viernes, 9 de septiembre de 2022

 9 de septiembre de 2022. Viernes.
UN SOL SIN SOMBRAS

Consolación, María con la Gracia, su hijo. Molina de Segura.

-Ayer la iglesia cantaba con Lope de Vega: «Hoy nace una clara estrella, / tan divina y celestial, / que, con ser estrella, es tal, / que el mismo Sol nace de ella». O una historia de luz y bellos reflejos, donde no hay sombras, donde todo irradia. Era la fiesta del Nacimiento de María. De la que nacería el Sol de justicia. Dice San Agustín que, antes de haberlo concebido en el vientre, María ya lo había concebido en el corazón. Desde siempre, Dios había pensado en María para que fuera la puerta, el oriente, el este prodigioso, por donde entrara en el mundo el Sol que iluminaría todas las cosas. Llenar de Luz las cosas, ¡qué gran milagro! Un Sol sin sombras, donde todo es claridad, gracia, delicadeza de la Luz. Y de esta Luz fue colmada María, llamada por el ángel la «llena de gracia», gracia de la que se nutre Jesús en su vientre. En Dios está el origen de la gracia, y María es el canal por el que se trasmite a la humanidad. Decía Francis Bacon: «La primera criatura de Dios fue la luz», y no la gracia, porque la gracia no es criatura, la gracia es Dios, su vida. Y María fue el habitáculo de esa gracia, a la que cobijó durante nueves meses en la tienda sagrada de su vientre, hasta que la dio a luz en la noche de Belén, con ángeles de testigos, que cantaron a los cielos (17:57:29).

jueves, 8 de septiembre de 2022

 8 de septiembre de 2022. Jueves.
POR LA PAZ

"Paz en la tierra", cantaron los ángeles. San Pedro del Pinatar. 

-Todos los días me uno, con la Iglesia, a la oración del Papa por la paz. El primer don de la resurrección fue la paz; luego, se nos dio al Espíritu Santo y la misión de predicar por el mundo el evangelio. Jesús, mostrando las llagas en manos, pies y costado, y perforando la materia con su cuerpo glorioso («entró estando los discípulos con las puertas cerradas»), les dijo: «Paz a vosotros», y lo repitió dos veces. Dos veces la paz, y una el Espíritu; sin duda porque la paz es el camino del Espíritu; pero un camino de ida y otro de vuelta. El Espíritu trae la paz y vuelve llevándose nuestra paz a su lugar trinitario. No es verdad que para que haya paz sea preciso prepararse para la guerra. Esa es una frase felona, infame, de mercaderes sin escrúpulos. En Occidente ya no hay otro espíritu que el del mercader o materialista. En la guerra (en general), no se mira la paz, sino el negocio. Se negocian vidas por dólares, euros o libras; es decir, con la nueva moneda con la que Judas vende actualmente al Cristo huido y sin patria, humillado. Ucrania llora y los señores de la guerra ríen, sus cuentas corrientes engordan. No a la guerra, Diario, y sí a la paz, la que libera al hombre de su animalidad, y lo hace conciencia, razón, sabiduría (18:04:14).

miércoles, 7 de septiembre de 2022

7 de septiembre de 2022. Miércoles.
SEDUCIR EL FUTURO

El polen será miel, en la colmena. Torre de la Horadada. Alicante

-Adelantarse a su tiempo, es clavar los pies en el hoy poniendo la mirada y las manos en la obra a realizar el mañana. Sin dejar el hoy, se toca –más con los sueños– el mañana. El hoy se vive y el mañana se sueña. La utopía no es más que un salto en el vacío del mañana: un vacío que llenar. Hoy hago la siembra, y quien la siega y la hace gavilla es la utopía. Y, cuando siegue, la utopía estará en la próxima siembra. Utopía es vivir el presente y seducir el futuro, con expectativas nuevas. En la historia del arte, el presente es –ejemplo– la solidez de la catedral románica; y el futuro, el vuelo de las piedras góticas, su ascensión de aleluya sin fin. Solidez, y piedras que vuelan. Y esto sucede en la Edad Media, el tiempo denostado. Pues algo así sucede con Josué, que ya en su tiempo (s. VI a. C.), se adelanta y pone un pie en el futuro, consolidando el presente. Se trata de un relato de fe y de libertad. La fe no se impone; la fe se ofrece. Josué reúne a todas las tribus del pueblo de Israel y les propone o seguir a Yahveh, el Señor, que les ha sacado de Egipto y les ha protegido hasta alcanzar la tierra prometida o a los dioses de los amorreos, el pueblo donde ahora viven. Él, antes, da su testimonio: «Yo y mi familia serviremos a Yahveh», y deja que hable el pueblo. El pueblo recuerda, dialoga, trae a colación, se da a sí mismo razones: «Yahveh nos hizo subir de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre y, delante de nuestros ojos, obró grandes señales». Es decir, valora, por encima de otras cosas, la libertad, y entrega su fe al Dios de sus padres, a Yahveh. Libertad de elección. Josué y su pueblo, Israel, se adelantaban así a su tiempo y ahí siguen: desde sus raíces, Diario, soñando siempre el futuro (12:24:48).

