9 de febrero de 2022. Miércoles.
EL HOMBRE ORDINARIO, EXTRAORDINARIO
EL HOMBRE ORDINARIO, EXTRAORDINARIO
Letras de ayer, aplicables a hoy. F: Googel |
-Amanece el sol, abriendo nubes, como se abre el telón. Que es como
decir: «La función del día va a comenzar». Y me coge con un libro de
Chesterton en las manos. El gran escritor, convertido al catolicismo en 1922,
escribía unas impresiones que muy bien se podrían aplicar a la actualidad; leo:
«En cuanto Dios es abolido, el Gobierno se convierte en Dios. Existen aquéllos
que odian a la cristiandad y llaman a su odio, un amor global por todas las
religiones. Se ha dicho a menudo, con mucha verdad, que la religión es lo que
hace que el hombre ordinario se sienta extraordinario; es igualmente cierto que
la religión es lo que hace que el hombre extraordinario se sienta ordinario. Lo
cierto es, por supuesto, que la brevedad de los Diez Mandamientos es una
evidencia, no de la estrechez y tristeza de la religión, sino, al contrario, de
su libertad y humanidad. Es más corto listar las cosas prohibidas que las
permitidas: precisamente porque la mayoría de las cosas están permitidas, y
sólo unas pocas están prohibidas. En nuestros días se espera que un cristiano
crea en cualquier religión, excepto en la suya. No hay nadie tan fanático como un
ateo». Grande de cuerpo y eminente pensador, Chesterton posee el don, además,
de la profecía, que musita en sus textos –aleteos– cuando escribe. Él vio, entre
la niebla del porvenir, lo que traería al mundo la obcecación por los tal vez espiritualmente
equivocados: los ateos, agnósticos. Chesterton vio, Diario, en los agujeros
negros de la humanidad hostil, la descreída, y describió la oscuridad, la
noche, donde Dios no es bien visto, ni admitido. Estremece leerlo (17:19:13)