11 de febrero de 2022. Viernes.
LOURDES
LOURDES
¿Crucifijo o avión?, en el cielo de Murcia. Casa Sacerdotal. |
-Recuerdo que hoy, día de Nuestra Señora de Lourdes, en mi niñez, en vez
de a la Virgen María rezaba a Jennifer Jones, la inolvidable actriz que hacía
de Bernardette Soubirous en la película La
canción de Bernardette. Jennifer Jones –Bernardette– era pobre y santa; y, con
la sola expresión dulcísima de su rostro asombrado, parecía serlo. Yo, niño
entonces, estuve enamorado de Jennifer Jones, hasta el extremo de ir a
confesarme de ello. «Padre –dije–, me acuso de que estoy enamorado». Yo era
monaguillo. «¿De quién?», me preguntó el cura. Y, tras dudar y lograr
deshacerme carraspeando de un nudo que tenía en la garganta, dije: «De la
muchacha que sale en la película de la Virgen de Lourdes». A lo que contestó el cura:
«¡Hijo!». Y se rio el cura, y tuvo que salir del confesonario, pues la risa derivó
en tos, fumaba mucho. Jennifer Jones, en la película, miraba y sólo con la
mirada expresaba que sufría, y que no decía mentiras, y te hacía emocionarte. Decía
que se le había aparecido una mujer vestida de blanco, y nadie la creía; su angustia,
entonces, era mi angustia, y su drama, mi drama. Yo iba al cine a sufrir y a
rebelarme por lo que le pasaba a Jennifer Jones, la muchacha, que escarbando en
la tierra, había hecho brotar una fuente en la que ella se lavaba y curaba a la
gente que bebía de esa agua. En el Teatro Vicente, mientras veíamos la película
de Bernardette, no se oía una mosca. Sólo el crujir de las pipas, y algún que
otro gemido. En Laudes, he rezado a la Virgen del Gave, que así se la llama en el
himno: «La pureza es en ti, Virgen del Gave…», y le he pedido que «remedie con
el amparo del cielo nuestro desvalimiento», que tanto y tan extendido es ahora.
La niñez, los recuerdos, la fe. Recordar la inocencia, Diario, es hermoso (17:51:51).