1 de octubre
de 2015. Jueves.
PRIMER MARTILLEO
Martilleando el día, en Trapería. Murcia. F: FotVi |
-Empiezo un nuevo mes, y hoy, día inicial, doy el
primer golpe de cincel en la piedra de su escultura. Su día 31 será una
escultura de luz y sombras, de lobos y palomas, de espadas y palabras (menos
palabras que espadas, menos palomas que lobos: la política es así), y de luciérnagas,
destellos de brasa para las noches con pesadillas negras o dinosaurios bajo la
cama. (Augusto Monterroso, el insigne cuentista de los cuentos de un instante:
la vida es un menesteroso cuento de un instante, aunque a veces chispee y
reluzca, y cante y sepa a menta o eternidad). Hoy he practicado mi primer martilleo
en la escultura del mes, como casi cada día: he rezado (acudo a Dios y él a mí),
he escrito, he contemplado todo con sorpresa; diciéndome: existo, con sorpresa;
diciéndome: leo y las historias que encierran las palabras son hermosas y terribles,
con sorpresa; diciéndome: ando y la tierra me sostiene y no me deja hundirme más
allá de ella, con sorpresa; y me digo así muchas cosas con sorpresa y con preguntas,
y con dudas y certezas, y con pájaros (palabras) en la boca, como que tengo
amigos, y una familia con Candela como ángel (como pececillo celeste), y
silencios para, desde su interior, oír el cielo y la luz, y los colores, y el
enigma, y oírme yo a mí mismo y saberme yo, y libre, y amigo de lo débil, y fraterno
con causa, Diario; es decir, fraterno con amor (20:41:17).