domingo, 18 de abril de 2021

 18 de abril de 2021. Domingo.
EN PERSONA

Flor herida, que llegará a ser rosa plena, en el jardín. Murcia. F.FotVi

-Digo domingo y enseguida me vienen a la boca otras palabras –palabras de temblor y luz, de acontecimiento–, como día y don, y Dios. Dios: el que está en el domingo y en la donación total y festiva –sepulcro vacío– de su resurrección. Dios que es vida, está en mi vida, y en la palabra que digo y escribo, como un clamor silencioso que habla en la pluma. La pluma escribe y siente el rumor de Dios en el ir y venir de su punta que anda por el papel dejando señales de vida, como un sismógrafo del espíritu. Lo invisible –el espíritu– se hace cosa tangible en lo que escribes. Escribir es dejar que las palabras se expliquen, con el permiso de la mente. Hoy, domingo tercero de Pascua, leo: «La cruz es la victoria, la resurrección, el triunfo. La resurrección es la exhibición pública de la victoria, el triunfo del crucificado». Estamos pues en el tiempo de la exhibición manifiesta de la victoria de la cruz, en el triunfo, cabal y definitivo, del crucificado. Jesús se presenta ante los discípulos, que creen ver un fantasma, y ante sus dudas, les dice: «Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona». En persona, aunque aún herido, con las heridas del mundo en sus manos, en sus pies, en su costado. Todo el pecado del mundo hecho herida en él, sangre y coagulación. Sigue siendo el ser humano que era, pero resucitado, y con la esperanza de que todo renazca en Él. Si algo ha revitalizado la resurrección de Jesucristo, ha sido la esperanza, en la que la muerte, Diario, siempre es vencida, como el gran milagro, deleitable, de Dios (18:11:59).

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