14 de mayo de 2020. Jueves.
EXISTE LA ESPERANZA
Tras la nube, la esperanza. Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi |
-Se derrama el cielo: llueve lluvia de llanto. Llanto
sereno; pero continuo, armonioso. Los pájaros se han escondido y las palomas no
zurean, se ha oscurecido la primavera. El llanto de la tierra ha se ha llovido
sobre el cielo, que hoy nos lo devuelve. Sólo el canto del mirlo se ha oído de
madrugada. Es la dulce y enamorada melodía que se escucha cualquier día de primavera
al amanecer. Entretanto, miro la prensa y nunca había viso la noticia de tanto
muerto de golpe; solo en las guerras o en aquellos lugares en que se ceba la
miseria, se ve algo parecido. África, Sudamérica, Asia. También en el cinturón desgajado
y olvidado de las grandes ciudades. Pero siempre menos. Tanto muerto y en
racimo, nunca. Y nuestros dirigentes instaurados en sus poltronas de privilegio,
tirándose venablos y coces a la cara; son miserables de la parodia, hipócritas
con careta y máscara de buenos, pero que hacen equilibrios en la cuerda floja
de la desfachatez y el cinismo. Descansan en su verborrea bufa y
malintencionada. Yo, sin embargo, rezo por ellos, porque enderecen sus
pensamientos e intenciones; porque, aunque no creo en ellos, sí creo en Dios. Esta
tarde ha salido el sol, como queriéndonos decir que, a pesar de todo, existe la
esperanza. A la Esperanza me acojo, Diario, y en ella descanso, y aguardo (19:15:58).
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