17 de mayo de 2020. Domingo.
DIGO PADRE
"Padre ¿por qué me has abandonado?" Iglesia barrio obrero. Varsovia. F: FotVi |
-Esta mañana he despertado oyendo, dejándome llevar
por el oleaje casi místico de El segundo
vals de Dmitri Shostakovich. Me imaginaba así al Espíritu Santo invadiendo,
viniendo a mi vida, como música de Dios, hasta hacerla templo de su presencia,
descanso en mi corazón. No lo veía venir a mí como paloma que aletea, sino como
aliento que consuela, que aboga, que intercede, que ayuda. Y que eleva. Y que,
a pesar del dolor, del derrumbe y la angustia espiritual causados por el corona
virus, santifica y consagra, y, como hijo que soy, me hace exclamar: «¡Abba!
¡Padre!». Digo Padre y lo hago como si yo fuera la boca del mundo, abierta de
par en par, para decir la palabra que te llena de eternidad. En el día del
enfermo, intento decir, gritando, Padre, para que me escuche Dios. Movida mi
lengua por el Espíritu, intento decir Padre, para que él, el Señor, se consuele
en mi dolor. Y así yo, Diario, me pueda consolar en Él. Intercambio de dones (18:46:46).
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