martes, 6 de septiembre de 2022

 

6 de septiembre de 2022. Martes.
AQUELLA NIÑEZ O TIEMPO

Trece meses, un servidor. F: Familia.

-¿Nunca te has reído de ti mismo, de tus defectos, de tus limitaciones? Inténtalo: es otra clase de risa; una risa humilde, liberadora, terapéutica. Cura la hemorragia de la vanidad, de la tonta hinchazón, y te acerca a la realidad de amarte (y soportarte, quizá) tal cual eres. En mi caso: un tipo bajito y con gafas de miope, y aún con timidez de principiante en casi todo; eso, sí: también con la ilusión de no alejarme mucho de mi niñez, la que revive mi poema Aquella niñez o tiempo, en mi libro Introducción a una selva incipiente, de cuando estaba y vivía «en el don de la juguetería», y nombraba las cosas con amor asombrado, como «madre», «pan», «mañana», «Dios»… Maravillándome de nombrarlas y poderlas escribir. Reírme a veces de mí mismo me hace ser más tolerante con los demás y más amigo (hasta el extremo de no consentirme lo que no está bien) de mí mismo. Reírse de uno mismo es dejar que la humildad te cubra, y evitar que te venza el exceso. Es algo así  como volver al barro del que venimos, y dar gracias por el aquel soplo –el Aliento de Dios– que nos infundió la vida y la sabiduría, y con el hecho además, nunca suficientemente agradecido, de poderlo contar (11:58:29).

lunes, 5 de septiembre de 2022

5 de septiembre de 2022. Lunes.
UNA VIDA HUMILDE

Dios sonríe en Juan Pablo I, papa y beato. F: Vida Nueva

-Me levanto, parpadeo, doy unos pasos con dudas, me santiguo –«un día más», digo– y doy gracias. Son las siete y al sol le cuesta encenderse en el horizonte. Las palabras se me hacen plegaria e himno en la boca, y reverencian al Dios de la misericordia. Oigo noticias, todas terribles, salvo alguna amable: la beatificación de Juan Pablo I. Fue Papa solo 33 días; Dios, en él, no quiso sonreír más; demasiado el llanto del mundo. La humildad de Juan Pablo I la convirtió en sonrisa, buscando siempre la voluntad de Dios. La sencillez sonríe; la soberbia se carcajea. Es hermoso lo dicho por el papa Francisco de él; Albino Luciani, dijo, «se consideraba a sí mismo como el polvo sobre el que Dios se había dignado escribir». El polvo elevado a la categoría de papel donde poder escribir el poema –la belleza– de una vida humilde, alegre, serena, abierta al diálogo, sin resentimientos, y en Dios, vida donada toda ella a la persona humana. Dios, como sucedió en el evangelio, se agacha y escribe sobre el polvo del papa Luciani la sonrisa de una vida evangélica, que acabó haciéndose cruz y donación, y, al fin, aleluya glorioso. El papa Juan Pablo I, con su sonrisa, Diario, «logró trasmitir la bondad de Dios», ha dicho el papa Francisco (12:39:40).

domingo, 4 de septiembre de 2022

de septiembre de 2022. Domingo.
PALOMAS EN EL AIRE

Domingo, árbol y paloma. D: Izquierdo. ABC

-Domingo de sol y azul, y palomas en el aire: signos de un día espléndido, con notas de alegría. Corcheas y violines sueltos en el aire. Sin playa quizá, pero con fe en la vida. El domingo, para el cristiano, es el día del Señor. O día en que el Señor, si lo dejas, camina contigo, junto a ti, dando tus mismos pasos, teniendo tus mismas visiones, consiguiendo que des fruto. Como el tronco del árbol y sus ramas. Recuerdo un dicho que aprendí de un hombre santo: «Ir juntos es comenzar, mantenerse juntos es progresar, trabajar juntos es triunfar». El caminar cansa, pero hacerlo acompañado libera y proporciona satisfacciones, como el regalo una sonrisa. Parodiando a Albert Camus podría decirnos Jesús: «Si caminas delante de mí, puede que no te siga; si lo haces detrás, puede que no te guíe; si lo haces junto a mí, podríamos llegar a ser amigos». Y en la amistad, Diario, todo es posible, también la perfección del espíritu y, ante todo, como diría San Juan de la Cruz, el poder darse dulcemente en el amor (12:23:04). 

