRO

Santos con libro. Monasterio Santa María. Batalla, Portugal.

-En la biblioteca, los libros hablan aun estando cerrados. Como las ostras, encierran perlas que son tesoros. Por ser docto, el libro es el ser más pacífico de todas las cosas con las que convivimos, y, sin embargo, el más castigado; en cualquier revolución lo primero que arde son los libros. Sin libros, los silencios no serían sabios. Irene Vallejo, en su historia sobre el libro El infinito es un junco, cita a Mia Couto, novelista y poeta mozambiqueño, que dice: «Parecen dibujos, / pero dentro de las letras están las voces. / Cada página es una caja infinita de voces». Las voces de los libros solo se oyen si los abres y, con humildad, les pides que te hablen. Entonces, entre el libro y tú los silencios hablan, del lado del libro y del lado de lo que tú piensas. En un diálogo de silencios inolvidable, el libro dice y tú le contestas: como el agua y el bosque, que siempre andan en diálogos de amor agradecido. El agua se da a sus raíces y el bosque lo agradece purificando el aire; aire de la que ella se nutre, con el oxígeno y el hidrógeno que le ofrece. Un libro, que siempre es un viaje, solo se hace aventura si alguien lo lee y, cautivo de su lectura, lo hace vida en su vida; o, desgarrando su sensibilidad, deja que sus páginas lo invadan y lo hagan sentirse a sí mismo cosa narrada en aquello que lee. A Dios, Diario, se la lee en la Biblia, al igual que a las cosas creadas por Él en la infinitud de los libros que andan por el mundo, pidiendo, por favor, ser leídos; es decir, ser escuchados (12:58:44).

viernes, 22 de abril de 2022

22 de abril de 2022. Viernes.
BELLEZA DEL ROSTRO HUMANO

Asombrado de lo que ve, él que es canto y paz. En Cádiz. 

-Es éste un abril de cenizas que muchas mañanas aparece teñido de gris, y no deja al sol campar a sus anchas. El sol se lía entre nubes y permanece cubierto por ligeros edredones de niebla. Leo la prensa y lo que nos cuenta da para el llanto y para la sonrisa. Para la ternura y la sonrisa el lance de los dos bebés que escapan de la guardería en una moto de juguete y recorren 300 metros, jugando, inconscientes, con el ángel de la guarda y el peligro. Felizmente, vence el ángel de la guarda, y, salvo el susto de los mayores, atónitos por la hazaña, quedan la risa de los bebés, traviesos y aventureros, y el angustia del ángel que, con el dorso de la mano, se limpia, estremecido, el sudor frío de la frente. Por contra: la pavorosa noticia de Mariupol, Ucrania, en la que encuentran 9.000 civiles inhumados en más de 200 fosas comunes, tras los desmanes rusos. La guerra mata y abre fosas, y destroza ilusiones. Dijo el Papa Francisco en Malta: «Y mientras algún poderoso, tristemente encerrado en anacrónicas pretensiones nacionalistas, fomenta y provoca conflictos, la gente de a pie advierte la necesidad de construir un futuro que, o será juntos, o no será». Y añadió el Papa: «Es urgente devolver la belleza al rostro del hombre, desfigurado por la guerra». La guerra es fea, es devastación, ruina inmensa, injusticia; la paz, por el contrario, es luz en los ojos, sueños de progreso, felicidad de los niños, fiesta de la humanidad. Esforzándonos por conseguirlo, Diario, digamos con el Papa: «En la noche de la guerra, soñemos con la paz». De este modo, al despertar, contemplaremos en nuestros ojos palomas de bondad y no aves carroñeras picoteando, sin mesura, en nuestros propios despojos sacrificados, pues la guerra destruye todo, aun a aquél –a ti– que no desea la guerra (18:32:21).