22 de abril de 2021. Jueves.
REGALO
REGALO
-Iba a escribir: «Apenas sucede nada». En mi vida. Solo sucede lo cotidiano, lo usual, lo
que haces como un reloj que da la hora sin que se la pidan. Eso, sí, con su
maquinaria interna, y externa, bien engrasadas y equilibradas. Equilibrio entre
la mente y el corazón, entre el espíritu y el latido, entre la caja (lo que se
palpa) y el engranaje; es decir, entre lo visible –manos, pies, carrocería– y
lo invisible –mente, sueños, espíritu. Y con el alimento correcto para el
cuerpo y para el alma, como rezar, ejercitarse, cavilar: haciendo que del árbol
viejo «hendido por el rayo», surjan brotes nuevos: «la rama verdecida», «el
milagro de la primavera». (Machado). Pero a veces sucede que lo anterior, aquello
pasado, un recuerdo de ayer, toma forma hoy y se te hace presente. Ayer
ocurrió. Estaba yo en mis quehaceres de la mañana: leer, pensar, escribir, dar
unos pasos mientras pienso, y en esto que suena el teléfono y me hallo con Paco
Illán. Está en Murcia y viene a verme. Y pensé: «Siempre sucede algo distinto».
Y llegaron él y Toñy, y recobré la sonrisa y la amistad; como un bello
acontecer, se rehízo, se amuebló de novedad otra vez el presente. Él me dio su
último libro El retorno de la espada,
II Premio Villiers de L´Isle Adam de Novela Fantástica y yo le di el mío: Me detuve, y toqué el silencio. Y como
siempre, hicimos planes para el futuro; y es que el futuro, si tú así lo decides,
está en el presente. Toñy hizo de fotógrafa, y quedamos en vernos próximamente,
en la presentación en Molina de mi último libro. Dios es bueno,
Diario, cada día hace amaneceres nuevos, y, como esta vez, con sorpresa; y es
que quien ama –Dios– tiene estos detalles; para el día del libro, y por
medio de un amigo, te regala un libro (12:42:40).
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