sábado, 3 de septiembre de 2022

3 de septiembre de 2022. Sábado.
EL MAR ES POEMA

Paz y poema en el mar, en Torre de la Horadada. Alicante

-Ido agosto, llegó la desbandada. Y con la desbandada, la paz, con algún que otro pájaro cantor y el mar, que puede contemplarse otra vez escenario de odiseas y lienzo donde pintar olas y gaviotas. Es decir, un mar liberado, sin el acoso del bañista y la pompa de la sombrilla. En la arena de la playa ya hay menos gritos y cuerpos al sol y más incursiones de la lengua del mar hablando con la arena, diciéndole cosas que sólo el mar y la arena entienden; ya se oye más el lenguaje de las aguas y menos el de los bañistas, que no respetan el trasiego de sus versos, el silencio de sus emociones abismales, que afloran con la espuma. El mar es pacífico, salvo cuando lo vuelven loco los vientos que lo sacan de sus quicios y lo hacen bramido y guerra, fauces. Entonces se enrosca, se arquea, pero conservando las formas; nunca se hace arista, sino redondez de naranja o curvatura de hembra abundante. Solo en la roca se encoleriza. Sin embargo, la mole enorme del mar jadea en la playa y en ella se diluye con la humildad de un dios enamorado. Vestido de alga, deja de ser ola y se hace lamida, roce de lengua, dedos que palpan, caricia ciega. Ciegos, el mar y la playa sólo se tocan; y sin verse, se contemplan amantes. Eso, sí, sólo un instante, porque como significó el poeta, «su movimiento es su forma» y su vida de sal y peces, y su habla. Junto al mar, Diario, es lo más cerca que he estado nunca de Dios, por su inmensidad, por el misterio de su lenguaje, y como dijo Walt Whitman, poeta, «por ser un milagro continuo» (11:54:00).

viernes, 2 de septiembre de 2022

2 de septiembre de 2022. Viernes.
EN BICICLETA

Refrescando el día, en Pärnu. Estonia. 

-Insiste el calor como una mosca en una herida: mordedor y molesto, insistente. No hay modo de quitárselo de encima. Es como una lengua que se pega al paladar, un conato de incendio, o un Fahrenheit 451 –novela de Ray Bradbury–, quemando libros. El calor siempre llega de abajo, así como el frío de arriba. Norte, frío; Sur, ardiente. Pero voy a decir que me apena más ver a un indigente en bicicleta con frío que con calor. Con el frío, los indigentes en bicicleta parecen más desamparados, como si pedalearan en más soledad; el frío despuebla las carreteras y hace más íntimos los pueblos. Los hay, indigentes, que llevan barba, pero todos, tristeza y estrechez. En la bicicleta, apenas va el indigente y lo poco que posee: un bulto de pobreza en el trasportín y su afán por llegar a alguna parte. Llegar adonde lo reciban o lo rechacen; donde lo reciban con un plato de sopa caliente o el desaire de ni mirarlo. Hoy he visto a un indigente en bicicleta y he pensado qué será de él el próximo invierno, cuando el frío, la nevada, el desamparo. Pedaleaba cansino. Pero estoy seguro que a él no le inquietarán aún los fríos del invierno, sino dónde pasar la próxima noche, y, echado y con las manos en la nuca, poder así contemplar la Luna de agosto, casi azul, casi célibe, y hacerle algún poema, que nunca escribirá. O sí. Pues, tal vez, por ser poeta, se haya echado a los caminos «para hacer camino al andar» y sentir, en la soledad terca y encelada de búhos, más cerca a Dios. Quizá (12:35:01).

jueves, 1 de septiembre de 2022

1 de septiembre de 2022. Jueves.
SE ESTABLECIÓ LA HIPOCRESÍA

Acechando para matar, en el jardín. Torre de la Horadada.

