20 de mayo de 2020. Miércoles.
SIN PERSONAL
Luz en las sombras. Torre de la Horadada. F: ForVi |
-Los vencejos son como el carboncillo del pintor,
que trazan arabescos sin cesar en el blog abierto del cielo azul. No tienen un
plan, no meditan un itinerario de antemano, no han estudiado geometría, y, sin
embargo, qué dibujos más bellos y perfectos hacen en sus vuelos. Con qué tiralíneas
más exacto vuelan. Ah, y qué suerte que ayer no se sobrepasaran los 100 muertos
por el coronavirus, sólo nos hemos quedado en 83. Eso decía ayer –y lo recogen
con gran satisfacción los medios adictos– el doctor Fernando Simón. Es decir,
un accidente de avión –otro más– con solo 83 muertos. Esta es la gran noticia
que se nos dan desde el ambón de la Moncloa. Dentro de poco nos quedaremos sin
muertos, por falta de personal. Sin embargo, aún hay gente buena por el mundo. Dice
Teresa Iturriaga Osa en facebook que «hay personas que nos alumbran el camino».
Y cuenta cómo Narayanan Krishnan,
un chef de prestigio, «da de comer a los pobres». Un día, desde Suiza, donde
trabajaba como cocinero en un hotel de 5 estrellas, viajó a su ciudad natal
Madurai, en la India. Allí vio algo que lo cambió por completo. «Un anciano que
no tenía comida ingería sus propios excrementos». «Desde ese momento –dice–,
Narayanan supo que debía hacer algo. Alimentó al anciano y abandonó su trabajo
para fundar la ONG Akshaya Trust». Ahora sirve miles de comidas «a personas
mayores discapacitadas y abandonadas en la calle». Esta es una noticia que
alimenta nuestro caudal de esperanza, Diario: no todo está perdido en nuestra
sociedad. Como con la madre Santa Teresa de Calcuta, como con tantas personas
en nuestras Caritas, como con tantos samaritanos en el mundo: Dios anda por
todas partes, vistiéndose de pobre, dándose en los que dan, redimiéndose en lo que redime (12:14:52).
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