sábado, 15 de enero de 2022

15 de enero de 2022. Sábado.
LÍNEAS DE FE (AMOR), Y QUEJA

Belleza en la Luz, Mar Menor. Lo Pagán. F: P. Pardo

-No sé de qué escribir. Hay días que se esconden las ideas, se visten de no estoy, y no dejan que vengan las palabras. «¿De qué escribo?», me pregunto. Y con la barbilla apoyada en la mano, pienso; hasta que me viene una idea, obvia, aunque parpadeante. Iba a escribir: «Hoy ni he hecho ni me ha ocurrido nada significativo». En lo de no hacer quizá tenga razón; no he hecho un lápiz, ni un poema, ni he escrito una página brillante. Ni siquiera he hecho el Quijote, ni una rosa. Y, aunque he rezado, no he tenido un éxtasis; ni Dios me ha llamado por mi nombre. Una vez más. A veces se reza a oscuras, y ni el nombre de Dios produce la chispa que te haga ver. Cuando Dios calla, todo enmudece, hasta la belleza de las cosas, esos himnos que descorren su velo y nos permiten presentirlo. En el silencio de Dios incluso San Francisco de Asís sufriría ausencia de Él en las cosas, su inspiración mística. Hay días de mucha noche oscura, y ni el grito más interior puede agrietar y romper ese muro de insensibilidad húmeda que es el silencio –los silencios– de Dios. Y grito: «¿Por qué callas? ¡Dios!». Y al de Asís no le dirían nada ni el sol, ni el agua, ni el viento, ni la hermana madre tierra…, porque Dios ha entrado en sus silencios, y, en el silencio de Dios, se silencian –callan– las cosas innumerables. Hoy digo: «Ni he hecho ni me ha ocurrido nada importante». Hay veces, Diario, que, en la duda, se tambalea el alma. Pero no es cierto que no me haya ocurrido algo importante. ¿No es importante que viva y pueda pergeñar estas líneas de fe (amor), y queja? Amorosamente me quejo de Dios, cuando, sonriendo, hace como que me olvida, y se me presenta como silencio, que, sin embargo, habla, habitándome (12:49:52).

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