-Entre revólver y revólver, se estableció la hipocresía. A ver quién es el más rápido, y cuidado con disparar por la espalda. Ambas partes mirándose a los ojos, aunque, debido a la neblina del miedo, apenas se vea nada. Enfrente, un bulto borroso, y la mano, a un centímetro de la culata, llamando a la suerte, a la rapidez, al escalofrío del más breve instante posible. Una milésima antes que el otro; de lo contrario, la muerte. Y, entre revolver y revólver, la hipocresía. La norma de disparar de frente la estableció el más rápido, es su seguridad hecha reglamento, honor, o patíbulo. Si se mata de cara, la gloria; si por la espalda, la horca. El juez siempre hace lo que le dicta el más fuerte. Si el rico roba al pobre, no hay causa; pero si el pobre coge lo que le pertenece del rico, el oprobio y la cárcel, las cadenas de la farsa, la condena. Cadenas de la farsa que son terribles. A la cárcel nunca van los que hacen las leyes, pero sí aquéllos que, por ir más allá del límite o no llegar a él, las incumplen alguna vez. Aunque incumplir una ley injusta, como la nueva ley sobre el aborto, de Irene Montero, sea una virtud y un tic, o un espasmo, preciosos, de dignidad. Que pueda abortar una niña de dieciséis años, y sin conocimiento de sus padres, es una barbaridad judicial y moral, y aun estética. Ahora mismo, en Ucrania hay una guerra de «quítate tú que me ponga yo», o de «estréchate tú que quepa yo»; es la guerra de un pistolero contra un adversario casi desarmado, la iniquidad de un sátrapa contra un patriota. Ya lo advirtió Balmes, el filósofo: que a veces el hombre emplea la hipocresía para engañar no sólo a los demás, sino también, y sobre todo, a sí mismo. Lo dicho, Diario: entre revólver y revólver, se estableció la hipocresía, como nuevo evangelio y código progresista, que es mutilación de la conciencia y deterioro del espíritu (12:26:22).

miércoles, 31 de agosto de 2022

31 de agosto de 2022. Miércoles.
HORNO DE FUEGO

Lluvia vegetal, en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Al alba, ha lloviznado, ha sido como asperjar, rociar el día con un hisopo, y tratar de calmar así las calorías extremas del día de ayer. Lloviznar es llover, pero con cuentagotas; la llovizna no moja, salpica solo. Y, como el rocío, no hace ruido, se posa y alivia la sed del árbol y enternece el barro, que en manos de un hábil artesano puede llegar a ser una crátera de campana griega, obra de arte, o un ladrillo, o nada: simplemente barro. Con esta llovizna, agosto pretende disimular que ha sido un mes horrible, tórrido; un Hefesto –dios griego del fuego–, que ha actuado sin piedad. Ayer tarde fue como estar metidos en un horno de fuego, sin más salida que el aire acondicionado. «¿Y el pobre, qué?», me preguntaba. Este verano ha quemado bosques, pobrezas, hasta conciencias; y sin piedad. Y ahora se va como si nada, o eso pretende; aunque advirtiendo que, cuidado con septiembre, en el que se anuncian subidas de precios, desde la luz al sorbo de cerveza, desde el colegio del niño al pedazo de pan que come el pobre; es decir, unas subidas que engordan fortunas y adelgazan pobrezas, pues «perjudican a quien menos tiene». Sin embargo, Dios está en el mundo, y creo en sus palabras, cuando dijo: «Bienaventurados los pobres», y «ay de vosotros los ricos»; solo espero que esta felicidad que profetiza Jesús para el pobre sea también para esta vida, y no solo, Diario, y en exclusiva, para la otra; es en lo que confío, y espero (12:44:11). 

martes, 30 de agosto de 2022

30 de agosto de 2022. Martes.
LUZ

Luz y sombras, en el jardín. Torre de la Horadada.

-Dice, con voz de urgencia, Isaías: «¡Levántate, resplandece…, porque la gloria de Dios se ha posado sobre ti!» Y es que si no eres luz, siempre serás sombra, o tiniebla, vayas delante o detrás de la luz; aunque estés erguido bajo la luz, con un charco de sombra, como pedestal, a tus pies, serás oscuridad. «Así brille vuestra luz delante de los hombres», dice Jesús. Con la luz hay colores: una mariposa, un hilo de seda de tela de araña oscilante en el árbol, un libro, una sonrisa en un rostro amigo; sin embargo, con la sombra, sólo hay negror, borrón, desilusión. Dar a luz es dar vida; entrar en las sombras –del Averno–, es morir. Solo si miras a la luz de frente, ciega; la sombra, por el contrario, siempre es ceguera, mutilación de la claridad. La virtud no teme a la luz, decía Fray Luis de León; no así la indignidad, añado yo. Si el salmo dice: «Y en tu luz –la luz de Dios– vemos la luz», yo deseo estar en esa «Luz», en la que no hay lugar para la sombra, Diario, sino para la vida; como dice el salmo, «ver en la luz de Dios». La luz de Dios no entorpece tu luz, al contrario, la hace más vibrante y diáfana, más humana y sutil, más celeste (12:02:49). 

lunes, 29 de agosto de 2022

29 de agosto de 2022. Lunes.
DISFRACES

Niño asombrado,ante el beso de un político. Torre de la Horadada. 

-En nuestra sociedad casi todo es disimulo, hipocresía. Es una sociedad hecha de eufemismos, de disfraces. Detrás de una sonrisa puede haber un colmillo de Drácula o el incumplimiento de la promesa de un político. Dios dijo: «Hágase la luz», y fue la luz; un político dice: «Bajará la luz», y sube la luz, hasta encabritarse. Para mí no hay nada más obsceno que un político besando a un niño en campaña electoral. El beso es beso y el niño es niño; pero la intención es perversa. Se trata de parecer ser lo que no se es: si ese niño pudiera volver al seno de su madre, pero deforme, el político del beso no dudaría en aprobar una ley que lo eliminara. O si ya existiese esa ley, no la derogaría. Y, ante tal ley, se hablaría de progreso y modernidad. Son los eufemismos del horror, que calan en la conciencia de las gentes y adormecen sus conciencias, insensibilizándolas. Hoy, Diario, he visto la foto de un político besando a un niño; el niño, cobijándose en los brazos de su madre, se ha echado a llorar. Si sabrán los niños… (12:21:40).

domingo, 28 de agosto de 2022

28 de agosto de 2022. Domingo.
42 AÑOS DESPUÉS

¿Un corazón o un anillo?, ambos en el jardín. Torre de la Horadada. Alicante

-Ayer celebramos una fiesta doméstica y conyugal. La fiesta de unos esposos, María y Antonio, que, 42 años después, se siguen dándose sin pereza a sus hijos, y regalándoles –como les regalaron la vida– la belleza y el descanso de la alegría, con el acontecimiento de verse, en casos como éste, todos juntos. O el acorde vivo y emocionado, deslumbrador, de la familia. Hubo música y niños que jugaban, y hasta un vientecillo benévolo que se unió al prólogo en el exterior del salón, donde iba a ser la comida. El amor que se dan los cónyuges es un amor humilde, celebrativo, coloquial, que perdona y siempre da; es un amor de cruz –hasta de sepulcro, a veces–, pero que al fin lleva a la  resurrección. En los desposados, la cruz se vive cada día, y la resurrección, cada vez que piensas y ves lo que has dado y lo que recibes, como ayer. Das mucho, poco a poco, como las aves a sus crías en el nido, pero recibes tanto como has dado, o más, con la gran sinfonía del vuelo de los tuyos en el trajín de la vida. Los ves volar y te dices: «Ese vuelo lo he inventado yo», y te parece volar en las alas de ese vuelo filial. Como dice una escritora norteamericana: «Para tener un buen matrimonio, hay que enamorase muchas veces, pero siempre de la misma persona.» (Mignon McLaughilin). Ayer, contemplando la celebración de María y Antonio, volví a mi juventud, donde todo es porvenir y belleza, y proyectos insólitos, maravillosos, que luego pasan a ser recuerdos, también insólitos, y maravillosos. Vivo, Diario, mi segunda juventud  (12:52:13). 

sábado, 27 de agosto de 2022

27 de agosto de 2022. Sábado.
LUGAR DE VERSOS

Volver a la Luna, para dar un segundo paso. Casa Sacerdotal. Murcia.

-Dicen los americanos que vuelven a la Luna. El 20 de julio de 1969 a Neil Armstrong lo echaron a volar por los espacios y recaló en la Luna, lugar de solo versos y sueños hasta entonces. Antes, con sus De la Tierra a la Luna y Los primeros hombres en la Luna, habían estado allí (llevándonos con ellos) Julio Verne y H. G. Wells. Y, con su Viaje a la Luna, también Georges Méliès, hombre de cine. Pero habían estado sólo con su fantasía, en una Luna ilusoria e ilusionada. A Neil Armstrong lo montaron, como a Don Quijote, en un Rocinante llamado Apolo XI y lo empujaron camino de las estrellas y se plantó en la Luna real. Él, y dos Sanchos con él: Edwin E. Aldrin y Michael Collins, pilotos. Y, ya en el mundo de las estrellas, el 20 de julio de 1969, a las 15:15 horas, se posaba en el Mar de la Tranquilidad del astro nocturno, diciendo un poco después para la Historia (de los Sueños) aquella frase: «Un pequeño paso para un hombre. Un gran paso para la Humanidad». Un paso por cierto vacilante, perplejo, humano; pero gran paso, que dejó huella. Y en todo caso, a Neil Armstrong no le pudo la emoción. O la disimuló tras la escafandra, donde se reflejaba el pedregal de la Luna, pero no sus lágrimas, tal vez. Al pisar el polvo lunar, seguro que abrió viejos versos de enamorados, claros de luna, romanticismos tristes, pero no se notó, porque anduvo con mucha discreción y dando saltitos, como un gorrión asombrado, sobre aquel suelo, virgen de errores humanos, aún, por celestial. Dejó unas huellas y un sueño cumplido: la conquista de un cuerpo celeste, allá donde las estrellas se arraciman para mirar a la Tierra y protegerla, y lanzar Perseidas, como lágrimas, la noche de San Lorenzo. La Luna, tan cercana, que hasta se la puede coger entre las manos en un charco de agua, o darle cabida en un verso: «Por el cielo va la luna / con el niño de la mano», y que Lorca imagina, en la fragua, vestida «con su polisón de nardos». Neil Armstrong murió a los 82 años. Eso, sí: dejando su huella en la Luna y en la Historia, luego de casi tocar a Dios en aquella su excursión espacial y cinematográfica, es decir, americana, y digna de ser relato poético, y de fantasía, Diario, pero real (18:54:21).

viernes, 26 de agosto de 2022

26 de agosto de 2022. Viernes.
CON VIENTO FRESCO

Verano, sequedad; tristeza del bosque. Salinas de San Pedro del Pinatar,

-El calor, dicen, se va a ir debilitando, y yéndose (nunca mejor dicho) con viento fresco a otra parte. Como diría un personaje de Muñoz Seca en su obra Los robinsones: «Abrí la ventana, entró el fresco, y se lo llevó todo». Que entre el fresco y se lleve todo este desabrido y terco calor es por lo que suspiro y sueño. No el fresco político (desde el “progre” al otro, el liberal), que nos hiela el alma y hasta la esperanza, sino el auténtico, el físico, el que te permite respirar y salir de tarde a ver árboles y nubes, y conversar sin el plomo del sol cayendo sobre uno. Porque con el sol encima, hasta las ideas, mientras se platica a la intemperie, se derriten y caen a los pies formando un charco. Ahora, en verano, lo más largo que se nos ocurre decir cuando nos cruzamos con un amigo, es: «¡Hola! ¿Estáis bien? Me alegro. Hasta pronto», y pies para qué os quiero. Y una observación. ¿Os habéis dado cuenta que el frío congrega, apiña, y el calor disgrega? En invierno, alrededor de la lumbre, con las manos extendidas; en verano, la dispersión, la huida. En invierno, las palabras, aun con humo por el frío en el aliento, salen más fluidas y cálidas, y más amigables. El frío conserva; el calor pudre. O sea, que ya te habrás dado cuenta, Diario, que me va más el invierno que el verano, y el otoño que la primavera. «La nieve –dice Umbral– es tiempo en plumas»; o «ver caer la nieve es ver pasar el tiempo». Pues eso: las plumas y el tiempo, todo es fragilidad amable y humana; y como dice San Pablo: «Cuando soy débil, entonces soy fuerte», para añadir: «en Cristo» (18:10:24). 

jueves, 25 de agosto de 2022

25 de agosto de 2022. Jueves.
EL GOZO DEL AGUA

Se prepara la tormenta, y la lluvia. Salinas de San Pedro del Pinatar. 

-A las cinco de la madrugada, tronó la noche, y, al poco, dando con fuerza en los cristales, tamborileó durante unos minutos la lluvia, luego todo quedó en silencio; el silencio ahogó al trueno y silenció a la lluvia, que se durmió en las nubes, altas y volanderas. En este año de incendios y sequía, un atisbo de lluvia no viene mal, aunque tenga la brevedad de un sello de correos. Cuando oigo la lluvia, recuerdo el pasado. Siempre que anunciaban lluvia empezaba a ensayar cómo poner las manos (el cuenco de las manos) para recibirla y poder así llevármela a la boca, y beberla. ¡Beber la alegría del agua de lluvia! O como suele hacerse en el desierto: sin detenerme, arrastrar la mano por el agua, y, al paso, llevarla a la boca, y beberla. Pero no ha llovido; sigue el desierto. Y sigue la sed de la tierra, que se muere de grietas, sus heridas. El agua siempre es un bautismo de fe o de vida. Aunque para la fe pueda valer un bautismo de deseo, sin agua, no hay bautismo de vida. Se desea la fe, y Dios acude al deseo y deja la semilla de la fe en el alma. Por el deseo, se hace la creencia. Pero sin agua, aunque haya deseo, la tierra fenece. Los primeros estertores de infecundidad son las grietas. Y luego vienen el viento y la duna, y el lagarto y la víbora, que certifican su defunción. Así como la fiesta del primer día de la creación fue la de luz, la del segundo día fue la del agua. Cuenta el poema del Génesis, que era tanta el agua al principio, que Dios hubo de hacer un malecón, o firmamento, para separar así las aguas de arriba de las de abajo: llamando –lírico Dios– a las de abajo mar. En el segundo día de la creación, pues, el gozo del agua, que había de fecundar la tierra. Solo en tiempos de maldición, ha faltado el agua. ¿Serán éstos, Diario, tiempos malditos? No lo creo, Dios es misericordia, y amor, y nunca será ira o maldición, o eso espero (18:21:58).

miércoles, 24 de agosto de 2022

24 de agosto de 2022. Miércoles.
IDILIO

Como la rosa, crece el texto que escribes. Torre de la Horadada. 

-Es verdad que escribir todos los días cansa mucho, pero divierte más. Una letra, otra letra, una palabra, otra, un texto… Es divertido, a pesar del esfuerzo. A veces, el blanco de la página es como la montaña que el alpinista contempla antes de lanzarse a su conquista. Es el enfrentamiento pacífico entre la pared casi vertical de la roca y la voluntad del escalador. Dos fuerzas, dos desafíos. El escalador mira y la montaña le devuelve su grandeza, desafiándolo. El escalador dice: «¡Puedo!»; y la montaña le estimula: «¡Inténtalo!» Una especie de invitación a un enamoramiento, a un idilio. Algo así es el escribir. La página en blanco te mira y te dice: «¿Por qué no lo intentas?» Y voy y lo intento, y me sale esto que estás leyendo, quizá sin valor, pero con la grandeza del esfuerzo y la constancia ahí brillando. Me pongo e intento escalar la blancura de la página y me veo agarrado a ella, procurando salvarme en ella, ascendiendo, dejando algo de mi vida en su blancura, que ya no es tan blanca, porque mi vida quizá la haya llenado de tachaduras, de dudas, de contradicciones, de sueños, es decir, de vida. Es bella una página en blanco, Diario; pero lo es más si es portadora de un poema: «Vivo sin vivir en mí / y de tal manera espero / que muero por que no muero» (Santa Teresa de Jesús); o de un: «¡Creo…!», acto de fe, en el que Dios se siente aludido, y, mientras escribo, me sé bendecido, y amado, como un hijo (17:51:38).

martes, 23 de agosto de 2022

23 de agosto de 2022. Martes.
HOMBRE FALIBLE

Órgano que tocan las olas del mar, en Zadar. Croacia. 

-Se admite que el hombre es falible, que es capaz de equivocarse; pero parece que no así la técnica; de tal modo, que se pretende marginar al hombre y darle en cualquier caso todo el protagonismo a la electrónica y al tornillo. El robot sustituirá al hombre, dicen, salvo en la libertad de hacer esto o aquello, o no hacerlo, o hacerlo poema, equivocándose. Según avisan, el robot será maquinista de trenes, comandante de avión, chófer de autobús; aunque no sé si también ciclista con casco en el pedalear y dirección de mi bicicleta. Con robot, yo no habría podido dejarme ir en una bicicleta sin frenos desde la cima de la calle del Horno, en Molina (el que la conoce sabe el Tourmalet que era en mi niñez), hasta dar con mis huesos y los de la bicicleta en el zócalo de piedra de la fachada de la iglesia, neo-renacentista ella. Amasijo de manillar, ruedas y sillín, con un servidor llorando y lamiéndose sus heridas, en el suelo. El manillar, de revés, y la rueda delantera hecha un 8, con el sillín, a su vez, puesto en mi cabeza por montera. ¡Qué niñez más hermosa aquella sin robots, sin guías de mi falibilidad, dejándome la niñez para mí solo, sin meninas que velaran por mí, y viviendo únicamente para aprender letras y números y volar sueños y cometas, y burbujas de asombro! Yo diría que el hombre es falible, capaz de errar, de ser libre, gracias a Dios. Y en la niñez es donde más y mejor se manifiesta, siendo falible, este modo delirante y encendido de ser libre, con accidentes y tropiezos añadidos, y heridas que siempre cicatrizan. No creo en el robot como medio de corregir la falibilidad o capacidad de fallar del hombre; al fin, el robot hereda las limitaciones del hombre, pues su concepción y los circuitos que le dan vida están ideados y realizados por el mismo hombre, falible. Una deficiente conexión puede parar la vida del robot y su inteligencia robótica, endiablada, que diría un moralista medieval. O sea, Diario: paso de los robots, que a veces se rebelan y te llevan a una odisea por el espacio, con música de los Strauss, padre e hijo, y la inventiva de Stanley Kubrick, dirigiendo el concierto visual y sinfónico inigualable del universo (17:53:18).

lunes, 22 de agosto de 2022

 22 de agosto de 2022. Lunes.
CARTA A LA CASUALIDAD

"Hágase la luz, y fue la luz", Génesis. Torre de la Horadada.

-Le he escrito una carta a la casualidad, y da la casualidad que no me ha contestado. Y es que la casualidad y la nada son de la misma familia y por tanto tienen parecidas reacciones; si les escribes o les hablas, no contestan: nunca están. Mi carta decía: «Casualidad, dime cómo empezó todo» (me refería al Big Bang y eso), pero no he recibido respuesta. La casualidad no suele hablar; aunque los hay que dicen hablar por ella, en su nombre. ¿Cómo empezó todo? Por casualidad dicen algunos, considerados sabios. Aunque bien visto, es un modo de no decir nada. Afirman determinados científicos que el Big Bang (o «gran explosión», y sin olvidar la teoría de la relatividad) fue consecuencia de una «singularidad espaciotemporal». ¿Pero tiene nombre esa singularidad? Singular es lo que se distingue o separa de lo común, algo extraordinario. ¿Y si le pusiéramos nombre a esa singularidad?; ¿tanto cuesta? Porque de lo contrario, vamos a tener que afirmar con Voltaire, que «la casualidad no es, ni puede ser más que una causa ignorada de un efecto desconocido». De causa ignorada habla Voltaire. Y de efecto desconocido; cuando en realidad se ignora la causa, pero no el efecto, que ahí está: el Big Bang. ¿Ignorada la causa? ¿Deliberada o casualmente? Pero hubo alguien que le puso nombre a la causa. «En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios», escribió Juan, el evangelista. He ahí el nombre: «En el principio», la Palabra, antes de la singularidad espaciotemporal, en la inauguración de todo, cuando el Big Bang se desperezó y empezó a ser un universo oceánico expandiéndose, libre, eclosionando luces aquí y allá, poniendo millones de años luz de por medio, la Palabra estaba allí, componiendo la gran y bellísima odisea del espacio, ya que «todo se hizo por ella», señala el inspirado Juan. Y todo porque «en ella estaba la vida», y la vida era la luz de los hombres. El origen de todo, señor Voltaire, no es una causa ignorada, sino la Palabra, que existía antes de todo, y era Poesía: era Dios. Y la casualidad, Diario, todavía sin contestar a mi carta; en todo caso, quién sabe si otra vez será, quizá; esperaré (22/08/2022).

domingo, 21 de agosto de 2022

21 de agosto de 2022. Domingo.
ETERNIDAD

Ascendiendo al infinito, en Éfeso. Capadocia. Turquía.

-Han emigrado los vencejos y, sin avisarnos, se nos va acabando el cigarro puro del verano, gracias a Dios. Su brasa, encendida como un rescoldo en el labio carnoso del señor de la mole humana, Orson Welles, tiene toda la pinta de ir apagándose. El gran bien o pesadilla del verano, al igual que el de la vida, es que no dura siempre. El siempre solo es flor perenne, que no se agosta, en un país llamado Eternidad. En cualquier otro lugar, es, cuando mucho, un destello de esa eternidad, pero en un mundo que no le corresponde. En el ámbito del tiempo, la eternidad es una utopía posible, y es posible tocarla (casi) en el siempre, aunque no se le parezca. Un siempre en el tiempo, es nada en la eternidad, porque en la eternidad no existe el siempre sino el ahora, sin ayer ni mañana; y aun sin hoy, si se piensa en eternidad y no en tiempo. El ahora de la eternidad es un modo incorrecto de hablar. En el lenguaje humano no hay nada que pueda definir lo que es la eternidad. Y qué hermoso que la eternidad no sea tiempo, porque como dice Wislawa Szymborska, poeta polaca, si lo fuera (tiempo) sería como acumular «diez mil antigüedades muy antiguas», una sobre otra, y nunca llegaría a ser eternidad. Mi siempre y mi eternidad son mi ahora mismo, pero en otra dimensión, en la dimensión de la espera, hasta dar con el auténtico ahora de la eternidad, la que pasa del tiempo y del espacio, y se centra sólo en el Ser sin fin, en Dios, donde, Diario, se eterniza el Amor (12:10:15).